Apaga las Luces – Extra 2 (I)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


Te he estado observando. Sé cuán puro y amable eres. Solo yo lo sé. Noah Raycarlton y tú no hacen buena pareja, así que, por favor, rompan. Mi corazón está quemado, desgarrado, hecho trizas. Cada día es como el infierno, y mi alma arde…

Mason escaneó las casi doce páginas de tamaño A4, las volvió a guardar en el sobre y las arrojó a la papelera.

—¿No es esa una carta?

Cuando miró hacia atrás al escuchar la voz, vio a Chase observando el sobre que había desaparecido en la papelera.

—No es nada —contestó Mason, y miró desde lejos el ruidoso set de filmación—. Por cierto, ¿sigue igual? Ja, ja.

—Sí… —respondió Chase y miró junto con Haley el set de filmación.

Luego del incidente del secuestro, Mason se unió de nuevo a la filmación dieciséis días después y fue atacado por reporteros de todo el mundo. En el hospital, gracias a la familia Raycarlton, pudo permanecer tranquilo y cómodo. El día anterior, incluso, regresó a su casa en relativa paz, y ahora no conseguía acostumbrarse a esta situación explosiva, por lo que miró hacia el set como si lo que ahí sucedía no tuviese nada que ver con su persona.

—¿Cuántas veces tengo que decirlo? Si hacen ruido quedará grabado. ¡Por favor, hagan silencio!

Poco le faltaba a Gloria y al personal para comenzar a pelear con los innumerables reporteros.

—Si otras personas están tomando fotos, ¿por qué yo no puedo? —gritaban los reporteros mientras tomaban fotos y llamaban a Haley pidiéndole que saliera donde pudieran verlo bien.

—¿No sería mejor para ti hacer una entrevista? Esto es como… —dijo Ashton a Mason con tono enfadado ya que, dada la situación, parecía que filmar no iba a ser posible.

Mason sonrió con pesar y Tony, quien salió de la nada, dijo triste y sombrío—: Lo siento. Haley hizo una entrevista, pero se estaba volviendo eternamente larga…

—No es culpa de Haley —interrumpió Chase con severidad, evitando que Tony continuara disculpándose—. Salvó a una persona y es algo que todos debemos soportar juntos. También, gracias a Haley, los inversores no paran de llegar, y si soportamos el ruido por un tiempo, todo mejorará.

Justo como Chase dijo, después que Haley salvó la vida de Noah Raycarlton, mucha gente quería invertir en la película Real. Por supuesto, su mayor inversor, NLC de los Raycarlton, también brindó apoyo sin fin de tal manera que, no solo quedó cubierto el costo de la demora, sino que también tenían dinero suficiente para que el personal a tiempo parcial se quedara en hoteles de lujo.

Lo que Chase dijo era correcto, pero Ashton lo miró con el ceño fruncido.

—Siempre haces lo mismo, Chase. Eres como el caballero de Haley.

Decía esto porque a Haley parecía no importarle, pero cada vez que alguien hablaba mal de él, Chase salía a su rescate.

El hombre se ruborizó ante el comentario de Ashton y preguntó—: ¿De verdad lo parezco?

—No… ¿Qué? —Mason arrastró las palabras. Ashton estaba siendo sarcástico, pero al ver a Chase feliz, no supo qué decir.

En ese momento, apareció Gloria con un rostro exhausto.

—Ah, en serio… Lamento que hayas venido hasta aquí en tu condición, pero, Haley, parece que filmar hoy será imposible.

—No, yo soy el que lo siente —se disculpó Haley con ella, quien tenía expresión sombría.

Desde lo lejos, Vick miraba a los reporteros con odio, fastidio e ira. Aunque sabía que estaba abusando de Haley, se sentía ansioso, y ahora que finalmente podía filmar unas escenas y estaba feliz, debido a esos bastardos todo se vino abajo.

—Haley tampoco luce muy bien, por lo que deberíamos terminar por hoy y descansar… Pienso que, por ahora, también deberíamos filmar en el estudio —dijo Gloria.

Si a los reporteros se les prohibía entrar al recinto, solo tendrían que lidiar con los helicópteros que pasaran por las ventanas.

Gloria suspiró y Mason sonrió amargamente sin saber qué decir. Para él, Hollywood continuaba siendo un lugar distante e incomprensible. No podía entender por qué se comportan de forma tan caótica. Dos décadas atrás se había mantenido alejado del centro de atención cuando salvó a Noah y ahora, a pesar de que Haley era un artista, seguía sin entender por qué los reporteros actuaban como fanáticos.

—De verdad no te ves bien. ¿Estarás bien para la toma de mañana?

—Ah, bueno… —Sonrió con torpeza a Chase y se agarró la cintura furtivamente. De hecho, le resultaba difícil permanecer de pie, pero no podía contarles su predicamento a otros.

El día anterior, Mason, quien se había quedado dormido o desmayado después de tener relaciones sexuales con Noah, fue despertado de manera forzosa no mucho después.

♦ ♦ ♦

—Ahh… —Mason abrió los ojos al mismo tiempo que dejaba escapar un gemido. No podía dormir porque su cuerpo estaba demasiado caliente; alguien continuaba sacudiéndolo. Entonces, aunque tenía los ojos entornados, un rostro apareció y se fue tornando nítido.

—Ahh… ¿Finalmente despertaste?

Mason abrió sus ojos por completo en cuanto escuchó la pegajosa voz sobre su cabeza, y Noah lo penetró profundamente.

—¡No-Noah!

—Ahh… Como estás despierto, tu interior… Me devora de forma muy distinta —rio por lo bajo y lo volvió a penetrar.

Él gimió, y antes de que pudiera entender lo que sucedía, agarró las sábanas, aferrándose a ellas. Noah hizo que se acostara de lado y le levantó una de las piernas, tras lo que arremetió.

—Ugh, ahh, ugh… —gimió y tembló.

Justo después del sueño húmedo se corrió hasta que le dolieron los testículos, por lo que ahora no podía eyacular ni siquiera un semen acuoso, sin embargo, su cuerpo estaba caliente y sentía una corriente eléctrica, como si se estuviera viniendo.

—Deten… ¡Ugh! —suplicó. De su boca seguían escapando gemidos, y no podía ni siquiera articular una palabra completa.

—Puedo parar si me sueltas —le contestó Noah y le agarró el trasero.

La parte inferior de ambos era un desastre. La cantidad de semen, sudor y fluidos corporales que Mason derramó no eran para bromear, pero la cuota de Noah era espantosa. Hasta tenía miedo de preguntarle qué tanto había hecho mientras estaba inconsciente. Mordiscos y chupetones. Todas las partes de su cuerpo que conseguía ver estaban coloridas. Temeroso de verse en un espejo, Mason se percató del escozor en su piel y movió su cuerpo buscando empujar a Noah, pero este le dio una nalgada y lo sostuvo por la cintura, tirando de él hacia abajo.

—¡Ugh! Por… favor —suplicó y jadeó.

Cada vez que Noah lo penetraba a profundidad, Mason se sentía morir. Entre lo inundado que sentía su interior y el dolor desgarrador como si fuera a partirse en dos, no podía evitar entrar en pánico. Siempre había pensado que era bueno soportando torturas, pero ya no podía aguantar más. No sabía en qué momento había empezado a llorar, pero como estaba excitado, las lágrimas continuaban cayendo.

—Ahhh…

Noah lo acostó sobre las sábanas y lo agarró por la cintura, y él se estremeció ante la escalofriante sensación del pene saliéndose. Si pudiera correrse, con seguridad sería un montón. Mason tembló debido a la sensación de vacío y extrañeza de su interior. Sin mencionar que cuando sintió que un líquido espeso se derramaba de su agujero, la piel se le puso de gallina. No obstante, lo más aterrador de todo esto fue que su cuerpo lo encontró placentero.

—De verdad, ¿cómo me detengo cuando tu cuerpo lo pide tanto? —Metió su dedo en el ano palpitante y sacó una gran cantidad de semen—. Aunque solo metí mi dedo, aprieta tanto… Es como si pidiera un pene cuando me envuelve así. —Se rio brevemente y dejó caer algo de semen sobre la mejilla de Mason y añadió con pesar—: Debe ser difícil para ti tener un cuerpo al que le guste tanto follar.

Mason yacía en la cama, jadeando y temblando. No podía enfurecerse y maldecir su elección de palabras vulgares, porque, justo como Noah dijo, su cuerpo deseaba su pene. Avergonzado y molesto debido a haber eyaculado al punto de deshidratarse, pero aun anhelando más placer, se mordió los labios. Noah pareció adivinar lo que pensaba y lo besó como si quisiera calmarlo. Una, dos veces; le succionó los labios de forma leve y preguntó:

—¿Qué hay de ti?

—¿Perdón? —preguntó Mason al no entender al otro.

Noah lo besó de nuevo, pero esta vez lo hizo por más tiempo antes de responder:

—A tu cuerpo le gusta, pero… ¿y a ti?

»Hacer esto conmigo… ¿Lo odias? —Sonrió un poco a pesar de su aparente conflicto.

Mason lo miró.

—No lo sé… —murmuró y dejó escapar un suspiro.

Esta era la tercera vez que estaba con Noah, si contaba el manoseo, sexo y otras pequeñas cosas. Pero, siendo honesto, el sexo con este hombre era un poco… No, era muy rudo. Incluso vulgar. No podía soportarlo. Dejando de lado que este era el cuerpo de Haley, Noah era testarudo y pervertido. El hecho de que se divirtiera con una persona desmayada era prueba de ello.

—Quién sabe… —dijo finalmente, clavando en Noah la mirada.

Noah sonrió como si no pudiera evitarlo. Parecía querer decirle que no había nada que pudiera hacer al respecto. A su vez, Mason no pudo evitar encontrar su rostro sonriente y sudado, inocente y puro. Dejó escapar un suspiro.

Esto es demasiado. Es agotador y doloroso. El sexo no debería ser una tortura…

—Creo que… me gusta —contestó contrario a sus pensamientos.

El sexo con Noah era de su agrado, pero era Noah…

El hombre lo miró y sonrió, ojos curvándose.

—Te refieres a mí —dijo comprendiendo con rapidez el significado oculto en sus palabras.

Al verlo sonreír, Mason no pudo evitar pensar que esa sonrisa era muy dulce. El sexo en su sueño no había sido así. Aunque similar, fue diferente. A pesar de que ahora Noah también decía cosas vulgares y movía su cintura del mismo modo, el verlo sonreír mientras la piel húmeda de ambos se deslizaba, hacía que en su interior surgiera una dulce sensación, la cual fue creciendo.

Independientemente de que esta sensación estuviera relacionada con el deseo sexual, le gustaba este hombre. El cuerpo caliente y sudoroso, la piel suave, los músculos poderosos y flexibles… El simple hecho de que este hombre estuviera vivo lo hacía sentir satisfecho.

—Mason… Mason… Mason… —Noah le besó los labios, los ojos, las mejillas, e introdujo de nuevo su pene en el húmedo agujero.

A medida que lo seguían besando, Mason tomó una abrupta bocanada de aire y cerró los ojos. Acto seguido, Noah le lamió las orejas y susurró su nombre en un tono más dulce que el azúcar una y otra vez. Lentamente, su cuerpo comenzó a estremecerse con violencia de nuevo y, jadeando, se aferró al otro hombre hasta perder el conocimiento una vez más.

♦ ♦ ♦

—¿Estás bien? Tienes la cara roja…

—Eh, algo así… —Mason arrastró estas palabras al volver en sí luego de ver a Chase preocupado.

Tony, quien había estado de pie junto a él sosteniendo una muleta con torpeza, desapareció diciendo que traería una bebida fría.

—De verdad te preocupas por él. —Ashton miró a Chase con una expresión amarga y se volvió, disgustado, hacia Mason—. ¿Hoy también te quedarás en casa del Sr. Raycarlton?

—Sí. Bueno… —contestó Mason con amargura ante la voz desagradable del otro.

La noche anterior, Mason se quedó dormido completamente exhausto después de una muy larga sesión de sexo solo para despertarse con el sonido fuerte del viento. Cuando levantó la cabeza, se dio cuenta que se encontraba dentro de un helicóptero y con la cabeza sobre las piernas de Noah. Se irguió, desconcertado, y el otro hizo presión en sus hombros, tras lo que le besó la mejilla y susurró:

—Está bien, duerme un poco más.

—El jardín… —contestó con amargura en un susurro.

Por su parte, Noah rio con alegría.

—Sin duda, esta vez fueron menos las sacudidas.

No disponiendo siquiera de la energía para reclamarle por su jardín, justo como Noah le sugirió, se quedó dormido. Era un alivio que el cuerpo de Haley estuviera acostumbrado al sexo, de lo contrario, no habría podido llegar al set ni siquiera arrastrándose. Ahora, aunque no había anochecido todavía, su espalda estaba cansada, sus muslos palpitaban de dolor y sentía su interior tan rígido como para morirse ahí mismo.

—Dijiste que no estaban saliendo… pero ¿parece que les está yendo bien? —le preguntó Ashton, tratando de descifrar la situación de ambas personas.

El aludido, en lugar de contestar, sonrió perplejo. No sabía si estaban saliendo o no, nunca habló de eso con Noah y, además, sin importar lo que le dijera a esta retorcida persona, lo oirá como un alarde.

—Caray… Qué envidia —dijo pareciendo entender algo de la sonrisa de Mason, pero su expresión decía: «Solía ser un sucio promiscuo, pero, entonces, fingí arreglarme por un momento y conseguí un hombre con dinero con el que ahora llevo una mejor vida». Sin embargo, esto no era del todo errado ya que, a ojos de los demás, mientras vivía como el chivo expiatorio de Hollywood, de repente tuvo suerte y consiguió a un hombre rico, una película con la que se ganó la lotería e incluso se convirtió en el héroe nacional.

—Mm. Sí —convino—. Tuve suerte. Eso es todo.

Sintiéndose mejor debido a la modesta respuesta de Mason, Ashton estaba a punto de decir «¿Verdad?», cuando Chase lo detuvo.

—Eso no es cierto. El afortunado sería el Sr. Raycarlton, a quien salvaste. Le salvaste la vida. ¿No lo crees?

—Ja, ja —rio Mason con brevedad buscando reaccionar lo justo y suficiente ante la apasionada defensa de Chase.

Este hombre ya sentía un agrado abrumador por Mason, pero, después del incidente del secuestro, su afectó alcanzó nuevos niveles. No era amor ni algo sexual. ¿Cómo explicarlo? Era como un perro leal frente a su dueño; como el novato que quería ser la mano derecha de su jefe. Aunque Mason desde hacía mucho estaba acostumbrado a que lo siguieran tipos sin principios, esta situación los estaba haciendo pasar por un momento difícil. Y, como imaginó, el rostro de Ashton se había tornado de un rojo brillante, lleno de ira y fastidio.

—Ah, de verdad… El amor de Chase por Haley es demasiado. No puedo con él —dijo enfadado y retrocedió un paso—. Entonces me iré a esperar de nuevo. Aún no te has recuperado. Si continúas así y te desmayas, el corazón de Chase tendrá un colapso. ¿Por qué no te vas temprano a casa, Haley? —Podía parecer un chiste, pero Ashton lo decía en serio.

—Sí, sí —contestó Mason con una sonrisa y se despidió con la mano en cuanto le dio la espalda. Nada bueno saldría de una persona retorcida como esa. A continuación, se volvió para enfrentar a Chase y deseó que ninguna otra cosa molesta sucediera en el futuro—. De verdad me tengo que ir. Será un gran problema si Gloria se desmaya debido a una alta presión arterial.

—¿Piensas que puedes irte? Están acampando en toda el área. Parece que de verdad tendrás que meterte en la maletera —dijo preocupado luego de una pausa.

Mason se encogió de hombros.

—Confiaré en las habilidades de Tony. Bueno, no tengo nada que hacer, por lo que está bien que me quede en el auto un rato. —Vio al hombre del que hablaba correr hacia él y dijo—: Trajo una botella de Coca-Cola.

Ese era un artículo precioso que podía usarse cuando se estaba atrapado en un lugar por mucho tiempo.

—¡Liz! ¡Liz! —exclamó mientras corría hacia él de modo urgente—. Ven acá —dijo en voz baja y tiró de su muñeca.

Desconcertado, Mason permitió que Tony lo llevara a una esquina oculta a ojos de los reporteros y, acto seguido, vio al hombre mirar alrededor con rostro algo pálido.

—¿Qué sucede? —preguntó y miró con curiosidad a Tony al notar que sus ojos estaban llenos de pánico y sin enfoque.

Tony tragó la saliva seca acumulada en su boca y jadeó.

—¡A-Alguien salpicó nuestro auto con sangre!


Shiro
Tchan, tchan, tchan~ ¿Y ahora? ¿Quién piensan que pudo haber sido? O.o

4 respuestas a “Apaga las Luces – Extra 2 (I)”

  1. No me gusta ese sexo :c yo sé que le gusta pero igual le duele y quiere parar al menos un respiro, Noah no lo deja porque piensa que “pide más”. Y que Noah lo penetre estando inconsciente que asco

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