Príncipe Cautivador – Capítulo 19: La belleza del Palacio Kunning

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


Leng Yufeng siguió observando el carruaje que partía. ¿Ese era el Príncipe Heredero? Es verdaderamente excepcional. Cuando regresó a la capital, había recibido un decreto del emperador, convirtiéndolo en tutor para el Príncipe Heredero. Algo que le pareció sorprendente. Después de todo, se convirtió en un tutor. Parecía que las intenciones de Su Majestad estaban claras, pero si el emperador realmente tenía esas intenciones, ¿por qué ignoró al Príncipe Heredero durante tantos años? Acaso no le había dado al Príncipe Heredero solo la mitad de sus derechos. Aunque Leng Yufeng no quería involucrarse en las intrigas internas de la Sala de Deliberación, probablemente no pudo escapar desde el día en que se convirtió en general.

Cuando vio el carruaje del Príncipe Heredero hace un momento, deseó verlo directamente. Aunque fue solo por un momento, incluso él no tuvo más remedio que elogiar las buenas facciones del Príncipe Heredero, así como su forma imponente. Sin embargo, eran cosas que no le concernían. Cuando llegara el momento, partiría de inmediato hacia el frente y dejaría esta capital atrás. A su corazón le gustaban más los campos de batalla cubiertos de sangre.

—Yufeng, ¿no vas a asistir? —Huan Mo Che, vestido con ropas azules, estaba mirando a su buen amigo, que estaba sentado sobre el caballo, aparentemente perdido en sus pensamientos. Verlo así había despertado a las señoritas que no dudaron en echarle miradas furtivas.

Leng Yufeng volvió en sí y al ver a su amigo Huan Mo Che, se bajó del caballo: — ¿Cómo es que estás aquí? —En lo que respecta a Leng Yufeng, el asistir a estos banquetes era un asunto aburrido. Sin embargo, su estado actual no le permitía evitarlos. Anticipó que su amigo no vendría, ya que rara vez se presentaba a las fiestas del emperador.

—Hehe, es porque tenía miedo de que te aburrieras solo en el palacio, así que como buen amigo, he venido para hacerte compañía. —Huan Mo Che hablo a medias, media verdad y medio engaño. Aunque no ocupaba un cargo oficial, tenía el título de ‘Primer Hijo’ de la capital. No importa qué tipo de fiestas se celebrarán en el palacio, siempre recibía una invitación. En años anteriores, él no asistió ni una sola vez, pero pensando en el actual Príncipe Heredero, finalmente había decidido mostrar su rostro en el palacio. Aunque el Príncipe Heredero era muy inteligente, no tenía mucha autoridad. Además, los corazones eran sombríos dentro del palacio. Si algo realmente le sucediera, como el Gran Tutor del Príncipe, tendría que encargarse del problema.

Leng Yufeng miraba fijamente a Huan Mo Che, obviamente no fue completamente convencido por tal excusa. Aunque eran íntimos, sólo confiaban entre sí, incluso si se tratara de vida o muerte, no confiarían su vida a nadie más; definitivamente no eran personas tan bondadosas. Si ellos tenían tiempo como para venir aquí y perderlo en este inútil evento, si solo la tuvieran, sería mejor usarlo para dormir mejor.

—Ha sido solo un año que no nos hemos visto. Mo Che, has comenzado a hablar de forma tan desvergonzada. —Leng Yufeng se burló fríamente. Después de eso, ambos caminaron lado a lado hacia el interior del palacio imperial.

Ambos – uno era un dios de la guerra insensible, el otro era un joven maestro apacible; ya sean por sus títulos o apariencias, estaban muy por encima de todos los demás. Añadiendo sus habilidades, ambos eran codiciados por innumerables mujeres dentro de la capital. No obstante, como ninguno de ellos había tocado a las mujeres, un loco rumor había comenzado a difundirse, que el General Leng, de la familia Militar, y el Joven Maestro de la familia del Primer Ministro, Huan, eran amantes. Cuando se enteraron, se indignaron en ese momento, pero supusieron que estaría bien, si eso hacía que las mujeres se mantuvieran alejadas. Como resultado, no habían aclarado las cosas y dejaron circular el rumor. Además, también sentían que era imposible para ellos enamorarse de una chica como la gente común, así que no le dieron mucha importancia a los asuntos matrimoniales. Por lo tanto, cada vez que aparecieran juntos, recibirían numerosas miradas llenas de dolor.

— ¿Las palabras dichas por esta gente común contienen algo de verdad? —Huan Mo Che sonrió burlonamente. Últimamente había encontrado demasiadas personas con dos caras. Su amistad con Leng Yufeng no solo se basaba en la apreciación mutua, sino que además se debía a que ambos eran sinceros en sus sentimientos.

—Ey, si sigues así con ellos, me temo que más rumores se extenderán sobre nosotros en la capital para mañana. —Huan Mo Che vio a un grupo de mujeres, algunas obviamente sonrojadas, otras parecían celosas. Pero en sus ojos brillaban algo de aversión.

Leng Yufeng barrió con indiferencia a las personas reunidas a sus alrededores con una mirada. Efectivamente, habían muchas personas a las que solo les importaba su negocio, pero también habían quienes los evaluaban furtivamente. Lo que es más, estaban discutiendo en susurros. Sin embargo, a Leng Yufeng no le importaba en absoluto. Si realmente le importara, lo habría aclarado todo desde que comenzaron los rumores.

—En realidad es lo mismo para mí. En cualquier caso, partiré hacia el frente en poco tiempo. En cuanto a ti, quién sabe cuántos corazones vayas a lastimar. —declaró Leng Yufeng con una sonrisa rencorosa.

— ¿Tan rápido? —Huan Mo Che frunció el ceño. Cada vez que Leng Yufeng regresaba a la capital, solo se quedaba algunos días y luego volvía inmediatamente a la frontera. Huan Mo Che sabía que actualmente no había disputas, pero Leng Yufeng no estaba dispuesto a regresar a la capital ni siquiera para las celebraciones del Año Nuevo Lunar. Parecía que… — ¿Todavía no puedes dejar de lado ese asunto?

Ambos corazones habían sido heridos y habían cicatrizado. Tal vez porque habían experimentado de manera similar un evento pasado, es también por ello que podían entenderse bien.

—No hay nada, ya me he vengado. Permanecer en el frente durante tantos años no es porque me esté escondiendo, sino porque la capital es demasiado aburrida y no hay nada interesante aquí. Además me divierte estar en el frente. —Dijo Leng Yufeng, pero su expresión se volvió más fría. Incluso si hubiera resuelto ciertos asuntos, aún se sentiría agitado por dentro.

— ¿Que pasa contigo? ¿Cuándo empezarás? Te has estado preparando durante tanto tiempo, debería ser suficiente. —Leng Yufeng preguntó con cierta preocupación. — ¡No puede ser que no puedas comenzar!

—Ha… —Huan Mo Che se burló. — ¿Incapaz de comenzar? Eso no sucederá. Muy pronto, recibirá el regalo que he preparado para él. —Huan Mo Che podría haber golpeado mucho más rápido en los últimos años, pero él quería verlo mucho más arriba. Verlo caer desde su máxima felicidad le parecía mucho más doloroso.

—Has ingresado a la residencia del Príncipe Heredero como Gran Tutor; Me pregunto… —preguntó Leng Yufeng, un poco curioso. Rara vez se interesaba por los demás. Incluso cuando sabía que no debería involucrarse con el Príncipe Heredero, seguía pensando en el joven que acababa de ver, no podía controlar la necesidad de preguntar por él.

Al notar el aparente interés de su amigo, quién sabe por qué, Huan Mo Che repentinamente no quiso hacerle saber de la excelencia del Príncipe Heredero. Más que eso, no quería que su buen amigo se convirtiera en su Gran Tutor; él deseaba ser el único mentor del Príncipe Heredero. Luego, incluso podría convertirse en su amigo personal.

— ¡Nada especial! —Huan Mo Che respondió como si hubiera dicho demasiado, haciendo que Leng Yufeng renunciara a seguir preguntando. Después de todo, era solo un poco de curiosidad; el Príncipe Heredero era simplemente un extraño para él. Leng Yufeng hizo a un lado la persistente impresión del Príncipe Heredero de su mente. Los respectivos pensamientos de ambos hombres se volvieron hacia el banquete celebrado en el Gran Comedor, mientras se dirigían hacia allí.

En cuanto a Shang Wuxin, ella no fue directamente al Gran Comedor, sino que evitó las multitudes al entrar en la zona más tranquila dentro del palacio. Era precisamente la morada de su Madre Imperial, la Emperatriz Qiu – El Palacio de Kunning. Shang Wuxin no había venido a lamentarse. Solo estaba aquí porque era muy pacífico, por lo que sus oídos podían disfrutar de un poco de silencio.

—Príncipe Heredero, este lugar es realmente bello. —Exclamó Wu Ju llena de admiración. Aunque todavía estaban algo preocupadas por el Príncipe Heredero, poco a poco comenzaron a relajarse después de estar aquí.

Mirando a su alrededor, Shang Wuxin descubrió que si bien era el Palacio de la Emperatriz, no tenía una lujosa belleza. En cambio, era excepcionalmente refinado y sereno en todos los aspectos, mientras que el patio estaba lleno de flores frescas. Esas flores no eran raras o preciosas. Por el contrario, eran muy comunes, pero debido a que alguien los cuidaba perfectamente, irradiaban una belleza impresionante. Aunque el palacio estaba deshabitado, se mantenía muy limpio. Si las tres no fueran tan hábiles en artes marciales, quizás no hubieran podido venir aquí, ya que había muchos guardias vigilando, defendiendo incluso las paredes.

—Realmente lo es. —Shang Wuxin sintió que este palacio realmente puede serenar la mente de alguien. Ella pensó que su Madre Imperial había sido una mujer de fina calidad. No era de extrañar que ninguna de las otras consortes pudiera hacerse cargo de su posición de emperatriz.

Después de caminar por un largo periodo de tiempo, Shang Wuxin notó que el lugar más cuidado era una cierta habitación del palacio. Esa debió de haber sido su habitación cuando era joven. La Emperatriz Qiu había muerto de una enfermedad cuando Shang Wuxin aún tenía dos años. Shang Wuxin debería haber vivido allí durante aquellos dos años. El lugar había estado lleno del amor de una madre por su hija en ese momento.

Se dirigió hacia la cama que estaba dentro y se inclinó, entrecerrando los ojos, mientras Wu Wei y Wu Ju vigilaban al Príncipe Heredero. Sin embargo, escucharon pasos acercándose. Wu Wei y Wu Ju ingresaron rápidamente a la recámara lateral y se ocultaron dentro, mientras que Shang Wuxin no hizo movimiento alguno, solo se mantuvo descansando en la cama como antes.

Esa persona entró en la recámara del Palacio Kunning y se quedó allí un buen rato, luego se fue sin decir una palabra. Cuando sintieron que la persona ya se había ido, Wu Wei y Wu Ju se mostraron. Todavía conmocionada, Wu Wei habló: —Me pregunto quién pudo haber venido aquí inesperadamente.

—Padre… Imperial… —dijo Shang Wuxin vagamente.

3 respuestas a “Príncipe Cautivador – Capítulo 19: La belleza del Palacio Kunning”

  1. Gracias por el capítulo! !💕💕💕

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