Una generación de militares – Capítulo 24: Una audiencia justa (2)

Traducido por Lucy

Editado por Sharon


La embajada de Hao Yue. 

Era la segunda vez que Gu Yun entraba aquí. La última vez, fue durante el casamiento de Qing, cuando Lou Xi Yan la recogió. En ese momento, estaba decorada con hermosos adornos. Sin embargo, ahora se veía diferente. Los soldados de Su habían cerrado el lugar. El patio interior todavía tenía restos de pólvora y se podía sentir un fuerte olor a ceniza que venía del interior. Los guardias eran del ejército de Su, asi que al verla, no la detuvieron. En cambio, la recibieron. Los Yayis de Xing Bu la habían visto trabajando en un caso con el Ministro Dan, así que al ver que el Ejército Su no la detuvo, tampoco se atrevieron.

Gu Yun entró sin problemas en la embajada. El jardín era un desastre y las flores en el suelo básicamente tres parches de carbón negro. Mirando hacia arriba, el vestíbulo de enfrente estaba muy ordenado y había mucha gente siendo tratada dentro. Supuso que el punto de explosión fue en el patio. 

Dan Yu y Su Ling estaba en la puerta principal, escuchando el informe de los yayi. Cheng Hang estaba en cuclillas frente a un gran parche, grabando seriamente el informe del yayi.

Gu Yun fue hacia Cheng Hang. Cuando Su Ling observó la esbelta figura de la muchacha, tiró de su manga.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó. Recordando que el accidente ocurrió en la embajada de Hao Yue, se dio cuenta que era normal que estuviera preocupada.

Gu Yun miró ligeramente hacia abajo para observar los lugares de la explosión y no escuchó realmente lo que dijo Su Ling.

—Solo haz lo que lo que viniste a hacer. No necesitas preocuparte por mí.

Su Ling frunció el ceño. ¡¿Cómo podría no preocuparse por ella?! Aunque estaba infeliz, no la envió de vuelta a casa.

Gu Yun caminó hasta el primer lugar de explosión y estaba a punto de agacharse para ver, cuando una voz masculina vacilante la llamó.

—¿Señorita Qing Mo? ¿Es realmente usted?

Gu Yun levantó la vista y vio a un hombre de unos treinta años. Parecía realmente sorprendido de verla. Viendo su uniforme, Gu Yun adivinó que debía ser un oficial de Hao Yue. Se puso de pie y asintió con la cabeza. El hombre le rindió un homenaje.

—El emperador ha estado preocupado por ti y tu hermana. Ordenó especialmente a este sujeto que le preguntara sobre su nueva vida. 

Qing Ling se había casado con Lou Xi Yan y Qing Feng se había convertido en la Concubina Imperial de Qiong Yue. Aunque a Qing Mo no se le había dado un título oficial, necesitaba tratarla bien para poder obtener algo a cambio.

Gu Yun no era Qing Mo, así que naturalmente no tenía sentimientos hacia Hao Yue. Sin embargo, no quería que sospechara, así que murmuró un cortés pero distante agradecimiento y miró al soldado que estaba a su lado. 

—Escóltenlo para que descanse.

Después de una incursión nocturna y de derribar a los rebeldes, la reputación de Qing Mo y su estatus en la familia Su se elevó. Escuchando la orden de Gu Yun, el joven soldado no tardó en responder.

—Sí, señora.

Llevado por el joven soldado a la cámara interior, el hombre de vez en cuando miraba a Qing Mo, quien estaba en cuclillas en el suelo. En su memoria, la tercera señorita era una niña agradable. ¿Cómo pudo convertirse en una reina de hielo después de llegar a Qiong Yue? Mirando la actitud del joven soldado hacia ella, supo que su posición dentro de la familia Su no era baja. ¡Las tres hermanas Qing tenían sus propias estrategias!

—¿Qué ha pasado realmente? 

Un tranquilo Dan Yu Lan miró la escena desordenada. Además, había un oficial de Hao Yue muerto, una situación muy mala.

En la noche de otoño, las cabezas de los Yayis estaban cubiertas de sudor.

—Según el oficial de Hao Yue, estaban discutiendo cosas en el vestíbulo. A las 9.30, escucharon un movimiento en el patio interior, así que salieron a echar un vistazo. Sin embargo,cuando entraron en el patio, hubo una explosión, así que la persona más cercana, que era el ministro adjunto del Departamento de Ritos de Hao Yue… murió. 

—¿Vieron a alguien sospechoso? —continuó Dan Yue Lan, apretando los dientes.

—No, la explosión tuvo lugar cuando llegaron al patio. Durante el día, tampoco notaron que pasara nada especial. Los oficiales de Hao Yue llegaron ayer por la mañana a la embajada. Antes de eso, no había nadie.

Durante el período de celebración, alguien patrullaba cerca de la embajada. Si alguien sospechoso entraba a hurtadillas, deberían ser capaces de descubrirlo. ¿Cómo enterró el asaltante el explosivo en el patio interior sin que la gente lo notara?

—El asaltante no puso el explosivo en el patio con antelación. En su lugar, trajo los explosivos desde el exterior —dijo Qing Mo. Dan Yu Lan y Su Ling se sorprendieron y rápidamente miraron a Gu Yun, medio arrodillada y de espaldas a ellos.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó urgente Chen Hang, acuclillándose junto a ella.

—Por los restos dejados detrás de la escena, podemos ver que hubo tres puntos de explosión —dijo. Se levantó y caminó hacia el centro de los tres puntos antes de continuar—. Al suroeste de los tres puntos, había fosas poco profundas. Entre ellas, la más lejana al suroeste era ligeramente más profunda que la otra. En los alrededores de cada foso, había muchos rastros de pólvora. Estimo que los explosivos se lanzaban desde arriba. Después de rebotar varias veces, se produjo la explosión. 

Chen Hang observó con cuidado, y vio que tenía razón. En cada foso en dirección suroeste, había dos o tres fosos poco profundos. Si no se veía con atención, nadie podría notarlo, y él la miró con adoración. Gu Yun no le prestó atención y se giró hacia el vestíbulo con los ojos entrecerrados.

—Mirando los puntos de explosión y donde rebotó, ¡el asaltante debió lanzar el explosivo desde allí! —dijo después de mirar un fijo durante un rato.

Viendo la dirección del dedo de Gu Yun, Cheng Hang saltó rápidamente al techo y buscó pruebas. 

—Informando al Ministro, hay rastros de pólvora negra siendo estampada en la escena —dijo emocionado.

Aunque la huella era realmente ligera, aún así podía verse vagamente.

—Dibuja la huella con la escala original.

Gu Yun agarró el papel blanco que estaba en la mano del yayi a su lado, mojó una generosa cantidad de tinta en su pincel y se lo tiró a Cheng Hang.

Chen Hang lo cogió rápidamente. Si sus artes no eran lo suficientemente buenas, ¡moriría por caerse de esta altura o recibiría una pintura negra gratis en su rostro! Atrapando el pincel y el papel con dificultad. Cheng Hang miró a Gu Yun que le había dado la espalda. ¡Los otros ni siquiera le dieron una mirada! Cheng Hang hizo un puchero, solo podía aceptar su destino… Y comenzó a dibujar seriamente la huella.

Su Ling camino hacia el lado de Gu Yun. Tal como ella dijo, él vio un rastro ligero que la mayoría de la gente no notaría. En el campo de batalla, podía idear un plan de batalla y ganar muchas peleas. Sin embargo, parecía que ella tenía una observación más detallada y una mayor habilidad de análisis que él.

Dan Yu Lan siempre supo que Qing Mo tenía una buena habilidad de observación y análisis. Viéndola perdida en sus pensamientos otra vez, dudó por un momento antes de hablar.

—¿Hay algún otro descubrimiento? —preguntó.

El rostro de Gu Yun era solemne. 

—La potencia de la explosión no fue grande y el asaltante eligió en realidad lanzar el explosivo al patio en lugar de enterrarlo en el lugar más importante, probablemente porque su motivo no era matar gente, sino provocar o dar una advertencia. Sin embargo, no pudimos encontrar ninguna carta de negociación o de advertencia en la escena. Esto solo podría significar que es solo un comienzo —respondió, con tono serio.

¿Un comienzo? Los rostros de Su Ling y Dan Yu se endurecieron. 

—Lo que quiere decir es… ¿el asaltante atacará en otro lugar?

Gu Yun asintió. Mirando la forma en que se veían, ella se rió.

—Su Ren desplegó más gente para proteger las embajadas, así que debería ser… 

Gu Yun todavía no había terminado de hablar, cuando un trueno apagado atravesó el silencio de la noche. Todos los que lo escucharon sintieron saltar su corazón. Esta parte de la ciudad estaba llena de embajadas.

—Ve y comprueba lo que está pasando… ¿de dónde vino ese sonido?

La cara de Dan Yu Lan podría describirse como blanca como el papel. 

—¡Sí!

—Que venga alguien. Ordena a Han Shu que traiga 8.000 élites y bloquee todas las puertas de la ciudad y las carreteras oficiales. 

Los ojos de águila de Su Ling parecían brillar con otra luz. ¡Era como ella dijo, el asaltante quería provocar!

—Sí. 

Gu Yun frunció el ceño. Esperaba que el asaltante continuara con el ataque terrorista, ¡pero no pensó que sería tan rápido!

—Reportando… 

El que informó no fue el Yayi que acababa de salir, sino un pequeño soldado vestido de rojo.Se dirigió directamente a Su Ling y habló ansiosamente. 

—La embajada del norte de Qi fue atacada. El Comandante Su, que estaba allí en ese momento, también resultó herido. 

¡¿Su Ren resultó herido?! 

El grupo se dirigió hacia la embajada del Norte de Qi. Fuera de la embajada, había tres o cuatro grupos. La puerta estaba ampliamente abierta, y encontraron una fosa más profunda y más grande. ¡Esto significaba que el atacante estaban usando más y más explosivos!

Gu Yun se dirigió al patio interior, y se encontró con un soldado sosteniendo una toalla para vendar el brazo de Su Ren. 

—Su Ren, ¿cómo te sientes?

—Sólo fue una herida menor —dijo el Comandante con una sonrisa decepcionada. Viendo a Su Ling y Dan Yu Lan detrás de ella, le hizo un gesto al soldado, y se levantó para saludar—. Hermano mayor, Ministro Dan. 

Dentro del patio, el ejército de Su estaba recogiendo pedazos pero ninguno de los oficiales de la embajada fue encontrado.

—Comandante Su, ¿cómo está su herida? ¿Alguien de la embajada norte Qi fue herido? —preguntó Dan Yu Lan preocupado.

Su Ren sacudió la cabeza. 

—Gracias por su preocupación, yo fui el único que resultó herido. Gracias a la orden de la cuñada mayor de traer soldados aquí, nos encontramos con el asaltante. El explosivo explotó en el patio delantero y los oficiales resultaron heridos. Los dejé descansar en las cámaras traseras. 

¡Así que ella ordenó a Su Ren que hiciera guardia! Su Ren y Dan Yu Lan se sorprendieron un poco, mirando simultáneamente a Gu Yun que estaba medio arrodillada en el suelo. Ella usó su dedo para tocar la arena negra que estaba en el interior de la gran fosa. Su rostro era solemne. No sabían lo que estaba pensando, pero nadie se atrevió a molestarla.

—¿Viste al asaltante? —preguntó ella, de espaldas a Su Ren.

Con esa pregunta, Su Ling y Dan Yu Lan se recuperaron, mirando a Su Ren. 

—Solo pude ver una sombra roja. El asaltante llevaba una máscara —respondió molesto.

—¿Dejo alguna palabra o algo?

¡Si no lo hicieron, esto solo podría significar que el juego no había terminado y el ataque continuaría! Su Ling y Dan Yu entendieron el significado de la pregunta. El Norte de Qi era la segunda embajada que fue atacada. Si iba a haber una tercera… Los dos sintieron un dolor de cabeza de nuevo.

Su Ren asintió con la cabeza.

—Sí. Cuando dejó caer los explosivos en las paredes, salió corriendo. Sus artes marciales eran altas, así que desapareció sin dejar rastro. Dejo esto en la pared —respondió él.

Dan Yu suspiró. Su Ling tomó la nota y la miró. Su expresión facial cambió y sus ojos estaban llenos de aura asesina.

Gu Yun también había notado el cambio de Su Ling. Junto con Dan Yun Lan, miraron la nota. En la seda blanca, solo había simples palabras sangrientas:

«Liberen a Ao Tian, de lo contrario, la sangre bañará la celebración… Ye Mei.»

—¿Ye Mei? —murmuró Gu Yun.

¿La asaltante era esa chica silenciosa y justa? Gu Yun no lo creía realmente. Se enfrentó a Su Ren y preguntó:

—¿Has visto a Ye Mei antes? ¿Era ella realmente la asaltante?

—Solo he visto a Ye Mei una vez, pero el asaltante llevaba una máscara dorada y una capa brillante —respondió Su Ren un poco frustrado—. Él o ella no dijo ni una palabra, así que no pude ver ni oír nada. No puedo determinar si el asaltante era hombre o mujer.

¡Capa roja y máscara dorada! Los rasgos obvios de nuevo y nadie pudo ver claramente la cara del asaltante, era similar a las cajas de pelo plateado de Ao Tian. Gu Yun tuvo la premonición de que todo lo que pasó esta noche era parte de una conspiración cuidadosamente tejida. Desde el día en que Ao Tian escapó, estas cosas se habían desarrollado paso a paso en cierta dirección. ¡Esta nota había forzado a Ao Tian más y más hacia un abismo!

♦ ♦ ♦

Oficina de Ti Xing. 

En la enorme oficina, varias personas de aspecto frío estaban sentadas en sillas. Parecía que cada uno de ellos tenía sus propios y profundos pensamientos. Nadie hablaba. El único calor en la habitación provenía de varias tazas de té que se ubicaban en la mesa. 

—¡Informando! —gritó un joven fuera de la oficina, habiéndose acercado a pasos rápidos—. ¡General! Ocho mil soldados han sido enviados a la capital y sus periferias para buscar a los asaltantes, pero no pudimos rastrear el paradero de Ye Mei.

El General les había ordenado que les informaran de la situación cada hora. Después de dos informes consecutivos sin resultados, su cara se había vuelto terriblemente oscura. El joven soldado tragó su saliva. Por fortuna, Su Ling no se enfado.

—¡Despliega otros 10.000 soldados y expande la periferia de la búsqueda! —ordenó.

—Sí.

—Cuando el asaltante atacó la embajada del Norte de Qi, el General Su envió algunos soldados para bloquear las carreteras oficiales de la capital. Es imposible que escapara en tan poco tiempo. Todavía debe estar en la ciudad. ¿Cómo no vamos a encontrarlo? —bufó Cheng Hang, desconcertado, golpeando la mesa.

Justo cuando todos se callaron de nuevo, un yayi vino corriendo. 

—Ministro, el guardia Mo de la casa del Primer Ministro pide verlo. 

¿Una visita de Mo Bai en medio de la noche? ¿Podría ser que el Primer Ministro Lou hubiera escuchado esta noticia tan rápido?

—Que venga —respondió Dan Yu con un suspiro.

La alta figura de Mo Bai apareció en la oficina. Su ligera falta de aire reveló su estado de ansiedad e impaciencia.

—Guardia Mo, viniste tan tarde en la noche. ¿El Primer Ministro Lou ha enviado algún mensaje? —le preguntó.

—¿Si sospecho que Ye Mei era la bombardera de esta noche? —respondió Mo Bai de manera irrelevante. Dan Yu Lan frunció el ceño, preguntando en secreto cómo sabía que sospechaban de Ye Mei. Sin embargo, sabiendo que Lou Xi Yan estaba “a espaldas” de Mo Bai, sabiamente guardó silencio. 

—Ella no lo es —dijo Mo Bai en voz decidida cuando el oficial no dijo nada.

Todos estaban estupefactos. 

—¿Como sabes que ella no era la asaltante? —preguntó curiosamente Dan Yu Lan.

¿Tenía el Primer Ministro Lou pruebas?

—¿Cuándo ocurrió el primer ataque? —preguntó a su vez Mo Bai.

—21.30

—A las 21.00, ella estaba conmigo. Tenía una cita para encontrarme con ella en el lugar a 2.5 kilometros de la ciudad en el suburbio sur. A las 21.30, ella se fue, así que no puede ser la asaltante.

¿Estaban los dos juntos? Los labios de Gu Yun se levantaron ligeramente. No es de extrañar que el usualmente calmo Mo Bai viniera aquí con tanta prisa.

Cheng Hang obviamente no lo creía.

—¿Había otras personas con usted en ese momento? —preguntó.

—No. —Los ojos azules de Mo Bai se oscurecieron—. ¿No crees mis palabras? —preguntó.

Da Yu suspiró profundamente.

—Guardián Mo. No es que no te creyera, pero el asaltante dejó una nota, diciendo que era Ye Mei. Además, casualmente, Ye Mei desapareció. Ya sea que ella sea el asaltante o no, todavía tenemos que encontrarla primero.

El aura fría de Mo Bai asustó a la gente y Dan Yu Lan no volvió a hablar, haciendo que la atmósfera en la oficina fuera muy tensa.

En ese momento, un eunuco fue escoltado por un yayi a la oficina. Viendo a Su Ling y a Dan Yu Lang, se apresuró a hablar.

—El emperador ha decretado que el General Su y el Ministro Dan entren inmediatamente al palacio.

¿Entrar al palacio? Era la una de la mañana en este momento. Su Ling y Dan Yu Lan se miraron, entendiendo claramente que tendrían que enfrentar la ira de Yan Hong Tian. Tácitamente se pusieron de pie y siguieron al eunuco, saliendo de la oficina.

Con Su Ling y Dan Yu fuera, Mo Bai también se retiró, dejando a Cheng Hang y Gu Yun en la oficina. 

Ella golpeó suavemente la mesa, produciendo sonidos rítmicos. Cheng Hang, que escuchó esto, estaba un poco molesto. Estaba a punto de pedirle que se detuviera, cuando ella le hizo una pregunta.

—¿Creíste sus palabras? —Al verlo sacudir la cabeza de forma negativa, Gu Yun se rió—. ¿Por qué?

—Viendo la forma en que se veía justo antes, supe que él y Ye Mei tienen “algo”. Mintió para proteger a la mujer que ama. Es de sentido común —suspiró Cheng Hang—. Que este tipo de cosas pasen justo antes de la celebración… El emperador debe estar furioso. Esta vez al entrar en el palacio, ¡me temo que el ministro tendrá que sufrir! 

Él no le creyó a Mo Bai, pero ella sí. Aunque Mo Bai estaba ansioso, su rostro no mostraba ningún rastro de conciencia culpable. Podía ver que no mentía. Si lo que decía era cierto, entonces, ¿alguien planeaba atrapar a Ye Mei y a Ao Tian? En ese momento, ella estaba desaparecida. Tenía miedo… 

¡Maldita sea! 

Gu Yun se levantó rápidamente y corrió hacia el patio.

—¿A dónde vas? —le preguntó Cheng Hang, sin entender lo que sucedía.

Sólo había una habitación vacía para responder su pregunta.

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