Abrazado… O eso pensaba, pero el joven Alek evitó su abrazo y la agarró con suavidad del brazo para que no se cayera.
—Abrazar a los hombres sin pensarlo, no puedo aprobarlo.
Él estaba siendo cauteloso con la señorita Elise. En contraste, ella apenas se vio afectada por su precaución, más bien, lo miró de una forma febril. Seguí leyendo “¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 110: Eso es imposible”
Después de la reunión con el señor Leonid y el señor Yodir, termino el trabajo que me queda y regreso a casa junto a mi padre.
—Estoy en casa.
Mi hermano mayor parece haber vuelto también. En ese instante, Jendo menea la cola delante de él, luciendo como si fuera el cachorro de nuestra familia.
Seguí leyendo “Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 56: Casa, hermano mayor, y petición de colaboración”
—Como es mi cumpleaños, sabes que no puedes venir con las manos vacías, ¿verdad? Si no traes un regalo, no te dejaré entrar.
—¿Tu regalo no fue el retrato?
—¡Ah!
—Parece que lo olvidaste. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 122”
—¿Comandante Will? ¿Es la Princesa Consorte la que está ahí?
—¿Eh…?
Al escuchar la voz del subordinado, levanté la vista del documento que estaba escaneando. La carga de trabajo era tan pesada que revisaba los documentos mientras caminaba. Estoy acostumbrado a trabajar así. Ahora mismo, acompañado por dos subordinados me dirigía a la sede de la División de Magos. Al seguir la mirada de los subordinados, noté la figura de Lidi vestida de pueblerina. Al ver el atuendo con el que estaba familiarizado, recordé lo que estaba haciendo. Ahora que lo pensaba, hoy… Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 126: Amigo de la infancia y el otro lado de la cita”