Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 6

Traducido por Kavaalin

Editado por Yusuke


Eso era un hechizo, no una orden.

Claude tocó la frente de Aileen con su dedo índice y para cuando se dio cuenta, su cuerpo se encontraba flotando. Al segundo siguiente, sintió como caía sobre una superficie acolchada.

Estaba en su cama.

Aileen pestañeo varias veces hasta que se dio cuenta de que se encontraba en su dormitorio.

Había sido teletransportada a la fuerza.

—Me atrapó. Puede que me excediera… O, ¿quizás no lo presioné en la dirección correcta?

Claude era una persona impredecible. Cuando creías que reaccionaria calmadamente, se alteraba rápidamente, para al segundo siguiente volver a su habitual indiferencia. Era una situación realmente estresante.

Aileen suspiró mientras entrecerraba los ojos ante el resplandor del sol de la mañana que se colaba por entre las blancas cortinas.

Me pregunto si intentar coaccionarlo fue mala idea. La heroína nunca hubiese dicho algo así… Sin embargo, es verdad que esto era algo que sucedía cada vez que Claude se sentía agitado.

Asustado de sentirse atraído por la heroína, Claude usaba su poder de teletransportación para distanciarse físicamente cada vez que quería mantener la distancia.

Juzgando por sus acciones, parecía que Aileen había hecho un buen avance para ser el primer día.

—Por ahora dejémoslo así. No tengo mucho tiempo entre manos, así que la próxima vez deberé ser más directa. Necesito cambiar mi enfoque…

—Disculpe, joven ama… ¿Se encuentra despierta?

Aileen le respondió a la sirvienta que llamaba a su puerta.

—Lo estoy. ¿Qué sucede?

—El amo quiere hablar con usted. Dijo que ya es hora de que se recupere.

Ahora que lo recordaba, se suponía que Aileen se había encerrado en su habitación para recuperarse del shock de que anularan su compromiso.

Eso pasó recién ayer y mi padre ya quiere que me reponga y siga adelante…

Cuando era sólo Aileen esto le hubiese parecido razonable, pero ahora creía que era un poco desconsiderado. Si los recuerdos de su vida pasada no fueran más traumantes que la anulación de su compromiso, no creía que hubiese podido reponerse de esta situación tan fácilmente.

Pero eso era todo. Dejando escapar un suspiro, la afligida Aileen se levantó de la cama para ir a abrir la puerta.

—Entiendo. Espero que no sea porque me metí en problemas o algo.

—El amo ya ha sido informado sobre la cancelación de su compromiso con el príncipe Cedric, así que es posible que quiera hablar sobre algún problema que surgiera referente a ello.

—Ya veo.

Aileen respondió insegura. Parecía que no tenía alternativa.

Actualmente, la reputación de Aileen había tocado fondo a causa de la anulación de su compromiso con Cedric. Así que podía imaginárselo.

—Terminaremos con esto lo antes posible. Iré después de cambiarme… No.

Después mirar sus ropas mágicas, Aileen sacudió la cabeza ante la mirada dudosa de la sirvienta.

—Iré así mismo. Que tengan listo mi desayuno para después.

♦ ♦ ♦

Los remanentes de magia se fusionaron con la briza y se deslizaron bajo sus pies.

Sentado en su silla, Claude cerró sus ojos y se frotó las sienes.

—¡¿Qué diablos sucede con esa chica?!

—Oh, ¿la teletransportó a la fuerza? Espero que no la enviará a ningún lugar extraño.

—No lo hice. La envié a su dormitorio.

Claude había confirmado con su clarividencia que la muchacha había aterrizado de forma segura en la cama de su cuarto. La había escuchado murmurar algo, pero decidió no indagar más. La clarividencia era conveniente, pero usarla para escuchar a escondidas a la gente ya traspasaba la línea del mal gusto.

Claude abrió los ojos después de que Keith volviera a servirle una taza de té.

—Entonces está todo bien. Aah, que mañana más animada tuvimos.

—Mi rey, no tenía por qué molestarse en enviarla a casa, yo pude simplemente haberla tirado por la ventana.

—Habría muerto si hubieses hecho eso.

—Ese tipo de mujeres no se quedan muertas incluso si las matan.

Keith sonrió incómodo ante la certera afirmación de Beelzebub. Claude no podía negarlo.

—Estoy seguro de que regresará. Mi rey, ¿qué piensa hacer con ella?

—Sólo dejémosla ser hasta que se aburra.

—Siento que sería más rápido que el príncipe se hiciera cargo que esperar a que la señorita se aburra…

—¡Rey demonio! ¡Rey demonio! ¡Mensajero! ¡Mensajero del rey! ¡Cruac!

Un cuervo aterrizó en el alféizar de la ventana. Keith dejó escapar una exclamación.

—Hoy tenemos bastantes visitantes.

—Dile a los monstruos que se queden dentro del castillo. Crearé una barrera mágica.

El cuervo salió volando inmediatamente después de escuchar las palabras de Claude. Viendo esta escena, Beelzebub se acercó a él.

—Mi rey, si lo que quiere es hacer que se vaya, yo podría echarlo.

—No puedes. No mientras exista el tratado de paz. Si usas la violencia en nombre del rey demonio, eso nos acarrearía más de un problema.

Beelzebub chasqueó la lengua ante el regaño de Keith.

—Los humanos son realmente estúpidos. Nosotros no los atacaremos a menos que nuestro rey así lo ordene.

—Ahora que lo pienso, ¿por qué dejó entrar a la señorita Aileen?

—Porque ella vino a verme por su propio pie.

Claude había pensado que lo mínimo que podía hacer era escuchar lo que fuera que quisiera decirle. Eso era todo.

Aunque resultaron ser puras sandeces. Ah, pero…

—Su determinación es algo que realmente admiro.

Claude volvió a cerrar los ojos. Extendió su clarividencia hasta los límites del bosque que rodeaba el castillo.

Nadie podría entrar. Él no lo permitiría.

Después de todo, este era el castillo del rey demonio.

Una respuesta en “Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 6”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido