Sustituta vs Príncipe – Capítulo 3

Traducido por Niddhogg

Editado por Luzbri

Corregido por YukiroSaori


La condecoración de la corona, que usaban los hombres, le daba un gran atractivo al lazo alrededor de sus cuellos, con un heróico león rugiente unido a este. Ese mismo león me miraba con furia, dominandome con su presencia.

El grueso y, hábilmente acabado, bordado azul marino y dorado, brillaba en la túnica blanca con una sensación de compostura y dignidad. El hilo azul marino, que coincidía con el color de ojos de su alteza, representaba el patrón de la familia real; plumas, dibujadas con hilo dorado, revoloteaban hasta la tierra. No hace falta decir que el motivo de las plumas, eran las alas de Leonoz. Nadie, excepto los funcionarios del templo, o la realeza, se les permitía usar el uniforme del mensajero divino dorado. Desde la punta de sus ropas hasta llegar a la punta de los zapatos de cuero pulido, me sentía diminuta por la intimidante sensación de realeza que emitía.

—¿Te importaría si fuera descortés y me sentara a tu lado?

No existe un caballero que se siente junto a una dama sin previo aviso, pero… tenía la clara impresión de que su alteza solo lo dijo por mera formalidad. Él se inclinó sobre el banco que Peko dejó vacío, sin esperar mi permiso.

Cambiemos. Regresame a mi chica del casco.

Con las maleducadas miradas que penetraban cada uno de mis costados, resultaba difícil mantenerse quieta. Que la hija de un aristócrata de baja clase, estuviese tan cerca de su adorada alteza, inaudito, ¿verdad? A solas, incluso.

Cometí un error con mi tensión inicial. Me había abstenido de actuar como si pudiera desmayarme de la alegría. En dicho tranquilo ambiente, podía imaginar la cantidad de gritos “¡Kyaaa! ¡Kyaaa!” que generaría el invitar a alguien. Sería un escándalo. No quisiera iniciar ningún rumor vergonzoso que evite que pueda permanecer con ustedes, mis queridas hierbas.

—Ya he sido grosera. Por favor, su alteza, continúe; tómese su tiempo y descanse.

—¿Necesitas estar tan apresurada?

¡Oy! ¡Haciendo algo como jalar hacia abajo mi falda, esto es un comportamiento realmente inadecuado para alguien como el príncipe! ¿Debo informarle a la señorita Cecille acerca de esta caña? Con la combinación de raíces, hojas y la aleta de una cola de tiburón. convertiré las orejas de su alteza en orejas de gato! [1]

Si algo como eso sucediera, sería un interesante desarrollo.

—¿Podría, por favor, amablemente retirar su mano?

—Me disculpo por ser grosero. Eso fue porque había basura colgando de su vestido.

Perdón por dudar de usted, su alteza. Porque la hierba muerta, el barro y la tierra son mis preciosos y amados amigos, no lo noté, pensé con ociosidad mientras pellizcaba una hoja entre mis dedos y reflexionaba sobre mi comportamiento para el día después de mañana.

—¿No llevas sombrero? —me preguntó.

¿Tiene curiosidad por el pañuelo? ¿Tiene sospechas de por qué no estoy mostrando mi rostro? Si, es lo último, eh. 

—Si, bueno… mi cabeza es grande, así que rara vez encuentro sombreros que coincidan con mi tamaño.

Supongo que razón por la que no le dije la verdad, es que en el fondo estaba preocupada por su respuesta; de llegar a ser vista como una mujer por un momento. Me dio una sonrisa complaciente, y de pronto su mano se deslizó a lo largo, de modo que acunaba un lado de mi rostro.

—¿Es eso así? Sin embargo, luce tan pequeña comparada con mi mano. Mira.

Solo un “¡eek!” sonó desde mi garganta. ¿Nadie podría alabarme por no dejar escapar un grito? En primer lugar, en una situación como esa, donde un noble de bajo rango entra en contacto físico con la realeza, no debería suceder. Solamente se saludan, y eso como mucho.

Sintiendo como acariciaba ligeramente el pañuelo que cubría mi cabeza, me tensé cuando cayó detrás de mi cabeza y encima de mi cuello con un suave sonido sordo. Inmediatamente retiré la mano que exponía mi rostro desnudo, mientras el astuto chico sonreía con fingida inocencia. No se parecía en nada a la de Peko.

Este chico, oi. ¡¿Me tiene como objetivo?! 

—Señorita Theresa, ¿de qué familia forma parte?

Preguntando acerca del apellido de mi familia, yo, quien colgaba del borde inferior de la nobleza, tardíamente di una respuesta.

—Perdone mi falta de respeto. Mi nombre es Theresa Ruff Dalton, su alteza Ikuta.

Junté las palmas de mis manos sobre el centro de mi pecho una vez más e incliné la cabeza. Usé ambas manos para demostrar respeto y aprecio, además significaba que no pretendías traicionar a tu acompañante.

—Dalton… ¿La residencia del barón Dalton?

—Si. Recibí una invitación para participar como una de las candidatas para su alteza. Es un honor que no merezco.

—Entonces ya nos hemos visto antes, ¿verdad?

—Le he conocido hace tres días.

No levanté la cabeza.

El segundo príncipe parecía decidido a indagar sobre su propio recuerdo del acontecimiento. O, más precisamente, él está mirándome fijamente.

En mi mente se me ocurrió que si sacaba la lengua, golpeaba mi frente con el puño y pronunciaba un “Teehee☆” podría conseguir que recordara, pero esa fiesta del té se convirtió en un oscuro, muy oscuro pasado. Así que te lo ruego, deja que ese incidente siga enterrado en los anales del tiempo.

—Me parece que mi estimada cuñada te conocía desde antes.

—No, nos conocimos por primera vez el día de hoy.

—Sin embargo, ustedes dos parecían estar charlando íntimamente

¡Lo sabía! Ahí viene. 

La ex heroína Peko y yo, no había nada en común que nos pudiera unir. Era inevitable no sospechar de nuestra cercanía debido a la franca conversación que teníamos. Sin embargo, estaba reacia a mirar nuestra relación de ese modo. Preguntándome si podría recordar correctamente cual es mi posición social al responder, asentí en respuesta silenciosa al cuestionamiento en su mirada.

—Acababa de hacer una petición al jardinero para que me dejara ayudar en el cuidado del jardín de hierbas cuando la venerable heroína me honró con su presencia. Es una persona muy agradable, ¿no? Ella se vio obligada a hablar con franqueza como yo también.

—Sí. Mi cuñada es una persona amable.

¿De dónde vendrá la intimidante presencia de la realeza? El joven se relajó y me mostró una sonrisa orgullosa, se notaba que adoraba a su cuñada. Supuse que ese era el motivo por el cual estaba tan preocupado por averiguar y comprobar.

Se consideraba que un “héroe” era una existencia especial. Para una nación, para un país, para el mundo.

Los cielos extendieron su dominio a través de las tierras sin mares y las tierras sin montañas. El Dios del cielo, Mia, quien observaba a cada hombre a lo largo y ancho del mundo. La heroína, con la noble bestia sagrada siendo el mensajero del Dios supremo, guiandola, derrotó al rey demonio como decía la leyenda, la paz regresó al mundo, pero ella no regresó a su mundo. ¿Cuál fue el resultado? Todos los países la buscaban para sus propios deseos y propósitos, tratando de robarla.

Entonces, Riona terminó monopolizandola, pero de acuerdo a las historias que he escuchado… Cuando nuestro país la llamó, los cuatro países costeros decidieron abrir sus puertos. Delegaciones de muchas naciones inundaron el palacio real, y los barcos cargados con regalos desembarcaron en los muelles. Decían que no podía verse la superficie del mar. También se dice que los hermosos regalos enviados y los deslumbrantes presentes eran más que un espectáculo para la vista; Oh cielos, eran tentaciones que no debían ser vistas.

Mirando hacia atrás, el jardinero había entrecerrado los ojos en mi dirección.

Desde jovencitos bonitos, a hombres de mediana edad con auras de refinada masculinidad hasta, dos hermosas chicas y mujeres, se escogió lo mejor de lo mejor para tratar de dar con la clave para conquistar al héroe. Se pensaba que el príncipe heredero, quien había atrapado en primer lugar a la heroína entre sus brazos, haría algo como rechazar a los enviados. Sin embargo, contrariamente a las expectativas, se dice que él concedió las audiencias con un rostro sonriente… digno de alguien con un montón de arrogancia.

Solamente los descendientes directos del regente actual pueden portar la condecoración de la corona con la “Joya del sol”. La gente aparentemente piensa que Peko fue premiada debido a sus logros, pero yo pensé en otro motivo. Actualmente ya es la “nuera”. El conjunto con el anillo del príncipe heredero sugiere que ella probablemente se convertirá en la futura reina.

Los delegados que tuvieron una audiencia con ella notaron con una sola mirada que, ella era del tipo de persona que no podía captar la malicia ni el egoísmo de los países visitantes. Era una manera desagradable de hacer las cosas. Sin embargo, Peko habló alegremente del príncipe heredero, así que… Que la condecoración de la corona no sea una cadena intentando atarla a este país y que el anillo existe para protegerla de las malas intenciones, es algo que esperaba fuera cierto. No conocía la personalidad del príncipe heredero, pero lo describen como un hombre genial, tranquilo y guapo. La única cosa de la que estaba segura es que, a diferencia de los rumores, era un tipo astuto que tenía mucha confianza en sí mismo.

Ahora bien, tenía que averiguar qué podía hacer con su hermano menor.

Su alteza había estado mirando mis manos, observando secretamente de soslayo. Quizás estaba viendo el barro metido entre los espacios debajo de mis uñas.

—Así que, escuché que ayudaste a cuidar del jardín, ¿tienes interés en las hierbas medicinales?

Era consciente de que mi expresión cambió a la velocidad de la luz.

¿Escuchan eso? ¿Cómo dices? ¿Quieres preguntarme algo? Oh, quieres escuchar acerca de las hierbas medicinales, ¡te atrapé! ¡así que abre tus oídos y escucha!

—Si, correcto, um… ¡¿enserio?! La jardinería es mi hobby, espera, ¡no! ¡Es mi razón de vivir, mi razón de ser! Como se esperaba del palacio real, su jardín de hierbas es espléndido, ¿no lo es? Binzsade, Gondorut, Gushubet… ¡Le haré saber que todas son especies preciosas y difíciles de cultivar!

—Señorita Theresa.

—Además, tienes que cambiar el suelo. Cuando hay un montón de nutrientes alrededor; “Oh, no, he ganado peso. ¡Estoy tan avergonzada! He, he, he, he” dirán las semillas mientras crecen maravillosamente con gruesas hojas. Mientras que cuando los nutrientes son escasos; “Así que moriré por nada, eh. ¡Tú bastardo!” Ellos dirán, porque solo las semillas con frutos de alta calidad vivirán. Es por esto que los parterres de allá y por este camino, sí, cerca de usted, están separados en bloques. El riego es esencial también. Si exagera con el agua, no es bueno; también hay tipos que atraen fácilmente a los insectos. Por supuesto, es sentido común, pero en la categoría de “insecto” están los insectos útiles y las plagas. ¡Por esta razón, no puede simplemente exterminarlos! Aumentar la variedad de especies en un mismo lugar demuestra lo distinguido que es el arte. La técnica y el saber como; ¡Lo tengo todo!

—Señorita Theresa.

—Aah, me pregunto qué tipo de fertilizante usarán. ¿Una variedad? ¿O una combinación? Antes de que regrese a casa, sin falta, definitivamente le preguntaré al- —El sonido de un aplauso producido por sus manos golpeándose la una a la otra, fue lo que detuvo la lista de fertilizantes en mi cerebro. Su alteza, quien aplaudió una vez para captar mi atención, me observaba con una expresión similar al asombro.

Tenía la corazonada de que atraje su atención de forma distinta a lo ocurrido en la fiesta del té, pero creía que era un miedo infundado.

—Suficiente, he comprendido bien el interés que tienes por las plantas medicinales.

—Perdóneme, me disculpo. Estaba emocionada y me dejé llevar por el momento…

¿Suficiente? No he hablado lo suficiente, ¿sabes? 

Aunque no pude expresar por completo ni una milésima parte de mi amor por esos chicos, bajé la cabeza con gracia y lo dejé ir.

—¿Entonces? Hace un momento, has dicho qué le preguntarías a alguien acerca del fertilizante. ¿Es esa persona Bruno?

—Sí. Si observo el jardín de hierbas, con una simple mirada, puedo entenderlo. Pero junto a un gran conocimiento de las plantas, Bruno también tiene un profundo afecto por ellas. Espero poder pedirle lecciones en el tiempo restante que me quede, si es que puedo.

—¿Qué quieres decir con “tiempo restante”?

—Naturalmente, no tengo intenciones de interferir con su trabajo. Planeo observar en mi tiempo libre, esto es a lo que me refiero.

—Eso no es lo que estoy diciendo… —Se quedó en silencio de pronto, por alguna razón su alteza comenzó a mirarme intensamente. Luego acercó su rostro al mío.

¿Oh? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto? ¿Su alteza es miope?

¡Mi vista era extremadamente buena! Miré la punta de la nariz del rostro de su alteza, y me pareció increíble que sus pestañas fueran tan largas oh, espera. ¿Tengo barro en mi cara por casualidad? Estoy considerando algo como eso.

—Esta es la escena donde cierras los ojos, ¿verdad?

—¿Hay barro pegado en mis párpados?

Mientras me frotaba los ojos con el dorso de mi mano relativamente limpio.

—¡Pffff! —Su alteza estalló en una estruendosa risa, su cuerpo se dobló por la mitad al tiempo que golpeaba la superficie del banco.

Si no me miro en el espejo, no lo descubriré, pero… Tal vez es culpa de frotar mi rostro, quizás el barro se extendió. Supuse que mi cara era como la de un panda… Sin embargo, si sigue rugiendo en carcajadas así, como una mujer, es imposible que pueda considerarlo divertido.

¿No vas a hacer algo como ofrecerme tu pañuelo como un caballero, o pretender que no ves?

Cuando miré al desalmado de su alteza, el chico murmuraba los restos de una disculpa en medio de risas. Luego levantó la parte superior de su cuerpo. Sus ojos azul oscuro brillaban… él rió tan fuerte que que las lágrimas bajaban de sus ojos.

¡Este maldito chico!

—Tú… tú eres una persona extraña, ¿eh?

—Esta es la segunda vez en el día en que alguien me lo dice.

—Ha, ha, ¿la primera vez fue mi cuñada? Pero, realmente has cambiado. Eres una candidata a novia, y, sin embargo, ¿estás pensando en regresar a casa? ¿Has venido para decirle a tus padres “quiero ir al palacio real!”? ¿O te desagrado?

De seguro es difícil escoger entre ambas opciones. Voy a ejercer mi derecho de mantenerme en silencio y pacientemente esperaré su respuesta.

—Es la primera.

—Cuánta honestidad. Sin embargo, hay algo más que no has dicho. No tienes interés en mí, ¿verdad?

No podía decirle directamente que no tenía interés por muchachos jóvenes. Eso hubiese sido una completa idiotez. Guardé silencio prudentemente. En respuesta a mis acciones, su alteza se rió una vez más.

—Tu elocuente silencio responde de todos modos, señorita Theresa.

Soy una auténtica idiota. ¿No son los ojos de su alteza como los gusanos de col descubriendo frescas hojas nuevas?

Pude imaginar claramente nubes negras envolviendo mi jardín de la vida color de rosa, que yo contemplaba con felicidad y deleite. Así que, no podía decir dónde quedó mi plan de crear un aire elegante sin destacar o hacer jaleo, el que había creado para tratar con la posibilidad de uno en un millón de captar la atención de su alteza.

¡Un plan de acción perfecto, mi trasero! ¿A quién se le ocurrió esto? 

El plan que implicaba pretender una absoluta falta de individualidad para que no reconociera ni mi nombre ni mi rostro, se derrumbó como si nada.

Lo mejor que podía hacer en esa situación era lograr una evacuación temporal. Me imaginé que solicitar su permiso para marcharme, era como decir un trabalenguas. Así, siguiendo el ejemplo de su majestad, sin esperar autorización, me retiré del frente de batalla.

—¡Señorita Theresa, se le olvidó esto!

Cuando miré por sobre mi hombro, su alteza agitaba ligeramente un trozo de tela. Era el listón que usé para atar el dobladillo de mi vestido a mis tobillos; Lo había puesto en el banco cuando hice una reverencia. Así es, lo había olvidado por completo. Al ver que no se levantó, era como si su alteza quisiera hacerme regresar a la banca por segunda vez. Pero no lo iba a complacer. No había ser humano que sabiendo, se sumerja en la trampa de arena de una hormiga león. [2]

—No lo necesito.

—Entonces, ¿estás diciendo que me estas confiando esto a mi? ¿Significa un “ven a visitarme luego”?

¡Como si tuviera ese tipo de significado!

Su sonrisa de imbécil era odiosa.

Apretando los dientes con rabia, recuperé la compostura de un adulto con una respiración profunda; apenas conseguí levantar la comisura de mis labios.

—Por favor, ignórelo. Es innecesario para usted, su alteza, ¿verdad?

Después de eso, con toda seguridad, huí a toda prisa de la malvada presencia del diablo en el jardín de hierbas.

¿Qué tipo de consecuencias traería esta cosa que olvidé más tarde? Probablemente no lo sabía en ese momento.


[1] Hace referencia a la condición de la caña como una plaga. Es una especie que suele dañar a las demás plantas, impidiendo su crecimiento. Así que lo está llamando un hombre miserable, una plaga.

[2] Hormiga león: pequeño insecto que hace una trampa de arena para cazar a sus presas.

13 respuestas a “Sustituta vs Príncipe – Capítulo 3”

  1. Anessa… Dios mío, niña, tu plan era maravilloso pero tuviste que ir y demostrar individualidad ¡debiste lanzarte sobre el príncipe y tratar de chuparlo como si el gen de la dignidad te hubiera sido negado!!
    Me decepciona, Anessa, ibas tan bien…. u_u
    Gracias por la historia, espero que algún día reciba.

  2. Espero que puedan continuar con esta historia , Anessa te encontraste con un jared , que ahora no te dejara en paz y seras su juguete de diversión

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