Apaga las Luces- Extra 1 (I)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya

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El rostro de Vick, cuando lo vio dos semanas después, se había reducido a la mitad. Con honestidad, incluso si Mason había pensado con anterioridad que le vendría bien perder algo de peso al verle el estómago regordete, no lo quería ver tan delgado.

—La grabación está… —murmuró, como si estuviera a punto de llorar.

—Hmm… —contestó Mason, e hizo una mueca de pena.

Pensó que, si pedía perdón, Vick empezaría a llorar de verdad, pero solo bastó esa expresión para que los ojos del hombre se llenaran de lágrimas.

—La estación está… ¿sabes? Todo era verde, pero… muchas han caído ya.

—Sí, probablemente.

En realidad, fuera de la ventana, los árboles seguían verdes, pero Mason aun así asintió, mostrando su acuerdo.

—Ayer por la noche tuve un sueño… La nieve caía del cielo, amontonándose, y las hojas de los árboles cayeron… Entonces, el rodaje se pospuso para el próximo año… Estaba tan asustado que lloré cuando me desperté.

—Ya veo… Sí, es aterrador. —Mason hizo otra mueca, buscando mostrar firmeza en su afirmación.

—Director —dijo Chase, quien había venido de visita junto con Vick—, dijo que no se iba a poner así. ¿Qué pasa si Haley se siente presionado y eso ralentiza su recuperación? —lo reprendió.

—¿Qué hice…? —preguntó con expresión afligida—. No le dije que ralentizara su recuperación.

Mason se encogió de hombros y sonrió ante la disculpa de Vick.

—Pero ¿crees que te den de alta para la próxima semana? ¿Qué tal si filmamos una escena que no requiera de mucho esfuerzo? —preguntó con tono esperanzado, aunque sabía que era demasiado.

—Director, en serio… —dijo Chase tomándolo por los hombros—. Correr con una herida de bala solo sucede en las películas. ¿Qué quiere decir con la próxima semana? ¿Qué pasaría si le quedan secuelas? ¡Los actores no son prescindibles!

—¿A qué te refieres con prescindibles? No quise decir eso…

—Él no puede reincorporarse sin uno o dos meses de hospitalización.

—¡Pero dentro de dos meses habrá comenzado a nevar de verdad!

—Eso no es cierto. Al menos no en Los Ángeles, Vick —lo reprendió Chase de nuevo, como si de un niño se tratase.

¿Cómo puede nevar en una ciudad cálida como Los Ángeles donde las cuatro estaciones son calurosas?

—P-Pero, ¡quiero filmar! ¡Quiero filmar a Haley! —exclamó Vick de manera inflexible y con tono infantil—. ¡Otros han comenzado a mirarlo! ¡Pero yo lo encontré primero! —Se agarró el cabello frustrado, temiendo que alguien se llevara a Haley.

—Sin embargo… Si a Haley le va bien, a la película le irá mejor…

—Aun así, tengo que filmar la película independientemente de que sea buena o no. Piénsalo, si nieva, todo se irá…

—No hay manera de que nieve, ¡pero incluso si nieva! Podemos filmar cuando se mejore.

—Lo sé, pero… pero…

—Pero ¿qué? —dijo Chase con seriedad a Vick, quien no escuchaba en absoluto.

—Pero… —continuó Mason después de pensarlo por un momento—. ¿Crees que una escena tranquila sería posible mañana…? ¿Eh?

—¿Perdón?

Vick y Chase voltearon hacia Mason, y él por fin fue capaz de decirles lo que quería desde que ambos pusieron un pie en la habitación del hospital.

—Me dan de alta hoy.

—Habría sido mejor si me hubiesen contactado antes de venir aquí —añadió Tony, quien entró luego de finalizar la solicitud del alta. Entonces miró desconcertado a las tres personas, y Mason sonrió incómodo al ver las expresiones de asombro de Vick y Chase.

En realidad, que hubiese descansado durante dos semanas solo por una herida de bala quería decir que estaba holgazaneando. Cuando era mercenario, si tenía mucho tiempo, descansaría quizás unos diez días, pero, de no ser así, lo usual era que le tomaran puntos y que lo despacharan a la siguiente misión de inmediato. Por supuesto, su cuerpo ahora era débil y su recuperación era increíblemente lenta, pero Mason no podía soportar quedarse un momento más en el hospital, ansiaba salir de ahí.

Cómo se lastimó la pierna, no podía ejercitarse, y estaba harto de leer libros. Le dolían los huesos, y sentía que iba a enfermar si se quedaba más tiempo acostado en la cama. Incluso se sentía deprimido. Sin embargo, por fin había logrado convencer a Tony, a quien le preocupaba que fuese muy pronto para que le diesen de alta, que lo llevara de vuelta a su casa. Ya que nadie creía que «Haley», con una herida de bala, saldría de alta del hospital en tan solo dos semanas, estaba vacío el frente del hospital, así como su casa.

Pensando en cómo los paparazzi habían causado una conmoción al irrumpir en la habitación del hospital en una ocasión, esto era algo bueno. Fue una excelente idea solicitar el alta en ese momento.

♦ ♦ ♦

Mason se enfocó en el lado positivo y se despidió de Tony una vez que lo condujo hasta el frente de su puerta. Antes ya había rechazado la ayuda que este le había ofrecido de llevarlo dentro de la casa, por lo que entró por la puerta principal con sus muletas y observó el destartalado jardín.

—Hmm…

Cierto, Noah había convertido su jardín en esto. Había olvidado por completo este incidente. El jardín lucía como una ciudad un mes después de una guerra: un lugar donde nuevas formas de vida crecían luego de haber erradicado las huellas de la humanidad. En otras palabras, con todas las plantas creciendo por todas partes al azar, era demasiado espantoso como para llamarlo jardín.

Tengo que hacer algo con ese árbol roto y la hierba desenterrada… También con esas piedras, pensó Mason de manera deprimente mientras se deshacía de las microcámaras y los micrófonos ocultos en su puerta.

—¿Por qué hay tantos? —se preguntó irritado, ya se había deshecho de ocho de ellos en la verja, pero aún quedaban cámaras adheridas a la puerta principal y las ventanas.

Después de haber salvado a Noah, la reputación de Haley posiblemente había cambiado y, extrañamente, con ella mejoró también la calidad de las cámaras.

¿Qué le están haciendo a una persona que lleva una vida ordinaria?

Todos los días se levantaba temprano por las mañanas, salía a caminar, tomaba una taza de café, comía y luego tomaba lecciones de preparación de café y actuación y, al final del día, hacía ejercicio, se duchaba y luego se iba a dormir.

Mason luchó por ingresar los códigos de acceso con cámaras en ambas manos y entró a su casa.

Entonces, viendo su desastrosa casa, pensó: ¿Debería llamar a una compañía de limpieza? Pero, si lo hago, probablemente tendré que deshacerme de todos esos micrófonos ocultos y cámaras…

Esto lo deprimió. Además, como había estado acostado en la cama del hospital sin moverse, su resistencia, la cual había estado mejorando, bajó mucho, como aire escapando de un globo. Solo con regresar a casa, sentía pesado su cuerpo, como algodón empapado.

¿Cómo es posible que se me agoten las fuerzas tan rápido? Tal vez mi cuerpo ahora está peor que antes, pensó Mason de manera lógica, y con amargura subió hasta alcanzar su cama. Tengo que lavarme y luego irme a dormir. Qué molesto es poner la envoltura plástica en la pierna… Pero, primero, tomaré una siesta. 

Acto seguido, concilió el sueño con facilidad.

♦ ♦ ♦

—Ahh… —Mason respiró con dificultad y cerró los ojos. Noah estaba succionando profundamente su parte inferior. No sabía cuántos sueños como este había tenido ya. La primera vez que le sucedió, no pudo evitar sentirse sobrecogido por la sensación de culpa y la depresión, pero ahora que ya había sucedido tantas veces, era fácil tomar una actitud como «haz lo que quieras, al final es solo un sueño». Por supuesto, aún se sentía algo incómodo, pero, cómo explicarlo, como no era por su propia voluntad, podía dejarse llevar.

—Aun así, es un poco… —murmuró una excusa y acarició la mejilla de Noah mientras levantaba la cabeza para mirarlo.

Noah frotó sus labios en la parte interna del muslo de Mason y lo mordisqueó.

—Tienes un cuerpo muy vulgar —dijo como si estuviera insultándolo cuando la cintura de Mason se estremeció—. ¿Sabes cuántas veces te has corrido porque te chupé solo un poco? ¿Cómo funciona este pene? —preguntó acariciando el miembro de Mason, tras lo que agarró y presionó con suavidad sus testículos con la mano. Debido al líquido preseminal y al semen que goteaba, estaba resbaladizo, y con facilidad estimuló la zona erógena.

—Ugh. Noah, deten…

—Ahh. Está bien. ¿Estás diciendo que debería meterlo rápido? —susurró como si Mason fuese incontrolable—. En serio, eres tan lascivo…

Respirando hondo, Noah metió y giró su dedo en el ano, el cual ya estaba laxo, y acercó su pene erecto mientras lo acariciaba. Mason se estremeció al sentir un mordisco en su hombro y más aún cuando un firme objeto expandió su agujero.

—Ahhh —exclamó a medida que su cuerpo tomaba el miembro que se abría paso hacia adentro—. ¡Ah, ahh…! ¡Ugh, ah…! —Le abrazó los hombros cuando una chispa se encendió en su cabeza; parecía que iba a explotar.

Las manos de Mason continuaban deslizándose por la espalda de Noah, por lo que se aferró a lo que pudo. Cuando jadeó, agarrando las sábanas de la cama, se escuchó un sonido erótico cuando Noah retiró ligeramente el pene que lo llenaba con firmeza y volvió a meterlo.

—Mierda, qué puedo hacer si sigues pidiéndolo, aunque ya lo metí. —Noah agarró las tetillas de Mason y volvió a arremeter con todas sus fuerzas.

Los movimientos lentos y profundos no le resultaban satisfactorios a Mason, por lo que cuando gimió y arqueó la espalda, Noah lo tomó con fuerza por las caderas y embistió para alcanzar ese punto interno placentero.

—¡Ahh…! —La sensación tan intensa hizo que su visión se tornara borrosa, pero antes de poder sacudir la cintura para zafarse, Noah le abrió los glúteos y lo penetró con fuerza.

Todo el vello en su cuerpo se erizó, y comenzó a temblar. La respiración dificultosa de Noah le alcanzó el cuello, y él sacudió la cabeza e imploró.

—No más… —Sabía que era un sueño, pero sentía que su cabeza iba a explotar. No solo sentía su cuerpo electrizado, también le había comenzado a doler.

—Mason… Mason —susurró Noah y le mordió el cuello.

Mason sintió que su visión se oscureció cuando Noah introdujo su pene a profundidad, como si lo estuviera perforando. Fue tan intenso que pensó que su estómago iba a estallar, y dejó de respirar. A continuación, el miembro de Noah se hizo más grande y derramó un fluido tibio. Ante la extraña sensación de sus entrañas humedeciéndose, se estremeció y también se corrió. Fue en ese momento que se dio cuenta de que estaba eyaculando y abrió los ojos.

♦ ♦ ♦

Mason abrió los ojos y movió los labios en el aire, el cual, a diferencia del sueño, era frío.

Ah, en serio…

Frunció el ceño y se tocó los glúteos con la mano. Su ropa íntima e incluso sus pantalones estaban húmedos.

Por favor, ¿no puede ser un sueño normal? Nada extravagante…

Suspiró y se incorporó.

—Qué miedo, en serio. —Sentado y sintiéndose incómodo sobre la cama abrió sus pantalones. Su ropa íntima estaba hecha un desastre aun cuando probablemente ni siquiera se había tocado durante el sueño. Sacó unos pañuelos de papel y abrió su calzoncillo con el corazón ansioso, encontrándose con el semen pegajoso que ensuciaba el interior. Era comprensible que Noah lo insultara en el sueño, preguntándole cómo funcionaba su pene.

Rascándose la mejilla, se tomó un momento para reflexionar. Ahora que pensaba en ello, durante las últimas dos semanas que se quedó en el hospital no se había liberado de manera apropiada.

Por supuesto… Aunque sigue siendo demasiado.

Chasqueó la lengua con suavidad y agarró su pene. El sueño húmedo fue tan asombroso que su cuerpo literalmente se había estremecido. Ahora, encontraba la realidad deficiente e insatisfactoria.

Le resultaba algo desagradable que su mano se hubiese mojado, pero separó las piernas y comenzó a moverla hacia arriba y hacia abajo. A pesar de lo mucho que había eyaculado, se puso duro de inmediato y su rostro se ruborizó un poco.

Por supuesto que siento que algo falta.

Sintió un sabor amargo en la boca y suspiró. Ahora ya no le satisfacían las estrellas de videos para adultos como Julia, pero eso no significaba que no pudiera pensar en Noah mientras se masturbaba.

Mason sintió hormiguear ligeramente su mano al recordar el rostro erótico de Noah y frunció el ceño.

No está tan mal que piense en él, pensó mientras comenzaba a mover su mano más rápido. En ese momento, lo sobresaltó el repentino sonido del móvil y levantó la cabeza. Cerca de la cama, el celular estaba vibrando.

Mierda, ¿quién podrá ser?, se preguntó malhumorado mirando hacia la pantalla.

«Noah Raycarlton»

Conmocionado, tragó la saliva que se había acumulado en su boca. Justo en él había pensado de manera inconsciente mientras movía su mano. Deteniendo sus movimientos, miró perplejo al móvil mientras repicaba hasta que la vibración cesó. Entonces salió la notificación de una llamada perdida.

En ese momento, cayó en cuenta que el día anterior, cuando Noah fue a visitarlo, aunque mencionó que le darían de alta, el tema se vio interrumpido cuando Tony entró en la habitación.

¿Llamó porque se dio cuenta que me dieron de alta? Chasqueó los labios con suavidad y puso los ojos en blanco. Primero, quiero terminar de masturbarme, luego quiero lavarme las manos o tomar una ducha y entonces llamarlo cuando esté limpio. Me siento culpable por pensar en él mientras me masturbo, y ni se diga de contestarle en este estado…

Lentamente, Mason comenzó a mover de nuevo su mano y se mordió los labios, sus orejas enrojeciéndose.

—Noah… —murmuró con suavidad, y acarició su pene resbaladizo.

El móvil sonó de nuevo, pero Mason, sintiendo el clímax cerca, pensó: ¿No puede pensar que estoy dormido o algo así? Y continuó trabajando con sus manos, ignorando la llamada.

Luego de un rato, el silencio volvió a reinar. Mason miró la notificación de llamadas perdidas y movió su mano con más prisa.

Debería terminar rápido, limpiarme las manos y devolverle la llamada, pensó, entonces escuchó que el móvil comenzaba a repicar de nuevo.

En silencio, Mason lo observó y suspiró con suavidad.

¿Y si Noah piensa que deliberadamente le oculté que me iban a dar de alta y que ahora estoy ignorando sus llamadas?, pensó de pronto.

A continuación, agarró el móvil con su mano limpia y presionó el botón para contestar antes de que terminara la llamada.

—¿Estabas durmiendo?

—Ah, sí… —contestó mirando a su alrededor mientras escuchaba la voz lánguida de Noah.

Puse los pañuelos de papel por aquí en alguna parte…

Mason respiró con dificultad cuando trató de alcanzar el pañuelo, que de alguna manera había terminado en el suelo, y falló.

—Fui al hospital, pero te dieron de alta. ¿Estás en tu casa?

—Fuiste… ¿Fuiste al hospital? Estaba por llamarte, pero en ese momento de repente irrumpieron el director y Chase… —intentó explicar y miró su mano húmeda. Había comenzado a sudar frío—. Lo siento. No pude decirte antes.

—No, ahora que lo pienso, me parece que ayer me comentaste algo. ¿Podría ser que no estás en tu casa? —preguntó e hizo una pausa, parecía estar haciendo algo.

—No. Estoy en casa… —Por alguna razón, Mason se sintió nervioso y se puso de pie vacilante. Entonces, cuando miró hacia la puerta en una posición incómoda, con los pantalones aún en las rodillas, juró haber escuchado un crujido en el exterior.

—¿Estás en tu habitación?

—Hmm… Quizás… Tal vez… —Sintió que estaba empapado en sudor frío, y que de la espalda le bajaba hasta la ingle. Apartando la mirada, quiso preguntar: «¿De casualidad estás en mi casa?». Pero Noah le ganó al hablar.

—Estoy en tu casa. —A pesar de que había entrado a la casa de alguien más sin tocar el timbre o pedir permiso, Noah continuó con voz educada—: ¿Estás despierto? Quiero verte y saludarte…

—No. Si me esperas en la sala por un segundo…

Mason escuchó el sonido de pasos afuera de la habitación e hizo ademán de salir corriendo y cerrar la puerta, pero se olvidó de los pantalones a la altura de sus rodillas y de sus piernas lastimadas. Entonces, entre el enredo de la prenda de ropa y sus piernas que no tenían fuerza, cayó al suelo sobre la alfombra haciendo un estrépito.

—¿Mason?

Escuchó la voz desconcertada de Noah muy cerca de la puerta. Sudor frío empapaba todo su cuerpo y, olvidándose del dolor, se levantó para intentar de nuevo cerrar la puerta.

Justo en ese momento, la puerta se abrió.

El silencio se apoderó del lugar y una brisa fría le acarició la ingle a Mason.

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