Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 13

Traducido por Mochi

Editado por Yusuke


La Academia, que era el escenario del juego, era muy grande. Aileen entendía que tratar de buscar al cachorro sin rumbo fijo era un desperdicio de energía así que primero fue al dormitorio: el lugar donde el evento de derrotar al monstruo tomó lugar.

Está bien incluso si Max está de guardia, si puedo encontrar al cachorro antes de que el evento se lleve a cabo, será mi éxito. Después de todo, en primer lugar no hay razón por la que Max esté de guardia si no está conectado al evento.

Después de pasar por la puerta trasera del dormitorio, había un camino empedrado que conducía al campo de entrenamiento de los Caballeros Sagrados. Max, cuyo objetivo era unirse a los Caballeros Sagrados, iba ahí secretamente para unirse a su entrenamiento cuando terminaban las clases, era lo establecido en el escenario. Se suponía que esos eran los detalles del evento donde se encontraría a un monstruo en su camino. Hay que considerar que el monstruo perdido era irrelevante para el evento si no había un monstruo ahí en primer lugar.

—Será de lo mejor si lo puedo encontrar lo antes posible…

—¡Mierda! Su cuerno es duro, es imposible con solo un palo de madera.

—¡Apúrate, ocupamos matarlo mientras sigue atrapado en la trampa para bestias!

—¡Primero hay que pegarle para debilitarlo! Si logramos vencer a un Fenrir, entrar a los Caballeros Sagrados no será solo un sueño.

Aileen entendió toda la situación con solo escuchar ese pequeño intercambio. Regresó al dormitorio a paso veloz sosteniendo una espada y entonces finalmente encontró las espaldas de los estudiantes varones reuniéndose alrededor de algo.  Al mismo tiempo se encontró con la sombra de una criatura inocente que gruñía desesperadamente.

—No dañen sus colmillos y cuernos. Pueden venderse a precios muy altos…

—¿Qué están haciendo?

La parte trasera de los estudiantes estaba temblando. En cuanto voltearon a verla, Aileen rápidamente checo sus rostros.

¿Acaso no eran los hijos de los Caballeros Sagrados? Se burlaron del status de Max como un joven maestro desde las sombras, a pesar de eso, hacen algo tan patético como esto.

Podía ver que la pata trasera de una bestia blanca estaba atrapada en la trampa para osos a través del hueco formado por los estudiantes en pie. Era un pequeño y esponjoso cachorro pero al contrario de su tierna apariencia tenía dos filosos cuernos creciendo de su frente. Sus garras también eran enormes; no importa por donde lo mirabas, no era un perro. Después de ver esa figura desesperadamente buscando una manera de librarse de la navaja que mordía su pie y aun así tener la audacia de dañarlo, estos estudiantes definitivamente no encajaban con el espíritu de los Caballeros Sagrados.

Sin ocultar su desprecio, Aileen sonrió elegantemente.

—¿Están tratando de matar a este monstruo? Me pregunto si no conocen el tratado de paz.

—S-Señorita Aileen. Escuché que la expulsaron de la academia…

—N-no t-tengas miedo. Esta mujer…

Su tiempo era muy valioso como para gastarlo en ellos así que Aileen se coló a través de ellos.

¡Si no me equivoco, mi hermano mayor me enseñó a desmantelar esto!

Justo cuando extendió sus manos hacia la trampa, un gruñido inició junto a ella. El sonido de la ropa de su brazo rasgándose causó que los estudiantes varones dejaran salir un grito.

—¡La mordieron!

—¡Callate! Es un niño listo, este pequeño.

Su sangre emanaba constantemente pero no era como si le estuviera arrancando la carne. Todavía se contuvo con ella. Recordó la orden de Claude. Con un exhalo, Aileen le dió una sonrisa al cachorro gruñendo.

—Un gusto en conocerte. Soy Aileen, vengo a recogerte.

Gentilmente mostró su muñeca en frente de la punta de la nariz del cachorro. El gentil viento balanceó suavemente el listón y los ojos del cachorro comenzaron a brillar.

—Entiendes ¿verdad? Esto ciertamente dolera, pero aguantalo un poco. Si te mueves no te puedo quitar esta trampa.

Los ojos que estuvieron mirando el listón se pusieron perplejos. Y al siguiente momento, el cuerpo de Aileen fue jalado para atrás. El tobillo del cachorro hizo un sonido desagradable y cuando intentó volver a ponerse de pie, se cayó en su trasero.

—¡¿Qué están haciendo?!

—¡Calla! Lastimó a un humano, ¿no está bien matar a esta cosa?

Una vez más, todo el pelaje del cachorro se puso de punta y comenzó a gruñir ruidosamente al ser rodeado por los estudiantes sosteniendo una azada.

—¡Les dije que…!

Sus palabras se atascaron a mitad de camino. Puso una cara de sorpresa al mismo tiempo en que los estudiantes dieron un chillido patético y huyeron lo más rápido posible. Algo había saltado sobre el muro. Con sus pies finalmente tocando el piso, un monstruo había aparecido. El cachorro atrapado en la trampa lloraba con una voz dulce.

Ese no es ¡¿el monstruo del evento?! ¡Ya veo, es su padre!

Desobedeció la orden de Claude y salió de la barrera para encontrar a su cachorro. Sus ojos ardían en furia. Una respuesta natural en esta situación, su cachorro estaba atrapado en una trampa, tenía sus pies ensangrentados y una pata torcida de forma antinatural. Era imposible para el padre pensar que los humanos no habían dañado al cachorro.

El  monstruo frunció a Aileen. Un par de aterradores colmillos eran visibles cuando su boca se abrió. Juzgando por el gesto, el monstruo estaba listo para soltar un aullido así que Aileen inmediatamente alzó la voz para detenerlo.

—¡Espera! ¡No aulles, la gente vendrá!

Aileen, quien logró pararlo, intentó pararse pero cayó de rodillas de inmediato. Parece ser que se torció el pie ahorita cuando la empujaron los estudiantes. Apretando los dientes, se arrastró para alcanzar la trampa.

—Entiendo porque estas enojado pero eso hazlo luego; ahora mismo, tu prioridad es este niño ¡¿no?!

El monstruo decidió no hacer sonido pero su mirada fue dirigida hasta la mano de Aileen. Ella apresuradamente comenzó a liberar al cachorro de la trampa. Siguiendo los pasos que su hermano le había enseñado, pronto la boca de la trampa que mordía su pierna se abrió.

El cachorro que dejó escapar una voz débil intentaba ir hacia su padre. Aileen pensó que el padre del cachorro podrían entender el idioma humano por lo que decidió hablar con él.

—Lleva a tu hijo a un lugar apartado. El rey Claude vendrá a recogerlos. El niño ocupa recibir tratamiento por su herida. Ambos necesitan regresar al bosque.

—Apurense y vayan. Déjenmelo a mí el resto del problema, ¡rápido!

Pero ya era muy tarde porque se podían escuchar sonidos de su espalda. Si Max llegará a venir armado, el evento iniciará. Como uno puede esperar, ella no tenía la suficiente fuerza para resistirse ante el brazo entrenado de la espada de Max.

El monstruo miró fijamente a Aileen pero recogió a su cachorro por la nuca y saltó ágilmente sobre el muro. Aileen soltó un suspiro del alivio, pero su alivio solo fue momentáneo.

—Aileen. ¿Qué haces aquí? ¿No renunciaste voluntariamente de la Academia?

Allí estaba Max con una mirada severa en su cara, acompañado por su seguito y Lilia.

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