Apaga las luces – Extra 4 (II)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


Mason desplazó el peso hacia sus pantorrillas y caminó tras Ashton. El dolor de la pierna le pesaba en la espalda, pero no lo demostró. Pensando en la captura de la persona frente a él, su caminata se hizo más rápida, y los hombres detrás de él también agilizaron el paso. Ashton dobló en la esquina y Vick hizo una señal con el dedo.

Mason comenzó a correr, y los hombres detrás de él hicieron lo mismo. La lluvia se fue tornando más fría, y no se dio cuenta que su pierna le dolía hasta que Ashton se detuvo en un callejón sin salida.

Entonces, sacando un arma de la pistolera debajo de su chaqueta, Mason se acercó caminando con parsimonia, pisando adrede los charcos de agua en el proceso. Ashton tembló y se dio la vuelta lentamente.

Al ver sus movimientos, no pudo evitar emocionarse un poco, sintiendo que finalmente había atrapado a la presa que había estado esperando. Ahora le correspondía a Ashton decir su línea: «¿Cómo supiste dónde estaba?». Sin embargo, permaneció inmóvil.

—Quizás… —comenzó a decir Mason, pero fue interrumpido por Ashton, quien se volvió hacia Vick y agitó su mano.

Alarmado, Vick se levantó de su silla. Había estado observando las acciones de Mason y las manos le sudaban.

—Lo siento. Olvidé la línea.

—¡C-Corte! ¡Corte! ¡¡Corte!! —Vick casi perdió el aliento gritando después de lo que dijo Ashton.

—Lo siento. De verdad lo siento.

—¡Ugh! —Vick, quien había estado a punto de gritarle, gimió—: Oh, cielos… —Se llevó la mano a la frente y se sentó de nuevo—. Oh, cielos… Oh, cielos —continuó gimiendo Vick a punto de llorar al haber perdido la preciosa toma.

Mason miró en silencio su pierna, que había comenzado a dolerle de nuevo, y luego desplazó la mirada hacia Ashton, quien, a pesar de seguir cabizbajo, elevó las comisuras de sus labios.

Un mal presentimiento se apoderó de Mason, suspiró y se tocó la frente. Sentía que su fiebre se había elevado durante el breve periodo que había estado bajo la lluvia, y su pierna estaba más pesada también.

—De nuevo. ¡Esta vez hagámoslo bien! ¡Terminemos en una sola toma! —repitió Vick, irritación palpable en su voz.

Pronto, tal y como Mason predijo, la larga filmación comenzó.

—¡Corte! ¡Oye! ¡Ashton! —exclamó Vick. Su expresión claramente indicaba que quería asesinar al hijo de perra.

Esta era la séptima vez. Las veces anteriores, Ashton se cayó, la expresión que tenía no era la adecuada u olvidó sus líneas. La escena ni siquiera era tan larga.

—«¿Cómo supiste que estaba aquí?».

Entonces, Mason contestaría:

—«Le pregunté a tu hermano mayor mientras moría en mis brazos». —Y sonreiría de forma rastrera.

—«Cállate, eso puede ser cierto. ¡No es real!» —gritaría iracundo mientras temblaba.

A eso, Mason respondería:

—«Es real, desafortunadamente». —Pondría el arma en su pecho y tiraría del gatillo.

Las líneas eran cortas y la escena era simple, con la única excepción de que tenía que correr bajo la lluvia. Vick quería filmar la escena en una sola toma, por lo que Mason, hasta el momento, había corrido siete veces bajo la lluvia con su pierna adolorida.

—Liz, ¿estás bien? —preguntó Tony en cuanto llegó con una manta—. ¿Estás bien? ¡Traigan una silla! —Cubrió el hombro de Mason con la manta; parecía estar a punto de llorar.

Cuando Mason se dejó caer sobre la silla que el equipo le había llevado, el techo daba vueltas.

—¡Oye! ¡Tú, ven acá! —Vick llamó a Ashton, enfurecido, y comenzó a gritar maldiciones y críticas como loco.

Mason tomó el vaso de agua caliente que Tony le había traído en silencio; sus hombros temblaban.

Ah, ese hijo de perra de verdad…

Miró a Ashton, quien se disculpaba de manera despreciable con Vick y el personal. De todas las sietes veces que se había equivocado, ni una sola vez se había disculpado con Mason. Su intención de que se jodiera hasta los huesos era obvia. Si fuese en otro momento, no le habría importado que otro actor se equivocara innumerables veces, pero el cielo inicialmente amarillo se había oscurecido, y su paciencia se estaba agotando.

—¡Haley! ¿Estás bien? ¡Caray, en serio! —Vick se acercó corriendo con expresión sombría—. No puedo matar al maldito bastardo y ni siquiera puedo reemplazarlo con un nuevo actor. Me está volviendo loco.

Ashton se limpiaba las lágrimas en el mismo lugar donde Vick lo había gritado. En su rostro se veía el desconcierto de no saber qué hacer a causa de la culpa.

El bastardo es bueno actuando, pensó mirando ese rostro que parecía decir: «No sé qué me sucede hoy», y dejó escapar un largo suspiro.

—¿Estás bien? Ah… Te dije que iba a ser un dolor de cabeza —comentó Vick sin saber qué hacer.

—Mm… —contestó Mason, y sonrió con amargura. No tenía energía para decir más nada.

Vick vio el rostro pálido de Mason, que goteaba con sudor frío, y suspiró impotente.

—He esperado tanto por este día —dijo y fulminó con la mirada a Ashton, quien seguía llorando.

¡Tú, hijo de perra! Voy a editar tu parte tanto como pueda, decidió en su interior, pero para esta escena, lo necesitaba.

Quería gritarle: «¡Sé que mientes y que solo quieres joder a Haley! ¡Así que detente ahora, hijo de puta!». Pero no tenía evidencia de ello, y el despreciable de Ashton lo sabía, así que solo pudo sonreír con amargura.

—¡Ashton! —Vick lo señaló con irritación y corrió hacia él.

—De verdad lo siento —se disculpó cabizbajo de nuevo con Vick, quien le dedicó una mirada fulminante.

—Haley, por hoy… Paremos por hoy y descansemos. Te daré una semana de descanso… No, cinco días, no cuatro… ¿Tres días son suficientes? Dos días es demasiado poco, ¿cierto? No podrás recuperarte en corto tiempo, ¿verdad…?

—La próxima semana, aquí… Señalaré el día —dijo Gloria sacando su agenda digital.

—Lo siento. —Se inclinó, disculpándose con Vick, pero miró a Mason con regocijo en sus ojos.

Mason gimió y pensó: Ah, tengo que acabar con este temperamento… Si sigo así, mi vida se acortará y saldré lastimado.

—Mm, hagámoslo una vez más. —Suspiró y dijo.

—¡Liz! —exclamó Tony, temblando de la preocupación—. ¡Liz! ¡Liz! —repitió y lo tomó por los hombros.

—No te exijas tanto. Si colapsas… —añadió Gloria preocupada.

Antes de que Mason siquiera respondiera: «Está bien», Ashton inclinó su cabeza.

—¡Entonces, iré a prepararme! ¡Gracias! —dijo sin importarle en lo absoluto el desconcierto del personal, y corrió hacia el lugar donde iniciaría la escena, tras lo que agitó la mano, indicando que estaba listo.

—Ah, ese bastardo, de verdad… —Vick frunció el ceño al ver la manera tan miserable en la que Ashton se estaba comportando.

¿Acaso sabía lo que pensaba cuando le sugirió a Haley que se tomara un descanso? Sentía que vomitaría sangre y que desarrollaría cálculos biliares.

Ese hijo de perra está jodiendo a actores y a cientos del personal, incluso al director, solo para sentirse bien.

Si Chase no hubiese ido a un centro comercial cercano a comprar toallas, ya habría estallado una pelea.

—Olvídalo, llegados a este punto, no es bueno irse sin haber conseguido nada.

—Haley… De verdad quiero filmar, sabes cómo me siento, ¿verdad? Esto me está enloqueciendo incluso más que la vez cuando mi esposa me atacó desnuda en nuestra primera noche, pero tu condición… —Vick quien se había estado comportando con madurez, terminó tapándose los ojos y exclamando—: ¡Ah, no quiero saber! ¡Quiero filmar! Quiero convertirme en una persona irreflexiva y sin corazón a la que no le importe la salud del actor.

—Director, si Haley muere por esto, usted irá a la cárcel —lloró Tony.

—Haley —Gloria le tocó el hombro—, de verdad, no te exijas demasiado. Para nosotros es mejor filmar cuando estés recuperado por completo y en buena condición. El espíritu profesional lo posees solo cuando trabajas en buena forma. Ya nos mostraste tu espíritu de pelea —le dijo con seriedad a Mason.

—No estoy haciendo esto por el espíritu profesional o de pelea… Solo pienso que una vez más será suficiente —dijo mirando a Ashton hacer cosas irrelevantes.

—¿Una vez? ¿Será eso suficiente…? —Vick miró a Ashton, exhausto.

—Si la toma vuelve a salir mal, tendremos que esperar hasta la próxima semana para filmarla de nuevo —comentó Mason y le dirigió una leve sonrisa.

—¿Eh? —preguntó Vick desconcertado al verlo, había estado fulminando a Ashton con la mirada.

Por supuesto, si la toma salía mal una vez más, no les quedaría opción salvo filmarla la semana siguiente, pero había algo extraño en sus palabras.

—Ah, pero… —comentó mientras buscaba a la persona a cargo de la utilería—. Puedo improvisar un poco… ¿cierto? No sería mucho —añadió—, solo un poco… Un poquito —solicitó Mason con calma y sonrió.

—Liz, si tu memoria regresara porque te estás exigiendo demasiado… —Tony tembló y lo siguió.

Mason dejó pasar su comentario y se secó el sudor frío con el dorso de la mano. Por fortuna, era una escena en la que llovía, por lo que su sudor quedaría oculto. Buscó en su bolso y sacó algo.

Tony, quien lo había estado siguiendo, le preguntó:

—¿Qué…? ¿Esa no es real? ¿Por qué tienes algo así?

—Bueno, es solo que… —Cuando Mason intentó explicarle, una persona se acercó a ellos corriendo—. ¡Haley! Buscabas esto, ¿cierto?

—Ah, gracias.

La persona encargada de la utilería le entregó el revólver y le preguntó:

—¿Para qué lo necesitas?

Mason sonrió a modo de respuesta, lo tomó y lo puso en cintura.

—¿No se supone que debes sacarlo de un bolsillo interno? —lo cuestionó Tony.

—Para mí es más cómodo tenerlo ahí. —Hizo una pausa y añadió—: Luego, si Vick intenta cortar la escena, tápale la boca.

—¿Que le tape la boca? ¿A Vick?

—Párate en secreto detrás de él y evita que grite.

Tony frunció el ceño y él le repitió lo que debía hacer con expresión agotada. Vick no era un mercenario, por lo que no anticipará que alguien le cubra la boca. Ashton miraba en dirección de ambos, y Mason ladeó la cabeza y lo fulminó con una mirada gélida.

—¿Liz…? —lo llamó Tony, sobresaltado—. ¿Q-Qué sucede? Pareciera que fueses a asesinar a alguien —preguntó con los ojos muy abiertos, él era alguien de corazón débil.

En lugar de responderle, Mason cojeó y se paró en el punto de partida.

—Ah… De verdad, todos se preocupan demasiado —dijo Ashton con tono alegre, fingiendo hablar consigo mismo y mirando para otra parte.

Mason no estaba seguro de si lo que buscaba era provocarlo o excusar su comportamiento, pero siguió parloteando:

—¿No lo creen? Es obvio para un actor cuidar su condición. Solo porque unas pocas tomas salieron mal todo el mundo está…

—Oye —lo llamó Mason en voz baja, irritación obvia en su voz.

Ashton, quien lo miró como si le estuviera preguntando: «¿Qué? ¿Quieres pelear?», se sobresaltó al ver la expresión gélida de Mason.

—¿Q-Qué? ¿Quieres pelear conmigo solo porque me equivoqué unas cuantas veces? —preguntó mientras retrocedía.

—Más te vale que dejes de jugar y comiences a actuar con seriedad —dijo en un murmullo y se lamió el sudor o las gotas de agua de sus labios.

—Lo estoy haciendo…

—El arma que voy a usar ahora es de verdad —lo interrumpió con mirada penetrante, como si lo que estuviese viendo fuese un insecto en lugar de una persona.

—¿Qué…?

Mason vio su semblante, inicialmente con el ceño fruncido, llenarse de pánico y consternación y dejó escapar un suspiro.

—No creo que sepas cuán doloroso es que te disparen con un arma… Duele tanto, que lo que te provoca es dispararle a alguien.

—¿Qué cosas dices? —preguntó y rio entre dientes, como si estuviera implicando que la fiebre debía haberle freído el cerebro.

Sin darle importancia, Mason continuó:

—Así que, si vuelves a meter la pata, te dispararé. Al fin y al cabo, eres actor. Esto seguramente te ayudará a que entres en tu papel, ¿verdad? —culminó Mason.

Esperaba haberse visto lo suficientemente serio, y cuando vio las pupilas de Ashton estremecerse, pensó: Bingo.

Acto seguido, ocultó su sonrisa y esperó el letrero con la señal. Por su parte, Vick, sentado lejos de ellos, levantó la mano, dando la señal que había estado esperando.

La fría lluvia comenzó a caer sobre su cabeza. Por su parte, Ashton vaciló incluso luego de ver el letrero con la señal y escuchar el sonido de la claqueta.

Un arma de verdad ¿Qué sinsentido estaba balbuceando?

Entonces, temiendo que Vick se acercara a él hecho una furia, hizo una expresión de disgusto y comenzó a correr. El sonido de zapatos de vestir pisando suelo mojado hizo eco en el silencioso set de filmación.

Un arma de verdad… ¿No le habrán disparado en la cabeza en lugar de la pierna?

Ashton sentía que se había burlado de él.

Probablemente gritó apenas vislumbró un arma verdadera. Haley Lusk no podría apretar correctamente el gatillo de un arma ni siquiera en defensa propia.

La expresión de Mason estaba llena de molestia, pero su mirada era aterradora, cosa que consternó a Ashton. Sus ojos parecían dos canicas negras, desprovistos de toda emoción.

¿Es la fiebre la que lo hace ver así?

A pesar de lo incómodo que se sentía, Ashton continuó corriendo; sin embargo, en cuanto miró hacia atrás, hizo contacto visual con Haley, que lo perseguía, y su mirada lo hizo estremecer.

¿Qué es esto?

En el set reinaba un silencio sepulcral, y aunque así debía ser porque estaban filmando, sus escalofríos se intensificaron. Esto le hizo caer en cuenta que su orgullo se había visto herido. Aceleró el paso y pronto llegó al callejón sin salida.

Haley lo estaba alcanzando y Ashton, sobresaltado, retrocedió, cayendo al suelo en el proceso.

—¿Quieres saber cómo supe que estarías aquí? —preguntó Mason como si estuviera explicando algo molesto y complicado mientras se le acercaba.

¿Eh? Esa es mi línea…

—¿Qué estás…?

¿Por qué Vick no ha dicho que la escena salió mal?, pensó mientras buscaba a Vick con la mirada, pero Mason ya estaba frente a él.

—El día que los secuestradores murieron en el depósito… ¿De verdad creíste que se suicidaron? —le susurró al oído, voz baja y ronca.

El tono espeluznante alcanzó sus oídos y le recorrió la columna vertebral.

—¿Qué rayos estás diciendo? —articuló, irguiendo deprisa su espalda.

—Le pregunté cuando lo maté. —Improvisó hábilmente la línea.

Ashton no estaba seguro de si Haley estaba actuando o diciendo la verdad, pero cuando miró esas pupilas negras y brillantes como el azabache, comenzó a temblar. No sabía si estaba recitando las líneas del guion o confesando que había asesinado al secuestrador.

¿Mató a alguien?

—Mientes… Es mentira, ¿verdad?

Mason asintió con la cabeza, sacó el arma de la pistolera y lo apuntó con ella. Acto seguido, el sonido sordo del arma cargándose resonó en el lugar. Aston miró su expresión indiferente y admiró lo aterradoramente hermoso que se veía su rostro etéreo empapado con la lluvia.

Pupilas negras… En su rostro no hay emoción alguna.

—Eso… Eso… ¡No es real! ¡Es falso!

Esa arma no es verdadera, ¿cierto? 

Estaba seguro de haberlo visto recibir un arma de alguien de utilería, pero antes de que pudiera decir algo más, Mason añadió:

—Todo es verdadero. —Levantó ligeramente su chaqueta y le mostró el arma que tenía en la cintura.

¡¿Dos armas?!, se preguntó alarmado. ¿Cuál es la que le dio el personal de utilería, la que sostiene o la de su cintura? Imposible. La que sostiene tiene que ser falsa. Solo me está amenazando por haberme metido con él todo este tiempo.

Ashton retrocedió y, de pronto, vio a Mason mirar su arma. Siguió su mirada y jadeó. Los detalles, el peso y el color del arma eran distintos. Cuando se dio cuenta de ello, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo.

—Es una pena. —Hizo una mueca burlona. Era el primer gesto que adornaba su rostro desde que la filmación había comenzado. El arma que sostenía presionaba su pecho, y su dedo tiró del gatillo sin prisa.

El leve chasquido parecía que iba a destrozar su corazón. Quería gritar, pero no podía emitir ningún sonido, y en cuanto abrió su boca, la mano fría de Haley la cubrió. El grito quedó ahogado y su visión se ennegreció mientras pensaba: Moriré…

—¡¡¡Corte!!! —soltó Vick un grito atronador y se levantó de su asiento.


Shiro
El cabeza de chorlito de Ashton se lo merecía. ¬‿¬

Una respuesta en “Apaga las luces – Extra 4 (II)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido