Novelas en español
Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Lo recordó después de la batalla con el ejército de Ruain, después de que regresaron al castillo.
En ese momento, Kiara tuvo fiebre.
La figurilla de arcilla que era el Maestro Horace le dio una breve explicación de que la fiebre se debía a la carga a la que había expuesto su cuerpo cuando se convirtió en maga. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 61: La razón más allá del sentimiento (2)”
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—No quiero que me protejas.
En el momento en que Reggie dijo esas palabras, abrió mucho los ojos, al ver su expresión, estaba a punto de llorar.
Él la había rechazado.
Aunque su expresión transmitía lo que estaba pensando, Reggie sintió un ligero dolor en su corazón. No quería que ella lo mirara de esa forma. Si es posible, me gustaría verla sonreír inocentemente y correr libremente como un gatito. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 60: La razón más allá del sentimiento (1)”
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Mañana será la partida del ejército Everal, la cual se había retrasado varios días, de la fecha original. Los soldados más lentos partirán primero. El comandante supremo sería Allan, sustituyendo a Reggie, que todavía no se encuentra bien y, por lo tanto, nuestra partida tuvo que retrasarse.
Tuve que moverme junto con el ejército. Una vez más, estaba entre la multitud que viajaba en carruaje. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 59: Saliendo del territorio Everal”
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Editado por Ayanami
Dormí durante todo un día.
Cuando desperté, mi cuerpo se sentía pesado. Además, tuve algunas heridas aquí y allá, debido a las chispas de fuego que emanaban del cuerpo de Reggie, por lo que, varias partes de mis brazos estaban cubiertos de vendas.
Una de las criadas, que era uno de los miembros del personal del castillo y quien fue la encargada de cuidarme se lamentó. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 58: Pensamientos negativos”
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— ¡Kiara-san!
Cuando puso la flecha en su boca, las comisuras de sus labios se mancharon con la sangre del príncipe, Kiara se acercó a Reggie sin preocuparse por la chispa que lo rodeaba. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 57: La verdad sobre lo sucedido”
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Para mí, Reggie es una existencia ligeramente especial.
Él es mi salvavidas y una persona que sabe todo lo que no puedo compartir con nadie más.
Aunque nuestra edad solo está separada por un año, nuestra diferencia de altura es bastante significativa, Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 56: Para mi tú eres…”
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Ayer, la señorita Cecilia me indico que debía mantenerme alejada de Reggie.
Dicho esto, estaba pensando en alejarme más de Reggie hasta el momento en que partamos. Si busco cosas agradables para entretenerme, estaría bien que hubiera muchas cosas que hacer. Como intentar fortalecer aún más el muro de ayer. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 55: El destino persigue a tus espaldas”
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Al día siguiente, después del desagradable encuentro con la señorita Cecilia. El día en que tomaríamos la decisión final sobre nuestra partida llegó.
En la reunión de hoy, se tenía la intención de arreglar todo, la señorita Cecilia, obviamente, no estaba allí. En cuanto al flujo de la reunión, básicamente, Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 54: Una declaración inesperada”
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Los sirvientes que caminaban sutilmente frente a esa persona, se arrodillaron en silencio en la esquina del pasillo. Sin embargo, una joven sirvienta, vestida con una ropa negra, que parecía una sombra alzó la voz al ver que algo caía de la mano de esa persona al piso de mármol blanco.
Inmediatamente, una anciana a su lado, que vestía la misma ropa negra, cubrió la boca del sirviente más joven. Dejando a un lado, que este era el palacio central, en el ala este de este palacio, se esperaba o se prohibía que la gente dijera algo. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 53: Charla ociosa – La mano cubierta de sangre”
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Es comprensible, obviamente, habría una candidata a princesa para un príncipe.
Después de pensarlo, durante unos tres segundos, llegué a la conclusión de que es algo normal. Por el momento, salí de la sala de reuniones. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 52: Un día de ligera confusión”
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La casa del conde Tolisfid. La hija de algún rey predecesor, se había casado en esta casa, e incluso el conde anterior tenía derecho a suceder al trono aún cuando ocupa el puesto más bajo.
Por cierto, su territorio, actualmente, está muy ocupado. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 51: La solicitud de la hija del conde Tolisfid”
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Al final, me tomó alrededor de una semana, para que la fiebre bajara por completo. Sin embargo, en caso de resfriados y, teniendo en cuenta la efectividad de la medicina en este mundo, no es inusual que una recuperación completa tome alrededor de una semana, por lo que no me consideraron enferma durante tanto tiempo. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 50: Visitante no deseado”
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La cocina de la mansión, se encuentra en el primer piso. Me puse unos suaves zapatos de tela de interior y caminé por el duro suelo de piedra gris del pasillo. Me tambalee un poco, pero, como era de esperar, no tenía ningún problema al caminar. Avanzaba un poco más lento de lo habitual, pero, después de dar pequeños pasos a la vez, finalmente, llegué a las escaleras, así que las bajé con cuidado. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 49: No puedo evitar preocuparme”
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— ¿Eh?
Me desperté, claramente, cuando la luz del sol de la mañana cayó desde más allá de la ventana.
Estaba distraída, mirando dentro de la habitación luminosa. Sentí que todavía estaba oscuro, hasta ahora… ¿o tal vez, fue porque me desperté en medio de mi sueño? Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 48: ¿Quién fue el ladrón?”
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Para cuando, finalmente, logramos volver al castillo, la alegría llenó mi corazón.
—Aah, finalmente, he regresado.
Además de no tener necesidad de acelerar nuestro regreso, nuestras tropas aumentaron gracias a los refuerzos enviados por el marqués Limerick y el vizconde Rainster, agregado a los soldados heridos que tuvimos que llevar, por lo que nos tomó alrededor de dos días regresar.
Aunque apenas estuvimos fuera por un par de días, después de haber vivido en el castillo de Everal durante unos dos años, siento que puedo considerarlo como mi propio hogar. Seguí leyendo “¡No seré un enemigo! – Capítulo 47: Regresando al Castillo Everal”