Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 9: Así es como el villano y yo… (4)

Traducido por Shroedinger

Editado por Hime

—Ven aquí y siéntate. ¿Quieres un café? Estaba a punto de tomarme una taza. —dijo Yuri.

—Sí, me encantaría. —le contestó Anne-Marie.

Mientras las dos chicas se sentaban una frente a la otra, las miradas de las personas a su alrededor no dejaban de fijarse en ellas. Sin embargo, tanto Yuri como Anne-Marie acostumbraban que la gente las mirara, así que continuaron con lo que estaban haciendo sin prestarle la menor atención.

—Oh, y aquí tienes. Esto es lo que me pediste esta mañana.

La bolsa de papel que le entregó Anne-Marie contenía medicamentos de la clínica. Yuri pensó que lo que tenía en casa no era suficiente, así que cuando se la encontró de camino al trabajo, le pregunto por esto. La rubia no hizo ninguna pregunta; ella podría haberlo creído cuando Yuri dijo que solo estaba preparando las medicinas en caso de una emergencia.

—Gracias. Iba a ir a buscarlo yo misma cuando saliera del trabajo hoy. El costo…

—No tienes que pagarme. Me das café todo el tiempo. Y también le das dulces a Hestia cada vez que la ves.

Anne-Marie sonrió dulcemente y negó con la cabeza. Debido a que ella se negó firmemente, al final, Yuri no pagó nada. A cambio, tuvo especial cuidado al prepararle el café.

Después de que Anne tomara un sorbo de su café, sus ojos verde pálido se agrandaron y Yuri se sintió satisfecha.

—Señorita Yuri, puedes parar aquí por hoy.

El tiempo pasó volando y en algún momento llegó a la hora de cierre de la cafetería.

—Entonces, nos vemos mañana.

Yuri se despidió y salió de la tienda. Pero a medida que se acercaba a su casa, sus pasos se ralentizaron. Ella no quería ir a casa por alguna razón. No importaba si los ojos de ese hombre estaban abiertos o cerrados, sentía que se molestaría de cualquier manera.

Como era de esperar, ¿Debería haberlo dejado afuera?

Si tan solo hubiera sabido que manejar esto sería tan problemático…

Quizás el sub-villano apretaría los dientes ante esta situación, pero Yuri realmente lo lamentaba aunque fuera un poco. Mientras tanto, la distancia hasta su casa se fue reduciendo gradualmente.

En consecuencia, la morada a la que finalmente llegó estaba en silencio.

Yuri caminó hacia el sofá de la sala de estar y se acercó al hombre que yacía sobre el mueble, quien se hizo aún más claro. Su cabello rubio estaba suelto sobre el cojín, fluyendo como la dulce miel.

Sus pestañas bajas eran más largas de lo que pensaba, y también poseían el mismo tono dorado que su cabello. Las líneas rígidas pero delicadas de su rostro estaban medio iluminadas por la luz, y su apariencia era tan impecable que uno se preguntaba si aquello era lo que vio la mítica Psiquis cuando conoció a Eros.

Además, tal vez porque la luz estaba enfocada en él mientras el entorno era oscuro, o tal vez porque su rostro parecía enfermizo; rezumaba una especie de encanto decadente. Si otra mujer estuviera parada allí en ese momento, habría sentido que su corazón se aceleraba. Pero para Yuri, ese hombre era solo el sub-villano que llegó a la casa equivocada.

Abrió la ropa del hombre y volvió a examinarlo. Tenía vendas por todo el cuerpo, con sangre filtrándose a través de ellas. Ayer, ella se había dado cuenta de que no solo su pecho, sino que también su cuello estaba lesionado, por lo que también lo trató. Él aún no había despertado. Teniendo en cuenta lo herido que estaba, era natural.

Honestamente, Yuri había pensado que él podría morir. El día anterior se había esforzado un poco, así que de fallecer, le hubiese apenado un poco, pero la vida o la muerte de Lakis Avalon no era realmente importante para ella. Cuando regresó hoy, su pensamiento fue: si él vivió, vivió; si murió, murió. Para ella, cualquiera de las dos opciones estaba simplemente fuera de su control.

Pero aquí seguía, sobreviviendo y respirando. A diferencia de la novela, la heroína no estaba aquí para cuidarlo meticulosamente y ayudarlo con todo su poder. En este punto, se podría decir que el ex rey tenía la fuerza vital de una cucaracha.

Yuri exhaló un largo suspiro y soltó su cabello que mantuvo atado durante el trabajo. Luego miró a través de la bolsa de papel que Anne-Marie le había dado ese mismo día.

…Ya que él estaba vivo, ella solo haría lo que pudiera, de nuevo.

Parecía que cuando ella lo pateó al parterre la noche anterior, sus heridas se habían abierto aún más. Mientras Yuri movía sus manos, se preguntó por qué estaba haciendo este tipo de trabajo con el sub-villano cuando ni siquiera estaba hecha para eso. Entonces, justo cuando sus dedos tocaron el cuerpo del hombre…

En ese mismo momento, él respiró hondo y sus ojos se abrieron de golpe. Al mismo tiempo, un agarre firme tomó la mano de Yuri. El torso de Lakis se levantó mientras sus densos músculos se tensaron. Su movimiento fue apresurado y brusco, como si alguien se despertara repentinamente de una pesadilla.

No parecía que hubiera estado despierto todo este tiempo mientras fingía dormir. Era más como si su conciencia se despertara en el momento en que la mano de alguien tocó su cuerpo.

Su cabello dorado brillante cayó suavemente frente a sus ojos. Debido a que el hombre se había levantado abruptamente, sus respiraciones dispersas y las superficiales inhalaciones de Yuri se mezclaron en una sola.

Debería ser muy doloroso debido a que la herida se abrió, pero él no pareció sentir nada de eso. No, era más como si no hubiera tenido tiempo u oportunidad para darse cuenta.

Sus ojos se encontraron a casi una pulgada el uno del otro. Los ojos azules llameantes parpadearon violentamente, pareciendo tragarse todo lo que veían. Yuri vio el veneno ardiendo ferozmente en esos ojos. Aparentemente Lakis Avalon aún no estaba completamente despierto, como si estuviera atrapado en una pesadilla.

—Recuéstate.

Una voz baja fluyó de los labios rojos que habían estado firmemente cerrados hasta ahora. Incluso en esta situación, su voz era extrañamente tranquila y serena, lo que hacía que uno se sintiera extraño. Sus plácidos ojos rojos no se diferenciaban de su voz.

—Acuéstate y vuelve a dormir.

La voz tranquila y monótona sonaba en cierto modo como una canción de cuna. En realidad, no era para nada como una voz cantante.

—Al menos, no hay nadie aquí para amenazarte en este momento.

Después de decir eso, Lakis levantó la mano y lentamente le empujó los hombros hacia abajo. Mientras lo hacía, el cuerpo de roca del chico fue movido lentamente hacia atrás. Finalmente, las brasas de las emociones que ardían en sus desenfocados ojos azules comenzaron a apagarse. Incluso la mano que apretaba la de Yuri perdió fuerza y se soltó. Después de cargar abruptamente contra ella como una bestia salvaje, Lakis Avalon se quedó dormido en silencio, como si se hubiera desmayado de nuevo.

Un par de ojos rojos indiferentes observaron en silencio su apariencia. Su mano, que había estado presa de su agarre hace unos momentos, dolía como si la hubieran aplastado. Incluso cuando Yuri lo maldijo por dentro como un bruto ignorante, ella lo acostó en el sofá correctamente.

Pero al momento siguiente, vio algo que la hizo girar tan rígida como una piedra.

—Este maldito…

Yuri finalmente maldijo en voz alta. Se llevó la mano a la frente mientras miraba los vendajes que ahora estaban empapados en sangre nuevamente.

“La herida… se abrió de nuevo. Gah, este maldito sub-villano…”

Una vez más, Yuri consideró seriamente dejarlo morir, esa vez en serio, pero finalmente lo soportó y grabó este asunto en su corazón.

Un hilo delgado se extendió de nuevo desde la punta de sus dedos. Fue otra larga noche.

Cuando el hombre se despertó de nuevo al día siguiente, amanecía. En ese momento, Yuri estaba de pie junto a la ventana, mirando el sol naciente junto a las cortinas a medio enrollar.

Luego notó un cambio en la respiración detrás de sí. Y al salir, lo encontró acostado en el sofá con los ojos abiertos.

—Estás despierto.

El sol era cegador afuera de la ventana y rociaba generosos rayos de sol en su marco. Quizás fue gracias a esto que la expresión de Lakis Avalon lucía algo deslumbrante cuando la miraba.

Sus rígidos ojos azules, medio entrecerrados, vieron la figura inmóvil de Yuri junto a la ventana. Por alguna razón, parecía que el flujo de aire en la habitación había cambiado sutilmente.

Después de ver al hombre que contenía la respiración como si el tiempo se hubiera detenido, la chica volvió la mirada hacia el cristal.

¿Es la luz del sol demasiado fuerte para alguien que acaba de despertar?

Una mano esbelta se estiró y bajó la cortina, bloqueando los haces que se colaban hasta el interior. Afortunadamente, la luz que iluminó la casa permaneció encendida durante la noche, por lo que no cayó en la oscuridad total.

—¿Cómo te sientes?

La misma voz tranquila de la noche anterior llenó la habitación. Yuri se apartó de la ventana y se acercó un poco más a Lakis. Pero se detuvo a una distancia razonable. Aunque actualmente estaba gravemente herido, hasta hace poco era el rey del inframundo. No había nada de malo en simplemente tener cuidado.

—Tu herida podría abrirse, así que no te levantes de repente como lo hiciste anoche.

Por lo tranquila que era su voz, sonaba como un consejo, aunque en realidad era una advertencia. Si Lakis volvía a moverse descuidadamente y su herida se abría, no pensaba volver a tratarlo.

¿Cómo puede hacer ese trabajo laborioso por tercera vez? Ella se negaba a hacerlo.

Afortunadamente, parecía entender lo que ella decía, y no se levantó descuidadamente como el día anterior. Pero por un instante, cuando sus miradas se encontraron, la confusión brilló en sus ojos.

2 respuestas a “Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 9: Así es como el villano y yo… (4)”

  1. Lakis mirando a Yuri es como “Sera ella mi ser amado” jajajaja me encanta la actitud de Yuri, pero luego recuerdo que es así a causa del experimento y me pongo sad
    Muchas graciiaaaaassss

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