¡No quiero ser princesa! – Capítulo 65: Ella y la celebración de la fiesta de la victoria (2)

Traducido por Lucy

Editado por Ayanami


—Sinceramente, Lidi. No entiendes nada.

—Haa…

Mientras oía a Freed refunfuñar tales quejas, me llevaron junto a un hombre de alto estatus que parecía de unos cuarenta años, y una mujer que parecía ser su esposa.

Cuando se fijó en nosotros, los ojos del hombre brillaron con alegría.

—¡¡Freed!! ¿Esta princesa es tu prometida?

—Ha pasado mucho tiempo, estimado tío. Sí, es mi prometida, la princesa Lidiana.

Inconscientemente, observé con fascinación al hombre que llamaba a Freed con una sonrisa encantadora.

El hombre frente a mí, quien tenía el cabello rubio más oscuro y daba una impresión más serena en comparación con Freed, me miraba con una sonrisa dulce, similar a la de Freed. La cara sonriente, construida sobre sus experiencias en la vida, es maravillosa.

—Encantado de conocerla, princesa Lidiana. Soy Garay. El tío de Freed. A mi lado, está mi esposa, Sarah. He oído que Freed traería a su prometida hoy. De modo que no podía calmarme, así que vine.

Con su auto-presentación, lo empareje con el retrato en mi memoria. Por supuesto que lo conozco.

Lord Garay. El tío de Freed. El hermano menor del Rey actual.

Actualmente, es el segundo en la línea de sucesión al trono, después de Freed. Su esposa, ciertamente, vino de una casa de marqueses.

—Lamento los saludos tardíos. Soy Lidiana.

No es el momento de estar fascinada. Me enderecé con pánico y devolví la autopresentación.

—Cuando dije que quería presentarte a alguien, me refería a mi estimado tío. Creo que, a partir de ahora, habrá muchas oportunidades de vernos. Quiero aumentar, poco a poco, a tus conocidos.

Al parecer, para que me acostumbre al Palacio Real, Freed parece haber tratado de presentarme a la realeza cercana a él. Aprecio esta consideración…

—Lidi tendrá que hacer muchas cosas como mi princesa consorte. Si hay algo que pueda hacer, no escatimaré esfuerzos.

Al ver que Freed me acariciaba la cabeza con los ojos entrecerrados, Lord Garay puso una expresión de gran interés.

O mejor dicho, el señor Garay, es absurdamente refinado.

Me sentí mareada sólo con ver rezumar su atractivo sexual maduro.

—Hou. He oído rumores de que Freed está obsesionado, pero me parece que no necesariamente son mentiras. Es maravilloso que parezcan cercanos.

—No sé lo que has oído, pero estoy literalmente obsesionado. El estimado tío también es el mismo de siempre.

—Ja, ja, supongo que así es.

Aceptó de buena gana y atrajo a su esposa hacia él. Su espléndida apariencia me hizo recordar algo.

Freed dijo que el Príncipe Real sentó el precedente, probablemente se refería a él.

Lady Sara, que estaba abrazada, se acomodó en sus brazos obedientemente.

Parece una persona obediente y menuda.

Como lord Garay tiene un físico grande y firme, en sus brazos, parece aún más pequeña.

Lleva un vestido verde musgo con una fina estola encima y tiene unos rasgos elegantes y pálidos.

—La “Flor Real” de Freed es una rosa azul, eh. Es algo natural, pero es una espléndida “Flor Real Verdadera”.

Mientras abrazaba a lady Sarah, lord Garay observó mi “Flor Real” y dijo:

—¿Flor Real verdadera?

—Freed, ¿aún no se lo has explicado, eh?

Al escuchar esta frase por primera vez, puse una expresión de interrogación y lord Garay pinchó a Freed con asombro.

—He explicado lo esencial. Pero, ciertamente, no he explicado lo de la “Flor Real Verdadera”. Es un mero nombre, así que no es una charla importante.

—Sin duda.

Diciendo esto, Freed se encogió de hombros, y lord Garay asintió.

—La “Flor Real” de Lidi tiene un hermoso color, ¿verdad? Ese rasgo sólo aparece en la línea directa de descendencia, además sólo lo hace en la “Flor Real” del primogénito.

—Será más rápido mostrarlo que explicarlo, Sarah.

—Sí.

Interrumpiendo a Freed, que intentaba explicarse, lord Garay miró a su esposa.

Lady Sarah, que hasta ahora seguía en silencio a su marido, al ser llamada, dio un paso adelante.

—Lady Lidiana, se refieren a esto.

Cuando se quitó la estola, ciertamente, tenía la “Flor Real” en el pecho, pero… ¿cómo decirlo, en general… el color era… pobre? Entendí que el símbolo de la flor era una anémona, pero el color, difícilmente, podría llamarse brillante.

—Anémona, ¿no es así?

Cuando pregunté para confirmar, lord Garay asintió.

—Así es, su color es púrpura. Pero, es considerablemente diferente a la de la Princesa, ¿verdad? La claridad de la forma y el color de la “Flor Real” significa el grosor de la sangre. La “Flor Real” de Freed es tan brillante porque es el descendiente directo y el primogénito.

—Lidi solo ha visto la “Flor Real” de Madre…

—Ya veo.

Su conversación me hizo recordar la “Flor Real” de la Reina. Ciertamente, su “Flor Real” era un espléndido lirio blanco, tenía un hermoso color.

—Las “Flores Reales” de Lidi o de Madre se llaman, específicamente, “Flor Real Verdadera”. Significa la “Flor Real” del primogénito en la línea directa de descendencia.

—¿Es realmente una cuestión de nombre?

—Así es.

Al ver a Freed asentir, me convencí por el momento, pero, honestamente, nunca había pensado en la diferencia entre las “Flores Reales”, hasta ahora.

Probablemente, es lo mismo para mi hermano mayor y los demás.

Es una historia bien conocida, pero dentro del Reino de Wilhelm, a excepción de la “Flor Real”, los tatuajes en el pecho son tratados como una irreverencia a la Familia Real y son castigados como un delito contra la corona.

En especial, el imitar a la “Flor Real” conlleva un severo castigo, y ningún ciudadano lo intentaría, ni siquiera en broma.

Es decir, un tatuaje en el pecho de una mujer la identifica, casi definitivamente, como la princesa consorte.

No es posible algo tan grosero como acercarse a una mujer y mirarla fijamente para confirmar su “Flor Real”. Así que no hay oportunidad de conocer la diferencia de color o forma.

Después de terminar la explicación, Lord Garay y Freed comenzaron a hablar de nuevo.

Parece que su charla se animó, ya que se encontraron después de mucho tiempo. Freed también tiene una expresión de felicidad, seguramente, están unidos como un tío y un sobrino.

Lady Sarah y yo dimos un paseo atrás para no entorpecer su charla, pero aun así fueron interrumpidos de inmediato.

Con el entorno volviéndose ruidoso, un joven con los brazos entrelazados alrededor de dos hermosas mujeres, que exudaban encanto, caminó hacia aquí.

—¿André?

Es lord Garay quien se dio cuenta antes que los demás. Con los ojos muy abiertos por el asombro, miró atentamente al hombre llamado André. Al mismo tiempo, la tez de lady Sarah palideció.

—¿Por qué…? ¿Este niño está aquí?

Mientras parecía temblar, lady Sarah murmuró. A mi lado, Freed también observaba al hombre con una mirada severa.

—¿Freed?

Incluso cuando lo llamé, no hubo respuesta. Los tres se quedaron mirando al hombre sin moverse.

El hombre, acompañado de dos hermosas mujeres, se acercó con confianza y se puso delante de Freed.

—Freed, ha pasado mucho tiempo.

A pesar de decir que ha pasado mucho tiempo, sus ojos no sonríen en absoluto.

Al contrario, percibí odio.

—André… ¿por qué estás aquí?

—¿Qué? Es extraño que esté aquí. Yo también era de la realeza originalmente. ¿Qué hay de malo en venir a felicitar a mi excelente primo?

Dijo que había venido a felicitar, pero su voz no suena para nada así.

El hombre habló desafiante, con una voz llena de odio, luego movió su mirada hacia mí.

Las comisuras de su boca se distorsionaron. Aunque tiene un aspecto ordenado, por alguna razón, sentí un intenso asco. Por reflejo, me aferré al brazo de Freed.

Así, él cambió su posición para protegerme.

—Esta es la princesa por la que sientes algo, eh. Bueno, es bastante plana, pero no es que se pueda ver nada.

—¡André! ¿Qué estás diciendo? ¡Discúlpate con la princesa Lidiana ahora mismo!

Freed se estremeció ante esas excesivas palabras y estuvo a punto de responder, pero lord Garay gritó más rápido que él.

—¿Por qué estás aquí? No se te permite estar aquí. Debería haberlo dicho ya. No vuelvas a venir. ¿Por qué hiciste algo tan egocéntrico?

—Padre, eres molesto. No importa lo que haga, seré egocéntrico, ¿no? Sabes, estaba un poco interesado. ¿De ver de qué clase de mujer se enamoró a primera vista Freed, que me miraba así?

No pude evitar que los ojos del hombre, que enviaba fugaces miradas aquí, me parecieran repugnantes.

Cuando reforcé mi agarre sobre Freed, él me acercó su hombro, como si quisiera hacerme sentir segura.

Sintiéndome aliviada, exhalé y disminuí un poco mi agarre.

Al ver mi inusual y asustado estado, Freed le dirigió una mirada llena de furia al hombre.

—André, no creas que el comentario grosero hacia mi prometida será perdonado con solo una disculpa.

El hombre ni siquiera se inmutó ante la amenaza de Freed. Por el contrario, con sus brazos aún rodeando a dos bellezas, frunció el ceño hacia él.

—Hmph. ¿Qué tengo que temer a estas alturas? Absurdo. Es patético que tú, de entre todas las personas, hayas sido atrapado por semejante mujer.

—No te perdonaré que la insultes. Una cosa es tu resentimiento egoísta, pero ¿podrías dejar de involucrarla?

El hombre respondió con fuerza a las palabras de Freed.

—¿Resentimiento? ¡Estás equivocado! ¡Ese eres tú, bastardo!

—André, es suficiente.

Lord Garay se interpuso entre los dos.

Se volvió hacia Freed y bajó un poco la cabeza.

—Lo siento, Freed. Mi hijo ha dicho una cosa terriblemente grosera. Su mala conducta es mi responsabilidad como padre. No me importa que me castigues más tarde, así que podrías dejarlo en mis manos por ahora.

—Pero…

Mientras Lord Garay decía eso con seriedad, antes de que me diera cuenta, Lady Sarah también se movió hacia aquí e inclinó la cabeza en silencio.

Al ver esto, tiré del dobladillo de la ropa de Freed.

—Freed… No me importa.

Cuando le miré mientras lo decía, Freed parpadeó y, de mala gana, dejó de lado su enfado.

—Lo entiendo… Si Lidi lo dice, se lo dejaré a mi estimado tío. Estimado tío, se lo dejaré sólo una vez. Si hay una próxima vez, actuaré absolutamente por mi cuenta.

Lord Garay asintió con fuerza a la clara declaración de Freed.

Lady Sarah también inclinó la cabeza aún más.

—Por supuesto. Lo siento. Estoy en deuda con usted.

—Si quieres estar en deuda con alguien, es con Lidi. Yo no lo he perdonado.

—Gracias, princesa Lidiana. Algún día le devolveré el favor.

Cuando una mirada llena de determinación se dirigió a mí, negué lentamente con la cabeza.

—No, no me importa.

Inclinando un poco la cabeza, junto con Freed, me alejé del lugar.

Entendí que el hombre miraba más allá de lord Garay, hacia mí, con un ceño molesto.

Temerosa de su mirada mezclada con locura, una vez más, me aferré fuertemente a Freed.

♦️ ♦️ ♦️

—Oye, ¿quién era esa persona? Escuche que era el hijo de lord Garay, pero…

Caminé por el pasillo junto con Freed.

Originalmente, el plan parecía ser retirarse después de saludar a su tío.

Como el momento era bueno, nos escabullimos de la fiesta de celebración de la victoria de inmediato. Ahora estoy caminando junto a él, de vuelta a su habitación.

Era un hombre repugnante. 

Su aspecto característico de la realeza, con el pelo rubio y los ojos azules, lo convertía en una belleza similar a la de lord Garay, pero su mirada tiene un intenso resentimiento y las ojeras lo arruinaban todo. Estoy segura de que recuerdo las caras de la mayoría de los nobles, pero a él no lo recuerdo en absoluto.

—Ese hombre se llama André. Es el hijo mayor de mi estimado tío… Ya he hablado de él antes. Si no puedes obtener la “Flor Real”, eres expulsado de la Familia Real. André pasó por eso.

—Así que… es por eso…

Ahora que lo pienso, lord Garay tenía dos hijos. Recuerdo que uno de ellos se llamaba André. La historia dice que está en tratamiento por una enfermedad y que no debía ser visto por unos años. No pude reconocerlo, ya que su impresión cambió demasiado, pero no se parece al retrato de hace algunos años.

—Debido a que el asunto de la “Flor Real” es un secreto para los ciudadanos, oficialmente está en tratamiento por una enfermedad. Parece que en lugar de buscar una pareja, está haciendo que las mujeres le sirvan para hacer algo con su poder divino. Aunque parece que no va demasiado bien…

Ante esas palabras, pensé en el estado de André. Ciertamente, tenía dos bellezas regordetas que le servían.

—No quería involucrarme con él, este no era el plan… Pero, la realeza que no logra adquirir la “Flor Real” es desterrada a las afueras y se supone que debe permanecer bajo arresto domiciliario hasta la muerte, sin embargo, cómo diablos vino aquí… si se descubriera que vino a la fuerza, sería expulsado, debería haber entendido eso y, sin embargo… ¿En qué está pensando?

Mirando que Freed estuvo reflexionando un poco, se disculpó.

—Siento haberte involucrado en nuestra estúpida disputa. Ha sido desagradable, ¿verdad? No tienes que preocuparte por lo que dijo.

—Estoy bien, pero…

Una frase que dijo André estaba en mi mente.

Sus ojos cuando le dijo a Freed “Ese eres tú”. Su mirada parecía decir que la causa principal del resentimiento es eso, me hizo sentir mal.

Mentiría si dijera que no quiero escucharlo. Sin embargo, es probable que Freed no quiera hablar.

Lo entiendo por el ambiente.

Así que no voy a preguntar, pero…

—¿Estás bien…? ¿No estás deprimido?

—¿Eh?

Llamé a Freed que caminaba a mi lado. Desde que vió a André, su estado parece obviamente diferente.

Él no debe haber esperado escuchar eso de mí. Mientras lo miraba ansiosamente, parpadeó incesantemente y murmuró con una voz suave:

—Me rindo… Te has dado cuenta, ¿eh? Solo estaba recordando un poco el pasado. Lo siento. Te he hecho preocupar, ¿verdad?

La fuerza habitual de su sonrisa se había evaporado al decir eso, mientras me miraba a los ojos.

Me dolía mucho el pecho. No quería una sonrisa forzada como esta.

Al no poder mirarle a los ojos, extendí mi mano en silencio. Y así, simplemente, le acaricié el cabello.

—¿Lidi?

—Buen chico, eres buen chico…

—No soy un niño…

Sin importarme la sonrisa amarga de Freed, continué acariciando su cabello con seriedad.

La suavidad de su cabello se sentía bien.

—No te obligues a sonreír… Sin embargo, creo que las manos humanas pueden curar y hacer que uno se sienta agradable.

Quería decirlo en serio. 

No estaba segura de lo que pensaba, pero Freed volvió extrañamente a sí mismo.

—Entonces, no sólo con las manos, quiero que Lidi me consuele con todo su cuerpo… Ah, ahora que lo pienso, esta noche puedo abrazarte hasta quedar satisfecho, ¿no?

—Eh…

La mano que le acariciaba la cabeza fue atrapada y me miró fijamente.

Freed se llevó la mano apresada a los labios y, sin más, dejó caer sus labios sobre mi palma. Mis sentidos se despertaron y filtré un sonido extraño.

—Hya.

—Desde que vi la linda apariencia de Lidi durante el día, he estado aguantando, ¿de acuerdo? Estoy deprimido, ¿puedes consolarme con tu cuerpo?

Esta charla, que es tan típica para Freed, me dejó sin palabras.

Cómo hizo esa conexión… no lo entiendo. 

Aunque lo miré fijamente, queriendo saber su verdadera intención. Sólo pude inclinar la cabeza y no decir nada.

Aun así… en un instante, me di cuenta de que sus palabras y acciones son bravuconadas destinadas a engañarme.

Pensé que, tal vez, la frase de que quería ser consolado podría ser cierta.

—Bien…

Antes de darme cuenta, asentí naturalmente.

Se hizo el silencio sólo por un momento.

Sonreí un poco ante el agradecimiento que resonó al poco tiempo.

Una respuesta en “¡No quiero ser princesa! – Capítulo 65: Ella y la celebración de la fiesta de la victoria (2)”

Responder a Maria Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido