Matrimonio Oculto – Capítulo 52: Besos sanadores

Traducido por Sharon

Editado por Ayanami

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—¿Cómo piensas que lo conseguí? —Ning Xi se cruzó de brazos y se inclinó en la silla, sin preocuparse por haber devuelto una pregunta con otra.

Su Yan lucía como si estuviera perdiendo la paciencia, y golpeó la mesa con sus manos.

—¡Ning Xi! Deberías saber mejor que yo qué clase de problemas, una chica como tú, podría encontrarse en el círculo del entretenimiento. ¿Por qué estás tan determinada a pisar el barro?

—Heh, una chica como yo… —Ning Xi sonrió—. Joven maestro Su, me pregunto qué clase de relación tenemos para que estés regañándome de esta manera.

Si hubiera sido la Ning Xi de ese tiempo, habría estado histérica al escucharlo.

En ese entonces, Su Yan decía que esperaba que su futura esposa no entrara en la industria del entretenimiento. Sin embargo, cuando se trataba de Ning Xueluo, estaba dispuesto a apoyarla por completo. Aun así, aquí estaba, intentando dirigir su vida.

—Xiao Xi, aunque hayamos roto, todavía te considero mi hermana pequeña. Sólo intento ayudarte, ¿podrías dejar de ser tan terca? Toma el dinero, rompe el contrato con Starlight Entertaiment y deja el trabajo —intentó persuadirla.

—Heh, ¿esto es una ayuda? —La mirada indolente de Ning Xi se volvió fría repentinamente—. Hablando de eso, tengo un favor con el que el joven maestro Su podría ayudarme. Espero que puedas ayudarme a decirle la verdad a la Familia Ning y testificar en la corte que Ning Xueluo le pagó a dos hombres para violarme. ¿Me ayudarás?

—Xiao Xi, yo… —El rostro de Su Yan palideció por completo—. Si hago eso, la vida de Xueluo habrá terminado… En ese entonces, ella sólo podía ser culpada por el atentado. Tú entraste en el cuarto equivocado y tuviste relaciones con alguien más.

A pesar de que esperaba esta respuesta, su corazón dolió de todas formas. 

—¿Entonces, quieres decir que cualquier error debería ser olvidado? —Le habló con una expresión burlona—. Ser violada después de ser drogada fue mi culpa, además de quedar embarazada de un bastardo y dar a luz a un bebé muerto.

—¡Xiao Xi, no me refería a eso! Xueluo y yo ya nos disculpamos por este incidente, e intentamos compensártelo por años. ¿Por qué no puedes olvidarlo y perdonar?

Ning Xi agarró su bolso y se paró.

—¿En verdad quieres que haga eso? Vuelve a rogarme cuando puedas saludar felizmente a alguien que viole y embarace a Xueluo.

La expresión de Su Yan cambió de repente.

—¡Ning Xi! ¡¿Cómo puedes decir eso?!

—¡Oh! ¿Sólo estaba hablando de una situación hipotética y ya le tienes lástima?  Así que si no te pasa a ti no sentirás el dolor, ¿verdad? ¿Y todavía esperas que te perdone? ¡No soy una santa! —Dijo y se alojó.

¡Realmente tengo mala suerte!

No debería haber hablado tanto con Su Yan. Fue tan desagradable que perdió su apetito. Necesitaba regresar rápido a casa y abrazar a su pequeño bollo para recuperarse.

♦ ♦ ♦

Ning Xi acababa de atravesar la puerta de la residencia Lu cuando vio un lindo, blanco y pequeño bollo corriendo hacia ella.

Al parecer, estuvo pegado a la ventana esperando su regreso. Su corazón se curó de inmediato, y le dio un gran beso en la mejilla como siempre.

—Querido, ¿ya has comido? Te envíe un mensaje para que no me esperaras y comieras, ¿lo hiciste?

El niño asintió dos veces.

—¡Buen chico! —Ning Xi le dio otro beso como recompensa—. Juega por tu cuenta primero, la tía va a bañarse y cambiarse estas ropas.

El pequeño bollo volvió a asentir. Ambos se tomaron de la mano y caminaron hacia la puerta principal.

En la ventana del segundo piso, observando la escena afuera, el rostro de Lu Tingxiao se veía algo deprimido. No sabía que era alguien que se pusiera celoso tan rápido.

Estaba comenzando a envidiar a su propio hijo. Ning Xi lo besó en el momento en que regresó. Dos veces.

Mientras él sólo podía observar desde lejos.

♦ ♦ ♦

Después de regresar a su cuarto, lo primero que Ning Xi hizo fue sacarse su sostén. En un día de verano tan caluroso, usarlo era prácticamente tortura, ¿bien?

Extendió la mano para desabrocharlo, y estaba sacándolo cuando la puerta se abrió de repente.

—Ning… —Lu Tingxiao pudo decir esa palabra antes de que la sorpresa lo inundara hasta el punto en que se quedó observando atónito.