Después de la ópera, Elena y Carlisle se dirigieron al centro de la ciudad. Por orden de Elena, el carruaje se detuvo frente a un establecimiento con un letrero que decía: «Tío Charles». Era una panadería popular, a menudo frecuentada por multitudes; sin embargo, esa noche en particular se encontraba vacía. Elena había alquilado el lugar para que pudieran estar a solas. Las ventas de la panadería eran tan altas que se había necesitado una gran cantidad de dinero para monopolizarla durante unas horas.
Cuando ambos esposos llegaron a la panadería, Carlisle miró con curiosidad la tienda vacía. Seguí leyendo “Dama Caballero – Capítulo 101: ¿Ya lo olvidaste?”
