Apaga las luces – Extra 3 (II)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


—Siéntate. Deben dolerte las piernas —dijo con amabilidad y se sentó sobre la mesa frente al sofá.

Una vez más, Mason comenzó a arrastrar sus piernas hacia el sofá mientras dejaba escapar un leve suspiro. El agotamiento lo invadió y en su interior pensó: Si colapsara en este preciso momento, no tendría que enfrentar esta situación. Y aunque se sintió tentado, sabía que escapar no le sería tan fácil.

—No tienes por qué ponerte tan serio. Fue… divertido. Sé por qué le dijiste eso a Tim Daniel. Hablarle así a un hombre es la mejor estrategia para ahuyentarlo.

—Gracias por entender… —Mason frotó su frente ligeramente ruborizada.

—No debió ser fácil para ti. ¿Es la primera vez que te encuentras con un excompañero de Haley? —preguntó.

Mason asintió con la cabeza. Podía haberse topado antes con alguien que no conociera, pero esta era la primera vez que alguien lo abordaba.

—Si te encuentras con gente así en el futuro, ¿piensas usar el mismo método para ahuyentarlos? ¿Piensas decirles que mi pene es tan grande que no puedes evitar amarlo?

—¿Quién sabe…? Pensaré en ello si llega a suceder de nuevo —contestó de manera vaga.

Nadie querría hablar con ese hombre apuesto acerca de su pene.

¿Cómo puedo hacer un buen escape?, pensó mirando a su alrededor, cuando de pronto notó las vendas en los dedos de Noah.

—Esos dedos…

Noah enfocó su vista en la mano que Mason miraba y dijo sonriendo:

—Ah, corte de papel y navajas de afeitar. Parece que no estabas prestando atención, ¿eh? Ya te hablé de ello. —Hizo una pausa y añadió—. No tenían gérmenes y los cortes fueron limpios. Es agradable que te preocupes, pero no es grave.

—Ya veo…

Pensó que debió ser doloroso al ver la sangre que había manchado las vendas, pero decir eso en voz alta parecería sobreprotector, así que se lo calló.

—Hmmm… —Con los ojos entornados, Noah miró a Mason hasta que este se percató y le devolvió una mirada cautelosa.

—¿Por qué me miras así? —preguntó.

Noah ladeó la cabeza con languidez y dijo:

—Solo pensaba en la clase de expresión que pondrías… cuando dijiste que te gustaba mi pene.

Sus palabras dejaron a Mason petrificado.

—Ah, por supuesto que sé que estabas ahuyentando a ese hombre —dijo con la mirada clavada en el otro—. Pero ¿con qué expresión dijiste cómo te sentías cuando estaba dentro de ti? ¿Cuán indecente fue la expresión que pusiste cuando hablaste de correrte…? Mi imaginación no para de volar —terminó diciendo mientras estudiaba el rostro de Mason en detalle con una mirada penetrante.

Incómodo, Mason se levantó deprisa, pero Noah tiró de su brazo, haciéndolo regresar al sofá y recostándolo.

—¿Te desagrada esta situación? —preguntó al ver que Mason había fruncido el ceño en cuanto su espalda tocó el sofá.

—Noah, yo…

—Honestamente, mi mente está dividida —lo interrumpió, acariciando las cejas de Mason para que dejara de fruncirlas—. Una mitad piensa que esta situación es graciosa y agradable, pero la otra está enloqueciendo mientras te imagina hacer expresiones indecentes frente a otro hijo de perra. Imaginar la expresión que hiciste hace que me ponga duro, pero seguramente ese hijo de perra también se estimuló, lo que me enfurece. —Sonrió y tocó el cabello negro de Mason esparcido sobre el sofá, tras lo que agarró un mechón y lo besó.

»Por supuesto, sé que no estoy en posición de ponerme celoso… —Dejó la oración inconclusa, sonriendo levemente e inclinando su frente hacia el pecho de Mason, donde suspiró.

Mason trató de apartarse, preocupado porque Noah pudiera escuchar los latidos de su corazón, pero este se aferró a sus ropas.

—Estoy extremadamente feliz en este momento. El simple hecho de que pueda estar junto a ti me hace tan feliz, que siento que puedo morir en paz. —Hizo una pausa y continuó—: Te puedo tocar. Dijiste que te gusto —susurró con voz dulce como la miel—. ¿Por qué no puedo parar de ser codicioso? Ni yo mismo lo sé…

La voz de Noah hacía que sintiera un cosquilleo en su corazón, y no pudo evitar dejar escapar un suspiro. Mason sentía como si estuviera en una montaña rusa emocional debido a las acciones contradictorias del otro. Provocándolo con palabras obscenas un instante y actuando como si tuviera el corazón roto al siguiente.

La situación sería diferente si pudiera rechazar con contundencia cualquiera de los dos comportamientos, pero sentía que no era fácil. El cuerpo de Haley reaccionaba ante las palabras obscenas y Mason era indefenso frente al Noah de corazón roto.

Al escucharlo suspirar, Noah rio por lo bajo como si eso fuera inevitable y dijo con dulzura:

—Tomo más porque me lo das. —Le mordió el pecho y las tetillas a través de la ropa.

Sobresaltado, Mason intentó apartarlo, pero Noah levantó la cabeza y lo besó en los labios. El beso era pegajoso, lujurioso y persistente, y con el consiguió que Mason separara los labios y sacara la lengua, tras lo que saliva comenzó a gotear.

—No, mañana tengo una tom… —Mason, quien movió la cabeza intentando escapar, apenas consiguió separar lo suficiente los labios de ambos para decir esas palabras.

—Entonces, cuéntame de nuevo. ¿No dijiste que te corriste de inmediato con esto adentro de ti? —preguntó Noah, presionando su miembro endurecido contra la persona bajo él—. Ayer, sin duda, fue así. —Rio entre dientes al recordar la escapada de la noche anterior.

—Pues, yo… —dijo evitando contacto visual; su frente empapada con sudor.

—Siento que lo que dijiste tuvo que estar basado en una verdad. Es difícil engañar a alguien mintiendo al 100 %. Por lo que tu mentira tuvo que tener algo de verdad. ¿Qué tanta verdad mezclaste en tu mentira? ¿50 %? ¿80 %? ¿O quizás un 100 %? —preguntó frotando eróticamente su pene contra el otro.

Noah estaba a punto de quitarse los pantalones e introducir su pene, y Mason palideció con solo pensarlo, a punto de colapsar. Si tenían sexo como el día anterior, no podría llegar al set ni siquiera a rastras.

Quería empujar a Noah y decir que no, pero sintió su zona inferior comenzar a calentarse y jadeó. Su cuerpo, el cual había sentido antes el movimiento del pene de Noah en su interior y el placer que podía hacerle sentir, comenzó a excitarse tan pronto este frotó su zona inferior.

Pero no fue hasta que sintió su boca llenarse de saliva que Mason pensó: No, esto no debería estar sucediendo… 

Sus pensamientos, sin embargo, fueron interrumpidos por el dedo que Noah introdujo entre sus labios.

—Prueba a chuparlo —susurró en tono erótico.

Vacilando, Mason frunció los labios… No, aunque su corazón vaciló, sus labios le dieron la bienvenida al dedo de Noah, lamiéndolo de inmediato.

—Me pregunto si dijiste que te gusta mi pene con esta expresión… —dijo con suavidad mientras observaba con atención a Mason lamer su dedo—. ¿Te preocupa la toma de mañana?

El dedo abandonó su boca y Mason asintió con la cabeza, sintiendo cómo la saliva goteaba hacia su mentón. Noah le tocó el cabello ligeramente empapado en sudor, luciendo algo desconcertado.

—Sí, te entiendo. Este cuerpo parece frágil. Entonces, ¿prefieres hacerlo con la boca? —preguntó y cubrió los labios de Mason con los suyos, su lengua introduciéndose en la cavidad y lamiendo su mejilla—. Si lamiste mi dedo con tanto deleite, quiero ver… con cuánto placer lo devorarás. —Levantó el cuerpo con el que presionaba a Mason y desabrochó sus pantalones, exponiendo su pene erecto.

Cubriéndose la boca con una mano, Mason aprovechó de tragar la abundante cantidad de saliva que se había acumulado en su boca. Al igual que el día anterior, pensó que era desagradable y horriblemente grande, pero ese día, de alguna manera, lo encontró más atractivo. Mason cerró los ojos y dejó escapar un gemido de manera inconsciente al darse cuenta de lo que pensaba. Sin embargo, debido a esa expresión, Noah soltó una maldición y, sin poder contenerse más, tiró del cabello del otro, arrastrándolo hasta su entrepierna. Un olor lascivo sobrecogió los sentidos de Mason de pronto.

—Uh…

Antes de que pudiese sentir rechazo a causa de chupar el miembro de otro hombre, el enorme pene de Noah se encontraba ya en el interior de su boca.

—No… uses los dientes… —dijo Noah con voz áspera.

Mason sintió su cabeza calentarse y su visión tornarse borrosa. Encontró dulce el miembro en su boca, y con sus labios engulló el falo. En su mente sabía que en su boca no cabía la totalidad del pene, pero su lengua, ansiando esa golosina, lo lamió mientras levantaba la cabeza para iniciar movimientos rítmicos.

—Es un desastre —murmuró Noah; y estaba en lo cierto.

Succionando o no, era un desastre. Su miembro era tan grande que, solo con la mitad en la boca de Mason, este sentía como si su quijada estuviera a punto de dislocarse y babeaba sin parar. Nunca antes había chupado el pene de otro hombre, ni siquiera lo había imaginado, pero no podía obligarse a sacarlo de su boca. Era una situación patética, donde no podía chuparlo apropiadamente, pero tampoco quería soltarlo. En ese momento, Noah tiró del cabello de Mason, haciendo que el pene cayera de su boca y saliva se derramara.

—¿Te mojas tanto solo con chupar mi pene? —Hizo una pausa y añadió con voz acalorada—: Mírame.

Mason se mordió los labios, sabía que el rubor había alcanzado sus orejas.

—Quería quedar satisfecho con una mamada, pero si es así, no puedo contenerme. —Acostó a Mason sobre el sofá y le arrancó los pantalones.

La ropa interior húmeda cayó al suelo en un instante y Mason, limpiándose los labios con el dorso de su mano, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. El paraíso le llamaba, podía sentirlo a medida que se iba adormeciendo con los ojos cerrados, pero solo imaginar el pene de Noah penetrándolo hizo que se le pusiera la piel de gallina y que su cintura se estremeciera.

—De verdad… Estoy enloqueciendo…

Debería ser yo quien dijera eso, pensó Mason. ¿Qué diablos me sucede? No importa que los hombres puedan tener una erección poseyendo la energía apenas para levantar una cuchara, esto es demasiado…

—Ahhh…

La descarga que sintió en cuanto el pene de Noah, resbaladizo a causa de su propia saliva, lo penetró, no le permitió continuar con esa línea de pensamiento. Entonces, su interior, el cual había albergado ese miembro hasta el amanecer, se estiró al máximo y él jadeó. Acto seguido, Noah comenzó a mover sus caderas mientras le succionaba las tetillas. Sentir que el clímax se acercaba hizo que Mason cerrara los ojos a causa del placer abrumador; la toma del día siguiente quedando completamente olvidada.

♦ ♦ ♦

—¿Estás bien? ¿Cómo sigues? —preguntó Tony, su tono de voz lleno de preocupación y desesperación.

Con una toalla fría sobre sus ojos cerrados, Mason no pudo evitar gemir y contestar con poca sinceridad:

—No lo sé… Ugh, la espalda me está matando.

En su interior, Mason sollozaba. Le dolía la espalda, sentía que las entrañas le palpitaban y le ardía el cuerpo. No tenía energía. Y como lloró tanto la noche anterior, tenía los ojos hinchados y la garganta ronca. Sin mencionar que parecía que la herida en su pierna se había abierto de nuevo, le dolía tanto como cuando recién le dispararon.

La toma que tenía que hacer era al final de la tarde, por eso fue que pudo arrastrarse hasta el set, pero la condición en la que se encontraba le resultaba intolerable. Se había puesto una toalla fría sobre los ojos y una caliente junto con un parche medicado en la espalda.

El día anterior había sido… No entendía por qué había actuado de ese modo. En su vida pasada, había tendido a ser más relajado, pero siempre había sido profesional cuando de su trabajo se trataba. Al fin y al cabo, tenía que evitar la muerte. Sin duda no era la clase de persona que se olvidaría del trabajo del día siguiente y que le succionaría el pene a otro hombre como si no existiera un mañana. Si eso fuera el campo de batalla, estaría muerto con sus globos oculares rodando por el suelo. Por supuesto, ese no era el campo de batalla, pero incluso aceptando ciento diez mil dólares, no podía cuidar de su cuerpo, ocasionándole problemas a todos. Por no mencionar que la razón por la que había terminado así era sexo.

Fui estúpido y lamentable por haberme perdido anoche en el deseo sexual, pensó.

En ese momento, sintió vibrar el móvil en su bolsillo y deslizó su mano en el interior para sacarlo con lentitud y contestar sin siquiera ver quién le llamaba.

—¿Sí?

Mm… ¿Estás bien? —preguntó con voz dulce el culpable principal que lo revolcó la noche anterior.

—Ah… —gimió—. Bueno, quizás debí tomármelo con más calma —contestó con tono algo abatido.

Noah no fue el único que no pudo controlarse, por lo que no debería resentirlo por ello, pero no podía evitarlo. Mason sintió un cosquilleo en su oreja al escuchar la risa baja del otro a través del dispositivo.

Eso es cierto. Honestamente, no creí que irías a la toma.

—Pensé haberte dicho que tenía una toma.

—Así es, pero… Como no te has recuperado por completo aún.

Se escuchaba preocupado. De hecho, los medios expresaron su preocupación por Haley, quien regresó al set sin siquiera tomarse un descanso de veinte días. Decían que la película iba bien y que, además, contaban con buena conciencia laboral, por lo que sería un gran problema si terminara con secuelas en su pierna.

Entiendo que no quieras descansar más, pero si comienzas a corretear por ahí como solías hacerlo después de recibir un disparo o una puñalada y habiendo descansado solo una o dos semanas, no creo que tu cuerpo pueda soportarlo.

»Aparte de para sexo, ese cuerpo parece bastante frágil —susurró como si eso le gustara.

—Um… Lo tomé por sentado —admitió Mason presionando la toalla contra sus ojos y murmurando algo acerca de que el cuerpo de Haley debía ser así de débil por la vida que había llevado.

»Aun así, dije que lo haría.

Si dijo que lo haría, tenía que hacerlo bien. Pero si se presentaba una situación donde de verdad no podía, sería una pena.

—De cualquier manera, si no estás ocupado, ¿puedes seguir hablándome? Pienso que escuchar tu voz por teléfono es muy… agradable y relajante.

¿Será porque es dulce?

Extrañamente, después de escuchar la voz de Noah, sintió que sus hombros, los cuales habían estado un poco tensos apenas momentos antes, se habían relajado.

—Si no te fastidia, por supuesto —añadió al ver que el otro permaneció en silencio—. Si estás ocupado, podemos dejarlo hasta aquí.

¿Lo fastidié demasiado?

No, no estoy ocupado ni fastidiado. Así que, ¿de qué deberíamos hablar? ¿Hay algo que quieras preguntarme?

—¿Cómo está tu cuerpo…? —preguntó y cerró los ojos en silencio.

Aunque Noah estaba preocupado por su salud, él también había recibido un disparo y, a diferencia de Mason que se quedó en el hospital por lo menos durante dos semanas, él no lo hizo. Después de tratarse la herida, habrá visitado el hospital cada dos o tres días, pero apenas descansó. Y ahora, aunque Mason fue quien sufrió las peores repercusiones luego de tener sexo, estaba preocupado por Noah, quien rio por lo bajo ante su pregunta.

Estaré bien mientras te tenga a ti. 

—Eso no fue lo que pregunté… —dijo, sintiendo sus mejillas arder bajo la toalla.

Puede que suene extraño, pero lo digo en serio. Mi enfermedad más antigua y obstinada viene de mi cabeza. Insomnio, narcolepsia, conclusiones, estrés… Esas son las enfermedades que amenazan mi salud. —Al notar el silencio de Mason, continuó—: Si te refieres a las otras heridas, están sanando bien. Parece que estoy produciendo muchas endorfinas. El doctor estaba sorprendido con mi capacidad de curación. Dentro de cuatro días, el sábado, voy a quitarme el vendaje. Ya no me molesta en el cotidiano. —Hizo una pausa y añadió—: Por supuesto, eso incluye el sexo.

Shiro
Asumiendo que están familiarizados con las otras, la narcolepsia es un trastorno crónico del sueño que se caracteriza por una somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño. Las personas que padecen narcolepsia a menudo tienen dificultades para mantenerse despiertos durante períodos largos, sin importar las circunstancias. La narcolepsia puede provocar alteraciones graves en la rutina.

—Pues así parece —admitió, dejando escapar un leve suspiro.

Sin duda, las acciones del día anterior y del anterior a ese no habían sido las de una persona herida.

—Ahora… ¿estás durmiendo bien?

¿Puede la enfermedad de Noah curarse solo con que me quede a su lado?

Cuando tenía diecisiete años, había estado a su lado, pero en ese momento la situación de Noah era terrible.

—Hmmm… —arrastró el sonido como si estuviera pensando—. ¿Quién sabe? No puedo decir que esté completamente curado, pero sí está mejorando… Estaré incluso mejor si duermes junto a mí —dijo y dejó escapar una risa breve, haciéndolo sonar como una broma.

Mason se quitó la toalla de la cara, abrió los ojos y comenzó a decir:

—Pues eso…

—¡Pronto comenzaremos! ¡Haley, prepárate! —gritó Gloria, interrumpiéndolo, detrás de él.

Parecía que la toma previa había finalizado.

—Uh… —Vaciló, y escuchó la risa grave de Noah a través del equipo.

Olvidé que quien está ocupado eres tú y no yo. Ve. Hablaremos más cuando llegues hoy a casa.

—No, espe… Uh, está bien.

Habiendo estado a punto de detener a Noah, Mason miró a su alrededor y asintió con la cabeza. Sophie y el resto del equipo estaban esperando para maquillarlo.

—Hablamos luego, entonces… —dijo Mason mordiéndose el labio.

No te excedas trabajando. Hazlo de forma casual —respondió Noah de manera poco patrocinadora y colgó el teléfono.

—Maquillaje, ¿puedo comenzar? —preguntó Sophie, sonriendo.

—Lo siento —dijo Mason tras un momento de vacilación, teléfono apagado en mano.

—Está bien. Luego de esta escena, filmaremos bajo el agua, por lo que no te aplicaré mucho maquillaje. Tu piel es estupenda de todos modos.

Sophie organizó el equipo de maquillaje y comenzó de inmediato. Una vez aplicó algo para el enrojecimiento de sus ojos, Mason se puso los lentes de contacto.

—Pareces tener un poco de fiebre… ¿Estás bien? —preguntó al percibir la temperatura a través de la esponja que usaba.

—Ah, estoy bien.

No estaba seguro si la temperatura alta se debía a que sus mejillas se habían encendido durante la conversación con Noah o porque se sentía indispuesto, pero respondió al instante y agitó su mano para restarle importancia.

—Tienes que correr bajo la lluvia y tu pierna no se ha recuperado, ahora añádelo a eso la fiebre… Debes sentirte obligado debido a lo desesperado que está el director. —Hizo una pausa antes de continuar—: Como la grabación se había pospuesto, pudimos relajarnos un poco.

Mason sonrió perplejo.

—Mientras no estuviste, el director se la pasa repitiendo: «Haley, Haley…». Estaba insoportable, como si él hubiese sido el que recibió el disparo. Se quejaba tanto, que me provocaba dispararle. —Suspiró.

—Ah, ¿sí?

—Ni lo menciones, pero hoy está radiante, como si estuviera caminando por las nubes. Y ayer se comportaba como si el cielo se hubiese caído —continuó diciendo Sophie mientras le aplicaba el maquillaje con toques leves.

»Por supuesto, a mí también me alegra que estés de regreso. Me gusta maquillarte, Haley. Tu piel es excelente, tu rostro es pequeño y termino tan rápido que me entristezco.

—Después de escuchar palabras tan bonitas, siento que estoy de regreso en el set.

—Oh, cielos. ¡Lo digo en serio! —Sophie dejó escapar una risita y bajó sus implementos.

Mirándose en el espejo, Mason comprobó que el área alrededor de sus ojos, antes enrojecida, estaba cubierta.

—Gracias. Gracias a ti, no pareceré una carpa frente a la cámara.

—¿Cómo puede un rostro tan hermoso parecerse al de una carpa? Si algo así llegara a suceder, el director tendría que abandonar este negocio —dijo con gentileza y guardó sus equipos.

En ese momento, Gloria se les acercó.

—¿Estás listo? Mm, bien. Te ves aceptable. ¿La hinchazón bajó así nada más? Tienes un buen rostro para cirugía. —Sonrió, fingiendo envidia y dijo—: Aunque no hay nada que arreglar. —Se dio la vuelta y se alejó casualmente.

Ya estoy acostumbrado. Se parece mucho más a mi rostro original. ¿Lo habrá dicho por el color de los ojos y el cabello?, pensó mientras miraba el espejo confundido y se dio la vuelta.

—Bien. Todos están listos, así que comencemos de inmediato —dijo Gloria mientras chequeaba la ropa, el cabello y el maquillaje de Haley en detalle.

Mason vio a Vick, quien lo miraba con expresión expectante, y enderezó su espalda, la cual estaba ligeramente encorvada. Luego de un breve respiro, Gloria, quien había estado revisando el guion, se volvió hacia él.

—¿Estás nervioso porque has estado alejado?

¿Cuántos días han pasado? ¿Dieciséis?, pensó para sí. Sin embargo, ante su pregunta, Mason sonrió a modo de respuesta.

De hecho, sí estaba nervioso. No porque hubiese pasado mucho tiempo alejado del set, sino porque cada vez que tenía que aparecer frente a la cámara, se iba poniendo nervioso poco a poco. La extraña sensación de convertirse en alguien más, el cual, siendo aún para él un desconocido, se apoderaba de su cuerpo. Esas cosas lo ponían nervioso. Esa sonrisa pareció verbalizar un mensaje a Gloria, porque se sacudió el polvo de los hombros y dijo:

—Dijo algo innecesario. Has vivido toda tu vida frente a la cámara. —Le dedicó una sonrisa radiante—. Y mira lo relajado que te ves sonriendo —añadió y le dio un leve empujón hacia la cámara.

Caminando al frente de la cámara, Mason levantó la mirada hacia el lente que en él estaba enfocado y, pronto, dieron inicio a la grabación.

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