Apaga las Luces – Extra 6 (I)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


Mason había estado mirando por la ventana sin propósito por los últimos treinta minutos, y, comenzando a estirar su cuerpo ya rígido, por casualidad vio a un hombre con un sombrero negro y un impermeable mirando los alrededores con desconfianza. Sin embargo, decir que todo fue casualidad no era cierto.

Durante los últimos días, debido a las medidas que Noah había tomado para hacerlo reflexionar, Mason se había estado recuperando tranquilo. No podía hacer nada más aparte de ver una película o televisión.

A modo de distracción, busquemos a ese acosador, cada vez más molesto, pensó mientras se ponía de pie y miraba hacia el punto donde era más probable que el acosador apareciera.

En principio, acechar objetivos no era un medio de vida considerado «fácil», pero, en ese momento, no era como si tuviera que esperar a la intemperie o bajo tierra por cuatro noches. Además, por ese objetivo, estaría dispuesto a esperar hasta un año.

Había pasado un par de días tranquilos y simples mirando por la ventana, pero en cuanto vio a un hombre con un impermeable negro husmeando la mansión de Noah, pensó en su interior: Así que ese es el canalla.

En realidad, esa no era la única persona que había estado husmeando la mansión de Noah en los últimos días, además estaban los paparazzi temerarios y los fanes que amaban a Noah. Sin embargo, el extraño sobre de papel que llevaba lo hizo resaltar a ojos de Mason.

Un hombre de contextura pequeña y cabello castaño que ocultaba su rostro. Los instintos agudos de Mason trabajaban a toda velocidad y, antes de que los de seguridad pudieran ahuyentarlo, corrió hasta el piso de abajo.

Por el camino, se encontró con Noah quien, en medio de entrar a la casa, le preguntó al verlo con prisa:

—¿Adónde vas?

—A dar un paseo —contestó, poniendo los ojos en blanco.

—¿Con esa pierna? —inquirió, suspicaz y entornando los ojos, pero sin detenerlo.

—Forma parte de la rehabilitación. No sería bueno que terminara con secuelas —replicó riéndose.

Tras el breve intercambio, Mason corrió como el viento en búsqueda del hombre del impermeable negro.

Ni siquiera está lloviendo, ¿qué clase de ropa lleva puesta?, pensó mientras seguía corriendo, pero gotas comenzaron a caer con suavidad.

Tan pronto como el hombre del impermeable negro vio a los guardias de seguridad que iban hacia él, se giró y a paso rápido se dirigió en dirección contraria a ellos. Mason fue tras él.

Solo le voy a echar un vistazo a su rostro, pensó para sí.

Todo lo que quería era conocer quién era su oponente. El trabajo de atraparlo después, se lo dejaría a los guardaespaldas fornidos.

¡Qué molestia! ¿Qué clase de escoria puede tener tanto parecido con una mosca?

Mason sentía genuina curiosidad. Si de verdad resultase ser un miembro del equipo o un actor de la película, quizás podría ser alguien que conociera.

Por supuesto, también quería saber quién diablos era la persona que se atrevería a lastimar los hermosos dedos de Noah.

Entonces, después de cortar la inoportuna llamada de Vick y apagar su móvil sin pensárselo dos veces, Mason bajó el ala de su sombrero, desapareciendo entre la multitud.

El hombre del impermeable negro ya había recorrido una distancia bastante larga, y Mason sentía sus piernas ligeramente entumecidas. Sin mencionar que debido a que su ropa se había empapado a causa de la llovizna, sentía frío.

Qué molesto. ¿Debería llamarlo para que voltee y poder verle la cara?

En cuanto ese pensamiento cruzó por su mente, Mason contempló seriamente esa opción por un momento, pero al final llegó a la conclusión que hacerlo de ese modo sería mucho más problemático. Para él sería peligroso correr hasta el hombre y agarrarlo por el hombro. Si poseyera su cuerpo original, habría corrido hasta él y lo habría estrellado contra el suelo incluso antes de que pudiera dar unos cuantos pasos. Pero algo como eso no estaba dentro de las posibilidades del cuerpo de Haley. Sin embargo, si lo pensaba bien…

Tiene un cuerpo pequeño, quizás sería posible… Percatándose de lo iluso que era ese pensamiento, concluyó mientras se lamía los labios: Sería estúpido de mi parte intentar algo…

Vivir como Haley Lusk era mucho más sencillo y cómodo que vivir como Mason Taylor, pero tal era la diferencia del físico entre ambos, que se sentía muy restringido en términos incluso de comportamiento.

¿Qué debería hacer?

Mientras reflexionaba al respecto, Mason continuó siguiendo al hombre, quien de pronto desapareció en una calle algo desierta.

Quizás se dio cuenta que lo estaban siguiendo, pensó.

Pero ese no resultó ser el caso. El hombre había entrado en una pequeña tienda a comprar cigarrillos y licor.

Así que es una escoria que sucumbe a todos los vicios.

Debido a lo recién sucedido, Mason comenzó a seguirlo más de cerca. Después de todo, si el hombre fuese miembro del equipo de filmación o un actor, podría presentarse la oportunidad de acercarse a él y saludarlo como conocidos que eran. Fingiría que se encontraron por casualidad, se saludarían, identificaría su rostro, le diría algo como «Nos vemos en el set» y se iría. Aunque pudiese considerarlo como una persona extraña, no importaría. Sin embargo, sería problemático si no tuviese ningún punto de intersección con el otro…

El hombre se metió por un callejón y justo cuando Mason comenzó a caminar con más prisa para seguirlo, alguien lo agarró por detrás del hombro y tiró de él hacia atrás.

—¡Ahh!

Sin darse cuenta, soltó un grito de sorpresa, el cual fue pronto sofocado por una mano grande y fría que bloqueó su boca.

Imposible, ¿me seguían?

Mason sintió que sudor frío le bajaba por la nuca. Entonces, levantó la cabeza y la gorra que llevaba se enganchó en la barbilla de la otra persona, quien frunció el ceño ligeramente.

Noah, pensó Mason mientras articulaba de manera insonora el nombre del hombre que había aparecido detrás de él, con rostro lleno de frustración, y lo había abrazado.

—Noah, este lugar…

Antes de que pudiese terminar de hablar, Noah lo agarró por la muñeca y lo arrastró con brusquedad. Phil y un guardaespaldas los esperaban en un auto aparcado a un lado de la carretera. Pero, por el camino, a causa de la repentina aparición de ambos, gente caminando comenzó a detenerse una vez los reconocían.

—Ugh.

Debido a la prisa con la que el otro caminaba a Mason comenzó a palpitarle la pierna, y soltó un gemido de dolor. Noah se detuvo de inmediato, notando entonces que la muñeca bajo su mano tenía marcas rojas.

—Noah, ¿cómo rayos es que estás en un lugar como este? —jadeó Mason, sin aliento.

Tomando una respiración profunda, Noah se echó el cabello a un lado y se volvió lentamente. Mason se frotó la muñeca, en ese momento libre, y lo miró.

—Te preguntas qué hago aquí. —Inclinó la cabeza para mirar a Mason a los ojos—. Eso es algo que quiero preguntarte. ¿No dijiste que ibas a dar un paseo?

¿Un paseo? ¿Tan lejos?, se burló Noah en su interior, riendo.

Mason, quien iba a insistir que estaba dando un paseo, optó por cerrar su boca. Sin importar cómo se mirase, la expresión de Noah indicaba que no dejaría en paz el asunto.

—Fuiste tras el acosador tú solo… No logro ni siquiera imaginar qué diablos pensabas —dijo Noah con curiosidad aparentemente genuina.

Mason se lamió los labios mientras pensaba: ¿A partir de cuándo comenzó Noah a seguirme? No me di cuenta. ¿Me siguió desde el inicio? No importa cuán concentrado estuviese en el acosador, esto no debió suceder.

—¿Qué? ¿Acaso te pareció que el acosador era lo suficientemente pequeño y bajo como para atraparlo tú mismo?

—Yo… No es así. El rostro, solo quería identificarlo —trató de excusarse.

Aunque contemplara lo excelente que sería atrapar al acosador él mismo, no se había olvidado de la condición en la que su cuerpo se encontraba.

—Oh, así que era solo eso. Qué suerte. Es una verdadera maravilla que no lo hayas hecho —dijo, aún más enfurecido—. Y después de identificarlo, ¿qué? Esa persona sabría que lo habías identificado también. Y después de eso, ¿qué sucedería?

—No, te equivocas… He venido pensando qué hacer desde hace mucho, por eso vine hasta aquí… —Mason no continuó hablando y miró en secreto a su alrededor.

La pareja más popular de Hollywood en ese momento, cuya exposición mediática era escasa, no solo apareció en las calles, sino que la atmósfera que los rodeaba crepitaba; parecían estar peleando. La gente se estaba deteniendo y los miraba, algunos habían incluso sacado sus celulares con cámara. Aunque su imagen originalmente era la de un alborotador, Noah, el amable caballero enfureciéndose en la calle, sería algo impactante para quien fuera.

A continuación, Mason agarró a Noah por la muñeca y se fue hacia Phil, tras lo que abrió la puerta del auto y los condujo al interior. Antes de que los paparazzi pudieran hacer algo, ya se habían ido.

Las pupilas de Noah destellaban con ira y enfado reprimidos. Mason se lamió los labios mientras escogía con sumo cuidado sus palabras. Sentía que debía decir algo, pero no se le ocurría nada aparte de excusas estúpidas. De verdad no había pensado qué hacer luego de seguir al acosador e identificar su rostro. En sus años como mercenario, sus acciones impulsivas durante las operaciones estaban fundadas en la confianza que tenía de poder salir de situaciones peligrosas. Mason pensó que había hecho consciencia del cuerpo frágil de Haley, pero, en retrospectiva, no lo había hecho. Se había mentido, diciéndose que estaba pensando de manera racional, mientras que, en realidad, había actuado desde lo emocional.

—Lo siento…

Su disculpa hizo que las pupilas de Noah se estremecieran de manera similar a como lo hicieron unos días atrás en el set cuando se desmayó y lo hizo enfurecer. No obstante, esta vez no dijo nada. Manteniendo su boca cerrada, miró al frente.

♦ ♦ ♦

 —¿Tengo que comer solo hoy?

Mason había bajado al comedor a la hora de la cena, encontrándose con una situación inesperada. Sabía que Noah estaba enfadado, pero no esperaba que se rehusara a acompañarlo a comer.

Desde que había comenzado a quedarse ahí, siempre habían cenado juntos, sin importar lo ocupado que estuviera Noah. Esto había acabado estrepitosamente con sus planes de disculparse de nuevo durante la comida, cosa que quería hacer desde el fondo de su corazón, y en su expresión se reflejaba lo perdido que sentía.

—¿E-Está muy ocupado? —preguntó, intentando sondear a Phil, mientras se frotaba la frente.

Quería saber si de verdad estaba muy ocupado o si se estaba saltando la comida debido a lo enfurecido que estaba.

—Como de costumbre —contestó de manera cortante.

—Ya veo…

Debe estar muy enfadado.

Se sentó en su silla y un sabor amargo le inundó la boca al ver la desolada mesa. El asiento vacío de Noah le resulta bastante desagradable a la vista. Entonces, en un arrebato, Mason agarró a Phil con firmeza.

—¿Qué hay de usted?

—¿Dígame?

—¿No va a comer? Ya que de igual forma comerá, hágalo conmigo.

—No, yo comeré…

—Sé que no soy de su agrado, pero ¿no estaría bien que comamos juntos al menos una vez?

Sabía que le estaba poniendo las cosas difíciles a Phil, pero aun así no lo soltó. Se sentía ansioso y frustrado por haber hecho enfurecer a Noah, por lo que estaba de humor para molestar a alguien.

—Claramente le he hecho saber que no me desagrada ni le odio —respondió con calma, suspirando y sentándose a pesar de sí mismo.

Al instante, la cena les fue servida. No se escuchaba nada aparte del tintineo de la vajilla y los cubiertos cuando chocaban. En lugar de pelar los camarones, Mason miró a Phil, quien, al igual que Noah, comía en silencio.

—¿Ambos crecieron juntos? —preguntó Mason de manera tácita.

Si pensaba en ello, diez años atrás, Phil ya había estado asistiendo a Noah. En aquel entonces no transmitía ese aire profesional secretarial, sin embargo, desde joven él había sido entrenado para convertirse en el asistente de Noah.

—Sí. ¿El Sr. Raycarlton le contó al respecto?

—Bueno… podría decirse —dijo asintiendo la cabeza ligeramente.

Aunque vaga, Phil había dejado una impresión en aquel momento. Intentó recordar asuntos laborales de hace diez años, pero lo único que le vino a la mente fue el día que Phil fue a verlo el día antes que terminara su mes de trabajo.

♦ ♦ ♦

En ese momento, Phil, un hombre apenas pisando sus veinte años, le había hecho toda clase de ofertas y propuestas a Mason. Casas, autos, un contrato exclusivo… Con tal de que permaneciera en los Estados Unidos, harían todo lo que pudieran por él.

—¿Por qué insistes en llegar a tales extremos? —había preguntado Mason; sentía curiosidad—. Por un mero guardaespaldas de una compañía de mercenarios, por una persona, ¿por qué estás dispuesto a llegar tan lejos?

—Desde joven, he sido entrenado para convertirme en el asistente de Noah —respondió Phil—. Toda mi vida me han entrenado con ese único propósito. Entonces, si no proteges a Noah, ¿no desaparecerá también el propósito de mi vida?

Phil, en ese entonces, era un niño que olía a césped recién cortado. Mason actuó de manera profesional, pero eso no hizo que le fuera más sencillo hablar.

—Sea quien sea… Un guardaespaldas más hábil que yo podrá protegerlo.

»Además, te tiene a ti a su lado.

Debido a las palabras de Mason, la expresión profesional que Phil había mantenido en todo momento, se derrumbó.

♦ ♦ ♦

En aquel entonces, Mason no pudo entender por qué parecía estar al borde de las lágrimas ni por qué había dicho esas cosas. Pero, pensando de nuevo en ello, consiguió comprender el significado de sus palabras.

—Me alegra que no haya perdido su empleo.

—¿Disculpe?

Para Phil y, por supuesto, para Mason, el hecho de que Noah estuviera vivo era motivo de regocijo. En respuesta a la expresión curiosa del otro, él rio como si sus palabras no significaran nada y pinchó algunos camarones y vegetales con su tenedor.

Hmmm… De cualquier manera, ¿qué puedo hacer?, contempló Mason con cierta dificultad.

Por el momento, ir a ver a Noah para disculparse sería el mejor curso de acción. Pero, a decir verdad, no estaba seguro de que no volvería a hacer algo como eso; no quería convertirse en un hombre que hablara, pero que no cumpliera. No obstante, cuando pensaba en lo furioso que Noah estaba…

Tratemos de salir de esta situación primero, pensó impotente. Parecía que aunque quisiera ser un buen hombre, la realidad se burlaba de él.

—Hoy en la calle… Gracias por detener al Sr. Raycarlton.

—¿Disculpe?

—Hoy día, los teléfonos personales y el internet han avanzado tanto que parece no haber mucha diferencia entre la gente común y los paparazzi. Si Noah Raycarlton hubiese sido filmado teniendo una discusión con su amante en la calle, habría sido tal el escándalo que no habríamos podido tener una comida tranquila como esta.

»Aunque hay algunos rumores discordantes rondando, están siendo detenidos —dijo Phil con algo de cansancio.

Mason rio entre dientes mientras sonreía y dijo:

—Bueno, la gente se sorprendería si supiera que Noah puede enfurecerse.

En realidad, lo más probable es que nadie crea que Noah se enfureció con su amante en la calle, sino que Haley Lusk volvió a meterse en problemas… 

Por supuesto, esta vez él de verdad se había equivocado. Mason dejó escapar un suspiro.

—¿Qué piensa del Sr. Raycarlton?

—¿Qué? —preguntó Mason levantando la cabeza—. Lo que pienso de él… Que es mucho más irascible y sensible de lo que la gente piensa y ve de él… Que es guapo, tiene dinero y, al parecer, posee mal gusto…

En cuanto las palabras de Mason comenzaron a fluir a borbotones, Phil interrumpió:

—Ah, no… —Dejó de hablar, avergonzado—. Me refería a emocionalmente. Sin embargo, parece conocerlo bastante bien —admitió.

—Ah, ¿le parece? —inquirió Mason a su vez con el estoicismo de un entrevistador y sosteniéndole la mirada al otro. Entonces, bajó los cubiertos y añadió—: No creo que ese sea un asunto en el que usted deba inmiscuirse.

Le había pedido que comieran juntos, no una conversación para airear las profundidades de su corazón.

Phil dejó escapar un suspiro ante las cortantes palabras de Mason.

—No me desagrada ni le odio, pero sí me hace sentir incómodo y preocupado. Es la manera en la que luce.

Él era similar a un hombre que Phil conocía, lo cual le incomodaba y preocupaba. Al inicio, cualquier cosa peculiar o dudosa que notara en Haley Lusk, se lo acreditaba a que así debía ser él en la vida real, lo que hizo que se volviera descuidado. Al fin y al cabo, siempre que las personas se mantuvieran dentro de los límites, a él no le importaría; pero no tendría piedad con las personas que se pasaran de la raya.

Cuando alguien gusta de una persona, es natural que quiera mostrar sus mejores cualidades. Todos los que habían tratado de acercarse a Noah, habían tratado de congraciarse con Phil, pero cada vez que este mostraba una expresión de incomodidad, no sabían qué hacer. Nunca nadie lo había tratado como Haley.

Incluso al decir cosas como: «Sé que no soy de su agrado» o «Soy consciente de que me odia», Haley nunca había intentado cambiar la situación. El punto crucial era que, su personalidad hacía redundantes las palabras «Aunque te invité a una comida, no te sobrepases». Con otros era indiferente y desdeñoso; similar al hombre que se fue a Afganistán. El hombre cuya mente no podía ser influida, independiente del número de personas que intentaban retenerlo, ya fuera el señor y la señora Raycarlton o Phil.

¿Por qué solo te gustan esta clase de personas?, mientras pensaba en que los gustos de Noah eran extraños, como de costumbre, Phil miró al hombre frente a él.

—El Sr. Raycarlton es un hombre mentalmente más débil de lo que aparenta. No estoy intentando inmiscuirme, sino que estoy genuinamente preocupado por él. —Bajó los cubiertos en sus manos, bebió agua y terminó de comer, diciendo—: Él es una persona que depende mucho de otros. ¿Qué tanto…? Básicamente, para todo. Para mí, el hecho de que siga con vida y lleve la vida que lleva es algo que me sorprende, y por ello estoy nervioso todos los días. A decir verdad, muchas veces no consigo creer que haya conseguido llamar la atención de Noah y que ahora estén juntos de este modo.

Debido al cuidado que debía tener al escoger las palabras al momento de hablar, Phil no estaba seguro de haber podido transmitir apropiadamente lo que quería decir. Haley lo miraba con expresión indiferente; escuchándolo con desgano.

—Esa persona… No está furiosa, está asustada… —aseveró y dejó escapar un suspiro. Cuando Phil, vacilante, dijo eso, Mason levantó la cabeza—. Recientemente, un hombre que tenía en muy alta estima murió…

Phil habló temiendo que sus palabras afectaran de manera negativa el humor de Haley y que eso ocasionara que el problema escalara. Sabía que era presuntuoso de su parte hablar de ese tema, pero no había forma de que no lo hiciera. Al igual que diez años atrás, cuando trató de aferrarse a Mason, en este momento se aferraba a Haley.

Ante sus palabras, Mason se lamió los labios y se levantó de su asiento, tras lo que dejó escapar un suspiro, cosa que hizo que Phil se pusiera nervioso.

—¿En dónde está Noah? —preguntó.

Aunque dudó, terminó respondiendo:

—Está en el estudio del primer piso.

Si iba a buscarlo para discutir porque estaba de mal humor o no, era algo que Phil no podía discernir cuando miraba la expresión calmada del otro.

—Continúe con la comida —dijo y le dio una palmada a Phil en sus tensos hombros. Acto seguido, salió del comedor.

Rígido, Phil permaneció sentado durante bastante tiempo antes de dejar escapar un suspiro y frotarse la cara con ambas manos.

¿Acaso Mason sabía ya de Haley?

Esta idea la contempló por un tiempo, sin embargo, al final, no era algo que importara.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido