Estimada esposa del Príncipe – Capítulo 8

Traducido por Kiara

Editado por Sakuya

Corregido por YukiroSaori


¿Príncipe Chen? ¿Hijo ilegítimo?

Esas palabras circularon en la cabeza de Baili Hongzhuang. Si es el príncipe Chen, entonces ella también tiene algún conocimiento sobre él.

Si ella era considerada una de las bromas más grandes que solía estar en boca de todos, entonces el príncipe Chen era el segundo chiste más popular de la nación.

Hace tres años, el actual emperador había convertido repentinamente a un hombre común en un príncipe, lo que provocó grandes olas en la corte. Ese hombre era Dibei Chen.

A pesar de que todos los funcionarios de la corte protestaron, el emperador todavía insistió en actuar con tanta voluntad como antes y lo convirtió en un príncipe, a pesar de que era un lisiado.

Durante mucho tiempo, los rumores sobre que el príncipe Dibei Chen es el hijo ilegítimo del emperador, circularon de boca en boca, porque si no fuera así, ¿por qué se le conferiría el título de príncipe a un inválido?

Pero a pesar de estar consciente de este rumor, el monarca optó por no dar un paso adelante y explicar, contra todo pronóstico, se mantuvo en silencio reconociéndolo como una verdad. Entonces, con el tiempo, todos comenzaron a reconocer silenciosamente al príncipe Chen como tal.

Dado que el emperador había convertido al príncipe Chen en un príncipe de mala fortuna, se creía que le debía mucho. Pero, aunque su primer año fue lujoso, en los años siguientes obtuvo cada vez menos a medida que su estatus se desplomaba.

Baili Hongzhuang se acercó lentamente a la ruidosa multitud. Tal vez porque en su mente son compañeros de sufrimiento, o quizás porque su corazón tiene un rastro de curiosidad acerca de este príncipe Chen.

Después de todo, en esta enorme Ciudad Imperial, la tragedia en su vida no podía compararse con la de nadie más que la de este príncipe.

Caminando entre la multitud, Baili Hongzhuang miró el objetivo que mantenía la atención del círculo. En el tercer piso del Pabellón Inmortal Drunken, se levantaron dos figuras. Con solo una mirada, Baili Hongzhuang pudo ver una figura que detestaba por completo.

El príncipe heredero, Xuanyuan Huan

La cara de Xuanyuan Huan era mandona mientras miraba con desdén la pálida figura vestida de oro frente a él.

—Dibei Chen, hipotéticamente hablando, si no fuera cuidadoso y accidentalmente te empujo desde el tercer piso de este edificio, ¿qué harías? —La cara de Xuanyuan Huan hizo una mueca sarcástica, mostrando claramente su actitud sádica, en forma de broma a Dibei Chen.

Baili Hongzhuang miró la espalda de la pálida figura con la túnica dorada. Ese debe ser el tercer príncipe, Dibei Chen, sin dudas.

—Si el príncipe heredero comete ese tipo de error, ¿qué puedo hacer?

Su voz, aunque en un tono bajo, era levemente cálida como el alcohol, venía con un toque de burla, se sintió como una brisa refrescante que acariciaba el cuerpo y te alegraba hasta el alma, un soplo de viento libre e indiferente.

Xuanyuan Huan frunció el ceño cuando vio su rostro tranquilo. Por un momento, ni siquiera podía decir quién estaba acosando a quien, a él le disgustaba mucho la apariencia indiferente de Dibei Chen, como si nada pudiera afectarlo.

Actuando como si fuera tan alto, cuando en realidad es solo un payaso, ¡él Xuanyuan Huan le dejará ver cuánto de broma había en sus palabras!

—Hermano mayor, ¿cómo puede la basura actuar de esta manera?

El segundo príncipe, Xuanyuan Jing, aún no había notado la creciente tensión entre Xuanyuan Huan y Dibei Chen, y habló con una sonrisa:

—¿Por qué no lo alejamos y ya?

Cuando Xuanyuan Jing dejó de hablar, fingió caerse, todo su cuerpo tropezó hacia Dibei Chen, fingidamente empujo a Dibei chan con ambas manos, quien tropezó ¡y cayó al otro lado de la barandilla!

¡Claramente se escuchó el crujido de la barandilla, seguido de una luz dorada que caía de la tercera planta del edificio!

Los ojos de Baili Hongzhuang brillaron mientras miraba. ¡Este Xuanyuan Huan realmente es un bueno para nada!

Ambas piernas de Dibei Chen ya estaban lisiadas, pero en vez de dejarle en paz, eso solo le motivaba para molestarlo.

Un destello de burla apareció en los profundos ojos negros de Baili Hongzhuang, al parecer lo que más le gustaba al príncipe Xuanyuan Huan era patear a las personas cuando estaban deprimidas.

Ya sea a ella o Dibei Chen, el príncipe heredero Huan todavía no estaba dispuesto a dejarlos en paz, ese ser despreciable, ¡verdaderamente desvergonzado!

Muchos de los espectadores desviaron sus ojos. El príncipe Chen realmente se lastimaría, pero ellos solo eran plebeyos, ¿qué podían hacer? Si actuaban, lo más probable es que fueran castigados.

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