¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 48: El príncipe, una vez más (2)

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


Pensándolo con calma, no habría problema incluso si la memoria del príncipe León no regresaba. Pero cuando imaginé que mi hermano, mi padre y la reina Rachel estarían muy tristes, decidí hacer cuanto pudiera. Bueno, es sólo un encuentro… Si no pasaba nada, volvería a nuestro feudo.

A la mañana siguiente, decidí dirigirme hasta el castillo de inmediato. Sana, el joven Allen y la señorita Ange dijeron que les gustaría ir conmigo, pero me negué. Sería más seguro si todos venían, pero para el príncipe León sería una gran carga que un montón de personas desconocidas fueran a visitarlo a la vez. Por lo que sólo mi hermano me acompañaría a ver al príncipe León.

Después de llegar al castillo, mi padre, mi hermano y yo tendríamos primero una audiencia con los reyes. ¿La reina Rachel estaría bien? Cuando entré, la reina Rachel me abrazó.

—Oh, Lilina Lo siento mucho. Hemos tenido que volver a molestarte.

Me-Me duele. Reina Rachel, por favor, afloje el agarre…

El rey y mi padre vinieron en mi rescate al darse cuenta de que estaba sufriendo.

—Rachel, la señorita Lilina está sufriendo, así que sería mejor que la sueltes. Señorita Lilina, lo siento, realmente lo siento.

—Oh, lo lamento Lilina, ocupé demasiada fuerza.

Finalmente pude escapar del abrazo de la reina Rachel. Su fuerza ciertamente no concordaba con su apariencia.

—Ha sido un largo tiempo. Parece que el príncipe León está en serios problemas esta vez…

El rey y la reina suspiraron profundamente.

—León ha cometido demasiadas faltas con la señorita Lilina, pero nunca creímos que terminaría perdiendo la memoria.

—Sí, a pesar de que es tan inteligente… Sinceramente, creo que de esta manera podría ser más feliz.

Reina Rachel, ¿realmente cree eso? Seguramente no… ¿verdad? Me sentí un poco incómoda.

—Bueno, ¿están seguros de que es bueno que me encuentre con el príncipe León? Para ser sincera, no creo que su memoria regrese con esto.

—Oh no, Lilina tiene una enorme influencia en León. Estoy segura que su memoria volverá tan pronto como se encuentre contigo.

El rey, mi padre y mi hermano asintieron ante las palabras de la reina Rachel. De ninguna manera… Confían demasiado en mí. Lo siento si nos encontramos y nada sucede. Sentía ganas de escapar. Pero bueno, ¡intentémoslo al menos!

Me excusé con los reyes y me dirigí a la habitación del príncipe León con mi padre y mi hermano. Le pregunté a mi hermano sobre Sana mientras caminaba para distraerme. Bueno esto es sólo para aliviar la tensión.

—Hermano, preguntaste por Sana en tu carta, ¿estás interesado en ella? —pregunté de manera directa. No llegaríamos a ningún lugar si me iba por las ramas.

— ¿Por Sana? ¿Escribí sobre ella en la carta? Realmente no lo recuerdo.

¿Lo escribiste inconscientemente? Y pensar que incluso podrías escribir cosas sin darte cuenta.

—Pero he pensado en Sana todos los días desde que regresé a la Capital Real. Me preguntaba con qué tipo de monstruo estaría luchando hoy o si el regalo que le había dado le resultó de utilidad. Bueno, ahora que lo mencionas, sí tengo curiosidad por Sana.

Hermano, esto es serio. Deberías darte prisa en darte cuenta de tus sentimientos. Quisiera dudar que realmente no te hayas dado cuenta ya. Hablar con mi hermano me relajaba. Sí, ahora no me importaría encontrarme con el príncipe León.

Y finalmente llegamos a la habitación del príncipe León. Mi hermano tocó a la puerta. Oh, puedes hacerlo si lo intentas, hermano. Nunca tocas, así que estoy bastante conmovida… ¿Ya ves que es muy fácil?

Desde adentro contestaron que podíamos entrar. ¡Muy bien, vamos! Seguí a mi hermano hasta el interior.

El príncipe León dijo “oh, Ricardo”. Había memorizado a aquellos que veía con frecuencia porque ya había pasado un tiempo desde que perdió la memoria. Aún no me han notado porque me encontraba escondida detrás de mi hermano.

En el escritorio, se encontraban desperdigados documentos y otros materiales de trabajo y, una vez que confirmó que quien había entrado era mi hermano, regresó la mirada hasta estos.

¡Wow! Está revisando los documentos a una velocidad tremenda. ¡Oh! Supongo que su memoria ya está bien. Mi hermano no se dio cuenta de mi mirada que pedía irme de la habitación.

—Príncipe León, será mejor que se tome un descanso. Estoy seguro de que ha estado trabajando desde temprano en la mañana. Acabo de consultar con los guardias y no comió mucho. A este ritmo terminará colapsando.

Mi hermano parecía preocupado por el príncipe León. Ciertamente se veía más delgado que la última vez.

—Gracias por preocuparte, Ricardo. Pero… me siento incómodo si no trabajo. No creo que pueda hacer otra cosa que no sea esto —le dijo ansioso el príncipe León a mi hermano.

En ese momento me di cuenta. Mi hermano, mi padre, el rey y la reina querían devolverle sus recuerdos porque no soportaban verlo en este estado. En estos momentos, el príncipe León creía que su único mérito era trabajar, ni siquiera pensaba en su salud y seguía abarrotándose de trabajo. Si esto continuaba así, el príncipe León colapsaría en un futuro no muy lejano.

Yo… haré todo lo que pueda.

Una vez que había encontrado mi resolución, di un paso al frente.

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