Una generación de militares – Capítulo 20: La boda de Qing (2)

Traducido por Ichigo

Editado por Sharon


Dentro de la mansión, muchos de los parientes y oficiales reales vinieron a ver la ceremonia. Como resultado, estaba muy lleno. Gu Yun buscó ansiosamente la habitación donde Zhuo Qing estaba descansando. Desde lejos, pudo ver que el vestíbulo estaba lleno de gente. Entrecerró los ojos y vio que Luo Xi Yan sostenía a Zhuo Qing, caminando hasta el salón principal.

Gu Yun se abrió paso entre la multitud y finalmente entró en el salón principal.

—¡La pareja presenta sus respetos! —escuchó decir a los oficiantes de la ceremonia.

Los ojos de Luo Xi Yan estaban claros, pero su rostro estaba algo enrojecido. Probablemente había estado bebiendo mucho vino. Parada en el vestíbulo, Gu Yun se preparó para contarle a Qing el problema una vez terminaran de ofrecer sus respetos.

—¡Primero, respeta la tierra y el cielo!

La voz del oficiante era fuerte. Las dos personas se inclinaron profundamente hacia los cielos.

—¡Segundo, presenten sus respetos a los ancianos!

Dándose la vuelta, ambos se inclinaron ante sus mayores.

—Marido y mujer…

El sonido comenzó cuando una voz masculina más digna interrumpió el último respeto.

—¡Un Decreto Imperial ha llegado!

Todos se giraron. Vieron a Su Ling y Dan Yu Lan, sosteniendo el brillante decreto en su mano. Todos pensaron que, como el emperador no podía asistir en persona, había escrito un decreto para felicitar la boda del Primer Ministro Lou. Se hicieron a un lado para hacer un camino, dejando a las dos personas entrar en el vestíbulo sin problemas.

Gu Yun y Su Yu se miraron el uno al otro. Él sacudió la cabeza.

—¡Cálmate, veamos que pasa antes de que hablemos de nuevo! —le susurró.

Su Ling miro a Gu Yun que estaba en la multitud. Ella le devolvió una mirada fría. Su Ling se lamentaba en secreto, él tampoco quería causar problemas en la boda de alguien, pero ¿qué podía hacer? El Emperador…

Apenas se las arregló para vivir en paz con ella. ¡Después de hoy, tenía miedo de que esa clase de paz no existiera más!

Lou Mu Hai se rió audazmente.

—¡General Su, Ministro Dang! ¡Pensé que ustedes dos no podrían beber el vino de la boda!

Siempre había admirado al ejército de la familia Su. Durante este tiempo de asedio, se sintió muy feliz de poder luchar a su lado. Su impresión de Su Ling estaba mejorando.

Los rostros de Su Ling y Dang Yu Lan estaban algo rígidos, y se rieron a secas.

—¡El viejo general está siendo educado!

Estaban asustados de no poder beber esas copas del vino de la boda.

Dan Yung ligeramente tosió.

—¡Por favor acepte el decreto, Ministro Lou!

Todos se arrodillaron y el sonido de los tambores y las campanas se detuvo. En ese momento, el vestíbulo, que estaba lleno de gente, se quedó totalmente en silencio.

Dan Yu Lan tomó el decreto. Después de mucho tiempo, leyó:

—Recibiendo la bendición del Cielo, el Emperador decretó: Los rebeldes del noroeste han sido capturados. Los rebeldes conspiraron que conspiraron con Lou padre e hijo para robar el tesoro con la intención de rebelarse. ¡Se decreta que Dan Yu Lan, de la División Ti Xing, y el General ZhenGuo sean testigos del encarcelamiento de Lou padre e hijo!

¡Encarcelamiento! ¡¿Cómo pudo pasar esto?!

Las voces comenzaron una vez más a llenar el vestíbulo que había estado muy tranquilo. ¿Quién hubiera pensado que el siempre glorioso Lou Xi Yan de repente sería encarcelado?

Los latidos del corazón de Gu Yun eran veloces.

¡¿Qué clase de evidencia han dado para dejar que Yan Hong Tian decrete el encarcelamiento de Lou Xi Yan?!

Lou Mu Hai se sorprendió.

—¡Absurdo! ¿Me están incriminando? ¡Iré contigo de inmediato y me enfrentaré a esos rebeldes! La familia Lou siempre ha sido fiel al país. ¿Cómo podemos tolerar este tipo de calumnias? —dijo furioso.

Lou Xi Yan permaneció en silencio. Dan Yu Lan solo se adelantó e hizo el gesto de seguirlo.

—Ministro Lou, el decreto no puede ser violado. Disculpe si lo he ofendido.

—¡Espere! —La mano blanca de Zhuo Qing se levantó. El velo rojo cayó lentamente al suelo. Lenta y firmemente, caminó hacia Su Ling y Dang Yu Lang—. General Su, Ministro Dang. ¡Aún hay otro respeto antes de que este matrimonio se haga oficial! Qing Ling se aventura a pedirle a ambas personas que les den media hora.

Su Ling y Dang Yu se miraron, sin esperar que esta mujer pidiera algo así. ¡Si el cargo de rebelión contra Lou Xi Yan fuera probado, el castigo sería desterrar a todo el clan! Sin embargo, viendo la determinación en los ojos de Zhuo Qing, no pudieron decirlo. En este momento en el que arrestaban a alguien contra sus deseos, si ni siqueira podían conceder este pequeño alegato, serían en verdad inhumanos.

Los dos asintieron ligeramente al mismo tiempo.

Viendo su afirmación, Zhuo Qing se acercó a Lou Xi Yan, quien frunció el ceño. Ella extendió lentamente su mano y entrecruzó sus dedos con los de él. Los delgados y elegantes dedos apretaron fuertemente los suyos. De la cálida palma, había una constante y continua sensación de calor. A Lou Xi Yan no le afectaban los sentimientos, pero en ese momento, las olas de emoción venían hacia él.

Los labios de Zhuo Qing están ligeramente levantados. La resolución en sus ojos era muy obvia. Con la voz clara y fuerte, cada palabra suya podía ser escuchada por todos los presentes.

—Hoy, me convertiré en tu esposa, sin importar que seas un alto Primer Ministro o un bajo prisionero.

Todos miraban incrédulos a la mujer vestida de rojo, maquillada por completo. Mucha gente pensó que su acción era estúpida. Sin embargo, también la admiraban y se sintieron tocados por su forma de actuar. Después de todo, era fácil estar juntos cuando las cosas estaban bien, pero no cuando eran difíciles.

El corazón de Gu Yun en este momento sufrió un fuerte golpe. Estaba triste por la situación pero feliz porque Qing finalmente encontró a alguien para compartir sus miedos y penas.

—¡Oficial! —llamó la voz clara de Zhuo Qing.

El oficiante finalmente se recuperó y dijo en voz alta:

—¡Marido y mujer se respetan mutuamente!

Una pareja de recién casados, vestidos con ropas rojo sangre, se enfrentaron. A sus ojos, no había otras personas, ni huéspedes, ni decreto, ni velo rojo ni cintas rojas. Los dos se miraron con los dedos bien entrelazados.

—Ya es oficial —dijo el oficiante después de que la pareja se inclinara.

Todo el vestíbulo, que había estado muy silencioso, estalló en vítores.

Luo Xi Yan lentamente soltó la mano de Zhuo Qing y caminó hacia Dang Yu Lan y Su Ling. Sonrió.

—General Su, Ministro Dang, vamos.

Esos tres se alejaron con su calma de costumbre. ¡Parecía que este hombre nunca había entrado en pánico en su vida!

Después de que se fueron, el vestíbulo lleno de huéspedes quedó increíblemente tranquilo. Zhuo Qing estaba de pie en el centro del vestíbulo, frente a miles de invitados. Se inclinó un poco y habló con gracia.

—Hoy, una desgracia le llegó a la familia Lou, así que la celebración de la boda terminará ahora. En el futuro, si hay una oportunidad, la familia Lou sin falta hará una recepción. Por favor, ¡regresen ahora! ¡Jing Sa, escolta a los invitados!

—Sí, señora —se adelantó el mayordomo principal—. ¡Damas y caballeros, por favor!

Después de todo, era la Mansión del Primer Ministro. Aunque había sufrido un gran golpe, todavía estaban en calma. Los sirvientes también parecían tranquilos y escoltaban cortésmente a los invitados a la salida, quienes se retiraron en silencio.

—Regresa a la Mansión del General ahora —le dijo Gu Yun a Su Yu.

—¿Qué hay de ti? —le preguntó ansioso al ver su actitud calmada.

—Tengo cosas que decirle.

Casándose así, aunque Qing parecía tranquila, su corazón definitivamente sufría.

La mayoría de los invitados ya se habían retirado. Su Yu sabía que no podía persuadirla, pero ella tampoco podía quedarse mucho tiempo. Por lo tanto, sólo pudo recordarle que tuviera cuidado.

Solo había unos pocos sirvientes limpiando en el vestíbulo que antes estaba lleno de gente. Todo la habitación estaba llena de decoraciones rojas. En ese momento, se veía demasiado deslumbrante. Zhuo Qing caminó hacia la silla de madera a un lado. Sus movimientos eran temblorosos, y parecía como si estuviera a punto de caer al suelo. Apenas logró sentarse en la silla. Había rastros de incredulidad en sus ojos. Sus manos se agarraron fuertemente a la silla de madera, pero Gu Yun aún podía verlas temblar.

—Qing, ¿estás bien? —le preguntó Gu Yun, acuclillándose frente a ella.

En la ceremonia de bodas, antes, pudo ver el dolor de Qing. ¡Parecía que estaba profundamente enamorada de Lou Xi Yan! Sosteniendo los fríos dedos de Qing, Gu Yun quería consolarla, pero no sabía qué decir.

—Yo… encontraré una manera de comprobar la evidencia contra Lou Xi Yan. No te preocupes demasiado, ¡no habrá ningún problema! —le dijo después de un tiempo.

Estas palabras fueron algo inútiles y vacías.

¡Ayudar a Lou Xi Yan a salir de este lío sería la única manera de ayudar a Qing!

♦️ ♦️ ♦️

Mansión General, Corte Yi Tian.

¡Su Ling, maldita sea! ¡Maldita sea!

Gu Yun se paró en el medio del patio. Su corazón estaba fluidamente maldiciendo a Su Ling. Después de dejar a Qing, fue a Xing Bu, pero Dan Yu Lan no estaba allí. Cheng Hang le dijo que el registro del caso de Lou Xi Yan aún estaba guardado en la Mansión del General, así que no ellos no conocían los detalles del caso.

Estuvo buscando en la sala de estudio de Su Ling toda la noche sin resultado. Al final, fue atrapada por Su Ling. No esperaba que para evitar que investigara el caso, la pusiera bajo arresto domiciliario. También envió algunos soldados al exterior de la Corte de Yi Tian para vigilarla.

Doblando sus manos al frente, Gu Yun sonrió fríamente. ¿Pensó que ella pasó los seis meses que estuvo aquí bordando mariposas en la ropa?

Su Ling, si quisiera salir de esta mansión, ¡sería tan fácil como ir al mercado junto a mi casa!

Viendo la luna venir al lado oeste, sonrió astutamente, ¡había llegado el momento!

Al retirarse a la esquina de la corte de Yi Tian, dio un salto ligero y agarró la rama del árbol sobre su cabeza. Las cinco de la mañana era el momento más cansado y relajante. Se escondió entre las densas hojas, buscando a los soldados que patrullaban.

Como era de esperar, la puerta del patio era la mejor custodiada. Para el muro, sólo había un soldado vigilando cada diez metros. Bajo el árbol en el que se escondía, había una persona. Gu Yun vio la oportunidad y saltó. El adolescente se sorprendió. Al no tener suficiente tiempo para dar la alarma, fue derribado por ella.

Era imposible salir por la puerta principal, así que intentó salir por la montaña de atrás, ya que había observado su topografía cuando entrenó a los soldados. Había un camino oficial detrás, y aunque también estaba custodiada por soldados, no era tan estrecha como la Casa del General.

Todavía faltaba una hora para que saliera el Sol. Gu Yun fue subrepticiamente a la montaña en la parte posterior de la Mansión. No quería salir por esa puerta porque tenía que pasar por el Pabellón Ling Yun, así que sólo podía usar la puerta trasera del patio donde vivía antes. Aunque era un poco embarazoso, entró con éxito en el bosque.

Caminando un poco más lejos, llegaría a la montaña. Sus pasos se hicieron más rápidos. Al pasar por el acantilado donde los soldados se entrenaron antes, sintió de repente una brisa. En un parpadeo, la figura que más odiaba apareció frente a ella.

Mientras tanto, el rostro de Su Ling podía describirse como el cielo antes de una tormenta.

♦️ ♦️ ♦️

Parado bajo el centenario árbol chino desde la sombrilla, una figura negra miró hacia la rama del árbol. Después de buscar durante mucho tiempo, susurró:

—¿Señor? Señor, ¿estás ahí?

Sólo el viento crujiendo a través de las hojas respondió a su pregunta.

¿No está? Gan Qing agarró una rama de árbol para mirar de nuevo. Pensando en el frío personaje de Ao Tian, al final decidió subir y ver. Con su habilidad en el arte marcial, Gan Jing usó el qinggong para saltar sobre las ramas del árbol. En varios saltos, llegó a la copa.

Por supuesto, esa figura negra solitaria estaba apoyada en el tronco, con los ojos cerrados, descansando un poco.

Llamándole durante tanto tiempo y sin obtener ninguna reacción, Gan Jing se enfadó. Saltó a la rama donde Ao Tian estaba tumbado, provocando que temblara. Aunque estaba gastando su energía allí, Ao Tian seguía tumbado tranquilamente. El que no tenía suerte seguía siendo Gao Jing, que casi se cae por su propia acción.

Tener un monólogo no era divertido. Gan Jing hizo un puchero y se sentó en la rama delante de Ao Tian.

—Señor, por fin te he encontrado. ¡¿Cómo puedes seguir teniendo ganas de dormir aquí?! La hermana mayor y yo nos preocupamos por ti.

Ao Tian seguía tumbado, inmóvil. Justo cuando Gan Jing pensó que sería ignorado otra vez, una voz fría preguntó con calma:

—¿De qué te preocupas?

—Ha habido cinco o seis casos en la capital, que han ocurrido seguidos. Los crímenes son o bien violación o secuestro. El criminal es arrogante, y su única rasgo característico es su pelo plateado —dijo ansioso, pensado que Ao Tian no era consciente de la gravedad de la situación. Miró el cabello de su acompañante brillando bajo la luz del a luna, y continuó—: ¡Esto no es una coincidencia y está hecho para incriminarte! ¡¿Cómo puedes actuar tan indiferente?!

Los ojos del halcón nocturno se encontraron con ese rostro, Ao Tian se sentó lentamente. Medio inclinado hacia el tronco, se burló.

—¿Qué crees que se supone que debo hacer?

Aunque ya había adivinado que Ao Tian se burlaría, Gan Jing le aconsejó.

—¡Lo menos que puedes hacer es investigar este criminal! Si es una pequeña coincidencia, capturarlo definitivamente no te dará una pequeña cantidad de dinero. Si se tratara de un plan de incriminación contra ti, ¡podrías evitar que ocurriera de nuevo! La celebración se llevará a cabo en medio mes. En este momento, la corte es extremadamente sensible, ¡no puedes no tomar ninguna prevención!

¡Quieren obligarme a tomar acción, pero nunca cederé! La habitual expresión indiferente en el rostro de Ao Tian se volvió aún más indiferente.

—¡Señor! —gritó furioso al ver su rostro despreocupado.

¡Lo hago por tu bien, Ao Tian! ¿Qué importa que poseas artes marciales? ¡Es mejor que te prepares pronto, o serás el objetivo de los cazarrecompensas!

Además, su superior había ofendido a mucha gente en el camino. “Golpear antes de ser atacado” era su mejor estrategia ahora. El mayor lo había empujado a la desesperación.

—Mayor…

Gan Jing todavía quería seguir aconsejándole, pero se dio cuenta de que su atención ya no estaba en esa conversación. Había una luz intermitente en esos ojos oscuros que nunca había visto antes.

Siguiendo la dirección de sus ojos, descubrió que una figura oscura se acercaba a ellos. Por su aspecto, parecía que era una mujer. Tan pronto como pasó por la pradera, corrió rápidamente hacia el árbol. En ese momento, otra figura la persiguió por detrás. De un solo salto, llegó delante de la mujer, bloqueando su camino.

Gan Jing pudo ver que el cuerpo de Ao Tian se ponía rígido. Sus fríos ojos helados miraban a las personas de abajo o para ser más precisos… miraban fijamente al hombre.

No pudo evitar preguntarse en secreto quiénes eran esos dos.

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