Crié a un dragón negro – Capítulo 51: Dentro de tres días

Traducido por Den

Editado por Hime


—¡Woah! —Noah logró agarrarse a las barras de hierro que colgaban y se estabilizó.

Ya fuera que Muell se desconcentrara o no, el hechizo de invisibilidad que envolvía su cuerpo desapareció.

La bruja trató de recuperar el equilibrio mientras murmuraba algunas blasfemias:

—Kyle Leonard… No olvidaré esto. ¿El tren aún no acelera? ¿El ejercicio moderado te ayuda a mejorar tu fuerza física? Maldito seas…

Mientras buscaba a tiendas al niño, una sucesión de disparos resonó sin cesar abajo. ¿Qué estaba pasando ahí?

Afortunadamente, Muell no fue arrastrado muy lejos por el fuerte viento. Cuando Noah gateó cuatro pasos, un par de brazos le agarró la pierna.

—Mu, tenemos que ir al noveno compartimento, ¡al noveno! —gritó ella, jadeante, por encima del estruendo del ferrocarril. Los bramidos de su corazón se habían enmudecido en sus oídos. Como se decía, la adrenalina aumentaba con rapidez en las crisis.

Creo que sería mejor si inclino mi cuerpo… ¡Agáchate y gatea, Noah!

Fue una idea bastante inteligente. Su cuerpo comenzó a moverse con más estabilidad, y pudo sentir a Muell en la misma posición a su lado.

Ignoraban entonces el peligro que les esperaba más adelante.

Noah volvió la cabeza en dirección al estridente sonido y vio tres agujeros de balas en el lugar hacia el que estaba a punto de avanzar. El proyectil penetró en el techo del tren a una velocidad terrorífica y se elevó en el aire.

Su cuerpo se congeló al instante cuando otra bala pasó rozando su pierna.

—¡Por Dios! ¡Maníaco! ¡Estoy aquí! ¿Qué demonios estás haciendo ahí abajo?

Quizás la voz del encargado resonaba en todo el tren a través de un altavoz, porque era consciente del alboroto en la habitación.

—Pasajeros, por favor, ocupen sus asientos. Me gustaría recordarles una vez más que todos los pasajeros… —Curiosamente, su voz era tranquila.

Noah sintió un asombro momentáneo, pero no le hizo caso y comenzó a desplazarse sin pensarlo dos veces. Tenían que aligerar su paso y llegar a su destino antes de que una bala perforara sus cuerpos.

La bruja tenía una mirada triunfante a medida que se acercaban; solo quedaban tres bloques más del techo del tren. Sin embargo, el miedo sustituyó de inmediato a la euforia cuando un hombre rollizo con una barba trenzada asomó la cabeza por el conducto de ventilación.

—¡Te encontré, Eleonora Asil! —gritó.

Ella miró al hombre, parpadeando perpleja. Pero al momento siguiente suspiró aliviada. El individuo siguió gritando profusamente, incapaz de perseguirlos. Parecía que tenía atrapado su vientre redondo en el estrecho respiradero del que Noah apenas pudo salir.

Sí, sigue gritando así.

Sin embargo, pronto perdió la compostura. El corpulento hombre desapareció y, en su lugar, uno delgado salió por la rendija de ventilación.

—¡Quédate ahí! —Una vez logró mantener el equilibrio contra las fuertes ráfagas de viento, comenzó a correr hacia ellos.

Teniendo en cuenta que estamos en un tren a toda velocidad, su sentido del equilibrio es encomiable. ¿Es un acróbata?

El hombre extendió su brazo y recitó rápidamente una frase. Entonces, unas inscripciones emitieron un brillo azulado en sus palmas. Era magia. En ese mismo instante, otro hombre apareció por el conducto de ventilación, sujetando una escopeta.

Cuando Kyle apuntó el arma hacia el hombre delgado, a punto de apretar el gatillo, Noah agarró el cuerpo de Muell y le ordenó con urgencia:

—¡Mu, vuela!

En ese momento, sonó otro disparo. El individuo que había usado anteriormente magia, cayó hacia delante con la sangre brotando de su hombro.

En el cielo, las alas de Muell bateaban con el viento. El tren siguió acelerando ante ellos mientras permanecían suspendidos en el aire. Pasaron tres compartimientos y, finalmente, justo antes del noveno, la locomotora del tren a Battuanu apareció a la vista.

Por favor, aterriza en esa barandilla. ¡Por favor!

Cuando Muell comenzó a descender, Noah relajó su agarre sobre este y cerró los ojos. Entonces, una enorme sensación de caída envolvió todo su cuerpo.

—Ugh… —Por suerte, cayó en picado detrás de la baranda que tenía como objetivo. Se levantó con dificultad, soportando el dolor punzante en sus hombros, y, al mirar hacia el compartimento frente a ella, un par de ojos violetas se encontraron con los suyos.

—Ky…

En el momento en que iba a llamarlo, sintió un gran peso desplomarse sobre ella. Por un breve instante pensó que se trataba de un cadáver hasta que vio al niño de cabello rizado.

Mientras se estabilizaba y ayudaba a Muell, escuchó una voz llena de admiración.

—Es bastante atlética, señorita Noah.

—Yo… presentaré… denuncia… yo… debo…

El hombre, que estaba en cuclillas con tanta firmeza en el tren en marcha, se rió. Luego, sacó un revólver.

—¿Sabes que casi dejé este mundo cuando disparaste antes? —gritó mientras respiraba hondo.

—Bueno, todavía te veo aquí —replicó Kyle con una sonrisa de satisfacción. Luego, apuntó con el arma a la barandilla donde estaba Noah y dijo en voz baja— Señorita Noah, nos vemos en la estación de Battuanu al mediodía dentro de tres días.

Dos disparos sonaron consecutivamente. Las cadenas que mantenían unidos los dos trenes se rompieron y rebotaron al cielo.


Den
Espera… ¿Qué…? O.O Por otro lado… me encanta cómo ha cambiado la relación entre ambos

Una respuesta en “Crié a un dragón negro – Capítulo 51: Dentro de tres días”

  1. wow okay ya los empiezo a ver mas como compañeros de equipo que una pareja potencial jajaja creo que si no se vuelven pareja estaria bien ya que su relacion es comica tal y como esta, aunque eso no quita que quiera ver un tercero en discordia.

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