Traducido por Selena
Editado por Meli
En las gradas, Murong Qi Qi rió hasta las lágrimas, casi se quedó sin aire. ¿Dónde se veía que ellos estuvieran compitiendo? ¡Muy interesante! Feng Cang la tomó en sus brazos.
—Qing Qing, ¿qué te hizo tan feliz? ¡Compártelo conmigo!
—¡Príncipe! —Murong Qi Qi puso sus brazos alrededor del cuello de Feng Cang. Sus labios rojos se acercaron a su oreja—. Míralos ¿no parecen un par de novios enemigos? ¡Por qué, cada vez que miro la expresión de Ruyi, tengo el impulso de «tirar de los hilos rojos» [1] por ellos!
—Je, je…
Feng Cang le tomó las manos y se aprovechó de la mente de casamentera de Murong Qi Qi.
—Qing Qing, ya que quieres tirar de los hilos para unir a otros, ¿por qué no te ayudas primero?! ¡Te he esperado mucho tiempo!
—Príncipe… —Se sonrojó—. Después de obtener el primer lugar, nos casaremos cuando regresemos, ¿estás satisfecho con este acuerdo?
—¡Por supuesto! —exclamó con una sonrisa excepcionalmente hermosa. Su estado de ánimo voló a las nubes, por escuchar al fin, la palabra matrimonio de Murong Qi Qi.
—Sin embargo, ¡tengo una condición! —Levantó la cabeza y en sus vivaces ojos, brillaron estrellas pequeñas—. Nos casaremos, ¡pero me tienes que proponer matrimonio! ¡Si no lo haces, no me casaré!
—¿Proponer? Prima, ¿qué es proponer? —El oído de Wanyan Kang alcanzó su punto máximo para atender el interesante tema.
—Cena romántica a la luz de las velas, flores hermosas, palabras dulces y conmovedoras, un suntuoso anillo de compromiso y lo más importante, debes hincarte sobre una rodilla y preguntar cariñosamente a tu amada ¿estarías dispuesta a casarte conmigo?… —explicó con entusiasmo.
Admitió su vanidad y ansiedad por el matrimonio, en especial por la propuesta. Cuando era una niña, fantaseó innumerables veces sobre esa escena: el hombre se hinca sobre una rodilla frente a su amada y le da una mirada llena de amor mientras dice palabras dulces. En los ojos de Murong Qi Qi, ¡eso era lo más romántico y conmovedor!
—Prima, dilo más lento. ¡Lo recordaré para hacerlo en el futuro! Primo hermano, sigue la solicitud de la prima primero. Lo observaré. ¡Entonces sabré cómo se hace la proposición!
¿Proposición? se preguntó sorprendido. Feng Cang escuchó todos los pasos mientras veía la pequeña cara rosa llena de anhelo y esperanza de Murong Qi Qi. Él recordó en secreto todo su corazón.
Mientras la haga feliz, él la complacerá. Los hombres nacieron para mimar a las mujeres. Y ella, es la mujer que ama. Además, estaba muy interesado en esa propuesta. Mientras ella pueda convertirse en su esposa, incluso si le pide este imperio, ¿qué importaría si lo roba y se lo da?
⧫ ⧫ ⧫
Después de la explicación de Murong Qi Qi, el combate ya se acercaba a su final. En comparación con la humildad de antes, la espada de Bai Yi Yue ahora tenía un rastro de valentía y estaba atacando más abiertamente.
En contraste, Ruyi parecía haberse asustado después de esa bofetada. Con el fin de evitar provocar a esta pequeña niña y luego obtener el título de pícaro sin ninguna razón y también recibir una bofetada en público, Ruyi solo contrarrestó sus movimientos. No atacó y solo se defendió.
Sin embargo, incluso si solo se defendía, fue hermético. Bloqueó todos los ataques de Bai Yi Yue. Su Mei se apresuró a terminar todo, pero esta batalla se prolongó.
Esta era una prueba de resistencia. Quien no pudiera soportarlo más tiempo perdería.
Bai Yi Yue lo sabía, pero no pudo romper la línea de defensa de Ruyi. Este hombre era demasiado obstinado. No importó el ángulo desde el que atacó: desde de la parte inferior o superior, desde la izquierda o la derecha o desde cualquier otra dirección, fue bloqueada.
Bai Yi Yue sabía que Ruyi era indulgente con ella.
Se arrepintió de darle una bofetada. Lamentó ser tan impulsiva. Él no tuvo ningún comportamiento inapropiado: chocar uno contra el otro en una batalla era inevitable. Se dio cuenta de la brecha entre ella y Ruyi. No atacó y solo defendió. Incluso así, la hizo incapaz de abrirse paso. Era impresionante, muy poderoso.
El tiempo voló poco a poco con su ataque, defensa. En la frente de Bai Yi Yue ya había una fina capa de sudor. Su resistencia física era menor que la de Ruyi. Ahora, consumiéndose así, tarde o temprano, ella perdería.
¿Qué debería hacer? Bai Yi Yue estaba impaciente. Sus movimientos con la espada se volvieron algo desordenados. Aunque quería estabilizarse, mientras más prolongaba esta competencia, más perjudicial era para ella.
Envolvió otra vez la herida de su mano. La sangre había manchado la tela blanca. Apretó los dientes para soportar el dolor que la atravesó. Ruyi vio que la pequeña mano que sostenía la espada temblaba. El poder de sus movimientos se debilitó con cada ataque.
Así, ella encontró una oportunidad: la defensa de su mano derecha parecía más débil. Ella podría entrar desde allí. Lo apuñaló con la espada en el vientre del lado derecho. Él no lo esquivó y cayó de la plataforma.
—¡De ninguna manera! —gritó una persona.
Era obvio, Ruyi tenía la victoria en sus manos. ¿Cómo pudo haber cometido este error de bajo nivel y ser empujado desde la plataforma?
—Príncipe, no sabía que Ruyi podía sentir pena por otro. Es solo que la flor tiene la intención, ¡no sé si el agua sería cruel o no! [2] —expresó Murong Qi Qi sujetando el brazo de Feng Cang.
Los expertos sabían que Ruyi expuso intencionalmente una apertura. Es solo que su elección hizo que algunas personas no pudieran entender. Sin embargo, a él no le importó.
—¡Señorita, usted ganó! —Ruyi ahuecó sus puños hacia Bai Yi Yue.
—Gracias…
Ella sabía que la había dejado ganar. Pero no sabía por qué lo hizo.
¿No quiere que Bei Zhou gane?
Ruyi respondió a su confusión:
—La mano de la señorita está lesionada. Es mejor aplicar medicamento y vendarlo. Mi fuerza fue brutal. ¡Pido disculpas por lastimar a la señorita! —explicó y regresó al puesto de Bei Zhou—. Príncipe, este subordinado perdió. ¡Le pido al príncipe un castigo!
—Hmm —La voz de Feng Cang era larga. Su expresión era muy seria
Ruyi se puso nervioso. Bajó la cabeza aún más.
—Las habilidades de este subordinado no son tan buenas como otros. Le pido al príncipe el castigo.
—Príncipe, ¡no lo asustes más! —Murong Qi Qi sacudió sonriendo el brazo de Feng Cang. La señorita Bai es mi amiga. Ruyi me estaba haciendo un favor al dejarla ganar. ¡Tengo que agradecer a Ruyi! ¿Cómo podría ser castigado?
La súplica de Murong Qi Qi hizo que la expresión de Feng Cang se volviera más amable.
—Muy bien, ¡retírate y ve a descansar! ¡Trabajaste duro hoy!
Después de que Ruyi se retiró con una cara hosca, Feng Cang se echó a reír.
—¿Cómo estuve, Qing Qing? ¿Cómo actué?
—¡Maravilloso! ¡Muy bien!
Resultó que Feng Cang no tenía pensado castigar a Ruyi. Él entendía la personalidad del muchacho. Además si se encontrase con una asesina, sería despiadado; de lo contrario, se comportaría muy amable. No tenía el pensamiento machista. Ahora, dejar que golpeara a una niña que parece una flor, era una tarea difícil para Ruyi.
Bai Yi Yue, soltó un suspiro cuando Ruyi desapareció. Tenía miedo de que sufriera en manos de Feng Cang por su culpa. Por fortuna, la expresión del príncipe era muy amable. Perdió toda su fuerza y quedó paralizada en el suelo.
El médico que había estado esperando a un lado, se acercó: le vendó la herida, comprobó su pulso.
—Su cuerpo está exhausto porque utilizó su energía interna. ¡No hay ningún daño!
Después de concluir que todo estaba bien, la multitud se tranquilizó.
⧫ ⧫ ⧫
Dos competiciones: una victoria y una derrota. Bei Zhou y Xi Qi estaban empatados.
Ahora era el turno del tercer duelo. Antes de que Wanyan Kang fuera a la plataforma, Murong Qi Qi le susurró algunas palabras en sus oídos.
—¡Prima, de ninguna manera! ¿De verdad quieres que sea así? —dijo sorprendido.
—¡Por supuesto! —Ella asintió—. Solo respóndeme, ¿me ayudarás o no?
—Este… —Frunció el ceño. Miró a Su Mei y levantó una ceja—. Ya que la prima lo pidió, ¡haré todo lo posible! ¡Ayudaré!
[1] Yue Lao, el dios del matrimonio y del amor usa los hilos rojos para unir a la gente.
[2] Quiere decir que la flor (Ruyi) tiene sentimiento por el agua (Bai Yi Yue).