Ambos pudieron evadir con éxito a las fuerzas enemigas por más tiempo de lo esperado.
Sin embargo, el número de asesinos que los perseguían terminó aumentando gradualmente. Ahora, las flechas venían de diversas direcciones, y hacían cada vez más difícil evadirlas.
—¡Caril, ten cuidado! Seguí leyendo “Dama Caballero – Capítulo 102: Te… amo”