Príncipe Cautivador – Capítulo 33

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


La calidez del sol brillaba a través de las hojas, iluminando el bosque cubierto por la niebla.

A Shang Wu Xin no le importaba donde dormir, ya fuese en un lugar alto o no. Igualmente habría mosquitos, incluso si usaba ropa larga era inevitable que la mordieran un par de veces.

Ella no era una persona que no sintiera dolor, pero era extremadamente cruel consigo misma. Pero al mismo tiempo, era muy feliz. Solo si tuviera el poder y la fuerza suficiente, no se trataría de esta manera.

—Príncipe, cuando usted lo ordene. —Bai Shaolin tenía puesto un uniforme y los soldados llevaban puestos sus armaduras. Incluso con solo estar ahí de pie, daban señal de tener un impactante prestigio.

Shang Wu Xin sacó un pañuelo y se limpió las picaduras de los mosquitos que tenía en el dorso de la mano. Luego tomó su pañuelo y lo hizo pedazos. Apoyándose contra un árbol,dijo con un poco de entusiasmo: — ¿Están listos?

Bai Shaolin no sabía por qué el Príncipe estaba un poco emocionado. En estos días, la mente del Príncipe era muy impredecible.

—El General ya dio a conocer la noticia de que el Príncipe ingresará a la ciudad, en estos momentos se encuentran reuniendo a las personas. El Señor Huan ya reunió a los mejores doctores de la ciudad y está esperando sus órdenes. —Informó Bai Shaolin.

Él estaba un poco emocionado. No creía que los Generales le obedecieran, incluso el Señor Huan, quién nunca intervenía en los tribunales.

No preguntes por qué Bai Shaolin piensa que el Príncipe obtendrá el trono. La razón es muy simple. Las reglas de la Familia Real establecen que, si eres parte de ella y no logras obtener el trono, entonces debes morir. El Príncipe era una persona fuerte, por lo que luchaba por esa posición. Bai Shaolin solía ser como su padre. Él no participaba en la pelea por el trono. Pero ahora, quería estar del lado del Príncipe.

— ¡Príncipe! ¡Príncipe!

Shang Wu Xin y los miles de soldados con las provisiones, aún no habían entrado en la ciudad de Feng Zhou. Aun así, se escuchaba el grito de las personas llenas de deseo dentro de ella.

— ¡El Príncipe está aquí! ¡Tenemos comida! ¡Estamos a salvo! —Gritaban las personas con ojos llorosos. Toda la ciudad de Feng Zhou se llenó de esperanza y todos los ciudadanos presentes se arrodillaron frente al Príncipe.

La gente ha estado hambrienta por mucho tiempo, muchos habían muerto y otros querían irse de la ciudad. Pero los funcionarios temían que la situación de quienes salían de la ciudad, no volverían con vida. Poco a poco, la gente comenzó a sentir la desesperación, comían todo lo que se podía comer, pero aún no era suficiente y la gente que moría de hambre seguía aumentando cada día.

— ¡Príncipe! —Dijo Leng Yu Feng que estaba parado frente a él. En el país, Leng Yu Feng y Huan Mo Che eran los únicos quienes no tenían que inclinarse ante el Emperador.

No quería que la gente se levantara, pero en ese momento. —Príncipe, el lugar donde se entregarán los granos no está lejos, y los doctores le están esperando cerca de ahí.

Cuando Shang Wu Xin hizo un gesto para seguir, todos los ciudadanos comenzaron a seguir los carruajes. Leng Yu Feng, siguiendo las instrucciones, les dijo a los ciudadanos. —Todos, vayan a ese edificio y esperen. Ahí se les entregarán las provisiones.

Mucha gente seguía a los carruajes, pero nadie se atrevía a caminar cerca del Príncipe. Sin embargo, en ese momento, algunas personas corrieron directamente a los carruajes pasando a los soldados. Una de ellas sacó una bolsa y comenzó a meter algunos granos dentro.

Los soldados eran todos luchadores capaces y podían derrotar fácilmente a estas personas. Pero comenzar una pelea empeoraría la situación y provocará disturbios, por lo que decidieron no hacer nada.

Leng Yu Feng miró a las personas que se movían débilmente y a las personas que luchaban por la comida, a estas últimas, no podrían llamarlas personas. Frunciendo el ceño se prepararon para ir a detenerlos, pero el Príncipe los detuvo.

Se fijó en la gente que luchaba por la comida. Las delgadas piernas que se balanceaban, y el aire frío que salía de sus cuerpos, eran delgadas y molestas.

No estaba dispuesta a usar la espada de un soldado. Así que directamente tomó la suya y cortó a algunas pocas personas que luchaban por la comida.

La sangre pintó el suelo, y varios cadáveres estaban tirados a los costados de los carruajes…

2 respuestas a “Príncipe Cautivador – Capítulo 33”

  1. Es emocionante encontrar un nuevo capitulo!!! Shang Wu Xin es decidida. Muchas gracias por traducir esta novela, me encanta esta página, saludos ~\(≧▽≦)/~O(≧▽≦)O hurra por su esfuerzo 👏🎆🎇🎉🎊

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