Esta Villana quiere mantener al Jefe Final – Tomo I – Capítulo 28

Traducido por Mochi

Editado por Yusuke


Aileen se había encargado de prácticamente todo de lo que necesitaba preocuparse. Tenía la confianza de ganar. Se había preparado mentalmente. Excepto, que no contaba con el inesperado regalo que recibió esta mañana.

—¿Te estás vistiendo bastante encantadora no, Aileen? Apenas te puedo reconocer.

—¿Es eso cierto, padre?

Aileen se volteó con un brillo afilado en sus ojos. Rodolfo parpadeó.

—¿Me queda bien? ¿No debería cambiarme de vestido? ¡Yo de todas las personas…!

—¿Qué sucede? Esto no es como tú. Aun cuando era tiempo de tu debut social no dijiste esa clase de cosas. ¿No me digas que te diste cuenta que tienes miedo de perder contra la señorita Lilia?

—No me importa esa clase de pequeño detalle porque mi oponente aquí es el más fascinante Rey Demonio del mundo. ¡Mi cabello y maquillaje deberían ser perfectos, pero…!

Aileen se sentía nerviosa. Como había estado viéndose en el espejo persistentemente, los sirvientes tuvieron que despegarla del espejo a la fuerza y meterla al carruaje, sin embargo, Aileen aun sentía que no se había inspeccionado lo suficiente.

¿Me pregunto si un poco más de un labial rojo maduro será mejor? ¿O tal vez recojo cabello de forma apretada?

Pero no tenía tiempo o un espejo.

Su padre la guió con su mano, y se pararon en el brillante piso de mármol del salón de reuniones donde se celebraba el banquete nocturno. En un instante, todo el salón quedó en silencio.

A primera vista, el bullicioso vestido repleto de brillante seda blanca parecía tan puro como un vestido de novia. Sin embargo, con sútilmente escondido encaje negro bordado por hilos dorados cosido en el vestido y una rosa idénticamente negra usada para asentuar el adorno para el cabello, los detalles lograron asegurar una impresión encantadora de la aparentemente joven mujer.

Ambos, blanco y negro, un vestido con estos colores monocromáticos serían mal vistos en un banquete a menos que hubiera una razón. Sin embargo, el vestido incorporado con dorado que estaba combinando el blanco y el negro como si fuera el cielo estrellado, llamaba la atención del público. Había críticas y celos escondidos debajo de esas miradas curiosas. Ciertamente era el aire antes del inicio de una nueva moda.

Especialmente cuando quien vestía ese vestido era Aileen Lauren D’Austriche.

Ella no usaba su usual sonrisa arrogante y en vez, su par de ojos mirando hacia abajo parecían tener una pizca de dolor. La sombra causada por sus largas pestañas hicieron que su piel blanca resaltara aún más. El brillo en sus labios era como una fruta fresca, y con cada paso que hacía había un elegante aroma de una rosa negra que flotaba en el aire. No importa que tan manchada estuviera, sigue siendo hermosa hasta su último cabello. Aileen era la única que no sabía de ese reconocimiento.

Este vestido fue elegido por el rey Claude ¿no? ¿Me queda bien no? Lo eligió porque me queda bien, ¿no?

¿Tal vez dirá que se ve bien? Solo con pensar eso, sus mejillas se enrojecieron ligeramente.

Cuando finalmente subió sus ojos húmedos con una mirada en blanco en su cara, su visión cayó en un joven noble que la miraba con admiración. Por reflejo, Aileen le sonrió suavemente de regreso. Rodolfo, quien la estaba escoltando, alzó la voz en admiración.

—Has cambiado un poco. Tengo el sentimiento que ese príncipe Cedric se volverá a enamorar.

—¿Huh? ¿Qué estás diciendo padre? Lo rechazaría aun si muero.

—Ya veo. Pensé que estaría bien. Sin embargo, parece que podemos sacarle varias cosas.

Con una risa, los ojos de su padre se veían medio serios.

—Sin embargo, un hombre ordinario no será capaz de manejarte, ¿no? Entonces, padre solo puede escoltarte hasta aquí ya que estaré esperando con ansias tus acciones.

Con un rostro optimista, Rodolfo le dio a Aileen un pulgar arriba. En otras palabras, estaba esperando un giro de la trama.

Bueno, sería aburrido si gano fácilmente. ¡Vaya!

Esta noche, con un cabello perfectamente arreglado y con la apariencia de un joven noble, Isaac se acercó a Aileen. Nadie se había acercado a Aileen para iniciar una conversación después de su llegada, pero sabía que estaba siendo observada.

En una posición donde sus pies pararon cuando estaban por pasarse el uno al otro, Isaac reportó en voz baja.

—Los resultados son excelentes, y está recibiendo publicidad como lo planeamos.

—Ya veo.

—Pensé que los conocerías. ¡A la compañía de Oberon!

En cuanto escuchó su nombre ser mencionado, Aileen escuchó con cuidado las conversaciones.

—Aún no he recibido esa cosa aun cuando la dama del condado Weimerz ya lo recibió. ¿Qué significa eso?

—Hay un rumor que solo será entregado a las damas elegidas, por eso, esa persona esta enojada.

—Escuche que es colocado al lado de la cama cuando las personas despiertan. También dicen que ningún sirviente sabe algo. ¡Es como magia! Lo espero con anticipación.

—Tiene una muy buena sensación cuando lo usas. La condición de mi piel quedó muy bien, ya no puedo pensar en algo además de eso.

—De ninguna manera, pensé que era algo sospechoso así que lo tiré. ¿Qué hago? ¿Hay algún lugar donde conseguirlo?

—Pero escuche que hay gente que no solo recibió la loción para la cara sino también jabón.

 —La versión de prueba del producto ya no está disponible. Pensé que alguien en el banquete sabría sobre ello.

—Mi esposa no para de hablar sobre querelo. Estoy en problemas, pensar que nadie sabe sobre ello.

Inconscientemente, una sonrisa se formó en la cara de Aileen. Mientras la escondía con su mano, Aileen miró hacia Isaac y lo tentó ligeramente.

—Después, como planeamos, esparciremos rumores que esos rumores están conectados a la casa ducal D’Austrice. Eso será lo suficientemente rentable.

—Por favor hazlo.

—Siguiente, la última información de la combinación de los cuervos. Primero, el culpable de las cartas amenazantes era Lilia. Ella era actriz en su propia obra.

Aileen pensó lo contrario. Sería aburrido si la mujer que quitó a Aileen de su asiento como prometida de Cedric fuera solo una mujer ordinaria.

—Ya veo. Era consistente con el diseño de los materiales de papelería. ¿Era el príncipe Cedric un cómplice?

—De lo que veo, está actuando de manera individual. Como solo estoy esperando por evidencia, por favor dame una señal si es necesario. Solo si hay malas noticias.

—¿Qué pasa?

—El paradero de la señorita Lilia ha sido incierto desde esta mañana. Debido a las amenazas, parece que el Príncipe Cedric mandó aprendices de los Caballeros Sagrados liderados por Max hacia el bosque del Rey Demonio.

Aileen inconscientemente volteo hacia el perfil de Isaac mientras él continuó hablando.

—Parece que el Rey Demonio no podrá venir hasta que encuentren a la señorita Lilia.

—El rey Claude… ¿Y qué sucederá con los otros monstruos? ¡¿No me digas que los van a atacar?!

—Cálmate, no hay manera que el Rey Demonio pueda morir tan fácilmente, además está el tratado de paz. El Rey Demonio me pidió un favor. Quiero decir, en la mañana, Almendra me trajo un mensaje verbal del Rey Demonio.

—¿Esta mañana?

¿Porqué no le informaron cuando por lo menos logró mandar el vestido. Frunciendo, los ojos de Aileen penetraron a Isaac.

—Decía: “Hasta que llegue, te dejo a Aileen a ti”.

Isaac era el único camarada de Aileen que asiste al banquete. Poniendo énfasis en sus ojos, Isaac fijó su mirada en Aileen.

—Lo puedes hacer. Porque eres la mujer con la que el Rey Demonio puede contar después de todo.

Para no bajar su línea de visión, Aileen metió su barbilla hacia dentro. Miro al frente y se rió audazmente.

—Hubo una negociación detrás de escenas respecto al asunto del rey Claude ¿no? Estoy bien, así que por favor encárgate de eso.

—Ahh, si en verdad te conviertes en plebeya te recibiré.

—No necesitas hacer algo inútil como volverte el esposo de alguien.

—Eso es verdad.

Chocando ligeramente sus palmas, se pasaron mutuamente.

Cedric apareció en una plataforma con una mirada sombría en su rostro. Lilia no estaba a su lado. Si las cosas procedían como en el juego, Aileen se volvería la secuestradora.

Esto es por darle la espalda ¿no? No quiero que me subestimen. Perdí la primera ronda con mi compromiso anulado. Ganaré la segunda ronda.

—Aileen Lauren D’Austriche. Estás bajo arresto.

En cuanto Cedric dio la orden, Aileen fue rodeada inmediatamente por guardias del palacio y aún ahí, ella sonrió. Sonrió elegantemente con los modales de una dama perfecta.

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