Reencarné en una mujer egoísta – Capítulo 50: Sueño

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya

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El sonido de murmullos resonó por el lugar.

Cuando concentré mi atención en la persona que hizo el sonido, vi a un hombre que estaba escupiendo todo tipo de palabras mientras miraba al suelo.

Al escuchar con cuidado, distinguí “mierda”, “basura” y otras palabras parecidas saliendo de su boca. Pensando en averiguar la identidad de un hombre con tal vocabulario, vi su rostro.

—¡¿Hermano Bel?! —grité sin pensarlo, y él levantó la cabeza.

Su usual comportamiento refinado y gentil, con la elegancia digna de la realeza, estaba muy lejos de este hombre vulgar con una expresión dura, similar a la de un hombre con un largo servicio militar.

¿No es el hermano Belhold? Se parecen, pero no es él. Es imposible que sea mi hermano, lo sé con certeza.

Es imposible que este hombre sea el joven noble de buen linaje y príncipe heredero de Morgenroth.

Mientras más miro, más estoy convencida de que se trata de otra persona.

El hombre giró su cabeza lentamente para mirarme. Mis movimientos se detuvieron al ver un brillo poderoso y severo en sus ojos.

Con solo una mirada, mi barbilla bajó al suelo. Al darme cuenta que estaba viendo sus zapatos, me congelé por la sorpresa.

Un agujero extraño apareció en el suelo, con una niebla oscura saliendo. No lo había notado hasta ahora, pero puedo sentir una presencia extraña y siniestra.

—¿Qué es… eso? —pregunté con voz temblorosa, y el hombre me miró como si fuera una idiota.

“¿Ni siquiera puedes entender eso?”, me decían sus ojos.

¡¡Aterrador!! ¡Este tipo no es mi hermano Bel! ¡Definitivamente! O mejor dicho, ¡lamento haber pensado que este tipo podría ser similar a Bel por un segundo!

Tenía una expresión arrogante típica de un delincuente que vivía ahogándose en su poder. Su existencia exudaba una fuerte voluntad.

Podía sentir un pico de poder mágico inagotable de este hombre.

Es la primera vez que me siento amenazada por el poder de otra persona. Y, sin embargo, aunque siento miedo y oposición, también siento una conexión.

¿Es porque se parece a mi hermano Bel?

Sí, como pensaba, son parecidos. Podría decirse incluso que son demasiado iguales. Esa apariencia similar sería imposible si no fueran parientes sanguíneos.

¿La sangre de la familia real? Pero no conozco a nadie que esté tan relacionado a su sangre.

Varias posibilidades surgieron en mi mente.

¿Quién puede ser?

Mientras estaba absorta en mis pensamientos, el hombre me miró con irritación. Como todos los hombres arrogantes, tiene un corto temperamento.

Sin embargo, si su desagrado es causado por la niebla a sus pies, podría ser inevitable.

Estaba moviéndose como si estuviera viva, esperando vigilante la oportunidad de tragarme.

Mi aversión hacia ella me causó náuseas.

Intenciones malvadas. Existencias impuras. Fuente de infortunio. Esta niebla era todo eso.

—Se siente peor para ti, ¿verdad?

Me sacudí el sentimiento de ahogo y me puse de pie. Intenté hablar con una voz egoísta, típica de una dama, con un tono arrogante y creído.

Por alguna razón, encontré divertido que su expresión se volviera aún más irritada. Entonces, inesperadamente, comenzó a reírse.

Esa sonrisa tenía el poder de encantar a otros. Tanto hombres y mujeres quedarían atrapados por su fuerza; hacía que uno quisiera dedicar su vida a ese carisma.

Ahh, así que por eso sentí que teníamos un vínculo.

¿Por qué? Cierto, ¿por qué? Puedo entender por qué estamos conectados. Eso es porque este hombre es… 

♦ ♦ ♦

Lluvia, ¿huh?, pensé, apenas capaz de hilar mis ideas.

Miré la luz que pasaba a través de las cortinas. Pude escuchar el sonido del agua en mis oídos.

Sentí que había soñado sobre algo… ¿Qué era? Una luz fuerte y… ¿oscuridad?

Aunque intenté recordarlo, no puedo formar una imagen clara. Qué irritante. A pesar de que siento que no debería olvidar el sueño que acabo de tener…

—Naa… —escuché un grito que interrumpió mis pensamientos. Cuando desvié mi atención a mis pies, vi a Dieter abriendo su boca en un gran bostezo.

Entonces, me di cuenta que estaba sosteniendo algo protectoramente en mis brazos.

Mi querido, tan cálido y gentil.

Cuando mi amado hijo murmuró algo en su sueño, acerqué mi cabeza y froté sus mejillas. Sentí la conciencia de Wirbel regresar lentamente al acariciar su cabello.

—Casi es tiempo de despertar, ¿verdad?

Al mismo tiempo que lo dije, unos golpes llegaron desde la puerta y una persona entró.

—¿Berta?

—Señora, ¿está despierta?

—Sí. Está lloviendo hoy, ¿no?

—Creo que sería bueno cancelar el horario de hoy.

—Podría ser lo correcto…

Cuando me senté, Wirbel abrió sus ojos, frotándolos con sus manos. Dieter lamió la mejilla del niño medio despierto, y éste elevó su voz en protesta al sentir algo tan rugoso.

—Nn… Eso duele, Dieter… Se me caerá la mejilla… —Wirbel lo abrazó mientras reía por lo bajo.

—Buenos días, Wirbel. ¿Dormiste bien?

—Sí, madre. Soñé en la historia del niño que subió en un pájaro y fue de aventuras que me leíste antes de ir a dormir.

Ah, esa historia Sueca. Es una historia llena de valentía y compasión, así que era perfecta para antes de ir a dormir.

Bueno, Wirbel es un niño mucho más gentil y fuerte que el protagonista. ¡Además, es más lindo! Fufu, ¡es invencible!

—Madre, escucho lluvia.

—Sí, y no parece que vaya a detenerse, ¿verdad?

No está al punto de ser una tormenta, pero hay nubes negras tanto como puedo ver del otro lado de las cortinas que Berta corrió a un lado.

Tal y como pensaba, deberemos cancelar los planes del día. ¿Debería pasar el tiempo rodando y descansando en la cama…?

—Recibimos una gran bienvenida del pueblo. Es desafortunado que no podamos salir a verlos, ¿huh?

Uh, es cierto, ¿no?

El niño de la casa es más adulto que yo. Me siento impotente… ¿Nn? Berta, luces muy seria, pero tus hombros están temblando, ¿sabes? No sería gracioso si termina enojándose. ¡Además, para reírse de mi voz interna! ¡No puedo subestimarte!

—Wirbel, ¿qué te parece si tenemos un picnic hoy?

—¿Un picnic? Pero está lloviendo afuera —dijo, inclinando su cabeza confundido.

—Sí, por eso tendremos un picnic en la mansión. Extendamos una manta en el piso y comamos algo ligero. ¿Qué te parece si invitamos a las personas del pueblo? Será un cambio de ambiente, ¿no suena divertido?

—¡Sí! ¡Quiero tener un picnic!

¡Extendamos mantas en el suelo! ¡Quiero observar los cerezos…!

Dicho eso, las flores y los árboles hacen que sea más animado. Muy bien, ¡voy a crear una atmósfera de jardín! ¡Haré mi mejor esfuerzo! ¡Oh~!

¿Mm? Eso me recuerda, ¿no estoy olvidando algo?

¿Qué era?

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