Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 1

Traducido por Kavaalin

Editado por Yusuke


Cuervos negros volaban hacia el cielo despejado con ruidosos graznidos y gatos negros se cruzaban por el estrecho sendero.

Todo a su paso no le daba nada más que malos presagios.

Aileen caminaba directamente hacia el bosque nocturno confiando sólo en la luz de del candil que había traído para iluminar su camino mientras se aferraba a una delgada espada en su otra mano.

De repente, una rata gigante saltó de un arbusto y se detuvo a sus pies. Su único globo ocular gigante miraba gentilmente a Aileen. Sus orejas eran anormalmente grandes y sus afilados dientes sobresalían de su boca.

Un monstruo… Es la primera vez que veo uno. Esto es algo que rara vez verías en la primera capa de este bosque.

Cuando apuntó la luz del candil hacia el gran monstruo rata, este saltó de vuelta a los arbustos y desapareció de la vista.

—¿Cuervos…? Me pregunto por qué traen cráneos con ellos. ¿Es posible que también sean monstruos?

Lo que era más, todos se encontraban alineados encima de un árbol muerto mientras miraban a Aileen. Si todos decidían atacarla a la vez, Aileen terminaría en un estado más que lamentable.

Trataba de pensar en una forma de poder salir a salvo mientras escuchaba el graznar de los cuervos.

La cantidad es un problema… pero si fuera a acobardarme ahora, no hay duda de que moriré.

Sin embargo, también cabía la posibilidad de que terminara muerta si avanzaba.

—Vete a casa.

Habló súbitamente un cuervo de gran tamaño. Justo como creía, eran monstruos.

Las voces de los cuervos resonaban alrededor de Aileen, como si quisieran envolverla.

—Vete a casa humana.

—Adelante se encuentra el castillo del rey demonio.

—El rey demonio está ocupado leyendo.

Extrañamente, había un reporte de la rutina diaria del rey demonio mezclado entre las advertencias, pero en esta clase de situación Aileen no se sentía con ánimos de reír.

—¿Cuál es tu propósito al venir aquí, muchacha? ¿Viniste a morir?

—Así que esta es la chica que fue abandonada por su prometido. ¿Viene por venganza? Que ridículo.

Aileen levantó una ceja ante estas palabras. Los cuervos siguieron burlándose de ella.

—Si eres insistente, serás abandonada. Esto es sentido común.

—Tienes mala reputación. 

—Egoísta y arrogante. Pensaba que era amada por el príncipe heredero…

—¡Son demasiado ruidosos! ¡¿Es que quieren que los convierta en carne asada?!

Miró directamente a los ruidosos cuervos. Seguidamente enderezó su espalda y sonrió elegantemente.

—¿Esos son rumores reunidos por órdenes del rey demonio? Es sorprendente saber que el rey demonio tiene un pasatiempo tan vulgar.

Las miradas de los cuervos se reunieron en ella. Los monstruos adoraban al rey demonio. Insultarlo era igual a tratar de buscar pelea con los monstruos. Provocarlos era un acto suicida.

Si resulta ser una persona tan irrazonable, daré media vuelta y abandonaré este lugar.

Justo como lo haría un héroe cuando quisiera retar a un duelo al rey demonio, Aileen declaró noblemente.

—Yo, Aileen Lauren D’Autriche, he venido a ver a Claude Jeanne Elmeier. Si no tienen nada relevante que decir, quédense callados. No importa que sean monstruos o humanos, si sólo saben como juzgar a alguien basándose en rumores, no merecen ser mis oponentes, así que váyanse de inmediato.

Después de decir esas palabras Aileen siguió caminando. Por alguna razón los cuervos dejaron de hablar y comenzaron a volar a su alrededor, como si la estuvieran escoltando a través del lúgubre bosque. Súbitamente algo entre los arbustos comenzó a moverse para también seguir a Aileen.

Supongo que no pueden evitar ser malos perdedores.

Aileen, acostumbrada a llamar la atención, los ignoró y continuó en su travesía.

Eventualmente su campo de visión se amplió.

Bajo el cielo sin estrellas apareció un castillo abandonado. Se encontraba en su mayoría derrumbado, los tapetes estaban hechos jirones y los pilares rotos se encontraban rodeados por enredaderas. Los árboles circundantes al castillo estaban marchitos y el pequeño estanque se había vuelto negro y mohoso, haciéndolo parecer más como un pantano.

Era el castillo del rey demonio.

Reafirmó su resolución.

Puede que resulte ser amable… pero, ¿qué pasa si esta sólo sale a la luz con la heroína? Ah, eso es posible.

Fantasear era peligroso, no tenía más opción que prepararse para lo peor. Respiró hondo y levantó el rostro.

Procedió a pasar por entre los restos de lo que parecían huesos humanos y arribó en frente de una oxidada puerta de hierro. Trató de empujarla con toda su fuerza, pero esta apenas se movió. No importaba cuantas veces tratara, el portón permanecía quieto, imperturbable.

Dado que era imposible que se diera por vencido sólo por esto, extendió sus manos para intentar empujarla una vez más. En el momento en que hizo esto, una voz habló a sus espaldas.

—Permítame ayudarla.

—Oh, muchísimas gracias por su amable…

La puerta de hierro explotó con un fuerte estallido.

Aileen mantenía una sonrisa en su rostro mientras veía cómo un desconocido volaba la puerta de hierro usando sólo un dedo.

Brillante cabello negro, más oscuro que la noche misma, que revoloteaba con la suave briza nocturna, exponiendo los rasgos faciales debajo de este.

Todo acerca de este desconocido se asemejaba a una obra de arte de la más alta calidad. Desde su elegante nariz hasta sus finos labios, sus rasgos faciales y su cuerpo eran demasiado perfectos. No obstante, lo que era más impresionante era ese par de ojos rojos como la sangre.

¡E-En persona es mucho más extraordinario que en los CGs…!

Aileen conocía este rostro… Sin embargo, decidió dejarse esa información para sí misma.

Aileen no tenía mucho tiempo. El rompimiento de su acuerdo matrimonial con Cedric era el evento introductorio a la ruta de captura del príncipe. Si no hacía algo moriría.

A este paso todo será como en mi vida anterior, ni hablar del amor, ni siquiera podré disfrutar de mi juventud.

—¿Qué asuntos tiene una humana conmigo?

Claude Jeanne Elmeier, el rey demonio y primer príncipe del reino de Elmeier, movió sus labios sin reflejar ninguna emoción en sus ojos.

No hay nada que temer.

Aileen se arregló el cabello, levantó la barbilla y mostró su sonrisa usual.

—Traigo buenas noticias. Estoy aquí para proponerle matrimonio.

Justo mientras pensaba que el rey demonio no estaba mostrando ninguna reacción, un rayo cayó del cielo e impactó contra un árbol muerto, prendiéndolo en llamas y partiéndolo a la mitad. Como si se tratara de un castigo divino.

—¿Quién le va a proponer matrimonio a quién?

Le preguntó educadamente la persona que tenía enfrente mientras Aileen mantenía su sonrisa. Las llamas detrás de él ardían como si estuviera danzando, iluminando los alrededores. Era como una imagen sacada del infierno. Gracias a su fuerza de voluntad Aileen fue capaz de mantener su sonrisa.

—¡Cómo dije, yo quiero proponerle matrimonio a usted…!

Cuando otros tres rayos cayeron desde el cielo, su fuerza de voluntad perdió ante sus instintos. Aileen cayó de espaldas desmayada antes de siquiera poder escuchar un respuesta.

3 respuestas a “Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 1”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido