Marietta – Capítulo 2: ¿Cómo lo haces?

Traducido por Kaori

Editado por Narumi

Corregido por Yousei


—Princesa, ¿podría ser que esté temblando?

Marietta de hecho estaba temblando, y su confiable dama de honor se apresuró a decir algo.

—Hace un poco de frío en el interior del carruaje. ¿Quiere que prepare otra manta?

—Oh vaya, estoy bastante bien, Sierra. Te lo aseguro, no es porque tenga frío.

Marietta estaba a bordo del carruaje camino a Oltaire.

El vehículo se había sacudido a diario durante 10 días, y sólo habían pasado 4 días desde que cruzaron la frontera hacia Oltaire. Era un carruaje real de buena calidad, pero aun así era un viaje difícil para el cuerpo de una jovencita.

Sin embargo, bajo su trasero había un montón de cojines, y entre su curiosidad y energía, Marietta era incluso capaz de disfrutar dormir al aire libre. Después de todo, su marido la esperaba al final del viaje.

Incluso había empacado el retrato del General Belvant Fergus entre sus cosas.

Ella realmente quería contemplarlo dentro del carruaje hasta que estuviera satisfecha, pero como no estaba sola, eso habría sido demasiado vergonzoso. Por lo tanto no lo había hecho.

No obstante, con solo recordar su rostro hacía que se sonrojara involuntariamente, con pensamientos acerca de su aún desconocido esposo. Cuando volvió a sus sentidos, estaba tan avergonzada que empezó a temblar.

Aun así, su muy capaz dama de compañía era más terrorífica que un demonio, y ya había recopilado una cantidad considerable de información sobre el General Fergus.

Oh mi pobre, querida princesa. Por derecho debería casarse con un hombre más gentil y maravilloso que pertenezca a la familia real. No debería convertirse en la novia de un hombre tan vulgar y temible. Soy consciente de que está tratando de no preocupar a nadie escondiéndose tras una máscara de afán, pero de vez en cuando su cuerpo tembloroso revela su temor, de eso no tengo ninguna duda. 

Sierra estaba conmovida hasta las lágrimas.

Aunque me falte la habilidad, debo proteger a mi princesa tanto como pueda.

Ignorante de la nueva resolución de Sierra, Marietta contempló el paisaje fuera de la pequeña ventana antes de decir:

—Vaya, parece que diferentes plantas crecen en los bosques de Oltaire. ¿Me pregunto si diferentes animales vivirán aquí también? Estoy deseando vivir en esta nueva tierra.

—Así parece. Sería maravilloso encontrar flores hermosas o animales adorables para hacerla sentir cómoda, mi princesa.

—Sí, eso estaría bien…¡kyaaa!

El carruaje repentinamente se estremeció, haciendo que Marietta gritara.

—¿Qué está pasando?

Al oír el insólito clamor que venía del exterior, Sierra concluyó que debían estar en estado de emergencia y ocultó a la princesa bajo una manta.

—¡Ataque enemigo! ¡Estamos bajo ataque!

Al parecer, el carruaje fue atacado por un asaltante desconocido. Los guardias blandieron sus espadas, y los estridentes sonidos metálicos resonaron en el vehículo.

—Ella debe estar en el carruaje, ¡arrástrenla hacia fuera!

Sierra sacó su cuchillo para defensa personal y se preparó para los intrusos. Los asaltantes probablemente venían por Marietta

—Sierra…

—No hay necesidad de tener miedo, Mi princesa, te protegeré.

A pesar de su peligro, Sierra sonrió dulcemente como lo hacía siempre.

La puerta se abrió de golpe, y en el momento en que apareció el hombre, las botas de Sierra se conectaron con su rostro.

—¡Gwaa!

Con una patada lo suficientemente fuerte como para fracturar huesos, el hombre cayó hacia atrás justo donde estaba.

—Mierda, tu maldita pequeña …

Por detrás, otro hombre levantó su espada, apuntando a Sierra, cuando de repente…

—¡¡Gwaaaa!!

Los ojos del hombre se ensancharon cuando dejó escapar un último grito agonizante antes de desaparecer de la vista de Marietta.

—¿Qué pasó?

Mirando desde debajo de la manta para ver qué estaba pasando, la vista fuera del carruaje hizo que Marietta recuperara el aliento.

—De verdad tienes agallas, yendo tras mi futura esposa.

Allí estaba el General Belvant Fergus, sosteniendo en la mano derecha una espada ensangrentada, terriblemente empapada en la sangre de sus enemigos.

—Ah…

Sin tener que decirlo, Marietta sabía que estaba mirando a su futuro marido, Belvant.

—Princesa Marietta, ¿esta herida?

—No, no he sido herida, pero Mi Señor Fergus, hay sangre…

¡Su prometido cubierto de tanta sangre, seguramente debía estar lesionado en alguna parte! ¿¡Estaba bien!?

Pensando en tales cosas, el mismo olor a sangre hizo que Marietta se ahogara, su rostro palideció muy rápidamente, y pronto se desplomó sobre Sierra.

—¡Mi princesa! ¡No se fuerce!

Mientras cuidaba a Marietta, Sierra lanzó una mirada furiosa al General. Sierra pensaba erróneamente que su atemorizante apariencia empapada de sangre había causado que Marietta se sintiera mal.

—¿Te asusté? Mis disculpas.

Belvant debería haber sido el héroe, salvando a su esposa de una crisis de este tipo, pero en cambio habló en voz baja y se dio la vuelta montado en su caballo.

—Volveré antes que ustedes. Necesito dos grupos, uno de guardia y otro para limpiar este desastre, después de eso síganme.

—¡Entendido, señor!

Belvant frunció el ceño profundamente cuando encontró a Marietta aún más frágil y encantadora que en su retrato

 —Esto no servirá. Alguien como yo casarse con una princesa, es absurdo.

¿Entonces por qué siento dolor en mi pecho?

Belvant sabía que todas las mujeres del mundo le tenían miedo, pero ser rechazado por Marietta, lo había dañado sin saberlo.

♦ ♦ ♦

Al mismo tiempo que Belvant incitaba ferozmente a su caballo, Marietta tomaba un alcohol fuerte como tónico, y la figura galante de su futuro marido en sus recuerdos se manchó con rojo.

Apareció de la nada como el viento para salvarme, venciendo a todos los rufianes, y justo como el viento desapareció de nuevo. Si, él no tenía ninguna sola herida para calmarla, era tan fuerte y robusto… Sí, como un caballero en un cuento de hadas… ¡Ah, mi Señor Belvant, eres maravilloso. Aún más maravilloso que su retrato… Oh, cómo espero verte de nuevo pronto.

Una vez más, Marietta se enamoró de su alto y fuerte futuro marido.

Kaori
No se si a alguien mas le paso, pero con algunas partes, sentí que estaba siendo transportada al pasado. Fue bien loco XD

19 respuestas a “Marietta – Capítulo 2: ¿Cómo lo haces?”

  1. No se pero esta princesa desde ya me cae bien no deja pensar en lo guapo y musculoso en otras palabras SEXY que es su prometido aun que ya voy viendo que ocurrira varios malentendidos😆😆😆

  2. Ja ja ja ja esta potra no la hace XD

    En fin el chica es reslemtne bello 😍😍😍
    Ya quiero ver el avance que tendrán estos 2 💜

    Muchas gracias por el capítulo 💜🌸💜

  3. Díganme que no fui la unica que al ver la ilustración lo primero en lo que intereso es en el bien formado y firme trasero de Belvant. XD

    De todas formas parece que nadie puede entender las expresiones de Marrieta de forma correcta a menos que lean mente, pobre Belvant

  4. adoro este tipo de desarrollo sobre todo esos donde el prota masculino es malentendido por su apariencia externa(generalmente atemorizante)

  5. XD Yo estoy más preocupada por el pobre Belvant que por Marietta ¡Pobrecito! Fue a hacer un acto heróico y salvó a su prometida y en lugar de darle las gracias, todo el mundo lo pinches mira feo porque “asustó” a la calenturienta esta.
    Tranquilo, Bely, yo estoy contigo, sé que eres un osito de felpa en el interior.

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