Príncipe Cautivador – Capítulo 56: La protección del Príncipe Heredero

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


El Príncipe Heredero recuperó el velo de Nangong Lian y lo puso suavemente sobre su rostro.

Nangong Lian miró al joven que le colocó el velo en frente de las críticas que ella recibía. Él obviamente era más joven que ella, pero él era demasiado hermoso. Tenía que admitir que estaba conmovida en ese momento, ya que una semilla de amistad echó raíces en su corazón.

Aquella escena del Príncipe Heredero y la chica fea, dejó perplejo a las personas, pero nadie se atrevió a decir algo.

—La gente realiza comentarios diferentes. Si logras tener una mente firme, no volverás a sentirte triste incluso si vuelves a escucharlos. —Dijo Shang Wu Xin alejando su mano de Nangong y agregó —Si no logras ser fuerte, mátalos directamente. ¿Por qué dejarlos que te perjudiquen?

La voz de Shang Wu Xin era realmente fría, pero para Nangong Lian era un sonido que le transmitía calidez. Aquellas pesadillas que la perseguían durante años y aquellos rostros que no podía olvidar, desaparecieron repentinamente.

Luego de colocar bien el velo a Nangong Lian, Shang Wu Xin miro a la criada que estaba en el suelo y hablo fríamente: — ¿Quién se atreve a dañar a las personas que rodean a este Príncipe Heredero? —Nangong era una chica especial para Shang Wu Xin. Aunque no quería hacerse amiga de ella, no podía permitir que los demás la dañaran.

— ¡Lo siento, fui muy descuidada! —Suplicó la sirvienta que estaba en el suelo poniéndose de rodillas. —No me mate; perdóneme, honorable Príncipe Heredero.

—Wu Ju, odio esos ruidos. Ya que está criada es tan descuidada en su trabajo, cortarle su lengua descuidadamente. —Sus palabras callaron a todos los presentes que observaron por primera vez la crueldad del Príncipe Heredero.

Sin embargo, Nangong Lian no le tuvo miedo. Ella estaba tan conmovida de que el Príncipe Heredero hiciera todo esto por ella. Además, cada vez que acompañaba a su hermano, presenciaba cosas más horribles, por lo que terminó acostumbrándose.

Antes que la sirvienta suplicara clemencia, Wu Wei le cortó la lengua como ordenó el Príncipe Heredero. Había sangre corriendo desde la boca de la sirvienta. Al ver esta escena, muchas mujeres comenzaron a temblar.

Shang Wu Xin miró en dirección de Wan Wan y luego desvió la mirada como si nada hubiese pasado. Wan Wan sintió mucho miedo cuando el Príncipe Heredero la miró, pero él castigó a la sirvienta, así que eso marcaría el final de todo esto. Shang Wu Xin realmente no tenía nada que hacer con Wan Wan al principio, pero ahora no le importaba que ella tomara la iniciativa de provocarla.

Shang Wu Xin miró a todos los presentes y señaló a una mujer que había calumniado a Nangong Lian. Abriendo suavemente sus labios rosados, con una voz firme, ordenó: —Ven aquí.

La mujer a quien el Príncipe Heredero se dirigía, tenía un rostro como el jade blanco. Ella tenía miedo mientras se acerca al Príncipe Heredero. Su corazón latía cada vez más rápido y sus ojos se volvían cada vez más obsesivos.

Shang Wu Xin tomó la espada de Wu Ju y se la entregó a la mujer: —Vamos, mata a esta sirvienta.

La mujer que no dejaba de mirar al Príncipe Heredero, se estremeció cuando recibió la espada e inmediatamente la dejó caer al suelo. Ella se sintió horrible al mirar a la sirvienta cubriéndose la boca.

Todos los presentes, hombre o mujer, tomaron la vida de alguna persona. La única diferencia fue que estas mujeres no quitaban la vida de otros con sus propias manos. La mujer frente al Príncipe Heredero no sabía qué hacer cuando recibió la espada.

Shang Wu Xin hizo la vista gorda ante las expresiones que hacía esta mujer. Wu Ju que vio caer la espada, se acercó a recogerla y la puso nuevamente en la mano de aquella mujer. Aunque está se negaba a recibirla, ¿cómo podría ante la fuerza de Wu Ju?

Wu Ju sujeto la mano de la mujer y la usó para atravesar el abdomen de la sirvienta directamente con la espada.

La mujer quería gritar, pero solo podía ver su mano sujetando la espada que Wu Ju uso para atravesar el cuerpo de la doncella con su mano. Quedó atónita al ver que la sirvienta estaba muerta.

Wu Ju soltó la mano de la mujer para recuperar su espada y luego la limpio con un pañuelo, como si nada hubiera pasado. En ese momento, nadie se atrevió a menospreciar a la criada de Shang Wu Xin. Lo que era más, empezaron a tener aún más miedo del Príncipe Heredero.

Nangong Lian de repente se rio cuando todos estaban asustados. Su voz era aún más suave: —Príncipe Heredero, eres tan amable conmigo.

Ella se acercó un poco más a Shang Wu Xin, pero no lo toco. Al ver esto, Leng Yu Feng pudo entender que Nangong Lian no tenía esos sentimientos por Shang Wu Xin, por lo que se contuvo de lastimarla. Aunque aún se mantenía incómodo al ver a Shang Wu Xin siendo tan protector con ella.

Cómo se esperaba, Nangong Lian también fue vista con miedo y odio. Aunque ella solo miraba a Shang Wu Xin con una mirada inocente, sabía que su velo fue arrancado a propósito. Ella solía sentir vergüenza, pero debido a que Shang Wu Xin la protegió y la vengó. Sintió que su cicatriz ya no importaba.

En ese momento, la gente no se dio cuenta de que solo había una de las criadas de Shang Wu Xin. Shang Chen Zhao que estaba presente, se sintió deprimido y ordenó que se encargarán del cuerpo de la sirvienta. Originalmente él planeaba hacer que Shang Wu Xin perdiera su reputación, pero ahora esta situación podría arruinar su plan.

—Príncipe Heredero, este lugar no está limpio. Vayamos al jardín, mi jardín es muy hermoso. —Dijo Shang Chen Zhao con una sonrisa. Si no hubiera sucedido esto, realmente se vería bien.

Shang Wu Xin asintió. Cuando salieron, Wu Wei siguió al Príncipe Heredero en silencio.

Leng Yu Feng que vio a Wu Wei ir tras el Príncipe Heredero en silencio, miró fríamente la mansión del Príncipe Mayor con plena comprensión de lo que iba a suceder.

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