Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 30

Traducido por Mochi

Editado por Yusuke


—Príncipe Cedric, ¿qué significa esto? Yo soy supuestamente una invitada en esta fiesta ¿o no lo soy?

—Sinvergüenza. ¡Los paraderos de Lilia son desconocidos! ¡¿Es obra tuya no?!

Cedric bajó de la plataforma con un paso violento y se paró en frente de Aileen quien tenía ambos brazos inmovilizados debido a que estaba sostenida por los guardias del palacio. El gentil sonido de la orquesta se detuvo, todos estaban tratando de respirar lo más silencioso y discretamente posible mientras esperaban que las cosas sucedieran.

—Recibí un informe de Max que intentaste formar una alianza con los monstruos. ¡Si algo le pasa a Lilia, me aseguraré que pagues por ello!

—¿Por qué debo de ser yo quien secuestró a la señorita Lilia?

—Porque definitivamente guardas resentimiento contra ella porque yo la elegí.

Para contener su  risa, Aileen puso una apariencia abatida en su rostro. No sabía como Cedric percibiria su figura cual actualmente mordía sus labios, pero su intensidad se calmó ligeramente.

—¡Te invite a este banquete para ayudarte al menos a recobrar tu honor y aún así….! Siempre pisoteas la buena voluntad de los demás.

Cuando movió su línea de visión hacia la plataforma sin entender a lo que se refería, ella pudo ver la figura de su padre. Aun cuando tenía una disposición estricta en su rostro, definitivamente se veía como si estuviera desesperadamente intentando forzarse a sí mismo a no sonreír. Es increíble que sea capaz de contenerse.

Además de eso, hay muchos grandes aristócratas presentes en esta fiesta. Pero como se espera, no hay emperador o emperatriz atendiendo.

Él ciertamente pensó que el banquete nocturno sería una extensión de las fiestas que se organizaban en la academia, pero una fiesta organizada por el príncipe heredero era diferente a un juego de niños. Sin embargo, Cedric no entendía lo que eso significaba. Esos grandes aristócratas vinieron en realidad para observar la conducta del príncipe Cedric, quien se graduara de la academia pronto.

—¿También eres la culpable de esas cartas amenazadoras, no? Habla, ¿dónde está Lilia?

—No lo sé. Tal vez se fue porque está exhausta del afecto del príncipe Cedric.

—No tiene punto que pintes a Lilia como una mala persona para capturar mi corazón.

Un pensamiento positivo sin un gramo de duda. Quiero usar eso como un ejemplo.

—Príncipe Cedric, yo nunca he tenido la intención de hacer cosas como secuestrar a la señorita Lilia. ¿Dónde encontró esta clase de evidencia  en primer lugar?¿Lo investigó apropiadamente?

—Aún lo estas negando. Hacer esa clase de cosas es innecesario. Es ineficiente usar el dinero de los impuestos para pagar cosas inútiles como costos de investigación. ¡Quién más además de ti tendría una razón para hacer algo así en primer lugar!

—En verdad, ¿me pregunto por qué me enamoré de esta clase de hombre incompetente?

Sorprendentemente, su voz fue escuchada claramente aún desde lejos.

Después de parpadear perplejo, Cedric le preguntó que repitiera esas palabras otra vez.

—¿Qué dijiste?

—Dije que me pregunto por qué me gustaba un grosero, idiota e incompetente hombre sin futuro como tú. ¿Me escuchaste?

Cedric se quedó en silencio, tal vez porqué esta vez no escuchó mal.

—Príncipe Cedric, te lo diré una vez más, no secuestré a la señorita Lilia.

—¿Aún haciendo excusas? ¿Lilia es un estorbo para que te reconcilies conmigo no es así?

—¿Reconciliarme? Príncipe Cedric no importa cuánto dinero le pagues a alguien, siempre habrá alguien que no quiera tomarlo.

—¡Mentirosa! ¡Dijiste que no eras capaz de dejarme ir porque me amas!

Ahh, así que esa es la causa de su gravemente errónea impresión.

Con ojos fríos, Aileen dijo.

—Es por esto que los hombres son…

—¿Qué dijiste?

—Te dije que solía amarte. En tiempo pasado. Ahora, no tengo ni la más mínima pizca de interés en tí. ¿Puedes dejar de malinterpretarme? Yo no te amo.

Con una expresión boba en su cara, Cedric estaba desconcertado. Aileen repitió sus palabras después de suspirar.

—No lo diré otra vez. Yo no te amo. No ha persistido ningún afecto hacia ti. No quiero tener nada que ver contigo y honestamente, simplemente respirar el mismo aire que tu me hace sentir enferma. Quiero romper inmediatamente nuestro compromiso, así que por favor dame el documento que ocupo firmar.

—¿Qué? Esto no es supone que suceda así. No hay maner… yo, ya entiendo. ¡Aún quieres capturar mi corazón!

—¿Huh… qué?

Cedric agarró bruscamente la barbilla de Aileen. Los ojos deslumbrantes de Cedric dejaron a Aileen sin aliento.

—Así que dime honestamente. ¿Tú fuiste quien secuestró a Lilia? Estás siendo controlada por tus propios sentimientos, incapaz de olvidarme.

Era afortunado que la fuerza puesta por los guardias restringiendo los brazos de Aileen aflojó,  tal vez por sorpresa ante el comportamiento de Cedric. Aileen libró sus manos y agarró la muñeca de Cedric para quitarlo de ella. Sin embargo, no se movió ni un centímetro. Ella solo podía respirar lo mejor que podía.

—No queremos iniciar un conflicto innecesario. Confiesa que secuestraste a Lilia. Si lo haces, te tomaré en consideración. ¡Te daré piedad considerando tu estimada posición como dama del ducado D’Austriche!

—A-Alguien…

—Príncipe Cedric. Su oponente es una dama, si hace algo más que eso… —dijo un guardia.

—¡Silencio! No ordenes al príncipe heredero. ¡Esta es mi mujer!

¡¿Quién diablos es tu mujer?! Aileen se perdió en su ira. En ese momento, alguien gritó.

Había una sombra gigante saliendo de la espalda de Aileen, Cedric se paralizó de miedo. Aileen quien finalmente lo notó, miró detrás de ella.

Patas gruesas y una boca podía comerse de un bocado a un humano. Feroces garras y colmillos afilados. Era un monstruo.

¡Es el padre Fenrir! Por qué esta, no, no es el tiempo para eso.

—¡No puedes! ¡Regresa ahora! ¡Si lastimas un humano…!

El Fenrir abrió su grande boca. Cuando Cedric vió sus colmillos gritó fuertemente. Y entonces, el Fenrir volteando hacia Cedric: le escupió.

El silencio se esparció por el salón.

Cedric,cuyo cuerpo entero estaba pegajoso después de ser cubierto por saliva seguía petrificado. El Fenrir resopló y se sentó obedientemente al lado de Aileen, Ella quien permanecía parada intercambio su mirada entre Cedric, que seguía en una figura patética y vergonzosa, y el Fenrir una otra vez. Después de eso, cubrió su boca con un abanico de mano.

—Pensar que le escupieron al mismísimo príncipe heredero aun como chiste, jajaja es hilarante.

Aileen acercó su mano para acariciar el gran cuerpo enseguida de ella.

—¿Me estás pagando el favor? Y que salieras de la barrera… El rey Claude se enojara contigo ¿sabes?

El Fenrir respondió con un sonido.

—Dile al resto de los niños que estoy bien.

Cuando dijo eso, Aileen acarició a la criatura.

—Muchas gracias por venir a salvarme. Puedes retirarte.

El Fenrir que miraba a Aileen de vuelta con su par de ojos inteligentes fue tragado de vuelta por la sombra de Aileen mientras aun seguía sentado. Ahora cuando la figura del monstruo desapareció, los petrificados humanos en el salón intercambiaron miradas entre sí. Aileen respiró profundo y miró hacia la lamentable figura de Cedric.

—Parece que hasta un amor de hace cien años puede desaparecer en un segundo.

—¿Q-Que…?

—¿Qué documento ocupo firmar? ¿Es ese que está en la cima de la plataforma?

—¡Espera! ¡Aún no termino mi historia!

Escuchando las vibraciones de las zapatillas de Aileen alejándose mientras caminaba, Cedric sostuvo fuerte el  dobladillo de su vestido. La mano pegajosa hizo que Aileen frunciera sus cejas, pero le dio pena apartarle la mano con una patada. Ella miró a Cedric con ojos llenos de lástima.

—¡¿Qué diablos pasa con esa expresión?! ¿Por qué tengo que ser visto por ti con esa clase de ojos? ¡Quien va a tener su compromiso anulado eres tú!

—Que bien. Muchísimas gracias.

—¡Por qué! ¡Por qué! ¡El único que puede aceptar a una mujer como tú soy yo! ¡Arrodíllate ante mí! ¡Eres la dama sin virtud cuyo compromiso será anulado por mí, el príncipe heredero! ¡Por el resto de tu vida, nadie va…!

—¡Príncipe Cedric!

Un guardia del palacio volteó hacia arriba mientras entraba tambaleándose dentro del salón. Estaba tan alterado que no notó la apariencia vergonzosa de Cedric. Se veía como si tuviera dificultad en mover su boca.

—Uh, umm. ¡El príncipe Claude está… el Rey Demonio está en el cielo!

En ese momento, el cristal en forma de cúpula hizo un sonido y se desmoronó.

2 respuestas a “Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 30”

  1. Satisfacción es leer que el príncipe fue escupido después de maltratar a Aileen, y de paso será visto así por el majestuoso Claude. xd
    ¡
    Gracias por la actualización!

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