Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 44: Alcohol y un niño mimado

Traducido por Lugiia

Editado por Yonile


Cuando estoy a punto de acostarme en la cama, una herramienta mágica de comunicación brilla a mi lado. Es un artículo parecido a un teléfono, con forma de espiral y adornado con piedras en su superficie; un producto excepcional que incluso viene con modo silencioso y una función de contestar automáticamente. Implementaron ese modo ya que, si comienza a brillar o a sonar durante una aventura de camuflaje, es una bandera de muerte.

Usando mi poder mágico, acepto la llamada.

—Habla Rosarin.

—Ah, se conectó. Siento comunicarme tan tarde, Rosarin. Dirk está pasando por un mal momento, así que necesito tu ayuda. ¿Puedes venir ahora?

Mi querido Dirk… Bueno, ya que estamos comprometidos, solo Dirk debería estar bien.

—Me cambiaré de ropa, así que denme diez minutos. ¿Dónde se encuentran?

—¿No es demasiado rápido? Estamos en el Pabellón del Jabalí.

—Entendido.

Termino la llamada rápidamente y me cambio de ropa. A juzgar por el tono de Curtis, aunque no estaba desesperado, sonaba preocupado.

Algo parece haberle pasado a Dirk, así que echaré un vistazo por si acaso. Después de escribir una nota en la que digo que volveré por la mañana, vierto poder mágico en mi broche y activo la magia de teletransportación.

Mi campo de visión se sacude y, al instante, me teletransporto detrás del Pabellón del Jabalí en la capital. Este es el lugar donde, por lo general, Dirk va a almorzar. Es un establecimiento de comida durante el día y un bar por la noche. Los dueños del negocio son una pareja que no discriminan a los hombres bestia, así que viene aquí a menudo.

Toco levemente el timbre de la puerta. En ese instante, Curtis se fija en mí y corre hacia mi dirección.

—¡Viniste muy rápido, Rosarin! ¡Dirk está por allí! —exclama, empujándome por la espalda. Frente a mí, me espera una escena increíble.

—¿Hijo del marqués Rosweyde?

Dirk estaba discutiendo con el hijo del marqués. Qué extraño.

Se ha vuelto obediente desde aquel incidente y ha estado cuidando de Dirk de una u otra manera. La persona misma lo niega, así que no lo menciono.

—¿Estás aquí…?

¿No parece el hijo del marqués algo agotado? Dirk, por otro lado, parece llorar mientras bebe.

—¡Rosarin, quierooo ver a Rosarinn…!

Qué bonito. ¿Quiere verme? ¿Está llorando porque se siente solo?

—Ella está aquí.

No me señales con el dedo, por favor. Sin embargo, con su gesto, Dirk finalmente me reconoce y me mira detenidamente.

—¿Rosarin? —pregunta Dirk, ladeando su cabeza. Qué bonito. ¿Puedo abrazarlo? En el momento en que lo pienso, él me abraza mientras sigue sentado y empieza a frotar su cabeza en mi pecho—. Rosarin, te… te extrañé muchoo. No podía soportar no poder verte durante dos semanasss.

¡Oh, Dios mío! ¡¿Qué demonios es esto?! ¡Su linda actitud es un poder destructivo!

Las lágrimas, los balbuceos y el actuar como un niño mimado hacen a Dirk demasiado adorable.

—Ahhh~ —exclamo en voz alta.

—No te emociones tanto, idiota —dice el hijo del marqués Rosweyde, golpeando mi frente. Con eso, me calmo un poco.

—Curtis, ¿qué significa esto? —pregunto lo más tranquila posible.

—Bueno, te estabas dirigiendo al bosque de los Elfos, ¿verdad? Ese viaje suele durar unas dos semanas…

—¿Por qué no esperaste hasta que tuviera vacaciones para acompañarte? Eso fue bastante deprimente… —murmura Dirk sin poder soportarlo más.

—Entonces, Fizz le invitó a beber…

—Y esto fue lo que pasó…

Fizz es el nombre del hijo del marqués Rosweyde. Fizzlia Rosweyde es su nombre completo.

Bueno, ya que deben tener dieciséis años para beber alcohol en este país, no hay ningún problema. Por otra parte, parece que en Wolfanea es a los catorce.

Antes que nada, hay una cosa que quiero decir.

—Tenía la intención de volver el mismo día. Fui allí, montada en el dragón, con una piedra mágica de teletransportación para volver. —Al ver la expresión en sus rostros, decido enfatizar—: Pasar una noche era la estancia más larga que había planeado.

—En otras palabras, ¿lo que hicimos fue innecesario?

—No, agradezco su preocupación por mi futuro esposo.

En ese instante, Fizz se deja caer en la mesa, dejando ir la carga sobre sus hombros.

Curtis hace lo mismo. Lo siento, debería haberle avisado a Curtis o a Dirk sobre mi viaje.

Mi decisión causó que Dirk, quien normalmente no se emborracha, se emborrachara hasta este punto. Al parecer, pasó un mal momento debido a su depresión.

Dirk, con su cabeza enterrada en mi pecho plano… comienza a olerme. No lo hagas, hace cosquillas.

—Rosarin…

—¿Hm?

—Preocúpate por mí también, por favorrr.

¡Oh, Dios mío! ¡Este niño mimado! ¿¡Quiere matarme con su actitud!? Tiene la intención de hacerlo, ¡¿no es así?! Sus orejas están contrayéndose ligeramente mientras está acostado. ¡Ha, luce como un niño solitario!

—Es demasiado hermoso. Me alegro de estar viva.

Conmovida y con lágrimas en los ojos, le devuelvo el abrazo y froto mi cabeza contra él. Qué lindo. ¡Un Dirk borracho es una criatura muy adorable! ¡Buen trabajo, Curtis! Hijo del marqués Rosweyde, ¡tú también!

—¿Estás contenta…? —pregunta Curtis, tomando su alcohol con una expresión de agotamiento.

—¿Qué tal un poco de modestia? —reprende Fizz, asombrado.

—Rosarin, quiero que te quedes conmigoo. Quiero que estemos juntos de esta maneraa.

—¿Puedo llevarlo a casa conmigo? —pregunto, emocionada.

—Idiota, cálmate —exclama el hijo del marqués, golpeándome nuevamente. Por favor, deja de golpear la cabeza de una chica.

—Fizz, noo. ¡No puedes intimidar a Rosarin! —murmura Dirk, inflando sus mejillas. Dios mío, me resulta difícil no dejarme llevar… Dirk eres tan lindo que me duele. Parece que mi fetiche por él ha aumentado.

—¿Volvemos pronto al dormitorio de los caballeros? —pregunta Fizz, confirmando la hora con una herramienta mágica parecida a un reloj de bolsillo.

—¡Noo! Hoy dormiré con Rosarinn.

—Dirk, aunque tengas libre el día de mañana, sería malo que no volvieras, ¿verdad?

Dirk niega con la cabeza ante mis palabras, con grandes lágrimas saliendo de sus ojos. Como todavía lo tengo entre mis brazos, me hace cosquillas en el pecho.

—No, me quedaré con Rosarinn.

Con Dirk actuando como un niño mimado, ¿qué debería hacer? No me apetece decirle que regrese. Aunque le diga que lo traeré a casa conmigo, sería imposible caminar en medio de la noche en tal estado.

—Ha bebido mucho, ¿verdad? —pregunta una voz. En ese momento, la dueña del Pabellón del Jabalí se acerca a nosotros—. No conozco la situación, pero ¿qué tal si descansan arriba hasta que esté sobrio? Incluso, si desean, pueden pasar la noche.

—Estaremos a su cuidado —respondo de inmediato.

—¡Idiota! ¡Ten un poco de modestia! Un hombre y una mujer compartiendo cama… —comenta el hijo del marqués, haciendo que le dirigiera una mirada de disgusto.

—Este cuerpo mío es incapaz de realizar actos sexuales, no pasará nada —exclamo, molesta.

—Sería imposible sin el consentimiento de Rosarin. Después de todo, ella es la Reina Bruja del Juicio.

Cuando intento golpear a Curtis por sus palabras, esquiva mi mano. Como Dirk está aferrado a mi pecho, no puedo moverme más que esto.

—Además, siento que Dirk no me soltará aunque lo acompañe hasta el dormitorio de los caballeros.

—Ciertamente…

—Entonces, ¿pasarán la noche?

—Sí, ¿cuánto será?

Cuando pago la tarifa a la dueña, me entrega una llave.

—Es la más lejana en el segundo piso —responde con un guiño y se retira.

¿Qué piensa que pasará? No, siento que es mejor no preguntar.

—Entonces, ¿nos vamos?

—Lo diré por si acaso, no lo dejes ir.

El despreocupado Curtis y el serio hijo del marqués Rosweyde se llevan inesperadamente bien. Mientras regresan al dormitorio de los caballeros, los oigo charlar a lo lejos.

—Dirk, me quedaré contigo así, que vamos a la habitación.

—Sí…

Sonriendo tontamente, toma mi mano y comienza a caminar. Como está aferrado a mí, es complicado moverse. Sin embargo, poco a poco, logramos llegar a la habitación.

En ese instante, Dirk cae sobre la cama.

Intenté no pensar mucho en ello, pero… hay muchos bares que tienen una posada en el segundo piso. Me pregunto si, por lo general, lo utilizan los hombres malos que buscan sexo con las jóvenes borrachas… No, seguramente se utiliza para pasar la noche y ya. No obstante, cuando miro la cama matrimonial frente a mí y el baño a mi lado, solo puedo pensar en otra cosa. Quiero preguntarle a la dueña qué esperaba de una niña de siete años.

—¿Rosarin…?

Mi guapo prometido ladea la cabeza, extrañado que no esté a su lado.

—Primero, vamos a cambiarte de ropa.

Del baúl, saco una ropa de dormir de un hombre adulto. Como está borracho, a Dirk le es imposible desabrocharse bien los botones. Cuando le ayudo, los maravillosos abdominales que aparecen ante mis ojos son… un beneficio adicional.

La ropa de dormir habitual en este país es la misma para hombres y mujeres: del tipo de una pieza. Las personas con malas posturas para dormir suelen llevar también pantalones.

Coloco la ropa que le quité a Dirk en un perchero, para evitar que se arrugue. Cuando Dirk se quitó los pantalones hace un momento, pude echar un vistazo a su ropa interior. Era negra.

En ese momento, sentí que podía entender los sentimientos de un adolescente indefenso. Quería tocar, pero no pude.

Para apartar tales deseos mundanos, cuelgo mi chaqueta en el perchero, sobre la ropa de Dirk. También me quito la bolsa de mi cintura.

Mi atuendo ahora consiste en una camisa negra y unos pantalones cortos. Sin embargo, llevo medias altas hasta la rodilla. Los bordados mágicos de mi madre, aquellos que mantienen el calor y contienen protección, son mis favoritos.

Como este es el atuendo que me cambié en la aldea, será difícil que se arrugue, así que decido dormir sin cambiarme de ropa.

—Rosarin, ven aquí.

Ya que sus dos manos están extendidas en la cama, me lanzo hacia él. Siento que podía sumergirme entre sus brazos, pero no lo hago.

Cuando lo abrazo con todas mis fuerzas, Dirk permanece imperturbable. Aunque debería haberse movido un poco, solo se limita a reír.

—He, he, estamos soloss —comienza a decir, dándome varios besos en la cabeza—. Rosarin, el príncipe se ha vuelto más atractivo, ¿no?

—¿Cuál de los dos?

El segundo príncipe es con quien juego relativamente a menudo, pero acudo al primer príncipe cuando tengo algo de lo que quejarme, así que soy cercana a ambos.

—Los dos.

—Pero, no ganarán contra mi Dirk.

—¿De verdad lo crees…?

Sus ojos de color ámbar tiemblan con inquietud. Tocando suavemente sus mejillas, coloco mis labios sobre los suyos.

—Por supuesto. ¿Crees que besaría a un hombre inapropiado?

—En efecto, Rosarin no haría algo así…

—Hueles a alcohol.

—¿Eh? ¿Apesto? —pregunta, sorprendido.

Ahhh, qué lindo. ¡Dirk siempre huele bien! Por lo tanto, ¡deja de temblar de miedo como un animal pequeño, por favor!

—No, hueles bien, solo es un poco diferente de lo habitual.

Cuando abrazo a Dirk con fuerza, lame mi cuello… ¿Eh?

—Delicioso…, Rosarin siempre tiene un olor dulce. Siempre quise hacer esto.

Hasta hace un momento, estaba encima de Dirk, pero mi campo de visión cambia de repente y ahora él se encuentra sobre mí. Además, está inmovilizando mis dos manos con la suya, así que me es imposible escapar.

Dirk empieza a lamerme como loco. El cuello, la clavícula, el interior de mi oreja. Me siento babeada y pegajosa. Mi camisa es de botones y, por lo general, dejo a la vista un poco de mi pecho. Sin embargo, en estos momentos, es imposible ver mis senos desde ese ángulo. Su mano libre tantea mi cuerpo, intentando llegar a lugares peligrosos. Se me ocurre utilizar magia para desintoxicarlo del alcohol y hacer que recobre su juicio, pero me es imposible. Dirk es… inesperadamente hábil. No tengo con quien compararlo, pero no me da ningún momento para concentrarme en usar magia.

Justo cuando pienso que más que esto sería peligroso, sus manos se detienen.

—¿Eh?

Su gran cuerpo cae sobre mí, haciendo que gima bajo su peso. Cuando soy capaz de evaluar lo que había pasado, oigo su respiración regular. ¡¡Es increíble!! ¡¡No puedo creer que se haya dormido en medio de todo!!

Arrastrándome fuera de su cuerpo, como venganza, tomo un baño y me voy a dormir.

No estoy decepcionada. ¡¡En absoluto!!

5 respuestas a “Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 44: Alcohol y un niño mimado”

Responder a Lugiia Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido