Burikko – Capítulo 85: Vida de recién casados – Q de corazones (2)

Traducido por Maru

Editado por Ayanami


— ¡Vamos, señorita Camille!

—U-Ugh…

— ¡Deprisa! ¡Prepárese!

—P-Pero… ¿Eh?

Debido al impacto de ser empujada desde atrás, tropecé hacia adelante y me caí.

—Aahh…

Al caer hacia delante, porque perdí el equilibrio, la puerta se cerró detrás de mí sin que nadie más hubiera pasado.

Incluso escuché el clic de la puerta al cerrarse.

¡Maldita sea, Aimée, encerrándome!

Cuando llega el momento, podía desbloquear un bloqueo de ese nivel sin problema.

— ¿Camille?

Podía escuchar la voz del dueño de esta habitación sobre mí.

— ¿Estás bien? ¿Puedes levantarte?

—Achille…

En medio de la habitación oscura, está el amigo de la infancia que se ha convertido en mi esposo.

Su rostro limpio y dulce, está iluminado por la luz de la habitación.

Es de noche ahora mismo. Está completamente oscuro fuera de las ventanas, y la única fuente de luz en la mansión son las luces de las linternas mágicas.

Después de terminar de bañarme y de que la criada me cambiara involuntariamente a este atuendo, regresé a mi habitación, pero Aimée, que estaba al acecho, me arrojó por “esa puerta” a la habitación contigua, y terminé encerrada fuera de mi habitación.

Y, debido a eso, expuse la vergonzosa visión de caer directamente al suelo.

—Estoy bien. Puedo hacerlo sola, ya sabes.

Con las dos manos en el suelo, justo antes de levantarme, Achille me ayudó a levantarme.

— ¿No estás herida en ningún lado? Muéstrame por un minuto… ¿Eh?

¿Qué pasa? Las palabras de Achille se cortaron a la mitad.

Preguntándome qué pasaba, miré su rostro y descubrí que, por alguna razón, su expresión estaba rígida.

No sólo su expresión; si miro con cuidado, todo su cuerpo se ha puesto rígido. Es una expresión sin compostura, raro en él.

—Esto… ¿Estás bien, Achille? ¿Te sientes mal?

No hubo respuesta

— ¿Achille?

Hice todo lo posible para recuperar su conciencia llamándolo, pero realmente no hubo cambio. Su mirada estaba fija en un punto y, aparentemente, temblando…

— ¡Ah!

Cuando miré cuidadosamente, descubrí que su mirada estaba sobre mí… ¿Cómo digo esto, no están, sus ojos, fijos sobre mi bata sexy?

¡Ay, ay, ay, hablando de eso, llevo un atuendo súper embarazoso!

Es un atuendo peligroso que es ropa de dormir de encaje increíblemente corta, de color negro liso y ligeramente transparente.

¿¡Qué debo hacer!? ¡ACHILLE ESTÁ MIRANDOMEEEEEEEE! Un agujero. ¡Quiero enterrarme en un agujero! ¿¡Dónde está!? ¿DÓNDE ESTA EL AGUJERO PARA ENTREGARME?

Debido a mi comportamiento, magníficamente descompuesto, al ver eso, Achille parecía estar recuperando el sentido.

Un poco de calma parece haber vuelto a su expresión.

—Camille.

Pero, de alguna manera, puedo sentir una mirada febril sobre mí.

—Esto…hay una razón para esta ropa. Las criadas me lo pusieron, a-así que me iré, ¿de acuerdo?

Antes de que pudiera terminar de hablar, terminé fuertemente abrazada.

—Camille.

De esa manera, Achille me atrapó y me llevó hasta la cama. Me puso suavemente sobre la colcha esponjosa.

—T-Te equivocas. Esto, definitivamente, no es un pasatiempo mío…

—Te vestiste así para mí, ¿verdad?

—C-Como dije, las circunstancias…

 Aaaaaah… ¿Qué pasa con este juego tan vergonzoso? ¡DEJA ESTO!

— ¿Puedo ver mejor?

— ¡No! ¡Es vergonzoso!

Incapaz de soportar esto por más tiempo, escondí todo mi cuerpo detrás de mis dos brazos.

— ¿Por qué? Es lindo.

— ¿Eh?

En ese momento, mi cuerpo levitó suavemente en el aire, antes de caer. Pude sentir la suave cama en mi espalda.

Pude ver, en mi visión, a Achille y el techo de la cama con dosel.

— ¿Eh?

Esto significa… ¿que fui empujada hacia abajo?

—A-Achille.

Al verme caer en confusión y después de hacer cosas extrañas, Achille contuvo la risa. Cada una de sus acciones era amorosa.

Me miró con sus ojos cobalto teñidos de pasión.

Era como si estar congelado antes fuera una mentira.

—Camille, ¿no soy bueno?

—E-Eso no es verdad. ¿No te lo digo siempre?

— ¿Tienes miedo?

Sacudí mi cabeza de un lado a otro.

—N-No tengo miedo. Definitivamente, no harás nada cruel conmigo.

—Entonces, que te haga ese tipo de cosas, ¿estás en contra?

Él acarició suavemente mi nuca con su dedo. Como era de esperar, incluso yo podía adivinar sus intenciones.

—Ah…no estoy en contra…

No es que estuviese en contra. Probablemente…estoy increíblemente avergonzada.

—E-Está bien…no me desagrada, después de todo.

Así es como es.

Lo que sea que diga, me gusta. Lo aprecio. No tengo objeciones con casarme con él tampoco.

—No te haré nada cruel. Lo prometo.

—Mnmmmm…

Puedo creer en sus palabras. Incluso ahora, para que no me asuste, se está asegurando, cuidadosamente, de que este bien.

Me preparé y lo abracé.

 —Te creo. Eres tú, después de todo.

5 respuestas a “Burikko – Capítulo 85: Vida de recién casados – Q de corazones (2)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido