Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 32

Traducido por Mochi

Editado por Yuusuke


Una luna algo redonda flotaba en el cielo. No había nubes, era un despejado cielo estrellado. Seguramente, una perspectiva de pájaro podría ser vista si uno montara en un carruaje caminando en el cielo. Sin embargo, en el carruaje que silenciosamente corría debajo del cielo, había un corazón palpitando en silencio. Siguiendo un proceso de acompañamiento adecuado. Claude estaba sentado en el mismo carruaje regresando Aileen a su residencia.

—Muchas gracias por hoy.

Cuando Aileen descendió del carruaje que Donny hizo, expresó directamente su gratitud a Claude, quien estaba parado en la entrada de la mansión de la familia ducal D’Austriche.

—Como prometiste, fue un acompañamiento perfecto.

—¿Está bien irte a casa después de solo bailar una canción? —preguntó Claude.

—Sí. Los asuntos de la compañía Oberon han llegado a los oídos de mi padre, ¿cierto? Será suficiente que un agente introduzca la compañía Oberon al ducado D’Austriche para ayudarnos a conseguir ganancias.

El ducado ya había conseguido un pedazo de información sobre la rumorada compañía Oberon que nadie más conoce. Más que nada, el ducado D’Austriche será beneficiado más de su previsión que del dinero ganado por la empresa.

—Además de romper mi compromiso con el príncipe Cedric, muchas gracias rey Claude por estar cerca mio, la gente alrededor ya no debería verme como alguien que fue abandonada por su prometido y además la sospechosa que caen sobre mí sobre el secuestro de Lilia deberían calmarse. Después de todo, la señorita Lilia fue encontrada…

Habiendo dicho esto, Aileen miró hacia Claude.

—¿Fue usted, rey Claude, no?

—¿Qué cosa?

—Quien arrojó a la señorita Lilia en la alcantarilla.

—No sé de lo que me estás hablando.

Claude quien estaba fingiendo ignorancia se veía exasperado.

Después de que Aileen terminara su baile con Claude, un reporte inmediato llegó sobre Lilia, cuya ubicación era inicialmente desconocida. Fue encontrada dentro de las alcantarillas del Palacio Imperial. La ubicación era, bueno, el palacio. La tensa atmósfera rodeando a Aileen y la acusación del involucramiento de demonios detrás de la desaparición de Lilia se esfumaron. En ese momento, todos no tuvieron otra opción más que pedir perdón con una sonrisa forzada en sus rostros.

Habiendo perdido campo para sospechar que era un plan de Aileen, Cedric se apresuró a escuchar el reporte de Maz, quien había regresado del bosque del Rey Demonio. Después de eso, Rodolfo y los demás grandes aristócratas trataron de indirectamente mantener su apariencia como favor al desaparecido organizador del evento.

El juzgado del príncipe Cedric y la señorita Lilia lo habían reprobado. No podía organizar una fiesta decentemente. Además, trató de sacar pelea de los monstruos sin pensar…

Tal vez lo dejarían pasar con el razonamiento del joven por actuar tan imprudentemente hasta cierto punto, pero ella estaba preocupada de las cosas que sucederían después. Debido al incidente del secuestro, el anuncio del compromiso de Cedric y Lilia no pasó, y el progreso del juego ahora estaba perdido. Pensando positivamente, tal vez la bandera de la ruta de Cedric fue rota, pero ella no podía ser imprudente.

—Pero…, ella es encantadora ¿no? La señorita Lilia.

Después de murmurar esas pocas palabras, se arrepintió. Y aun así, no pudo dejar de hablar.

—Es popular, ¿sabes? Esa persona. Escuche que su sonrisa puede curar los corazones de las personas. Aunque no es una belleza llamativa como yo, tiene piel suave y cabello sedoso. Hasta cierto punto, apenas puedes reconocerla cuando usa maquillaje y vestidos como se debe. Yo también me sorprendí la primera vez que la vi toda alistada.

—¿En verdad…?

—Siempre fue mejor que yo en cosas como cocinar o cocer. No es como si estuviera consciente de la señorita Lilia, pero solo porque el año pasado estudié a fondo para ganarle. Además, su manera de hablar es gentil, y sobre todo, es muy obediente. Es capaz de hacer que los caballeros se vean bien, y no es el tipo que empuje a las personas.

—Aileen.

La ruta de Claude supuestamente no debería poder ser ingresada. Sin embargo, ella sigue siendo la heroína. Si Lilia tuviera una conversación como en el juego y logra levantar una bandera, era innegable que Claude podría volverse alguien como Cedric.

—A los hombres les gustan esa clase de personas. ¿No? Yo… ¡Dueleee!

—Sorprendentemente, puede estirarse.

—¡¿Qué estás haciendo?!

Aileen aún estaba tratando de huir de la mano que estaba jalando su cachete. Claude encogió sus hombros.

—No tienes que preocuparte. Eres encantadora. Y ella no es mi tipo.

Está impactada, y después de un tiempo, se enrojecio. Porque él entendió porque ella estaba ansiosa.

—No te preocupes de cosas innecesarias, y deberías tomar un descanso por hoy. Estás cansada, ¿no?

—Haré eso, ¡¿qué?!

Aileen parpadeó mientras fue jalada hacia algo. Confirmó que era Claude quien estaba en frente a esas largas pestañas.

—Era un escorte perfecto, ¿no?

Un beso de despedida. No era grosero decir algo en este punto. Iba de acuerdo con la etiqueta. Sin embargo, los ojos rojos de Claude  tenían algo similar a un ardor hirviente. Esa mirada parecía que la quemaba, causando que ella se sonrojara. Cerró sus ojos mientras su corazón latía descontroladamente.

Era inusual de ella. Sentirse así de nerviosa cuando solo estaba esperando un beso de saludo.

Suavemente y ligero como una pluma, los labios de Claude cayeron en su mejilla. De ahí, el calor se esparció por todo su cuerpo como si se estuviera quemando. El sonido de alguien gritando quedó grabado en el fondo de su mente.

¡Desaparezcan! Que todo esté en ruinas. ¡Ya no tengo nadie de los seres humanos que deseo proteger!

Aileen abrió sus ojos grandes y vió a la luna casi llena.

Claude le susurró mientras separaba gentilmente sus cuerpos.

—Buenas noches, Aileen. Ten dulces sueños.

—B-Buenas noches…

Ella lo pasó por alto riendo incómodamente, ella ciertamente estaba intentando ocultar su vergüenza. Lo primero en desaparecer de su vista fue el carruaje en frente de ella. Después de eso, Claude pisó el pisó de ladrillos debajo de él y también desapareció después de flotar hasta detrás de la luna.

Aileen presionó su mano en sus cachetes y se apoyó contra el pilar para soportar su cuerpo que estaba a punto de perder su fuerza.

—¡Cielos, el momento donde estas memorias regresan siempre es extraño!

Gracias a eso, ella perdió su oportunidad de sumergirse en la experiencia palpitante. Era absolutamente imperdonable.

Además, ella no temía más que una semana antes de que algo sucediera.

—Pero, sí… es cierto. Rey Claude, ¿fue por eso porque te transformaste en un monstruo?

Ella recordó. La razón por la que causó destrucción sobre la humanidad. Él fue traicionado por la única persona que ha confiado desde que era pequeño.

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