La investigación sobre Helen avanzaba a un ritmo constante. Todo transcurría sin problemas, según lo planeado y con Elena cuidando hasta el más mínimo detalle para que Helen no pudiera escapar.
De pie frente a Elena ahora estaba Sarah, quien había terminado de dar su testimonio. La joven se inclinó profundamente y con una sonrisa astuta en su rostro.
—Salve a la princesa heredera. Gloria eterna al Imperio Ruford. Seguí leyendo “Dama Caballero – Capítulo 98: Es tu elección”