Matrimonio Oculto – Capítulo 106: Encontrándose con algunas perras

Traducido por Sharon

Editado por Ayanami

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—Uh, discúlpeme, pero la señorita aquí ya lo ha tomado —dijo con un tono apologético la vendedora.

La mujer que tenía el conjunto estaba vestida de Channel. Al escucharlo, levantó la barbilla, infeliz.

—¿Entonces, ya lo ha pagado?

—Esto, estaba a punto de hacerlo…

—No le pertenece a nadie hasta que lo paguen. ¡Quiero esto, así que envuélvelo de inmediato! —Ordenó, como si fuera obvio la mujer.

Sin embargo, en ese momento sus manos fueron vaciadas, ya que las ropas regresaron a las manos de Ning Xi.

—¡¿Por qué me estás robando?! —Exclamó enfurecida la mujer en Channel.

—¿No acabas de decir que no le pertenece a nadie hasta que lo paguen? —Dijo como si fuera obvio Ning Xi—. Puedes robarle a otros, ¿pero los demás no pueden?

—Tú… —La mujer estaba a punto de estallar cuando se quedó observando su rostro sorprendida—. Ning Xi… ¿Eres Ning Xi? —Como si acabara de encontrar algo divertido, tiró de su compañera para que se acercara—. Xuanxuan, ¡mira quién es! ¡Es esa campesina de la familia Ning! ¡En verdad está robándome la ropa en un lugar como este!

—¿Ning Xi? ¿Cómo podría ser…? —Su compañera miró a la mujer frente a ella sorprendida.

Su cabello negro caía por su espalda en ondas, su maquillaje era perfecto y, aunque su vestido sin mangas violeta no tenía marca, encajaba bien con su personalidad.

Toda su persona llevaba un aire elegante y noble. No había un trazo de la campesina de ese entonces.

—¡Es ella! Nunca habría olvidado ese rostro. Una vez campesina, siempre campesina. ¡Sólo cambió su apariencia un poco, pero luce tan terrible como siempre! —dijo la mujer de Channel con confianza.

Su compañera miró de arriba a abajo, y descubrió que en verdad era Ning Xi. En realidad, incluso en el pasado, su apariencia nunca fue mala. No sabía cómo vestirse y siempre lucía rústica. Las ropas que usó en el banquete de ese entonces habían sido de una talla más grande, con un color que no era de su estilo. Y como el vestido era una falsificación, había dejado una gran impresión.

—¿Qué estás haciendo comprando ropa para niños? ¡No escuché que te hayas casado con alguien!

—¿Quién sabe si no se trata del bastardo de algún hombre? Quizás, terminó embarazándose antes del matrimonio. En ese entonces, ¿no la dejó Su Yan porque le engañó con otro hombre?

Solo después de escucharlas hablar por un rato fue que Ning Xi recordó quiénes eran.

La mujer en Channel era Ying Fanglin, y su compañera era Jing Xuanxuan. Pertenecían a la alta sociedad, y eran parte del grupo de amigas cercanas a Ning Xueluo. También eran quienes más se burlaron de ella y la molestaron en ese entonces.

Había escuchado que Fanglin se había casado bien y le había dado un hijo a su esposo en el primer año. Por ello se había vuelto más arrogante al actuar. Jin Xuanxuan también tenía un prometido con un buen trasfondo.

Nunca se habría imaginado que se encontraría con estas perras en el departamento de ropa para niños.

Tal parece que ellas aún no sabían que estaba en la industria del entretenimiento. Ning Xi no quería pelear con ellas en público, así que las ignoró y se giró hacia la vendedora.

—Señorita, ¿podría ayudarme con esto?

A pesar de que las dos mujeres parecían las personas equivocadas a las que no se debía ofender, como Ning Xi había elegido el traje primero, la vendedora la ayudó a envolver los objetos y pasó su tarjeta.

Sin embargo, en ese momento surgió un problema.

—Lo lamento, señorita, pero no tiene suficiente crédito en la tarjeta —dijo con una expresión que se volvió un poco fea.

—¿Ah? —Preguntó Ning Xi estupefacta.

Fue en ese momento que recordó que, hace solo un mes, acababa de cambiarle el motor a su amada motocicleta por uno importado, por lo que no tenía dinero restante.

Viendo su situación, Ying Fanglin comenzó a burlarse de inmediato.

—¡Hahaha, esto es hilarante! ¡Intentaste actuar tan arrogante cuando no tienes dinero…! ¡Sólo estás mostrándote como una idiota!

—Pensé que había mejorado un poco después de estudiar en el extranjero por unos años. Bueno, supongo que un cuervo siempre será un cuervo. ¡Nunca será un cisne! —Dijo Jin Xuanxuan encogiéndose de hombros.

Sacando el pecho con presunción, Ying Fanling miró hacia la vendedora.

—Señorita, por fin podrás darme la ropa, ¿verdad?

—¡Sí, señora! —Dijo, e intentó quitarle la ropa a Ning Xi. Sin embargo, ella se aferró y se rehusó a soltarlos.

—¿Qué estás haciendo? —Gritó Ying Fanglin de inmediato—. ¡No tienes dinero, pero todavía estás intentando robármelas? ¿Estás pensando que todavía estás en tu aldea?

Ning Xi sostuvo las ropas con una mano y usó la otra para sacar la tarjeta negra de su cartera, dándosela a la vendedora.

—Usa esta.