Ya no te amo – Capítulo 22

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Trató de contenerse al morder sus labios con firmeza, pero al final no pudo más.

—¿Puedo saber por qué?

—Ya le había dicho la última vez que hablamos, no quiero que se difundan rumores inútiles que digan que no puedo dejarlo ir. Además, pronto estaré casada y quizás a ti no te importe, porque eres tú, pero quiero mantener una buena reputación por mi matrimonio.

Cada vez que pensaba en su matrimonio se sentía realmente molesto, pero también se sentía mal por otra razón. Ella pronto se convertiría en la emperatriz de otro país y vivirá una vida en la cual no volvería a tener ningún contacto con ella. ¿Por qué tenía que ser así?

—Hay muchas jóvenes nobles a las que les gustas, como la joven de la familia Eustace, también está Shinshio… aunque está casada. Oh sí, el mayordomo sabe de una joven que estando en el campo de batalla estuvo pidiendo que le enviara cartas, que por cierto quemé… Un pequeño secreto que no le dije. —Hablaba tranquilamente como si aquello no le importara en lo más mínimo. Ya no había razón para mantener aquellos secretos y tabúes de todas las mujeres que amaban al duque y que en algún momento le hicieron tanto daño— Así que le pido que no se moleste más conmigo, no me hace feliz. —Era completamente sincera, desde que rompió, no se sentía mal por él. Odiaba al marqués de Solen, pero odiaba aún más tener que ver a Valor. Lo había amado tanto que, si no hubiera acabado con ese tipo de sentimiento, su afecto habría sido una mentira. Lo que no entendía era porque seguía prestándole atención. ¿Era culpa? ¿Fue por la situación del día anterior?

Como un infierno. ¿Por qué luce así? Como si tuviera el corazón roto.

—Tengo una pregunta.

—Dime…

—Joachim XII… —Se detuvo un momento—. ¿Desde cuándo se conocen? —Necesitaba saber eso—. Escuché que él se propuso primero, se ha quedado por poco más de una semana, ¿en qué momento lo conociste?

—Duque, debe detenerse.

—¿Firmaste los papeles después de que él te lo propusiera? ¿Por eso dijiste que ya no me amabas?

—Cierra la boca.

—Niveia, necesito saberlo, todo lo que ocurrió estos últimos días fue tan repentino para mí.

—¿De verdad crees que lo mereces? —Después de todo, si la estaban ridiculizando—. Crees que es repentino, pero siempre has sido igual, no te molestas hasta que algo cambia.

—Solo quiero saber la causa. ¿Qué fue lo que te hizo hacer esto de la noche a la mañana?

—¿De verdad no lo sabes? Fuiste tú.

—¿Yo…?

Dejo salir un resoplido para después reír de forma sombría, era una sonrisa que incluso parecía ser un lamento.

—Las personas no son de piedra, ¿por qué creíste que te amaría por siempre? ¿De verdad creíste que siempre estaría de tu lado? La gente puede cambiar y yo me cansé y decidí cambiar. —Quería preguntarle porque estaba tan empeñado en lastimarla, porque si sabía el daño que le hacía, no paraba de acosarla. Sus lágrimas cayeron, su maquillaje podría correrse y las personas notarán su llanto, pero en este punto, no le importaba. Después de tantos años ahogando el llanto, su voz se sacudió—. Fueron diez años en los que me alejaste, diez años que me hicieron cambiar, hubo un tiempo en el que realmente te amé, te amé como a nadie, pero nada puede durar para siempre.

—Niveia…

—Valor, hay un tiempo para todo —Trató de calmarse, pero una voz seca y retorcida salió de sus labios—. En los últimos diez años tuviste innumerables ocasiones para notarme. Ahora ya no te amo y eso no tiene nada que ver con Joachim…

—…

—¿Ahora lo entiendes?

No hubo respuesta, solo la veía como si hubiera sido ella quien le rompió el corazón, le dio la espalda sin esperar que le respondiera, solo esperaba que ya no estuviera atado a ella. A momentos dejaba de caminar y se sentía golpeada por la mención de su nombre, entonces, una sombra redonda caía al suelo. Cada una de esas lágrimas que cayeron al suelo se convirtieron en una sombra que la envolvía con resentimiento. Quería perderse en un bosque y esperar que las aves la picotearan sin parar para que nadie notara que había llorado.

—Niveia.

Alguien la llamó familiarmente, toda su vida había sido “Joven Solen”, “Señorita” y demás títulos, había un mar de nombres por los que la habían llamado, pero si juntara todas las veces que recientemente la llamaron por su nombre con confianza, vencerían por mucho a las veces que lo escuchó en el pasado. Levantó la cabeza pensando en la broma que era eso.

—Te dije que cuidaras de no ahogarte, mira hasta donde ha llegado el agua, querida. —Tocó su mejilla llena de lágrimas.

♦ ♦ ♦

Mientras tanto, había vuelto a su hogar con desesperación, totalmente abatido.

—Ha vuelto, señor.

Como siempre, no respondió a las palabras de su mayordomo que amablemente le dio la bienvenida. No tenía ánimos. Subió las escaleras, pero su destino no era su propia habitación, sino el tercer piso, donde había vivido la mujer que ahora ya no le pertenecía. Lo recibió un largo pasillo oscuro, siempre hubo una sola persona en aquella dirección, siempre había estado así de oscuro y ella había tenido que cruzarlo cada que debía salir de su habitación a hacer sus deberes. ¿Por qué esa oscuridad parecía especialmente tóxica ese día?

Vaciló un momento antes de volver a caminar. Siendo honesto consigo mismo, nunca le había gustado Niveia, desde el primer momento en el que la vio, se sintió molesto por lo bonita que era la niña con la que lo habían prometido desde el útero, se parecía a una muñeca. Fue en la sala de reuniones donde la vio por primera vez, era tan hermosa como una muñeca de porcelana, estaba viva, pero literalmente podrían confundirla con una muñeca. Estar comprometido con una chica que no parecía una persona, le causó tan mala impresión. ¿Fue por eso que siempre fue tan malo?

Después de eso, cada que se encontraba con ella se irritaba por razones desconocidas. Aunque ya no pareciera una muñeca sin vida, se valoraba a sí misma. Quizás no le habría parecido tan irritante si solo se hubiera mantenido como un adorno, pero sabía que se quería a sí misma. Porque se amaba tanto, seguía resistiendo, quería empujarla, pero volvía cada vez.

 —Te amo, Valor.

Esa maldita mujer, estaba loca de amor y no podía empujarla ni botarla, no podía hacerla estremecer. Siempre tenía la mirada al borde de un acantilado. Era la mujer que rechazó durante diez años, tan dulce.

Abrió su habitación como si la buscara, estaba iluminada solo por la luz de la luna. Ya que no había nadie ahí, era natural que estuviera así, como si se hubiera detenido en el tiempo, esto lo hizo sentir desolado y cruzó la habitación a grandes zancadas. Con el popurrí de rosas esparcido por todas partes que desprendía un aroma y la forma en que la luna lo iluminaba, era como una casa de muñecas. Una habitación tranquila y hermosa, justo como lo fue su prometida, una muñeca. Vio las cortinas violetas que él mismo había mandado a poner en el pasado, un pasado tan lejano que apenas podía recordarlo. Ella había estado gravemente enferma, todo por esa habitación.

♦ ♦ ♦

—¿Por qué demonios no hay cortinas en esta habitación? Tiene una ventana tan grande.

—Eso se debe a que originalmente este lugar no estaba planeado como una residencia.

—¿Qué…?

—Se había estado ocupando como un almacén.

♦ ♦ ♦

Le habían dado ese lugar a ella, todo porque su madre la odiaba y él lo sabía. La odiaba y desaprobó el hecho de que mandara a poner cortinas y sirvientas para cuidarla, pero él aun así lo había hecho. Probablemente porque pensó que, si no, ella habría muerto ese día. Ahora que miraba al pasado, seguramente habría sido así, habría muerto sin nadie a su lado, sin nadie que le llorara.

Sin embargo, ella lo amaba. En otras palabras, a ella no le importaba nadie más que él. Incluso si el mundo entero la veía como una existencia aborrecible y su familia la rechazaba, ella solo lo necesitaba a él. Él era su mundo. Estar en esta habitación desconectada del mundo, donde nadie la quería, debió haber sido impresionante para ella.

Volvió a escuchar esas palabras en su cabeza, cuando sus lágrimas le hicieron sentir un hormigueo que le golpeó la cabeza.

—Las personas no son de piedra, ¿por qué creíste que te amaría por siempre? ¿De verdad creíste que siempre estaría de tu lado? Fueron diez años en los que me alejaste, diez años que me hicieron cambiar, en los últimos diez años tuviste innumerables ocasiones para notarme. Ahora, ya no te amo.

Después de escucharla decir que ya no lo amaba de nuevo, solo quiso correr a esta habitación. Ahora podía comprender su soledad, donde ella no tuvo más remedio que aferrarse a sí misma, a ella que era una muñeca y donde ella misma tuvo que decirse que se amaba. Fue abandonada por quien creyó que era su mundo, tuvo que llorar y cuidar de sus heridas.

La luz de la luna era tan brillante que distorsionaba su rostro. Se quedó bajo su luz con la culpa acosándolo.

35 respuestas a “Ya no te amo – Capítulo 22”

  1. Esta brutal está novela, me encanta, el tipo este le pasó lo de nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, es hermoso como el karma actúa con él, gracias por el capítulo 🍻

  2. Entre más lo leo más triste me siento por lo que tuvo que vivir Niveia, me revuerda un poco a “mi prometido se enamoró de mi hermana menor”
    Gracias por la traducción

  3. 😭😭😭😭😭😭 Gracias por el capítulo, esta super trite 😭😭😭😭😭 solo de imaginar lo que ella estuvo sintiendo y la soledad en la que estaba 😭😭😭😭 ojalá que él sufre viéndola ser feliz

  4. Creo que alguien aprendió que el dicho: “nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido” es muy real. Me alegra tanto que Niveia haya aprendido a quererse a si misma aunque nadie le haya enseñado eso…

    1. Me encanta esta novela, es muy buena, espero que Niveia pueda ser feliz ahora, Valor ahora solo quiere su atención, pero no la merece, Joachim va por buen camino, me gusta

  5. Muchas gracias por la actualización, han sido dos capítulos espectaculares, en concreto el segundo, me parece una narración espectacular. Me he emocionado muchísimo, se me han saltado las lágrimas, pero no solo eso, sentía cada palabra que leía, cada recuerdo que contaba lo visualizaba… Lo he VÍVÍDO, muy bien contada la trama y una TRADUCCIÓN DE 10!!!! Arigatou

  6. Valor, eres un hijo de… Lo bueno de niveiah es que ella sigue adelante y arendt es tan peculiar y me encanta. Ojalá pueda conseguir el corazón de niveiah y que sean felices 4 ever ❤️❤️❤️❤️

  7. Ay, se me caen las lágrimas a mares de la bronca que me ha hecho dar Valor, ojalá sufra, que el llanto lo queme y no sepa lo que es querer nunca más!!!! Mi dulce Niveia, Joachim se ve que es un amor ❤️❤️ Muuuchas gracias por los dos capítulos 😘😘😘😘❤️

  8. Gili******. Maldito hijo de ****. Asi te ahogues en orina de leprosos

    En el fondo he querido comprender a este personaje. Ponerme en su lugar un poco

    ¿Pero que ella te cuso mala impresion por que era demasiado bonita y poco expresiva? ¿Que te molestaba que ella estuviera loca de amor por ti y ahora te molesta que ella ya no te ame?

    Te deseo exactamente lo que diste. Que te des cuenta de que la amaste desde el principio y tengas que experimentar la soledad tan terrible que ella tuvo que soportar. Y asi mueras solo y sin nadie que te ame a tu alrededor.

Responder a ERI Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido