Ya no te amo – Capítulo 21

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


Ante el asombro de todos, Vetrlang XV se vio obligado a otorgarle su apellido a la joven, pues no tenía ninguna razón pública para negarse.

¿Decir que había sido la prometida de Valor? Eso no significaba nada pues nunca se casaron y ya habían terminado el compromiso.

¿Qué era de origen común? A Joachim parecía no importarle aquello y Thierry no podía contradecirlo.

Los nobles de alguna manera querían evitar que ella se convirtiera en la novia del emperador de Vinfriet, él también quería evitarlo, pero ¿qué podían hacer? No tenían ninguna razón real para interponerse. En otras palabras, el único motivo para estar en desacuerdo, era el profundo odio que sentían ante el origen de su nacimiento. Pero ese tipo de palabras no eran algo que pudiera afectar a quienes gozaban de poder.

Ella lo sabía, pero al ver que nadie había logrado refutar la petición se sintió aliviada. Más aún cuando todo finalizó y se planteó una celebración en el resplandeciente salón de fiestas. Ahora no volvería a ver aquel lugar. No sentía ningún tipo de preocupación o nostalgia, todo aquello solo le evocaba recuerdos que al igual que cristal, se enterraban en su piel y le causaban dolor. Era reconfortante saber que ya no estaría de nuevo en ese lugar.

Fue la tranquila voz de Arendt susurrándole al oído, lo que la despertó de sus pensamientos.

—Ten cuidado con tus pies.

—¡Ah! —Aflojó sus talones para que no se notara su error y dio una vuelta. Expresó su gratitud por eso y por haberla despertado de sus pensamientos—. Gracias.

—No fue nada.

Los dos estaban realizando su primer baile en una fiesta. Como las principales figuras en la celebración del anuncio de boda, debían abrir el mismo. Era natural que llamaran la atención de todos en todo momento.

—¿Por qué esa mujer?

Podían escuchar las preguntas. Sin embargo, gracias a la presencia de él, no se sentía limitada por tales cosas. Amablemente había estado con ella todo el tiempo.

Arendt podía ver su expresión que parecía no estar cómoda, todos en el lugar los miraban y podrían llegar a notarlo. Dio un giro tomándola y la inclinó hacia atrás, sosteniéndola con un brazo mientras la miraba fijamente.

—Me preguntaba, lo que hice hoy en el salón central fue para cambiar un poco tu estado de ánimo, ¿fue algo desagradable?

—No, no lo fue. Solo me sorprendió un poco. —Ella se detuvo un momento, las personas se habían acercado a ellos para continuar con la siguiente pieza, un baile lento. Después de incorporarse y rodear el cuello de su prometido con los brazos, continuó con la plática—. Fue algo bastante divertido, pero me sorprendió bastante.

—¿Ah sí? Fue una represalia por lo que hiciste ayer para atraparme, también me sorprendió y me agradó.

—¿De verdad? —O sea que si fue una venganza.

El emperador rió animado al notar que ella se había sorprendido y abierto los ojos sin darse cuenta.

—Mira esto, me agrada cuando reaccionas de esta manera. Deberías haber visto tu reacción cuando entraste y viste la situación.

—¿Qué clase de broma me está jugando, emperador?

—Una muy pequeña, deberás acostumbrarte, todos en el país están acostumbrados a mis bromas.

No le había reclamado, pero ahora se sentía feliz por alguna razón, así que siguió su ejemplo y se rió. Por supuesto que él no se perdió esa sonrisa y solo después de confirmar que ella se sentía mejor, la llevó gentilmente al siguiente ritmo y preguntó con una encantadora sonrisa.

—¿Ahora estás tranquila de que estaré de tu lado de ahora en adelante?

—¿Esa fue tu intención…?

—Como creíste en mí, yo también quiero creer en ti.

Suspiró. Ahora podía reír más desinhibidamente, él realmente había hecho aquello como venganza. Tal como ella había creído que él tomaría su lugar en su plan, al rescatarla, Arent había confiado en que ella podría hacer lo mismo en su actuación. Todo esto para convencerla de que estaría de su lado. Ella prosiguió a preguntarle con una voz burlona.

—Entonces, ¿cómo debería convencer a su majestad de que yo cumpliré mi parte y que no lo amaré?

—No creo que fueras a amarme después de todo eso. —Su voz sonó fría por alguna razón, se sentía como si hubieran roto el momento con una espada helada.

Niveia sintió el significado de ternura fría en los brazos de Arendt. Él sería el marido más dulce del mundo incluso si no quería amor, pero no podía querer más que eso.

—Tu pasado me convenció de que sería así. —Tenía el suficiente conocimiento de lo que había vivido ella con Valor para saber que su pasado era toda la prueba que necesitaba.

Era algo bueno, ella sonrió. Bajó su mano del hombro de su acompañante, acercándose un poco más mientras la canción alcanza su final.

—Hay momentos en los que mi pasado puede ser útil. —Gracias a su maldito pasado es que ahora podía unirse a alguien que estaría perfectamente de su lado sin sentimientos conflictivos. Esto la hizo sonreír, no era una sonrisa vacía, era como una pintada en un lienzo durante un día de primavera.

Un par de estrofas más y el baile se detuvo por completo, acabaron sus movimientos juntos y un aplauso atronador llenó el salón, ella dio una reverencia con gracia ante él.

—Gracias por tu atención. —Lo recibió con un saludo conmovedor, orgullosa de no haberlo pisado. Sin embargo, él no respondió.

La tomó de la mano y le beso el dorso de la misma, entonces para su sorpresa, vio el rostro de la joven girar, sus ojos se habían desviado y había reído. No dio excusas para esto, no obstante, inclinó grácilmente su cabeza.

—Por favor, cuida de mí de ahora en adelante, querida.

Tendría que acostumbrarse a su ligereza al tratarla, abrió sus labios para responder, pero él fue más rápido.

—Lo siento, debo ir a pasar un rato con Vetrlang.

—¿Sucede algo?

—Es con relación a la dote.

—Ya veo.

Se había comportado como un emperador penoso y hasta ahora todo había sido romántico, pero debían pensar en las cuestiones legales.

—Vuelve sano y salvo. —Ella sonrió suavemente.

—No tardaré, no vayas a dejar que te ahoguen a la hora de jugar con los cuervos, diviértete.

—Daré lo mejor de mí.

Esta vez la besó suavemente en la frente y se fue. Era un comportamiento educado y una actuación esperada, pero ella no podía adaptarse a su forma liviana de tratarla. Abrió un poco de más sus ojos. Era tan dulce que su corazón se había acelerado. Trató de seguirlo después de eso, pero no pudo.

—Bailó muy bien, señorita Solen.

—Hemos estado en la misma esfera, es tan lamentable que nos hayamos tratado tan poco hasta ahora, pero me alegro poder saludarla.

Tan pronto como los nobles se enteraron de la noticia de su matrimonio, habían estado esperando para rodearla como perros.

Seres sin conciencia.

Sonrió de forma cortés pero fingida. Cuando estaba siendo apedreada había aprendido a cambiar su comportamiento dependiendo de la situación, pero estos humanos habían ayudado antes a ridiculizarla.

Por lo menos me dejó un gran terreno para tratarlos.

Sin el escenario planteado por Arendt, sería difícil predecir cuál hubiera sido su actitud. Él había declarado que se había enamorado de ella apenas verla y le propuso matrimonio.

¿Debería decir que estoy cansada?

Escuchó una voz familiar que la llamaba entre la marea de nobles a su alrededor.

—Señorita Solen, su majestad la busca.

Niveia levantó su cabeza para encontrarse con él usualmente inexpresivo Valor que se encontraba de pie cerca de ella. Estuvo cerca de fruncir el ceño, pero se limitó a parpadear confundida.

—¿Su majestad me busca?

—Sí, creo que debería ir con Vetrlang XV.

—Gracias por el aviso, duque Wistash.

Si realmente la hubiera estado buscando, él mismo habría ido por ella.

♦ ♦ ♦

Claro que era una mentira que el emperador la haya estado buscando, era algo ridículo, pero por primera vez, Valor dijo una mentira. Después de alejarse de su prometido, notó que ella estaba siendo intimidada por tantas personas, así que, sin apenas darse cuenta, había mentido. Sabía que ese acto no haría que ella se sintiera bien con él. Esto estaba dañando su moralidad de una forma terrible, pero no pudo evitarlo.

Cuando cruzó palabras con ella, su determinación tambaleó, quiso morder su lengua mentirosa y cortarla.

—Gracias, en realidad era un momento complejo.

Entonces esas palabras de agradecimiento por parte de ella le hicieron sentir que todo estaba bien. Su mente realmente estaba necesitada de sus palabras para definir sus límites.

—Era algo que debía hacer.

—Pero esté tranquilo, no es necesario que me ayude la próxima vez.

Ahora no podía entender qué estaba pasando, ella era la mujer que él mismo había rechazado. Pero cuando vio cómo las personas la rodeaban, se volvió reacio consigo mismo y aun cuando lo empujaban, fue persistente. Nunca había sido así cuando la tuvo cerca, fue muy diferente cuando la tuvo a solo unos pasos. A lo largo de todos esos años la había ido alejando, arrinconando, dejándola a merced de cualquiera que quisiera arrojarle piedras. Su apariencia se había vuelto un cascarón vacío, dejándola como una hermosa muñeca.

Se dio cuenta muy tarde de eso y ahora lo lamentaba.

¿Su insensibilidad había sido realmente involuntaria? ¿Cómo no se dio cuenta que sus frías acciones la llevaron al borde del abismo?

La suerte estaba echada y ya no había marcha atrás.

13 respuestas a “Ya no te amo – Capítulo 21”

  1. Me gusta como es Arendt con Niveia pero para ser honesta me preocupa que solo sea actuación.
    Aver como surge el amor de verdad entre estos dos. Gracias por el capítulo!

  2. Ja paga imbécil no supiste valorar lo que tenías y finalmente lo has perdido ahora te veré sufrir feliz de la vida por otro lado amo a Arendt ese si es un hombre de verdad amo como de cariñoso es con Niveia ahora solo falta su mugrosa familia me muero por verlos pagar gracias por el capítulo

  3. Valor es todo un idiota, teniéndola cerca y la dejo de lado ahh pero ahora que no está a su lado busca desesperadamente estar con ella aggg me encanta que la prota ahora este con Arendt, este emperador es muy dulce y la trata de buena manera.
    Gracias por la actualización 😊

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