Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Hablando de ser sentimental… La negatividad y la oscuridad en mis pensamientos, debido a preocuparme por mis circunstancias yo sola, se volvió mucho más brillante gracias a la visita de Mel.
Ahora bien, como de costumbre, está intentando irse de nuevo. Me gustaría que lo hiciera después de hablar un poco más, hasta que me sintiera más positiva y feliz… Creo que es un deseo muy egoísta, pero seguramente me perdonará por ello.
Necesito un tema de conversación…
Oh, es verdad… Había una cosa que me intrigaba sobre él.
—Oye, ¿por qué tu temperamento se volvió así, Mel? El Mel que conocía tenía un carácter más brillante y un tono más lindo. Un niño encantador que siempre decía: “Quiero saber más sobre los seres humanos”, mientras a su vez vivía aislado del mundo…
El Mel que veo ahora es un hombre contundente, una persona que dice las cosas sin rodeos. Su personalidad es diferente al Mel del juego de Lady Rose, que era encantador, lindo y amigable con un toque de inocencia.
Me gustaba mucho su personaje en el juego y también me gusta el Mel que tengo frente a mí en estos momentos… Pero esta diferencia me sigue intrigando.
—Oh… ¿Qué? ¿Me conocías antes? Si no estuviera contigo en estos momentos, estaría en un pequeño aprieto debido a mi actuación…
Sonreí en silencio ante el murmullo de frustración de Mel mientras bajaba la mirada y se sonrojaba. En mi corazón, estoy agradecida por su ayuda. No tengo intenciones de enamorarme de él, pero ha sido y siempre será mi personaje favorito del juego. Gracias por ser tan lindo.
—¿Y qué hay sobre ti? Dejaste de ser educada conmigo…
—Me siento relajada…
—Es una terrible razón para ser así… Si te sientes relajada a mi alrededor, debiste hacer lo mismo con Nicolas.
Me reí ante la pobre excusa que inventé. Aunque no me comportara tan bien como siempre, Mel probablemente me perdonaría.
Sintiéndose irritado, suspiró. Pero, tal como pensé, no indagó más a fondo sobre ello.
—Bueno, te ves muy bien, así que volveré a casa.
—Sí, gracias. —Mis agradecimientos fueron sinceros. Después de oír mis palabras, se dio la vuelta. Miré fijamente su espada mientras pasaba por la puerta que mantenía abierta su escolta.
De repente, me sentí ansiosa y abrí mi boca para evitar que diera otro paso más.
—Oye.
Con una expresión molesta, se dio la vuelta y me miró. La mirada que me dirigían sus ojos rojos me asustó un poco. Si no tuviera un corazón bondadoso y una estatura tan pequeña, su personaje se habría superpuesto con Nola. Bueno, en cualquier caso, el factor de riesgo de ambos es muy diferente.
—Así que, al final, ¿no responderás a mi pregunta?
—¿Qué pregunta?
—Aquella sobre por qué estás siendo tan bueno conmigo.
Después de haber entendido mi pregunta, asintió, pero no me dio una respuesta.
—Sabes, me has hecho más preguntas de las que deberías después de nuestro intercambio.
—Eso fue por negocios, ahora es solo una conversación entre amigos, así que no aplica.
Mel se rió un poco, después de encontrar mi lógica interesante, pero no negó que lo llamara amigo. Para mí, él es mi mejor amigo, es por eso que no puedo dejar de fingir delante de Nika, Nolan y Nana.
—Ah… No responderé. Si escuchas la razón detrás de ello, te sentirás incómoda.
—¿De verdad…? —Incliné mi cabeza sin entender. ¿Por qué me sentiría incómoda por su razón de ser amable conmigo…? ¿Qué? ¡¿Es posible?!—. Después de todo, ¿te gusto…? ¿Es eso?
—¡N-Ni de broma! ¡Te golpearé si sigues con eso!
Inmediatamente levanté mis manos en señal de rendición, ya que de verdad se molestó y apretó su puño debido a mi broma. Chaqueó su lengua y abrió su mano.
De alguna manera, parece que por mi culpa, Mel se ha vuelto más un niño común sin parecer el heredero de un duque. Probablemente es solo mi imaginación, pero… ¿Y si los padres de Mel le dicen que deje de salir con esa chica? Creo que estará de acuerdo con eso rápidamente. Es triste.
Mientras él estaba a unos tres metros de mi casa, me apresuré a detener la puerta que el tercer escolta estaba a punto de cerrar.
—¡Oye!
Se dio la vuelta y me miró con una expresión de cansancio en su rostro.
—¿Qué sucede ahora…? ¿Podrías dejarme volver a casa?
Por supuesto. ¿Cuántas veces lo he detenido ya? Pero…
—Visítame de nuevo.
—¿Realmente tengo que hacerlo? ¿No tienes amigos…?
—Los tengo, pero no son personas con las que pueda actuar con naturalidad. ¿Cuál es tu respuesta?
Aunque calculé el ángulo de mi cara y lo dije con una voz dulce para parecer extremadamente linda, él no mostró signos de vergüenza… No, está bien así. Solo estaría en problemas si se enamora de mí.
Mel se rió y me miró como un hermano que mira a su hermanita problemática.
—Si me apetece —respondió, alejándose rápidamente de nuevo.
Sin preocuparme por los vecinos, ya que la casa de al lado está vacía, le grité: —¡Por favor, vuelve a visitarme!