Príncipe Cautivador – Capítulo 62: Sospechas de Nangong Qian

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


Nangong Qian se sorprendió de inmediato. Era la primera vez que sujetaba la mano de un hombre. En realidad, nunca antes había sujetado la mano de nadie, ni siquiera de una mujer. Por supuesto que sujetó la mano de su hermana cuando era una niña, pero nunca volvió a suceder cuando crecieron.

Mirando la mano que sujetaba, Nangong Qian tenía que admitir que era realmente hermosa. La mano era blanca y delicada, los dedos parecían brotes de bambú en primavera y sus puntas redondeadas eran muy lindas. En comparación con los libros, todos estos perdieron su atracción.

La mente de Nangong Qian se puso un poco en blanco y de repente se le ocurrió la idea de sujetar la mano para siempre.

Tal pensamiento pasó tan rápido por su mente que no se dio cuenta de que podía tener ideas así en este momento. Lo más importante era que Nangong Qian era un hombre perspicaz. Había notado que la mano del Príncipe Shang era extraña, era más pequeña que la mitad de la suya y era demasiado suave, lo que hacía que pareciera más una chica. Nangong Qian rápidamente movió su mano sobre la muñeca del Príncipe Shang para sentir su pulso.

Al principio, Shang Wu Xin solo quería apartarse cuando Nangong Qian intentó quitarle el libro. Para su sorpresa, Nangong Qian sujeto su mano en lugar del libro y cuando intentó retirar su mano, descubrió que él intentaba sentir su pulso.

Shang Wu Xin sabía claramente que, aunque se esforzaba por fingir ser un hombre, en realidad no lo era. Su altura era un buen ejemplo, era lo suficiente para una chica, pero demasiado bajo para un hombre. Además, ella no tenía la manzana de Adam, que era una clara diferencia. Y su cuerpo, especialmente sus hombros, estaban demasiado demacrados, haciéndola parecer no sólo débil sino también afeminada. Finalmente, sus muñecas eran demasiado delgadas y sus manos demasiado pequeñas. Las personas no se darían cuenta, ya que normalmente no le prestaban atención. Pero ahora era bastante obvio. Estos hombres a su alrededor eran mucho más altos que ella.

Shang Wu Xin sabía que Nangong Qian sospechaba de ella. Si no tomaba medidas para disipar sus dudas, pronto estaría en problemas. Afortunadamente, ella logró dominar el método para modificar su pulso y cambiar su género.

En general, aunque los artistas marciales no eran buenos para sentir el pulso, aún podían distinguir el género de una persona. Aun estando confundido, Nangong Qian sintió inconscientemente el pulso del Príncipe Shang, aunque su pulso estaba desordenado estaba convencido de que el Príncipe Shang era un hombre.

Naturalmente Nangong Qian recordó el rumor del Príncipe Shang. Se decía que desde que nació vivió medicado. Él no lo creía antes y pensó que lo hacía solo por confundir a las personas, pero ahora comenzó a creerlo. El joven frente a él estaba tan demacrado y sus manos no solo eran pequeñas, sino frías. Pensar en la compleja condición del imperio hizo que Nangong Qian sintiera lástima por el joven.

Al ver la oscura emoción en sus ojos, Shang Wu Xin se impacientó un poco. Ella quería recuperar su muñeca que estaba siendo prisionera y habló con una voz fría e insatisfecha: —Príncipe Qian, ¿cuándo me liberará?

La mente de Nangong Qian estaba llena de pensamientos sobre aquella pequeña mano. Cuando escuchó esas palabras, rápidamente desvió la mirada y soltó ligeramente a Shang Wu Xin. Aunque nadie notó que las puntas de sus orejas habían estado rojas, la mano detrás de él se mantuvo inquieta.

Hasta que no soltó su mano, Shang Wu Xin no se tranquilizó. Ella nunca había recibido tanta presión por culpa de un hombre. Ni Han Xuan Hao ni Leng Yu Feng pudieron hacerla sentir tan estresada, pero Nangong Qian simplemente lo hizo. Aunque era un hombre listo. No significaba que los demás no fueran tan listos como él, pero ella le prestó demasiada atención, lo que lo convirtió en una persona realmente difícil de tratar. Y, además, él era exactamente el mismo tipo de persona que ella.

De repente, el ambiente del carruaje se tranquilizó. Nangong Qian avergonzado, preguntó: — ¿Cómo se hace esto?

Shang Wu Xin volvió sus ojos a la página que él señaló. Se refería a la disposición de armas, y ella había leído libros de este tipo, así que entendía muy bien este. Ella no mantuvo los métodos en secreto; en cambio, se los contó directamente. Ambos eran personas extremadamente inteligentes y no podían dejar de hablar, compartían libremente sus opiniones sobre la disposición de armas y se admiraron profundamente en sus corazones. Poco a poco sintieron que hubiese sido mucho mejor si se hubiesen conocido antes.

Por primera vez en su vida, Nangong Qian sintió que conoció a un hombre que fue amable con él. Era cierto que muchas personas tenían que ser iguales para ser sus oponentes, como el General Leng del Estado Shang. Pero ahora que conoció al Príncipe Shang, no podía evitar sentir que sería una lástima que se convirtieran en enemigos.

—Príncipe Shang, muchas gracias por ayudar a mi hermana.

Aunque tuvieron una discusión acalorada, ambos eran personas inarticuladas. Así que en realidad no hablaron demasiado. Cuando Shang Wu Xin dejó el libro, Nangong Qian dijo: —Príncipe Shang, le prestare mi ayuda cuando lo necesite. —Él no tenía la intención de hablar al respecto y menos que hiciera una promesa, asi que se sorprendió por lo que acababa de decir.

Shang Wu Xin simplemente asintió. Ella había salvado a Nangong Lian no solo por su hermoso rostro. En realidad, ella tenía un propósito. Ahora que él expresó su agradecimiento, definitivamente ella lo aceptaría, además creía que se lo merecía.

Mientras el carruaje avanzaba por la carretera, una chica entró al interior. Nangong Qian no la detuvo y tampoco Shang Wu Xin. Ya que la chica no era otra que la quinta princesa del Estado Nangong, Nangong Lian.

— ¿De qué están hablando? —Preguntó ella, que los descubrió hablando. Se sentía tan curiosa ya que a su hermano no le gustaba hablar con otros a menos que tuviera asuntos que tratar. Siendo su hermana, él solo hablaría con ella después de que le insistiera demasiado.

Shang Wu Xin no le respondió y Nangong Qian tampoco. Él amaba a su hermana, pero nunca la malcrió. Pensó que un hombre racional no renunciaría a sus principios para malcriar a alguien. Pero como habían pasado años, se dio cuenta de que todo se debía a que aún no conocía a la persona adecuada. Una vez que llegara a conocerla, perdería sus principios por completo.

—Príncipe Shang, ¿asistirá al banquete está noche? —Preguntó Nangong Lian. Era normal que hiciera esta pregunta, desde que se quedó en la mansión del Príncipe Heredero notó que el Príncipe Shang rara vez asistía a un banquete o a una fiesta.

La vida era bastante aburrida, así que realizaban muchos banquetes para que fuera más entretenido. En alrededor de un mes llegaban a tener entre siete u ocho banquetes que jugaban un papel importante en la conexión de las personas. Sin embargo, ella no estaba interesada en asistir a los banquetes en absoluto, incluso el antiguo Príncipe Heredero hizo lo mismo. Aunque hubo rumores sobre él, casi nadie logró verlo en persona.

Shang Wu Xin asintió con la cabeza ya que no tenía más opción. Además, vino a recibir a Nangong Qian, era obvio que su padre la estaba ayudando a mejorar su condición de Príncipe Heredero, además, sabía de sus intenciones para que ella no renunciará.

Aunque estaba recibiendo a un miembro importante del Estado Nangong, para evitar ser vistos, Shang Wu Xin eligió una calle más tranquila en lugar de la carretera principal. Sin embargo, algo les estaba esperando.

A un lado de la calle, un hombre de aspecto fuerte perseguía a una chica vestida de blanco. Esta chica obviamente tenía miedo de ser atrapada. Leng Yu Feng al ver que la chica se dirigía hacia ellos, la detuvo junto con los guardias sin mostrar compasión y apuntó con su espada a la chica y al hombre que iba tras ella.

— ¿Quién eres? —Preguntó Leng Yu Feng en un tono frío. Él tenía que ser cauteloso ya que el riesgo más peligroso siempre se ocultaba en un pequeño objeto.

La chica no prestó atención a las armas, simplemente se arrodilló y comenzó a pedir ayuda haciendo reverencias hacia el carruaje: — ¡Príncipe Heredero! ¡Sálvame! ¡Sálvame, por favor! —En cada reverencia que hacía, un horrible sonido se escuchaba cuando su frente golpeaba el suelo.

Shang Wu Xin se veía más atractiva cuando pensaba en algo, tanto que capturó la atención de Nangong Qian. Él de repente se dio cuenta que ver así a Shang Wu Xin lo hacía más hermoso que apenas podía respirar y además hacía latir a su corazón.

—Príncipe Qian, Princesa, discúlpenme, tengo que salir de inmediato, así que no podré ir con ustedes. —Dijo Shang Wu Xin

Nangong Lian agitó las manos para mostrar que no le importaba en absoluto. Nangong Qian mantuvo la misma actitud diciendo: —No importa, puedo esperarlo aquí para continuar con el viaje.

Inconscientemente Nangong Qian no quería dejar a Shang Wu Xin aquí. Lo más importante era que si él no estaba con ellos como se suponía, sería castigado severamente por incumplir una orden. Pensando en la difícil condición que estaba nuevamente, Nangong Qian se propuso a ayudar al Príncipe Shang.

Cuando Shang Wu Xin salió del carruaje, Nangong Lian se dirigió a su hermano y le dijo: —Hermano, ¿no es genial el Príncipe Shang? —En la mente de Nangong Lian su hermano ya no era el más inteligente sino Shang Wu Xin.

Ella no esperaba recibir una respuesta de su hermano, pero aun así la escucho.

—Sí, él es genial.

Nangong Lian sabía que el Príncipe Shang era una buena persona, por lo que murmuró en broma: —Si tan solo el Príncipe Shang hubiese sido una chica. Siempre pensé que nadie podía igualarte, hermano. Pero ahora que él está aquí, lástima que es un hombre.

Nangong Qian tenía veinticuatro años y en los últimos se enterró a sí mismo en métodos para sobrevivir en el palacio. A medida que se volvía más poderoso, se concentró en conquistar territorios para el Imperio Nangong. Por ello, no llegó a haber una chica en sus ojos ni mucho menos una concubina. Nadie se atrevía a hablar de ello por temor a su temperamento y manera de hacer las cosas. Además, él era extremadamente cruel y despiadado. Cierto día una chica se acercó a seducirlo, pero falló y Nangong Qian la entregó a sus guardias como recompensa, arrojando a la hermosa chica a las garras de la muerte.

Aunque era un hombre normal, parecía que no existía una conexión entre él y el amor, convirtiéndolo en un hombre de sangre fría. Así que las chicas, excepto su hermana, no eran más que problemas para él. Nunca pensó en tener un hijo que siguiera su línea familiar, ya que su corazón estaba lleno de ambición.

Mientras escuchaba a su hermana, Nangong Qian sintió que su corazón latía de manera diferente.

La mayoría de las veces, las personas necesitaban una razón para poder enamorarse de alguien. Ahora, las palabras de su hermana, aunque no eran gran cosa, se mantendrían en su corazón toda su vida.


Sakuya
Nunca me ha gustado que en cuanto aparece otro personaje, luego luego se enamora de la prota, solo por su <em>amor a primera vista</em>… -_- (Lo sé, no soy muy romántica xD)

2 respuestas a “Príncipe Cautivador – Capítulo 62: Sospechas de Nangong Qian”

  1. we esos spoilers que meten cuando dicen que se arrepentiran de algo luego…no me hagan enamorarme de todos sino me daran un harem csm, autores crueles uwu

    mil gracias <3

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