Traducido por Bee
Editado por Sakuya
No ha habido un momento tan desesperado hasta ahora.
Después de que Ye Zhizhou finalmente se recuperó del impacto, alimentó a la bestia antes de dejarlo dormir en sus brazos. Dejó que Tongtian escaneara su cuerpo, quien confirmó que no había problemas. Después de eso, se subió a la tienda para escanear a la chica que aún estaba inconsciente.
[Su cuerpo está sano, pero su Wuhun está agotado. Necesita reponer energías. No hay pastillas adecuadas disponibles.] Seguí leyendo “Prevenir un Harem – Capítulo 65: El Rey Demonio Durmiente”
Traducido por Shisai
Editado por Shiro
El aparcamiento subterráneo estaba poco iluminado. Los dos subieron las escaleras y salieron al exterior.
Era de noche y el cielo estaba oscuro. Sin la iluminación de las luces de la ciudad, las noches en Shanghái eran muy tranquilas, y esa en particular, con pocas estrellas en el cielo. Cuando salieron del centro comercial, Fu Wenduo se puso a un lado y dijo:
—La situación en Pekín no es mejor que la de Shanghái. Es similar. Todas las regiones de China deben estar en un estado desordenado en este momento. Independientemente del tamaño de la ciudad, la situación es casi la misma. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 50: TangTang: Lo siento”
Traducido por Bee
Editado por Dea
Gigantes columnas de nubes se elevaron a través del cielo azul. El verano estaba en su apogeo. El bosque se había vuelto más vibrante; sin embargo, sin importar cuán verde se volviera el bosque, el lago mantenía un mordisco helado.
Mechones de cabello rosa pálido flotaban sobre el agua ondulante. Mientras Rose flotaba en la superficie, su camisola se extendió como si estuviera floreciendo en el lago. Para alguien que odiaba bañarse, había ido al lago con bastante frecuencia estos días. Seguramente se debió al clima caluroso. No tenía ninguna otra razón especial para ello. Seguí leyendo “Mi crush quiere una poción de amor – Vol. 1 – Capítulo 2: La peligrosa manzana para brujas (1)”
Traducido por Shisai
Editado por Sharon
De repente, oímos otros golpes en la puerta. Pensamos que un criado había venido a informarnos de que nuestro carruaje estaba listo para salir, pero nos esperaba otra sorpresa.
—¡Jared y Alan! —grité al ver las caras conocidas en la puerta. Pensé que hoy no podríamos ver a los dos príncipes.
—Gracias por venir al castillo —nos saludó Jared. Su sonrisa no parecía tan segura como de costumbre; casi parecía dolorosa. Alan también parecía estar sufriendo… Seguí leyendo “Katarina – Volumen 11 – Capítulo 1: Una convocatoria Real (4)”