Burikko – Capítulo 86: Vida de recién casados – Q de corazones (2.5)

Traducido por Maru

Editado por Ayanami


—Mmmmn…

Mis ojos se abrieron ligeramente.

—Muy brillante…

Por alguna razón, mi cuerpo se sentía pesado. Podría haberme quedado dormida.

Los pájaros pían.

No hay gorriones en este mundo, así que no escuchaba ese sonido a primera hora de la mañana.

—Buenos días.

Pude ver un par de ojos cobalto, cansados y ​​entrecerrados, justo frente de mí.

¿Por qué está él aquí? Y, además, no lleva puesto un pij…ah. Correcto.

— ¡Aaaaaah!

¡Lo acabo de recordar!

Anoche…

— ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!

— ¿No podrías evitar gritar en mi oído a primera hora de la mañana?

A pesar de que me lanzó palabras abusivas, la voz de Achille era dulce.

—Esto…

Incapaz de ocultar mi inquietud, me puse derecha.

—…Camille, puedo ver.

—Ah…

¡Lo olvidé! Ahora mismo, tampoco llevo nada puesto. Me volví, nerviosamente, bajo el edredón de plumas.

—Estás demasiado agitada.

—Estás demasiado tranquilo. Tengo la sensación de que, durante algún tiempo, me he puesto nerviosa por mi cuenta, pero…

Con una expresión que parecía que podía derretir cualquier cosa, Achille me abrazó.

Entonces, Achille puede hacer expresiones como esta también. Al ver esta expresión, a la que no estoy acostumbrada, en mi amigo de la infancia, mi cara estaba a punto de hervir.

—No hay forma de que esté tranquilo, ¿sabes? Incluso ahora.

Siendo que estaba pegada a él en un abrazo, podía decir por su corazón, que late, lo que está sintiendo realmente.

Tenía la sensación de que está latiendo un poco más rápido de lo habitual.

—A-Achille.

—Huhu…Camille, fuiste linda anoche, ya sabes.

— ¡Eeeeh!

Definitivamente, no hay ningún error en que mi corazón latiera con tanta fuerza, que ni siquiera podíamos compararlo.

Atascados de esta manera, probablemente, también era completamente obvio para Achille. Qué vergonzoso.

—Hoy, voy a trabajar a la hora del almuerzo, así que podemos quedarnos así un poco más, ¿verdad?

Así, Achille no mostró signos de separar los brazos con los que me había envuelto.

—Achille. Me gustaría cambiarme, pero…

— ¿Por qué?

—Bueno, quiero decir…

Al verme intentar salir de sus brazos, me dio una sonrisa burlona.

—Si sientes mucho frío, ¿qué tal si te caliento?

— ¿Eh…? E-Eso no es… ¡Ah!

Al final, mi deseo de abandonar la cama de Achille, no se hizo realidad hasta después del almuerzo.

3 respuestas a “Burikko – Capítulo 86: Vida de recién casados – Q de corazones (2.5)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido