Apaga las Luces – Extra 3 (I)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


Mason miró la mancha de pintura roja del asiento entre sus piernas.

—Lo siento, parece que manché tu asiento por accidente —dijo, pensando que había manchado el asiento con la pintura que le había quedado en el dedo.

Tim miró entre las piernas de Mason.

—Te pagaré el cambio de la funda del asiento y luego le solicitaré a Tony un reembolso.

—No te preocupes, temo haberlo manchado yo también.

—¿Perdón? —preguntó Mason confundido.

Tim comprobó el semáforo antes de responder:

—Salí a comprar condones y cuando regresé, vi lo que le pasó a tu auto. Lo estaba mirando, por lo que puede que yo también me haya llenado de pintura. —Hizo una pausa y continuó—: Ah, lo siento. ¿Se mancharon tus pantalones?

Ante la mirada del otro, Tim, quien estaba a punto de cruzar, sacó con rapidez unos pañuelos y estiró su brazo hacia la ingle de Mason. Al percatarse de sus intenciones, se echó hacia atrás, pero Tim limpió con indiferencia entre sus piernas de igual forma y luego arrojó el pañuelo por la ventana.

Mason no apartó la mirada de Tim.

¿Es este el tipo que arrojó pintura sobre mi auto? ¿Es el acosador que envió la carta?, ponderó un momento al respecto. Pero, no, no puede ser.

Tim no olía a pintura, y parecía un tipo que de verdad solo estaba mirando. Pero, aun así, no podía estar seguro…

Al notar la mirada de Mason, Tim notó su suspicacia y gritó:

—Ah… ¿Qué? ¡No lo hice! ¿Te parece que estoy loco? ¿Por qué lo haría?

Sin prisa, Mason analizó al hombre, cuyo tono cambió extrañamente. Este hombre no era el acosador. En comparación a la altura desde donde la pintura fue arrojada y el grafiti fue escrito en el auto, la altura de Tim no correspondía, quien era apenas un poco más alto que Haley. Parecía medir 6.2 pies y, según la altura del grafiti, era muy probable que el culpable fuera más bajo que Haley. Por último, como el acosador no lo consideraba una persona cuidadosa, seguramente hizo todo desde una posición que le resultaba cómoda.

Entonces, este hombre es…, pensó dejando escapar un suspiro.

—Dime, ¿cambiaste tu número de teléfono? —dijo de pronto en tono sarcástico.

—Mm, ajá —contestó poniendo los ojos en blanco.

Al no recibir una respuesta concreta, Tim lo fulminó con la mirada.

—Como ahora tienes a Raynoah, ¿piensas deshacerte de todos los hombres con los que estuviste?

Mason no contestó.

Tim no era el acosador, era una de las personas que Mason pensó que conocería en cualquier momento.

—¿Te has estado divirtiendo con ese hijo de perra?

Los ex de Haley, o una de sus parejas sexuales.

♦ ♦ ♦

—Comprueba que la hojilla no tenga gérmenes ni veneno de inmediato. —Phil, terriblemente pálido, recogió deprisa las hojillas con las que Noah se cortó y las envió con urgencia al laboratorio a través de Sophie.

Entretanto, Noah recogió las fotografías con las manos empapadas de sangre.

—¡No las toques! No sabemos qué les ha hecho —agarró apresuradamente las manos de Noah.

—No creo que haya nada mal con las fotografías —contestó, contrario a las expectativas de su asistente—. Deja de ser tan sobreprotector. —Y le dio una palmada en la mano. —Fue extraño que dijera que Haley lo había enviado —dijo tirando al suelo el ramo de rosas—. Sin importar cuán feliz me encuentre, al punto de estar soñando, no debí hacer esto.

Si Mason fuera un hombre dulce y romántico, que envía un ramo de rosas al compañero con el que tuvo sexo la noche anterior, entonces, tendría sentido, pero ese no es el caso. Él no es esa clase de persona; solo hay que ver cómo se fue al set de filmación con rostro pálido. Él nunca haría esto. Yo lo sabía y aun así abrí el sobre sin pensarlo.

Noah le entregó su mano herida a Phil y miró las fotografías con la otra, tras lo que las fue lanzando, una tras otra. Fotos de Haley coqueteando con otro hombre en el suelo, Haley, Hale, Haley… Todas eran fotografías de Haley. Él había logrado ver las diferencias incluso antes de saber que Mason era quien ahora estaba en el cuerpo. En ese momento, se sorprendió de cuán diferentes se veían los dos.

—Es el mismo cuerpo. Qué extraño es…

—¿Perdón? —Phil, quien había estado presionando la mano sangrante de Noah, levantó la cabeza al escucharlo murmurar.

En lugar de responder, Noah continuó mirando las fotografías. Entre las veintitantas que le fueron enviadas, solo una era de Mason. No solo era la apariencia o la ropa las que eran distintas. Los hábitos al momento de mover las cejas o los ojos, la manera en la que movía los músculos faciales, como hablaba, los gestos que hacía con las manos… Todo acerca de la forma en la que usaba su cuerpo era diferente. Particularmente, los movimientos naturales y severos hacían que se pareciera mucho a Mason.

—Estas son fotos de Haley. ¿P-Piensa que el acosador de Haley se las envió?

Parecía que el sangrado se había detenido y Phil, quien apenas se estaba recuperando de su pánico, se limpió el sudor y miró las fotografías que Noah había arrojado. En todas ellas se veía a Haley con otro hombre, besándolo, teniendo sexo con él dentro de un carro estacionado en un lugar apartado. No eran ni siquiera explícitas; era como ver una escena porno. Acto seguido, Phil recordó como Noah había dicho con una sonrisa que estaba en una relación apenas unos momentos atrás.

—¿Está bien? —preguntó con cautela—. Esto quedó en el pasado, no tiene que preocuparse…

Todos en el mundo sabían que Haley jugaba de manera lujuriosa y promiscua, pero, aun así, no había forma de que alguien se sintiera bien luego de ver esas fotos de su amante.

Al inicio, Phil había pensado: ¿Por qué tiene que ser Haley Lusk? ¿Por qué un hombre como él…?

Sin embargo, era cierto que la condición de Noah había mejorado mucho, y aunque al principio Phil pensó que Noah se estaba excediendo al buscar olvidar la muerte de Mason y los horrores del secuestro, si no eran esas las razones que lo motivaban… Si no lo eran, entonces, de verdad había progresado mucho. Cualquier persona que no solo salvara a Noah sino que también llenara el vacío que dejó Mason, fuera este Haley o hasta un perro, Phil los serviría con toda su lealtad.

—Ah, no me importan esas fotos. La única que me interesa es esta. —Agitó la fotografía que sostenía entre sus dedos.

Phil miró la fotografía, confundido. En ella también se veía a Haley, con muletas y expresión algo cansada. Se estaba subiendo al auto del hombre con el que se había encontrado en secreto y había tenido sexo en las otras fotografías.

—Y de esto es de lo que debería encargarme —dijo mirando el reverso de la fotografía.

Está teniendo una aventura. Rompe con él. No puedes controlarlo.

Las palabras parecían haber sido escritas con pintura roja, la misma que le arrojaron al carro de Haley en las fotografías.

¿Que tiene una aventura? ¿Que va a dejar a Noah?

Phil miró la fotografía, parpadeó varias veces y se enfocó en Noah, quien sonreía como si hubiese escuchado un chiste. A continuación, este último volteó la fotografía para volver a ver a Haley subiéndose al auto y murmuró:

—Se ha vuelto descuidado.

Bueno, anoche de verdad lo agoté.

Probablemente no solo se subiría al auto de su antiguo amante, del cual ni siquiera sabía, sino también al del acosador. Aun así, era un alivio que no fuera tan peligroso, porque, al final, no fue al auto del acosador al que se subió.

—Ese hombre teniendo una aventura… —murmuró y arrojó la fotografía al suelo, tras lo que añadió—: Ya descansamos y nos reímos un poco. Deberíamos regresar rápido a trabajar.

Debido a su reacción no solo tranquila sino descabellada, Phil no pudo evitar tartamudear:

—Uh, ¿eh? Sí. —Recogió las fotografías del suelo y limpió la sangre.

Noah se sentó en su silla y recordó el escrito detrás de la fotografía y rio por lo bajo.

Mason teniendo una aventura, para más, con un hombre, cuando anoche estaba tan excitado que se corrió hasta empapar toda su parte inferior.

Era un hombre heterosexual que, naturalmente, se resistía a esa clase de placer. Sin embargo, dijo que le gustaba, en lugar de decir que no le había gustado o que le había parecido terrible. Además, como lo dijo con indiferencia, justo como lo habría hecho Mason, Noah se sintió aún más desesperado. Ya estaba ciegamente obsesionado pensando que con que Mason estuviera vivo le bastaba, pero ¿qué haría si ese sentimiento continuaba creciendo? Entonces, para su sorpresa, se dio cuenta que esos sentimientos se habían profundizado, y con languidez se apoyó en la silla sosteniendo los documentos.

—Um, hay algo en el ramo de rosas… —Phil, quien había estado limpiando el suelo, sacó una máquina negra del tamaño de una palma de entre las rosas y se la mostró—. Parece un aparato receptor.

Un dispositivo de escucha, que no sabían dónde había sido plantado, equipado con un receptor. Noah miró el equipo con ojos lánguidos, los cuales se curvaron cuando sonrió.

—Ya que lo tenemos, ¿deberíamos escuchar? —dijo como si anticipara escuchar algo interesante, y apoyó la barbilla sobre sus manos entrelazadas.

♦ ♦ ♦

—¿Te has estado divirtiendo con ese hijo de perra?

Ante la pregunta, Mason pensó un poco antes de contestar.

—Sí, la estoy pasando bien.

Tim frunció el ceño.

—¡Ja! —exclamó incrédulo y rio por lo bajo. Entonces, estacionó el auto a un lado de la calle y se volvió hacia Mason, quien lo miró con expresión indiferente—. ¿Te gusta tanto el dinero? Recientemente te ha ido bien, ¿eh? Ese hijo de perra te está patrocinando por completo, ¿no es así? —inquirió Tim algo emocionado.

—Sí, esa parte también me gusta.

Probablemente, Tim no había esperado que Haley lo admitiera tan fácil y lo miró como si estuviera harto de él.

—¿Por qué? Tú fuiste quien me dijo que le pidiera un auto —añadió con la mayor osadía que pudo.

Por su parte, Tim lo estudió de pies a cabeza, finalmente diciendo:

—Escuché que habías cambiado mucho, pero no has cambiado en nada. —Sacó un cigarrillo, lo encendió e inhaló profundamente.

Mason pensó en el cigarrillo que dejó por el bien de Haley y apretó los labios. Tim debió sentir su mirada y le ofreció uno.

—No, gracias. Lo dejé —se negó de manera poco convincente.

—¿Haley Lusk dejó de fumar? ¿Por qué también no me dices que dejaste las drogas? —se burló y lo miró escéptico.

—Mm. También las dejé —respondió con indiferencia.

Tim no podía creerlo, pero cuando lo vio bajar la ventana para que se escapara el humo y apartar la mirada desinteresado, no pudo evitar decir:

—¡Ja! ¿Tú? ¡En serio! ¿Sabes lo falsa que se ve tu actuación? Hace que se me ponga la piel de gallina. Cuando hace un rato fingiste no conocerme, tus ojos ni siquiera vacilaron.

Porque no te conozco.

Mason contuvo el suspiro que quería escapar de sus labios y dijo con fastidio:

—No nos conocemos bien.

Pensando en la personalidad de Haley, resultaba obvio la clase de relación que tendría con este hombre. O se aferró y confió en él o simplemente lo usaba como compañero sexual. Ahora, al ver la reacción de Tim, parecía que estaban en un punto intermedio.

—Ey, Haley —dijo, indicando que era suficiente—. ¿Acaso el hecho de que te subieras a mi auto no significa algo? ¿Por qué te estás haciendo el difícil? ¿Estás diciendo que te subiste a mi auto solo porque querías escapar de esas cámaras y esos reporteros?

En lugar de responder, Mason se mostró indiferente.

—¡Puta mentira! —no pudo evitar exclamar al ver la reacción de Mason—. Raycarlton te da mucho dinero y te trata bien, pero el sexo con él probablemente es una mierda. ¿Piensas que no sé acerca del asunto de la parte inferior de tu cuerpo? Dilo con honestidad, si vamos a mi casa y tenemos sexo, será bueno para los dos. ¿Por qué estás actuando así? ¿Te pedí que rompieras con Raycarlton?

Incluso antes de que Mason pudiera contestar, Tim preguntó:

—Me seguiste porque su pene es pequeño, ¿verdad? —Hizo una pausa y añadió—: ¿Eh? Extrañaste el mío que es grande, ¿no es así? —Acarició la parte superior de su entrepierna y Mason miró el pene que quedó marcado bajo la tela de sus pantalones—. A ese perdedor lo secuestraron y cuando tu ano palpitó, pidiendo más, el debió haber estado agotado. No, ya va, ¿siquiera lo han hecho?

»Esa cosa, quizás hasta tiene disfunción eréctil. —Tim sonrió orgulloso. Quizás sentía confianza en su desempeño sexual y continuó—: Eso nos viene bien a ambos. ¿Sabes? No te estoy pidiendo que salgas conmigo. Tal como solía ser antes, solo resolvamos el asunto de nuestras partes inferiores. Probablemente te estás muriendo porque estos días te has sentido vacío ahí abajo, ¿no es así?

Mason miró la cara sonriente de Tim y luego el pene que sobresalía, evaluándolo. Él sabía con exactitud la clase de cosas que podían herir a un hombre y así ahuyentarlo con facilidad.

—Hubo un malentendido —dijo mirando abiertamente el pene del otro—. De verdad, solo quería tomar prestado tu auto… Lo siento, pero el pene de Noah es mucho mejor.

—¿Qué?

—Más largo, más grueso… y muy duro… Ah, con toda honestidad, no bromeo—. Miró al otro y pensó en el pene grande y aterrador de Noah diciendo—: Hm… como de este tamaño. —Mostró con sus manos un estimado y Tim arrugó la cara.

—No mientas. ¿Ese hijo de perra es tan grande?

—Mm. —En lugar de discutir por tener la razón, Mason fingió saborearlo con su boca.

Ante sus movimientos, Tim quedó boquiabierto.

—Cuando lo mete, mi interior se tensa mucho. Pareciera que fuese a romperse. Es tan grande que, incluso si no se mueve, me enloquece por completo. Ahhh… —Mason interrumpió lo que decía como si no hubiese podido continuar debido a la saliva que se acumuló en su boca. Con algunas verdades, Mason añadió lo que Haley habría dicho y, además, se estremeció para mostrar su entusiasmo—. Al final, ya no podía correrme más, así que, con lágrimas, le rogué que se detuviera. Con honestidad, tú no eras así —dijo fingiendo ser un cabeza hueca.

El rostro de Tim se enrojeció.

—Lo siento —añadió con expresión triste y dejando escapar un suspiro—, más que por su dinero o apoyo, estoy saliendo con Noah porque me gusta su pene. Tú sabes la clase de persona que soy. ¿No viste el artículo de cómo me le colgué para que me prestara su pene? —Mason hizo énfasis en la palabra «pene»—. Pero si lo hago contigo ahora, creo que me voy a sentir muy vacío abajo.

—¡Mierda! ¡Hey!

—Ah, ¿por qué gritas? —Mason fingió fastidiarse y miró a su alrededor.

Parecía que los paparazzi no los habían seguido. Luego de aclarar su relación con Tim, nunca hablaría con él de nuevo.

—Todos los hombres son iguales —dijo para darle un último golpe y acabar con todos sus sentimientos.

—Tú… ¡De verdad! —Alzó la mano como si fuese a golpearlo.

En ese momento, el móvil en el bolsillo de Mason repicó.

«Noah Raycarlton»

Qué oportuno.

Mason pensó por un segundo antes de contestar, al mismo tiempo que vigilaba a Tim con cautela.

—Ah, ¿Noah? Voy en camino para allá, ¿qué sucede?

Antes de que Mason pudiera decir algo más, Noah se le adelantó.

No pidas un taxi. Te enviaré un auto para que regreses. ¿Cuál es tu ubicación exacta?

—¿Perdón? Aquí es… Una intersección en dirección a West Hollywood. Pero ¿cómo sabes que iba a pedir un taxi? —Mason parpadeó varias veces y escuchó su voz a través del móvil con algo de retraso.

—«¿Perdón? Aquí es… Una intersección en dirección a West Hollywood…». 

Mason abrió la boca sin saber qué decir.

—Lo siento. No tenía planeado escuchar a escondidas, pero alguien me lo regaló. Escuché sólo en consideración a su generoso regalo… —La voz de Noah estaba entrelazada con risa.

—Uh, pues… Quizás… —De la conmoción, Mason puso los ojos en blanco.

—¿Qué? —preguntó Tim mientras fumaba con tono fastidiado.

Claramente podía escuchar la voz de ambos a través del móvil. Entonces, soltó un soplido y comenzó a buscar en el auto de Tim. No mucho después, al abrir el ventilador del aire acondicionado con un poco de fuerza, un dispositivo de escucha negro cayó.

—¿Qué es eso? —preguntó Tim sorprendido, dejando caer el cigarrillo en el proceso.

Un segundo después, una voz ligeramente más nítida se escuchó a través del móvil:

«¿Qué es eso?»

Parece que Mason encontró el dispositivo de escucha, pensó Noah.

Entonces, Mason lo escuchó reír y decir:

—La charla acerca de mi pene, espero puedas contarme con más detalles cuando nos veamos… ¿Es eso posible? —El tono de Noah era lánguido.

Mason movió los labios como si fuera a hablar, pero bajó la mirada y vio la mancha de pintura roja… En ese momento, supo cómo un rastro del acosador llegó hasta el asiento del pasajero de ese auto.

♦ ♦ ♦

Mason se sentía como un pecador por haber caído en la parafernalia del acosador. La carta que Tony sacó de la basura, el video de CCTV, las fotos de Haley, las hojillas y el receptor que recibió Noah y, por último, el dispositivo de escucha en el auto de Tim. Aunque Phil se mostraba indiferente, sus ojos estaban llenos de incredulidad mientras miraba a Mason. Noah, por otra parte, veía el video de CCTV con expresión misteriosa.

—Viendo esto, no es sencillo identificar quién pudo ser. Está en el punto ciego y, además, totalmente cubierto.

Muchas fueron las veces que acercaron la imagen en el video, pero no pudieron descubrir quién arrojó la pintura sobre el auto.

—¿Tienes a alguien en mente, Tony? Ese no es un lugar al que un reportero pueda entrar con facilidad, por lo que debe ser un infiltrado. De no ser así, ¿cómo podría meter la carta en el guion?

Aunque Tony tembló cuando Noah se dirigió a él, parecía estar agradecido por su pregunta.

—N-No estoy seguro.

—Parece medir alrededor de… 5.4 pies. Parece ser un hombre, es bastante bajo. Podría ser una mujer. Puede plantar dispositivos de escuchas, pero, obviamente, es descuidada… —proclamó Noah según lo que vio en el video y de acuerdo a las evidencias que «el acosador» dejó.

Tony murmuró algo, parecía querer responder, pero quizás lo que quería decir no era importante.

—Parece que ha estado observando a Haley desde hace mucho tiempo. Estas fotos y que esperara que tuvieras sexo con Tim Daniel… Probablemente por esa razón me envió el receptor diciendo que tenías una aventura, ¿no es así? —dijo Noah mirando a Mason.

—Mm —dijo evadiendo la pregunta y girando el rostro.

Noah rio por lo bajo.

—Está bien… De cualquier modo, parece que está teniendo un problema con el comportamiento de Haley estos días. El escándalo conmigo ha captado la atención de muchas personas y resulta que todos ahora te quieren. La estrella, que una vez le perteneció solo a él, ahora es de todos. Mm… Seguramente no es fácil de aceptar. —Asintió como si comprendiera al acosador.

—Bueno, tomémonos esto con calma. Según lo que ha hecho hasta ahora, no parece peligroso.

Las hojillas que envió a analizar no tenían gérmenes ni toxinas. Si el acosador hubiese sido valiente, probablemente las habría contaminado con VIH y, en lugar de arrojar pintura, habría prendido en llamas el auto de Tony.

Aunque no podía tolerar esta situación, al mismo tiempo, no quería iniciar una investigación y que la gente se enfocara en él.

—Quizás es una celebridad, por lo que no descartes ninguna posibilidad y presta mucha atención. Haley, ya estaba pensando en asignarte algunos guardaespaldas para que te acompañaran. Ya que las cosas llegaron a este punto, por favor, acepta que te acompañen algunos guardaespaldas de ahora en adelante.

—M-Muy sensible y amable de su parte —expresó Tony en agradecimiento hacia la generosidad de Noah. Parecía no poder creer que Noah Raycarlton estuviera hablando con suavidad y sentado frente a él.

Esta no era la primera vez que se encontraban. Ya lo habían hecho varias veces en el pasado, pero él siempre era así. En ese momento, Noah le sonrió con dulzura a Tony, este se quedó en blanco y tocó a Mason como diciéndole: «Mira, Noah me sonrió».

Mason le dirigió una mirada de advertencia para que dejara de meterse con su asistente y Noah se apresuró en hablarle, parecía haber estado esperando esta oportunidad.

—Y creo que hay algo que tienes que decirme.

Mason guardó silencio.

—No creo que quieras decirlo frente a otras personas —dijo asintiendo con la cabeza como si comprendiera—. Necesito hablar de algo con él, ¿podrían ser tan amables de salir? —les pidió a Phil y Tony.

—Mm… —contestó Phil con expresión incómoda.

—Y-Ya veo —respondió Tony con decepción y se levantó.

—No… En realidad, los dos no necesitamos hablar nada solos… —Mason no podía soportar quedarse solo Noah en ese momento, moriría de vergüenza, por lo que se levantó con rapidez.

—¿De verdad? —preguntó Noah ladeando la cabeza—. Entonces, ¿debería decirlo frente a todos? A mí me da igual. —Hizo una pausa y comenzó a decir—: Entonces, ¿cómo se veía mi pene…?

Mason se encogió de miedo y empujó por los hombros a Phil y Tony fuera de la habitación.

Acto seguido, se escuchó el fuerte sonido de la puerta cerrándose, tras lo que Mason se apoyó en ella para evitar que otros entraran. Un ligero rubor podía percibirse en sus mejillas cuando miró a Noah, el cual sonrió como si supiera que eso sucedería.

—Siéntate. Deben dolerte las piernas.


Shiro
No es adrede que lo hago, ¿ok? Bueno, quizás sí. :3 En fin, no caigamos en menudencias, espero estén disfrutando los extras~ <3

4 respuestas a “Apaga las Luces – Extra 3 (I)”

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