El fuerte caballero negro – Capítulo 37: Dos años y el príncipe heredero

Traducido por Lucy

Editado por Nemoné


Un día, discutí con mi amigo de la infancia, Yuusuke Takasugi, y gracias a la intervención de Amaterasu Oomikami, que podría llamarse la deidad más conocida de Japón, acabé en este mundo, Eldoa, con varias ventajas. Me llamo Chie Saito.

Por casualidad, me encontré con el legendario unicornio negro Hayate, ayudé a la familia imperial en su viaje, me convertí en la capitana del escuadrón de caballeros, y resolví el incidente que era un problema en ese momento. Seis meses después, gané el Torneo de Artes Marciales de los Tres Reinos, resolví accidentes con éxito y, pocos días después, fui ascendida al puesto de Comandante en Jefe del Ejército Imperial, un ascenso insólito.

Siguieron varios acontecimientos, pero tras pasar unos dos años en este mundo, cumplí diecinueve años.

—Capitán, ¿qué tal este caso?

—Oh, esto es…

—¡Capitán! ¡Tenemos que hablar del reciente asunto con los ladrones!

—¡Entiendo, por favor espere un momento!

He estado ocupada y abrumada con tareas exigentes.

Siendo también el capitán del escuadrón de caballeros, la carga de trabajo también aumentó bastante desde que asumí el cargo.

Sin duda, no podía observar el entrenamiento de todos los soldados al mismo tiempo, por lo que los otros escuadrones fueron confiados a sus respectivos capitanes, y el escuadrón de caballeros fue dejado a Kyle. Sin embargo, mis opiniones siguen siendo consideradas.

No hay problema con el entrenamiento.

El problema es que cuando el ejército está en movimiento, yo soy la primera a la que hay que informar. Antes, en ausencia del capitán, los jefes de escuadrón discutían los asuntos e informaban a Su Majestad para su aprobación. Pero ahora, tengo que encargarme de la información y la aprobación en lugar de Su Majestad. Como resultado, mi papeleo ha aumentado.

Dicho esto, no significa que no vaya al campo. Por supuesto, hay veces que tengo que ir. Además, hay casos que solo puedo resolver yo.

Por alguna razón, en el último tiempo ha habido algunos casos de daños causados por dragones. Aunque los daños son menores y no se producen en zonas pobladas, se trata de ataques en carreteras que conectan pueblos y ciudades, dirigidos contra mercaderes y mercenarios del gremio.

Es de verdad un número pequeño de incidentes, pero ha habido víctimas.

Lo más molesto es que, por el momento, soy la única capaz de hacer frente a los dragones como humana. Vuelan, son rápidos y respiran fuego, algunos incluso escupen veneno o sustancias corrosivas. Hay varios tipos de dragones que utilizan ataques más específicos, pero por ahora, solo me enfrento a los que he mencionado antes. Si no me enfrento a ellos sola, sufriremos las consecuencias.

Por suerte, Hayate está conmigo, así que nunca se convierte en una batalla prolongada. Sin embargo, cuando se trata de dragones, incluso yo, en mi estado acorazado, a veces salgo herida.

He tenido algunos incidentes en los que he sufrido fracturas por ataques en pleno vuelo e incluso he tosido sangre. Esta armadura está diseñada para absorber los impactos cuando estoy en el suelo, pero en el aire, pasa de largo. El daño que penetra solo es posible si el dragón tiene una fuerza comparable así que por lo general estoy bien. Hayate me cura de inmediato las heridas, pero siempre que me hieren, se niega a separarse de mí cuando volvemos al castillo.

Soy yo la que está preocupada y, además, es adorable, así que no me atrevo a decírselo con firmeza.

En ese momento, acabamos pasando la noche en el establo.

La verdad es que es muy divertido. Después de todo, el establo está gestionado por el escuadrón de caballeros, así que, sin duda, otros también están allí. Se reúnen por motivos como “El capitán está hoy con Hayate, ¡así que llevemos algo de comer!” o “No nos vendría mal pasar un rato con los mozos de cuadra de vez en cuando”, y más allá del género, se convierte en una fiesta de pijamas.

Hoy en día, los sacos de dormir personales se guardan en el almacén del establo.

Por supuesto, Conrad y Kyle también se unen.

Los caballeros tienen una buena camaradería. Debido a momentos como este, matar dragones no es una dificultad. De hecho, es más agradable mover el cuerpo.

El trabajo de oficina requiere sentarse y mirar hacia abajo la mayor parte del tiempo, lo que me entumece los hombros y el cuello.

Antes me gustaba quedarme en mi habitación, pero ahora es todo lo contrario. Me pregunto si será porque cuando cambia tu entorno vital, cambias como persona.

—¡Uf, he terminado! —Mientras firmaba el último documento, me estiré.

Mirando por la ventana, el sol se había puesto por completo y estaba oscuro como la boca de lobo. Cuando miré el reloj, ya eran más de las 20:00.

En cuanto fui consciente de la hora, me entró un hambre que no había notado hasta ahora.

La cafetería debe de estar cerrada a estas horas. Me preparé algo yo misma.

Me quité la armadura, me puse ropa informal negra y me dirigí a la cocina.

Desde que me convertí en capitán, Conrad se ha estado encargando de tareas que yo no puedo manejar, así que terminé haciendo el papeleo por mi cuenta. Quizá por eso, cuando estoy sola y concentrada, tiendo a perder la noción del tiempo.

Alice termina de trabajar a las 19:00, así que ya no está aquí.

En esos casos, preparo mis propias comidas.

Antes de irse, Alice entiende las luces de mi habitación, para que no tenga que mirar a través del cristal mágico. Es muy útil.

Ah, envidio mi propia constitución.

No es un problema para mí apagarlo…

Con ese pensamiento, suspiré y me dirigí a la cocina.

—¿Eh?

Lo primero que me llamó la atención al entrar en la cocina fue algo cubierto con un paño sobre la mesa y una olla pequeña sobre el fogón.

Encima del paño había una tarjeta, que recogí.

Para Chie, 

Pensé que te habías olvidado de comer debido al trabajo, así que te he preparado algo. 

Por favor, caliéntalo y disfrútalo. 

De Alice.

Después de leerlo, quité el paño y encontré varios panecillos en una cesta.

Cuando abrí la tapa de la olla, había un abundante pote-au-feu con muchas verduras y tocino, suficiente para una persona.

Es justo la cantidad que suelo comer.

—Jaja.

Le estoy agradecida a Alice.

Mientras recalentaba el pot-au-feu enfriado, la risa brotó dentro de mí.

Será una buena esposa, mi mejor amiga.

Siempre pienso en momentos así que deberían convertirse en amantes o casarse pronto.

Nos conocemos desde hace dos años, y la distancia entre ellos se ha acortado en cierta medida, pero aún no se han convertido en amantes. Están a un paso, pero es necesario que surja una oportunidad o que se cree una situación propicia para la confesión.

Por desgracia, las oportunidades no se presentan con facilidad, y el momento para la confesión siempre es malo.

¿Cuántas veces lo han interrumpido mientras intentaba confesarse?

Aun así, sin desanimarse, la devoción inquebrantable de Claude por este amor es notable.

Sabiendo lo serio que es, tanto Conrad como yo le apoyamos.

Transfiero el pot-au-feu recalentado a un plato y lo llevo junto con el pan a la mesa.

Tras volver una vez a la cocina, coloqué un vaso de agua sobre la mesa y me senté en la silla.

—Itadakimasu —dije la frase en japonés mientras juntaba las manos, como de costumbre.

No la uso más, excepto durante las comidas.

Mientras pensaba en eso, me metí un poco de pot-au-feu en la boca.

Tenía bastante hambre, así que sabía delicioso.

Cuando termine de comer, ordenaré los documentos, me daré un baño y me iré a dormir.

En realidad, es mejor estar despierto dos horas después de comer, pero ya estoy agotada y mañana tengo trabajo, así que necesito dormir cuando pueda.

Después de dormir bien y despertarme fresca, me dirijo a la habitación de Su Alteza el Príncipe Heredero.

¿Por qué me dirijo a la habitación del Príncipe Heredero? Es por lo que pasó esta mañana cuando fui a entregar un informe a Su Majestad.

Parece que algo no va bien con él en el último tiempo, pero cuando Su Majestad y la Reina preguntaron, él evadió la pregunta, y no tienen ni idea de cuál podría ser la razón.

En principio, Su Alteza tenía tendencia a acumular cosas. No quiere incomodar a los demás con sus propios asuntos, pero de algún modo, sus allegados se dan cuenta. En especial Su Majestad el Rey, Su Majestad la Reina, y la princesa, es bastante obvio. De verdad una familia, debo decir.

Así que aunque él diga que no es nada, la preocupación no desaparece. Por eso me pidieron que fuera alguien con quien pudiera consultar, y me dirijo a casa de Su Alteza.

Tal vez sea algo difícil de discutir con la familia.

En el último tiempo, he sentido curiosidad por su comportamiento inusual, así que es una buena oportunidad.

Hoy no hay clases, y he oído que está estudiando en su habitación. No está bien interrumpir sus estudios, pero no tengo elección porque no hay otro momento.

Me preparé esta vez con la ayuda de Conrad y otros capitanes también.

Llegué al frente de la habitación de Su Alteza.

Llamé a la puerta.

—¿Quién es?

Oigo la voz de Su Alteza desde dentro.

—Su Alteza, es el Caballero Negro. ¿Tiene un momento?

—¿Eh, el Caballero Negro?

En cuanto se da cuenta de que soy yo, se asustó de repente, y oigo un alboroto inusitado mientras se acerca a la puerta.

La puerta se abre con un sonido.

—¿Qué ocurre, Caballero Negro?

Su Alteza, saliendo de la puerta, está como siempre.

¿Por qué hacía ese ruido de pánico?

—Tengo algo que preguntarle, Su Alteza. ¿Es ahora un buen momento? Parecía tener prisa.

—¡N-No! No es nada. Jaja… (No puedo decirlo. En el último tiempo no he podido verte bien, así que me alegro de que hayas venido. Me da vergüenza decirlo). 

—Oh, ya veo.

Se rió, pero me pregunto qué pasa.

—De todos modos, tienes algo que decirme, ¿verdad? Está bien, entra.

Me siento un poco incómoda, pero como me ha dado permiso para entrar, paso dentro.

Como hace un momento estaba estudiando, los libros de consulta están extendidos sobre el antiguo escritorio.

Su Alteza me hace un gesto para que me siente en el sofá y pide a una criada que prepare té. Después de que ella coloca el té en la mesita y se va, Su Alteza toma asiento en el sofá opuesto al mío.

—¿Qué ocurre?

Tras tomar un sorbo del té que me han traído, pregunta por el propósito.

—Sí, no tiene sentido andarse con rodeos, así que iré directo al grano. Alteza, ¿tiene alguna preocupación en el último tiempo?

Voy directo al meollo de la cuestión.

—Muy directa, ¿no…? No hay algo que me preocupe.

Su Alteza intentó quitárselo de encima con una sonrisa irónica.

Pero no se me escapa que sus ojos se desvían cuando intenta engañar. Es su costumbre dejar que sus ojos vaguen cuando intenta hacerlo.

Llevamos dos años interactuando, así que conozco sus hábitos bastante bien.

—Eso es mentira.

—¡Guh!

Tan pronto como lo negué, su cara se volvió amarga.

—Tu comportamiento ha sido extraño en el último tiempo, así que debe haber algo. Hemos tenido dos años de interacción, ¿sabes? Me doy cuenta. Y déjame decirte que Conrad, que te conoce desde hace más tiempo que yo, también estaba preocupado. Su Majestad el Rey, Su Majestad la Reina y la princesa también. Por lo general, cuando el comportamiento de Su Alteza es extraño, es porque algo le preocupa. En lugar de embotellarlo, es mejor dejarlo salir para resolverlo, ¿sabes?

Lo digo de golpe, haciéndole saber que puedo ver a través de sus preocupaciones.

Durante unos segundos, bajó la mirada en silencio, luego exhala y levanta la cara.

—¿Por qué nunca puedo discutir contigo?

—Digamos que es por mi trabajo.

En mi puesto actual, interactúo con varias personas.

Como resultado, mi capacidad de observación se ha perfeccionado de forma natural, hasta el punto de que puedo manipular la conversación y no perderme ni el más mínimo gesto de la otra persona.

No creas que puedas escapar de alguien como yo.

—Bueno, entonces, ya sea una queja o una preocupación, estoy aquí para escuchar, ¿de acuerdo?

Ilumino mi tono y le animo a hablar.

Por supuesto, mi voz sigue siendo la de un hombre porque nunca sé cuándo y dónde será escuchada.

Resignado a su suerte conmigo, Su Alteza empieza a hablar.

—Bueno… en realidad, hace poco en mi escuela…

Hmm, en la escuela, ¿eh? 

¿Pasó algo con sus amigos? ¿O es algo relacionado con sus estudios? 

—Um, he estado… involucrándome con… estudiantes femeninas más a menudo.

¿Eh…?

No puedo comprender las palabras que Su Alteza dijo mientras presionaba su cabeza con ambas manos.

—¿Qué quieres decir con “involucrándote”?

Por ahora, quiero información más específica, así que le insto a que continúe.

—Por ejemplo, cuando tomo asiento, siempre estoy rodeada de jovencitas de algún sitio. Y cuando salgo al pasillo para ir al baño, las señoritas prosiguen a esperarme. Cuando voy a la cafetería con mis amigos, las señoritas se me acercan como si vinieran en tropel. Incluso cuando intento encontrar un lugar tranquilo en la biblioteca, hay paz, pero aun así acabo rodeado de jovencitas.

—Ah, ya veo. Ya está bien. Entiendo.

Impidiendo que Su Alteza, cada vez más pálido, siga hablando de los últimos acontecimientos en la escuela, me sujeto la cabeza con la mano derecha mientras empieza a dolerme.

El punto clave de este asunto no son solo las alumnas, sino el hecho de que sean señoritas.

El hecho de que las jóvenes nobles se reúnan en torno a Su Alteza solo puede significar una cosa.

—En otras palabras, esas jóvenes aspiran a la posición de Princesa Heredera, ¿verdad?

—Agradezco su rápida comprensión.

Afirmó el príncipe mientras se sentía abatido.

Ya veo, así que ese es el caso.

Este año, el príncipe está en su segundo año de secundaria.

Entró en el instituto mientras los estudiantes que iban dos años por delante de él se graduaban.

El propio príncipe continuará su vida de estudiante para cursar estudios superiores. Sin embargo, para las jóvenes es diferente: su vida estudiantil termina a esta edad.

Por supuesto, no todas las jóvenes van a la universidad. Muchas de ellas se casan o se dedican a buscar un cónyuge.

Las que asisten a escuelas de sirvientas van a trabajar a las mansiones de los nobles de clase alta, gracias a sus conexiones. Sin embargo, la escuela a la que asiste el príncipe es un prestigioso instituto de alto nivel académico. Los hombres asisten para asegurarse puestos oficiales, mientras que las mujeres se pulen.

En realidad, muchas personas con talento se han graduado en esa escuela. Es como una marca, por así decirlo. Asistir a una escuela así implica sin duda confianza en uno mismo. Muchas alumnas deben enorgullecerse de tener la cualidades de la prometida del Príncipe Heredero.

Hasta ahora, puede que pensaran que siempre habría oportunidades, así que no hicieron muchos movimientos. Sin embargo, al presenciar el último intento de una estudiante de último curso que se acercó al príncipe y fracasó, las alumnas deben haber entrado en pánico.

¿Y si no pasa nada ni siquiera en el último año de su vida estudiantil?

¿Y si el príncipe se va a la universidad?

En ese caso, las posibilidades de interacción disminuirán bastante. Debían de temerlo y preocuparse por ello. Por eso empezaron a rodear al príncipe a toda prisa, con la esperanza de dejar una impresión.

De verdad, las jóvenes deberían actuar con moderación.

El príncipe es sin duda una persona excepcional, tanto en apariencia como en capacidad académica, artes marciales y cualidades interiores. Incluso dejando de lado su posición como príncipe heredero, es un hombre impresionante. Pero no las admiraré si causan problemas a los demás.

No puedo imaginar a alguien así siendo adecuada como la novia del Príncipe Heredero. Si mantienen la calma y hacen juicios racionales deberían darse cuenta. Pero es difícil en la situación actual.

—Caballero Negro, ¿qué debo hacer?

La cara del príncipe parece patética, lo que no se suele ver.

¿Qué debería hacer? 

La mejor opción podría ser que el príncipe “deje de ir a la escuela por un tiempo”.

Si la fuente del problema, el propio príncipe, desaparece por un tiempo de la presencia de las jóvenes, éstas tendrán tiempo de pensar con calma y reflexionar sobre sus propios errores. Sin embargo, no es una solución fácil. Si el príncipe no va a la escuela, su reputación puede verse afectada.

No hay que preocuparse por los estudios. El tutor personal va por delante del plan de estudios de la escuela, así que aunque no asista durante un mes, no se quedará atrás. Sin embargo, ausentarse de la escuela sin ninguna razón es sin duda problemático.

¿Hay alguna forma de que el príncipe se tome un permiso de larga duración sin que su reputación se vea afectada…? ¡Ah!

—Su Alteza, hay un método.

—¿Cuál es?

♦ ♦ ♦

Oficina del Emperador.

—Ya veo, si había pensado algo extraño en el último tiempo, ¿fue por eso?

En este momento, estoy aquí con Su Alteza para informar al Emperador.

El Primer Ministro, que espera cerca, frunce las cejas tras escuchar la conversación y deja escapar un suspiro.

En efecto, así sería.

—Entonces, lo mejor sería que te tomaras una excedencia temporal.

—Sí.

—Sin embargo, tomar una excedencia de larga duración podría ser difícil, ¿no?

Ambos reflexionan sobre qué hacer.

Les propongo una idea.

—En ese caso, ¿qué tal hacer un “viaje de peregrinación”?

—¡Ah! ¡Es una buena idea!

El Emperador aplaude en respuesta a mis palabras.

El Primer Ministro también se lleva la mano a la barbilla, ensimismado.

Un “viaje de peregrinación” se refiere a que el Príncipe Heredero visita otros países antes de ascender al trono y recibe el bautismo en sus catedrales. También visita los castillos de otros países y presenta sus respetos a los reyes.

En otras palabras, también sirve como ronda de saludos.

Sin embargo, no se trata de una mera visita; viaja con un pequeño grupo. Participa en acampadas, batallas contra monstruos y bandidos, y se aloja en alojamientos humildes, sin lujos. De hecho, éste era el objetivo principal. Partes de una vida sin penurias y experimentas dificultades, observando el mundo exterior.

Un emperador es alguien que gobierna y protege al país y a su pueblo. Se cree que una persona así no debe ignorar las dificultades.

De verdad es impresionante, la familia imperial de este país.

Dicho esto, no habría ningún problema en pedir una excedencia por este motivo.

El Príncipe Heredero ya lo estaba considerando, y todo lo que queda es decidir quiénes serán asignados como escoltas.

—Si están de acuerdo con este plan, celebraré una reunión con los capitanes lo antes posible. ¿Qué les parece?

Pregunté si este plan era aceptable.

El Emperador sonrió.

—No debería haber ningún problema. Has presentado una buena solución.

Al oír esto, el Príncipe Heredero parece aliviado, ya que su semblante mejora un poco.

—Lo siento, Caballero Negro. Se lo agradezco.

El Príncipe Heredero sonríe y expresa su gratitud.

—No necesita disculparse, Alteza. Me alegro de haber sido de ayuda.

Bajo mi casco, yo también sonrío.

Bien, el Príncipe Heredero es tan alegre como siempre. Ahora, ¿debería hacer un esfuerzo extra por el Príncipe Heredero? Primero, reuniré a Conrad y a los capitanes.

—Bien entonces, confiaré en ti como escolta para el viaje, Caballero Negro.

¿Eh…?

—¿Sí?

En respuesta a la repentina declaración del Emperador, tanto el Príncipe Heredero como el Primer Ministro y yo alzamos la voz al mismo tiempo.

Un momento, ¿qué está diciendo esta persona?

—Majestad, podría ser problemático que el Caballero Negro se marchara.

La recuerda el Primer Ministro al Emperador, con el rostro contorsionado.

Es cierto. En este momento soy el Comandante de la Legión Imperial. Estoy todo el tiempo ocupada con el trabajo, e incluso ahora, tuve que hacer tiempo gracias a la cooperación de Conrad y los capitanes. Todavía hay una montaña de documentos que tengo que revisar, y es seguro que terminaré más tarde que ayer.

Y sobre todo…

—Como dijo el Primer Ministro, en especial cuando se trata de dragones, ¿qué piensa hacer?

Es un número pequeño, pero en este momento es el mayor problema. No podemos abandonar el castillo en este momento porque no sabemos cuándo y dónde podrían aparecer.

El Emperador debería entender eso también. Y sin embargo…

—Esperen un momento, primero escúchenme —levantó la mano el Emperador, calmándonos—. Primero, como próximo Emperador, quiero que Chris tenga como guardián a la persona más capaz.

Eso tiene sentido. Aunque sea un viaje para pasar penurias, Chris es el próximo Emperador, así que es natural que tenga a alguien que pueda protegerlo con todas sus fuerzas y asegurarse de que el viaje se complete con seguridad.

—Además, este viaje será una misión de larga duración. Por lo tanto, la persona que acompañe a Chris debe ser alguien con quien pueda sentirse a gusto —continuó el Emperador.

De hecho, sería estresante si no hay nadie con quien pueda mantener conversaciones informales, alguien con quien esté familiarizado. Queremos evitar cualquier ambiente incómodo durante el viaje.

—Además, necesitamos a alguien con título nobiliario —añadió.

Bueno, cuando nos reunimos con los reyes de otros países, es necesario tener un asistente disfrazado de guardián. El Emperador tiene razón sobre el título nobiliario.

—Y, el Caballero Negro —dijo.

—Sí —respondí.

La mirada del Emperador era aguda, captándome. ¿Por qué parece diferente de lo habitual? Di un paso atrás para mis adentros.

—Caballero Negro, ¿cuándo fue la última vez que descansaste? —preguntó.

Al oír esas palabras, mi corazón dio un vuelco.

—¿A qué se refiere, Padre? —El Príncipe Heredero no pudo ignorarlo y preguntó.

—En el último tiempo, he estado preocupado por el Caballero Negro, así que le pedí a Conrad que te vigilara e informara —reveló.

¡No me había dado cuenta en absoluto! Así que ha estado cooperando sin mencionar mi nombre.

—Según los informes, incluso en tus días libres, salías con brusquedad a misiones y a menudo te quedabas hasta pasada la medianoche organizando documentos. Trabajas demasiado.

Me miraron sorprendidos el príncipe heredero y el primer ministro.

Por instinto desvié la mirada.

—Este viaje también está pensado para que descanses del trabajo. Es una gran oportunidad para que tú, en quien confío mucho, contribuyas a la mejora del Imperio. Si esta situación continúa, podrías llegar a estar sobrecargado de trabajo. Esta misión no es solo por tu bien, sino también por el futuro del Imperio. Aunque los dragones son de verdad una amenaza, podemos minimizar el daño reduciendo el contacto. Se pueden considerar varios métodos, como restringir por el momento el acceso a las zonas donde se ha informado de avistamientos de dragones. Cuando regresen, serán enviados para ser sometidos de inmediato, pero aun así será mejor que permanecer en el castillo, ya que ofrece la oportunidad de un buen descanso —explicó.

No pude discutir sus palabras.

—Caballero Negro, yo también te lo pido. Después de escuchar las palabras de mi padre, yo también estoy preocupado por ti —pidió el Príncipe Heredero con una expresión llena de preocupación.

Lo siento, no pretendía ponerle esa cara. Un inmenso sentimiento de culpa me invadió.

—En efecto, estás trabajando demasiado. Escucha las palabras del Emperador, Caballero Negro —Incluso el Prímer Ministro, preocupado por mí, me instó a unirme al viaje.

No tuve más remedio que rendirme. Las opciones de negarme habían desaparecido.

—Entendido… Los acompañaré —respondí.

Tras mi rendición, los tres mostraron expresiones de alivio.

Y así, se decidió que yo les acompañaría en el “Viaje de Peregrinación”.

Ahora, ¿qué debemos hacer con los otros miembros?

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