Riku – Capítulo 63: Repite

Traducido por Gorrión

Editado por Nelea

Corregido por Sharon


—¡Uooooh!

Lanzando un grito de guerra, Rook puso toda la fuerza de su cuerpo en su ataque.

Tenía la impresión de que Riku había murmurado algo, pero sus oídos no escuchaban nada. En sus ojos, solo se reflejaba la maliciosa sonrisa de una chica.

Aquella frente a sus ojos no era su hermana mayor, era el enemigo de Selestinna.

El Demonio Pelirrojo.

Como si no le hubiera bastado con matar a Selestinna, estaba usando su espada plateada con las mismas manos que la asesinaron.

No podía perdonar esto.

Definitivamente no podía perdonarla.

Es más, no había manera de que pudiera perdonarla.

—¡¡Muereeeee!!

Permitiendo a la ira poseer su cuerpo, Rook blandió su espada.

Tenía una confianza considerable en su esgrima. Se convirtió en campeón en el Campeonato de Espiritistas, y pudo derrotar a quien se llamaba el mejor esgrimista con un simple duelo de espadas ligeras.

Era obvio que podría matar al Demonio frente a sus ojos.

Riku recibió la orgullosa espada de Rook que podría romper una roca, y se hizo pedazos sin ser capaz de hacer un solo sonido.

—¿¡Qué!?

… O eso es lo que se suponía que debería haber pasado.

Gorrión
Ya se me pasó la poca empatía que sentía por este estúpido princeso, pártele la madre, Riku

—Eres demasiado lento.

En el instante en que la espada de Rook estaba a punto de alcanzar el hombro de Riku, ella se deslizó medio paso.

Obviamente, el ataque de la alcanzó.

El sonido de la espada cortando el aire llegó a los oídos del joven.

—¿¡Qué cosa!? ¡¡Imposible!!

Rook estaba atónito.

Su anterior ataque definitivamente tenía la trayectoria correcta para alcanzarla. Además, no era una distancia que alguien pudiera evadir con agilidad.

A pesar de eso, Riku esquivó el ataque sin inmutarse ni dificultad.

No importa cuánta sangre se le hubiera subido a la cabeza a Rook, al menos podía notar que habían leído sus movimientos. Él chasqueó su lengua con fuerza.

Podía sentir el sudor frío recorriendo su espalda.

Observando el comportamiento de Rook, Riku se bufó como si lo tomara por tonto.

—¿Qué es esto? ¿Es todo lo que tienes?

—Tch, ¡simplemente tuviste suerte! ¡Es obvio que tuviste suerte!

Rook gritaba con todas sus fuerzas. Se distanció de Riku un paso y atacó con su espada cargada con toda su fuerza.

Considerando la dirección del arma, esta vez, iba a cortar desde su vientre hasta su torso.

Visionando la escena de su victoria perfecta, Rook blandió su espada.

—…Hey, ¿lo estás intentando en serio?

Pero, el resultado fue el mismo.

Riku esquivó con gracia sin un sólo signo de ansiedad en su rostro.

No importa cuantas veces lo intentara, el resultado era siempre el mismo. Como si hubiera estado danzando, Riku continuó esquivando los ataques.

—¡Mierda, acierta acierta acierta aciertaaaaa!

No importaba cuantas veces alzará su espada, cuántas veces lo hiciera ni que la dirección fuera mala o buena, el resultado no variaba.

Riku esquivó todo con una sonrisa de desprecio en su rostro como si se divirtiera.

Pero Rook no era capaz de pensar nada para atacar. Dejando su cuerpo a sus emociones, continuó haciendo los mismos ataques de los que ya sabía el resultado. Mientras Rook se mantenía así, algo había comenzado a cambiar en su interior.

Odiaba que Selestinna estuviera muerta, y que sus ataques llenos de ira fueran recibidos a la ligera.

Al mismo tiempo, un miedo desconocido para él comenzaba a asomar en sus adentros.

Mientras ambos luchaban, comenzó a olvidar algo debido a su ira y odio.

Antes de que la pelea comenzará… Al comienzo, Rook había estado temblando de miedo.

Recordó el día en que dejó a Riku Barusak morir.

Era una vieja memoria muy distante en el pasado cuando tenía 4 años de edad.

No era irrazonable para alguien olvidar cosas cuando se tiene esa edad.

Pero, a pesar de recordar todo sobre el juego de su anterior vida, ¿por qué se olvidó de aquel inolvidable incidente hasta ahora?

No podía entender la razón de esto.

No obstante, Rook se acordó del momento en que Riku se marchó con viveza.

La figura de la chica que había sido traicionada por la mano de Raimon, las lágrimas cayendo de sus grandes ojos y la luz de estos desvaneciéndose.

Sus manos extendidas en el aire, como si estuvieran rogando por algo, ella cayendo al mar, siendo engullida por este.

Sin siquiera correr al acantilado a intentar salvarla, o siquiera pensando en aprovechar su vida, todo lo que Rook podía hacer era quejarse con la decisión de su padre.

Para capturar a la espía de los demonios, Kurumi, y la hermana del Rey demonio, Raimon Barusak se convertiría en un obstáculo.

Por otra parte, para capturar a Catherine y Selestinna, Raimon sería una existencia indispensable.

Si fuera por la Ruta Harem, necesitaba seguir sus órdenes y esperar las oportunidades en silencio.

Al final, no había manera de oponerse a Raimon cuando solo tenía 4 años.

Rook siguió engañándose de esa forma.

Eran palabras realmente convenientes para él. En realidad, se sentía feliz de que alguien lo librara de esa inútil y nada linda heroína. Por lejos era la menos adorable y, comparada con las demás, Rook no tenía interés en una chica que no le otorgaría ningún beneficio.

Es por eso que la desechó como un juguete que no necesitaba. La arrojaron al mar enfurecido, no a una basurero, y quien lo hizo fue su padre, no él.

—No es mi culpa.

Gorrión
A ver si alguien puede seguir defendiendo a Rook tras estos párrafos

Nelea
El que lo haga será... *redoble de tambores* ¡Linchado! ¡Muahahaha!

Si había sobrevivido a eso… Era natural pensar que querría venganza contra los Espiritistas, incluido Raimon. Ella odiaría a Rook, quien vivía una vida despreocupada; era posible entender sus ganas de matarlo.

Probablemente, si Rook no la hubiera dejado morir, Riku no se habría convertido en esto. Además, todo hubiera procedido como en el juego. Es más, ahora mismo tendría a Selestinna sonriendo a su lado.

—¡Pero, no es mi culpa!

Aun así, sin querer reconocer su error, era más fácil dejar esto a un supuesto juego secuela.

Por eso intentó saludar cálidamente a Riku.

Era mucho más fácil si pensaba que no era su culpa, sino del desarrollo del juego.

… Pese a todo, Rook tenía miedo.

El resentimiento de haber sido dejada a la muerte.

No importa de qué ángulo lo viera, Riku parecía un vengador que regresó para matarlo.

El detestable pelo rojo que destacaba en la oscuridad de la noche, la sangre esparcida como su maquillaje, y sus dos ojos brillando fieramente como los de una bestia. Además de eso, a pesar de no tener su brazo derecho, no había ni una apertura en sus movimientos.

Incluso, aunque Rook había estado gritando desesperado, durante todo el rato, ella le había mirado de forma viciosa, como si quisiera engullirlo.

La forma en la que podía burlarse de él hasta en tal condición le hizo tener tanto miedo que no podía lidiar con ello.

Rook estaba muy asustado de Riku, tanto que no podía soportarlo.

Iba a ser asesinado.

Cuanto más era esquivada su espada, el miedo se intensificaba, y el futuro donde caía mientras tosía sangre comenzó a aparecer en su mente.

Estaba asustado.

Un miedo que se sentía como la oscuridad gradualmente envolvió su cuerpo y comenzó a dominarlo.

—¡Déjame matarte de una vez, mierda! ¡Maldito Demonio!

—… Ya veo, solo llegaste a esto.

En ese instante el miedo había ganado a la ira por la muerte de Selestinna.

La locura que había estado mostrándose en los ojos de Riku desapareció como una ola del mal alejándose. Antes de que Rook pudiera reaccionar al cambio, recibió un fuerte ataque en su estómago.

Con una fuerza que excedía la del joven, ella lo golpeó con su codo izquierdo.

—¡Guha!

—Estas lleno de aperturas. ¿Me preocupé demasiado? —murmuró Riku mientras bateaba a Rook con su brazo, aprovechando que él se había inclinado por el dolor en su estómago.

Rook no pudo esquivarlo, ni tuvo tiempo para protegerse.

Con una velocidad tan rápida como un látigo, la pierna de Riku golpeó su costado.

—¡Ouch!

Su cuerpo salió volando por el ataque. Se estrelló contra un muro violentamente y cayó al suelo. Gimiendo de dolor, Rook se arrastró por el suelo teñido con sangre, y se acurrucó para esperar el siguiente golpe.

Ya había tenido suficiente dolor.

Quería que dejara de doler aunque fuera un poco. Haciéndose bolita mientras se tapaba las orejas, se sumió en su propio mundo.

—…

Viéndolo actuar de esa forma, Riku le lanzó una mirada fría como el hielo.

Su intensa mirada parecía que haría sus emociones congelarse. Debido al miedo, Rook no era capaz ni de gimotear.

—Estoy sorprendida, ni siquiera opondrás resistencia… Siguiente líder de los Barusak.

Riku le apuntó con su espada plateada en silencio.

Siendo iluminada con la luz de la luna, el arma brilló con una tenue luz. El afilado filo de la hoja parecía representar el corazón de Riku.

Rook cerró los ojos suavemente.

Morirá aquí.

Porque quiso hacer un harem ideal, su hermana mayor se sumergió en su oscuridad, sus personas más preciadas fueron asesinadas una tras otra, y sus amigos murieron sin haber podido verlos.

Qué conclusión más patética para su vida.

Aunque no podía quejarse de nada de su vida anterior, cuando obtuvo una segunda oportunidad, acabó desperdiciándola.

Rook Barusak estaba a punto de dejar el escenario.

Había sido un sin sentido e inútil papel.

—Adios, Rook Barusak.

La vista de Rook quedó cubierta de negro.

En esa fría oscuridad, escuchó la resonante voz de su hermana mayor y el sonido de su espada cortando el aire con brutal claridad.

Gorrión
Lo sabes, lo sé, lo sabemos. Algo inesperado ocurrirá y el princes se salvará. Ojalá me equivoque

Nelea
Yo predigo... Que el Shinigami se va a meter, ya que desea su alma

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido