—Entra.
—Con permiso.
Mientras una atmósfera solemne llenaba la habitación, me senté justo en frente de Padre. Con un semblante perspicaz digno de un Primer Ministro, además el brillo agudo en sus ojos que por lo general hacia cuando estaba en el trabajo, hizo que la atmosfera a su alrededor se volviera aún más pesada…Y ahora parece que la tensión es el doble de lo habitual, tengo ganas de salir corriendo. Seguí leyendo “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 4: Confrontación”
La residencia del Duque de Armelia…. La casa está en la Ciudad Real, de donde Padre no puede salir debido a su puesto de trabajo, el de ser el Primer Ministro y donde Madre, a quien le gusta pegarse a él, vive.
Debido a eso, la casa es inesperadamente lujosa. Al juzgar por el conocimiento de mi vida anterior, la casa es más que suficiente para ser considerada como una mansión. Al entrar lo primero que hice fue ir a mi habitación. Y luego me senté en una silla para calmar mi corazón. Después de todo, yo voy a tener una reunión cara a cara con el “Jefe Final”. Quiero aliviar un poco la tensión. Seguí leyendo “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 3: La malvada hija en casa”
No puedo mantener esta farsa por más tiempo, pues, si mi memoria no me falla, en este momento ya me encuentro en la parte del juego en la que Edward, junto a los demás aristócratas que defendían a la hija del Barón, comenzarían a desacreditar mi imagen pública, con el propósito de mortificarme y señalar a Yuri como la víctima en toda esta historia. Entonces, si no puedo lograr evitar este escenario, no seré capaz de escapar del arresto domiciliario.
Ya no hay nada que pueda hacer, no puedo volver atrás. Lo más importante es evitar ser encarcelada por la Iglesia, sin embargo, eso es algo que debe decidir mi padre, no yo. No hay escapatoria a esta situación, el destino está escrito. No hay nada más que pueda hacer.
Seguí leyendo “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 2: El amor se enfría”
Duele…
Lo primero que sintió fue dolor. Aunque, hace unos pocos instantes, aún se encontraba sumida en un sueño, un suplicio abrumador la hizo despertar de ese “ensueño”. Incluso, aunque fuera solo por un poco, ella deseó haber despertado antes.
La tiraron al suelo mientras todos esos ojos la observaban.

Un grupo de hombres la inmovilizó, sin tener en cuenta siquiera el hecho de que fuera una dama; de hecho, la sujetaban con tal fuerza que, incluso un hombre no sería capaz de moverse. Si tan solo fuera un secuestro, entonces, tal vez, un príncipe azul vendría a rescatarla en su blanco corcel, pero no era más que una dulce fantasía. Este es el ‘lugar de su condena’, puede que de ser la víctima todavía pudiera salvarse. Pero, mires como lo mires, es la culpable. Por cierto, es preciso comentar que ella misma se buscó esta situación. Permítanme explicar cómo acabamos en esta situación.
Seguí leyendo “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 1: Aunque sea un mal final”
El problema estaba en el lado de la casa del Marqués.
Al final, no lo renegaron, sino que le quitaron el derecho de heredar la casa y este pasó al segundo hijo. Seguí leyendo “Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 3: El Camino de un Héroe (2)”
Ni siquiera han pasado diez años desde que el país en el que vivo, Tasmeria, estaba en guerra con su vecino, Towair.
Towair está al noroeste de Tasmeria, con tierras que difícilmente son aptas para cosechar cultivos; Habiendo dicho eso, sin minerales notables tampoco, era un país azotado por la pobreza. Seguí leyendo “Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 2: El Camino de un Héroe (1)”
Este mundo es absurdo.
Lo entendí.
No, me hicieron entender… eso ahora, abruptamente.
Siendo una idiota, lo querida que era… Es sólo después de perderla que lo entendí. Seguí leyendo “Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 1: Absurda realidad”
Para el festival escolar de la academia, yo, Keith Claes, como miembro del consejo estudiantil, estaba ubicado a cargo del área que exponía información sobre la historia de este país y la investigación mágica.
Así que saludo a la corriente sin fín de estudiantes, padres y tutores, con una sonrisa amigable, espero a mi hermana mayor, quien dijo que vendría enseguida pero todavía no está aquí. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 3 – Capítulo 2: El festival escolar desde la perspectiva de todos (1)”
Traducido por Endgame
Editado por Sakuya
Corregido por Maru
Mientras tenía un ligero ataque de tos, ella abrió la puerta de la habitación que ahora no se usaba. Ya había pasado un mes desde que su propietario había desaparecido, pero el interior se mantuvo igual que el día que se fue. Seguí leyendo “Baño de la Diosa – Capítulo 6: ¡Bebe esto!”
Traducido por Endgame
Editado por Sakuya
Corregido por Maru
Izumi tenía dolor de cabeza.
El despertador con la campana rota, indicaba que era la una de la tarde.
Ella se quitó lentamente su ropa, antes de abrir la puerta del baño. Seguí leyendo “Baño de la Diosa – Capítulo 5: Resaca”
Traducido por Endgame
Editado por Sakuya
Corregido por Maru
La mansión estaba en un alboroto.
Pisadas fuertes que parecían que en cualquier momento romperían las tablas y el eco de una vajilla romperse conmocionó a los confundidos residentes. Seguí leyendo “Baño de la Diosa – Capítulo 4: Hay que escapar”
Traducido por Endgame
Editado por Sakuya
Corregido por Maru
Izumi estaba eufórica.
La piedra que había obtenido por ese incidente, era mucho más práctica de lo que esperaba. Seguí leyendo “Baño de la Diosa – Capítulo 3: ¿Un yeti?”
Traducido por Endgame
Editado por Sakuya
Corregido por Maru
Teo Keh no podía calmarse y andaba alrededor del pabellón.
Aunque el grueso pabellón bloqueaba el sol por encima de su cabeza, la temperatura en el interior era muy elevada. Seguí leyendo “Baño de la Diosa – Capítulo 2: Piedra de fuego”
Traducido por Endgame
Editado por Sakuya
Corregido por Maru
—¿¡Quién demonios eres tú!?¿Un mirón?
—¿Podría darme un vaso de agua?
Esta conversación con un solo vistazo es obvio que no coincide. Seguí leyendo “Baño de la Diosa – Capítulo 1: ¿¡Quién demonios eres tú!?”
Traducido por Naiarah
Editado por Susibet
Corregido por Dimah
—¡Déjalo ir…!
Unos cuantos centímetros más y nuestros labios se tocarán. Seguí leyendo “DokiDoki Renai – Capítulo 10: El campo de entrenamiento, la luz de luna y las palpitaciones (4)”