¡No aceptaré una heroína como tú! – Capítulo 27

Traducido por Dimah

Editado por Lucy


Una tarde, pocos días después de terminar el Festival de las Estrellas, una desconocida, cuya presencia aparentaba pertenecer a la alta sociedad, llamó a Tsubaki al corredor. 

El primer pensamiento de la niña sobre la mujer fue que su mirada era intensa e irradiaba un aura bastante fuerte.

Tsubaki no recordaba haber hecho nada contra nadie de la clase alta y, sin embargo, aquella persona la miraba expectante. Pero, pese a la vigilancia que mostraba, no era como si la viera con disgusto u odio, y por eso mismo, era desconcertante para la niña.

—¿Eres Asahina Tsubaki, correcto? Mi nombre es Nikaido Marika, estoy en sexto grado.  Justo ahora, ¿puedes brindarme un poco de tu tiempo? Hay algo de lo que necesito hablarte.

—Si. No tengo nada que hacer hoy, por lo tanto, podemos hablar.

A pesar de que Tsubaki todavía estaba desconcertada con esta persona, que se presentó como Nikaidou Marika, aceptó su invitación, además, no tenía nada que hacer.

Después de aceptar su invitación, la joven la guió hasta una de las habitaciones privadas, situadas en la cafetería.

«¿Podría ser? Que un grupo de chicas se encuentren reunidas en la habitación y entonces ellas hagan…», o eso pensó Tsubaki. «No, eso es imposible, en una academia de prestigio como esta, no es factible que algo así suceda.»

Entró después de Nikaidou.

Ya dentro, Tsubaki miró a su alrededor y solo vio a una persona sentada en una de las sillas, no parecía que hubiera alguien más.  Suspiró aliviada mientras pensaba que no se trataba de una banda o algo.

Al acercarse a la estudiante que se encontraba sentada, sintió que la había visto antes, pero siendo sincera, no recordaba dónde o cuándo; por eso, y aunque sabía que era de mala educación, no dejó de mirarla.

Mientras intentaba recordar, de repente, vino a su memoria la niña que casi se desmaya en el Festival de las Estrellas, debido a la anemia. «¿Podría ser ella?»,  pensó.

En ese momento, ella misma estaba bastante nerviosa, por lo que no se atrevía a mirarla de forma directa; pero recordaba que la estudiante anémica, era una dama hermosa, quien se ajustaba al estilo princesa y emitía, además, una cálida sensación.

—Por favor, siéntese.

Nikaidou señaló una silla a Tsubaki, quien permanecía de pie junto a la puerta y esta procedió a sentarse.

—Perdona mi rudeza. Una vez más, soy Asahina Tsubaki, estudiante de cuarto grado. No sabía que eras una estudiante de sexto grado.

—Sí, soy estudiante de sexto grado, mi nombre es Kuze Sayoko. Lamento haberte convocado de manera tan directa aquí. Mari fue en realidad inflexible al querer llamarte ella misma.

—No es problema. También estaba bastante preocupada por lo que había sido de usted después del incidente, pero me alivia ver que se encuentra bien.

—¿Ves? Te dije, Mari, no había nada de qué preocuparse.  

Después de escuchar las sabias palabras y la sonrisa de Kuze Sayoko, la expresión de Nikaidou se ensombreció.

Era inevitable ya que la reputación de Tsubaki era bastante mala, por eso a Nikaidou le preocupaba que Sayoko se reuniera a solas con ella.

—Bien, entonces, ¿puedo saber por qué la señorita Kuze me llamó aquí?

—En ese momento no pude agradecerle, ¿verdad? Incluso después de que regresé al pasillo, una vez que mi anemia mejoró, había mucha gente reunida en el lugar y no pude encontrarla. Es por eso… Una vez más, gracias.

—Solo hice lo que es obvio. No soy tan mala como para abandonar e ignorar a una persona que está sufriendo.

Kuze parece haber encontrado las palabras de Tsubaki bastante divertidas y por eso se sonrió al escucharlas.

—¿No piensas que los rumores son algo en lo que no se puede confiar, no es así?

—Bueno, depende de los rumores en sí…

Para Kuze, quien fue salvada y ayudada por Tsubaki cuando estaba anémica, la vigilancia de la primera hacia la última no existe de verdad si se comparaba con Nikaidou, en quien la duda persistía, ya que solo sabía de ella por los rumores que había escuchado.

—La mayoría de las personas me malinterpretan, tal vez se deba a mi apariencia y al hecho de que no hablo mucho con la gente, así que supongo que no se puede evitar.

Tsubaki, quien dijo eso con una sonrisa bastante abatida, parecía haberse ganado la lástima de las dos estudiantes de grado superior.

—Es razonable. Tal vez sea por ti.

—Tienes razón, lo más posible es que sea porque irradias un aire de misterio, además de proyectar una impresión despreocupada e insensible.

—Gracias a eso todas las chicas del colegio me odian.

—Y, si añades que actúas como si no te importara.

—Bueno, en lo personal, lo que piensan de mí no tiene ninguna importancia.

Afirmó, con una voz algo desafiante, mientras sonreía. Al verla así, la comisura de los labios de Nikaidou se levantó, como si hubiera encontrado algo divertido.

—Pero por lo que he visto hasta ahora, la dama parece ser por completo diferente a los rumores.

—Por eso te lo dije, ¿verdad? —dijo Kuze. 

Tsubaki parecía estar un poco molesta cuando le dijeron que era diferente, sin embargo, estaba bastante intrigada por la cercanía de estas dos chicas.

—Las dos parecen ser buenas amigas.

—Es porque hemos estado juntas desde que estábamos en el jardín de infantes, además, nuestras madres son ex alumnas de esta escuela y las mejores amigas.

—Ya veo.

«Por lo que parece, Kuze es una dama frágil y enfermiza, por eso la sobreprotección de Nikaidou hacia ella es comprensible.» Pensó Tsubaki de manera convincente para sí misma.

Mientras se encontraba perdida en sus propios pensamientos, las damas se miraron y, después de asentir con la cabeza, parecían haber llegado a un acuerdo.  La miraron.

—Señorita Asahina. No sé lo que de verdad sabes, pero lo que vamos a decirte es posible que te sorprenda, aún así, quiero decirte esto. ¿Piensas que tienes el coraje de escucharlo? 

Pese a la tensión que en ese momento envolvía a la habitación y la seria mirada de las jóvenes, ella, quien odia andarse por las ramas, le respondió: 

—Seguro, seguro. Por favor dilo.

Ambas chicas parecían estar bastante nerviosas y perdidas después de ver las acciones de Tsubaki como diciéndoles que, si tienen algo que quieren decir, lo hagan.

—No sé si eres valiente o demasiado temeraria. Es muy difícil de decir —suspiró.

—Mari, por favor permíteme decirle.

Al escuchar las palabras de Kuze, Nikaidou cerró la boca después de responder.

—Claro, claro, adelante. 

Al ver la reacción de esta última, Kuze respiró hondo buscando calmarse, abrió la boca y, después de respirar, dijo:

—La cosa está del lado de la familia de mi madre. Administran un hospital y el director titular de ese hospital es el hijo mayor de la familia, quien se casó hace cinco años con la hija de una relación anterior… umm… En realidad, no sé cómo decir esto, pero ella es…

—La mujer que es la amante del ex director de la corporación Kurahashi y la hija que trajo se supone que es mi hermana de una madre diferente, La Señorita Mio, ¿correcto?

Kuze, quien parece estar dudando sobre cómo continuar desde allí, fue interrumpida de forma abrupta por Tsubaki.

No es algo que se pueda decir con facilidad, por eso sus acciones vacilantes son comprensibles, ya que se lo está contando a ella, quien está involucrada de forma directa en esta complicada situación.

Pero no importaba mucho, ya que los asuntos relacionados con esa madre y esa hija son investigados de vez en cuando por la familia Mizushima, como con quién están ahora. Además, la madre y el padre de Tsubaki solo se lo explicaron, por eso está al tanto de la situación actual de Mio y su madre.

​—Entonces lo sabías.

—Bueno, sus movimientos y los asuntos relacionados con su familia son bien conocidos por los Mizushima. Pero, por supuesto, solo lo hacen por precaución, no tienen planes de hacer nada y esas cosas solo son de conocimiento de los Mizushima.

—Por supuesto, incluso yo sé que los Mizushima no harán nada irracional. Y sobre la señorita Mio, Asahina, ¿la conoces?

—Solo tuvimos contacto hasta los cuatro años. No hemos hablado una palabra después de eso.

Después de escuchar las palabras de Tsubaki, Kuze frunció el ceño como si se hubiera rendido y al mismo tiempo suspiraba. Incluso Nikaidou negaba con la cabeza.

—Pensé en eso, pero, aun así. Tú y tu madre se fueron de manera forzada y como ambas estaban por completo alejadas de la sociedad, no hay forma de que puedan hacer algo contra la señorita Mio.

—Lo que quieres decir es que la señorita Mio ha estado diciendo cosas. Y por lo que intuyo, ha insinuado que le hice algo, como quizás, intimidarla. O tal vez algo similar.

Después de decir eso y con la mirada afirmativa que le dio Kuze, parece que acertó.

Lo pasado, ya pasó y seguro que ahora no hay forma de que la verdad sobre lo que sucedió en la casa Kurahashi pueda ser conocida por todos. Quizás una persona que no sepa sobre lo que de verdad aconteció, no culpará a la madre de Mio, sino que señalará como la culpable y causante de todo a Kurahashi.

Y luego esparcirían palabras de que la hija de la amante está siendo intimidada por la hija legítima. Es el tipo de situación habitual.

En realidad, no había diferencia entre ricos y pobres, para un individuo, el escándalo de otra persona es un favorito inmediato. Ni siquiera importaría si es verdad o no, todo está bien siempre que lo encuentren interesante.

Es por eso por lo que, si Mio actuara como la víctima e influía en todos, ellos la acompañarían siempre que sea atrayente. Y dado que su lado no reaccionaría ni haría nada al respecto, más se intensificará.

—Yo también pensaba así. Lo siento mucho por ti, señorita Asahina, pero durante el Festival de las Estrellas, cuando me ayudaste, supuse que tal vez tenía una impresión equivocada sobre ti.

—Bueno, con la actitud habitual de Asahina, parecía más creíble. Entonces no se pudo evitar pensar de ese modo.

Al escuchar las palabras de las dos chicas, todo lo que Tsubaki puede hacer es responder con una risa seca. Ella en realidad no podía decir nada en defensa de las mentiras de Mio debido a sus acciones y palabras habituales.

Pero es impensable que la conversación principal sea sobre las mentiras de Mio, ya que Tsubaki puede sentir que esto es solo como un ligero toque antes de pasar al tema principal.

—Por cierto, ¿eso es todo lo que quieres decirme señorita Kuze?

—Siendo honesta, si fueras como la persona que Mio dice que eres, en realidad no me importa si ustedes dos se destruyen, pero eres por completo diferente de la persona que escuché de los rumores. Es por eso por lo que mantener la boca cerrada en este punto, es algo que no puedo hacer, ya que solo lastimaría mi conciencia.

—Pensé que habíamos terminado después de que confirmaras mi relación con la joven Mio.

Con una mirada obstinada en sus ojos, Kuze lo negó con vehemencia y con expresión seria, dijo: 

—Asahina, por favor, no bajes la guardia contra Mio. La cabeza de esa chica está llena de ideas sobre cómo destruirte.

«Bien, por supuesto». Pensó Tsubaki después de considerar con lógica las cosas.

El asunto del compromiso entre ella y Kyousuke debió haber sido escuchado por Mio hace mucho tiempo. Podía imaginarla apretando los dientes con molestia e ira porque las cosas no saldrían tan bien como lo había planeado.

En primer lugar, todo lo relacionado con su compromiso es una mentira conocida por quienes están cerca de ellos, para los demás, su compromiso es real.

—Así que viniste hasta aquí para informarme y advertirme. Te lo agradezco, pero no hay nada de qué preocuparse. Soy bastante buena mostrando mi lado malvado.

—Eso lo puedo entender después de ver tu comportamiento habitual. Pero la actual Mio está demasiado obsesionada con vengarse de ti. Bueno, el problema también radica en cómo mi tío parece no poder manejarla, incluso en el último tiempo, nuestros familiares murmuraban al respecto.

—No es que ese tío tuyo pueda controlar a esa chica. Ya que solo basta que diga “Sí, señor” la madre de Mio.

—Mari, decirlo así está mal.

—Pero solo estoy diciendo la verdad.

A pesar de que Kuze reprendió con suavidad a Nikaidou, quizás en el fondo, ella también aceptaba las palabras como ciertas.

Tsubaki puede imaginarse con facilidad tanto a Mio como a su madre diciendo «Quiero esto» o «Quiero aquello», mientras piden mucho más. Así que no le sorprendió que incluso sus familiares hablen sobre ellas.

Para la madre de Mio, lo primordial es ganarle a la madre de Tsubaki. A pesar de que en la casa Kurahashi, su madre estaba cerca del abismo, para aquella mujer no bastaba, todavía estaba incompleta y quería más.

Y cuando su madre se volvió a casar con Asahina Kaouru, ella no podía estar satisfecha hasta que se casara con alguien incluso mejor que la persona con la que se casó su madre. A menos de que ellas estén en el mismo campo y su propia madre esté sufriendo, Naoko nunca estará satisfecha.

Como ella la ignora, se obsesiona mucho más. Desde una perspectiva diferente, también podría significar que es la victoria de la madre de Tsubaki.

Bueno, dicen que la gente rica suele luchar contra los de su clase, la mayor parte del tiempo.

—Damas, justo como lo que mencioné antes. Si nos sucede alguna tragedia, entonces padres e hijos, tanto de Mizushima como Asahina ya no se quedarán quietos. Pero en la actualidad, no podemos ni tenemos planes al respecto, aunque no estoy segura de lo que sucederá una vez que lleguemos a la secundaria. Por el momento solo espero y rezo para que Mio no sea una decepción en ese momento.

Después de oír sus palabras, Kuze y Nikaidou se miraron y ella de alguna manera las pudo escuchar cuchicheando en voz baja.

—¿Eh? No es imposible —dijo la primera. 

—Nah, ya no hay remedio, no se puede hacer nada más —comentó su amiga. 

Viéndolas así, tal vez, de verdad, ya no haya más esperanza para ella.

«Solo cuento con dos años más para hacer todos los preparativos necesarios o, de lo contrario, va a ser un infierno para ver una vez que comience la escuela secundaria», pensó Tsubaki mientras se preparaba para lo que está por venir.

Una respuesta en “¡No aceptaré una heroína como tú! – Capítulo 27”

  1. Volvió! Gracias!!!!!!! pensé que no volvería T^T, apenas vi el capitulo porque me dio por mirar si de casualidad había algo nuevo y si!

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