Estimada esposa del Príncipe – Capítulo 9

Traducido por Kiara

Editado por Sakuya

Corregido por YukiroSaori


Sin embargo, el sonido del golpe nunca llegó, en su lugar vino un fuerte grito de ayuda.

—¡Ah, hermano mayor, ayúdame!

Una voz tembló, llena de pánico y miedo. ¡Era la voz del segundo príncipe, Xuanyuan Jing!

Todos miraron la parte superior del restaurante. Había incertidumbre en sus corazones al levantar la vista.

Por el momento, Xuanyuan Jing estaba colgando de la barandilla rota, atrapado entre el segundo piso y el tercer piso. Demasiado asustado para moverse, solo podía gritar pidiendo ayuda.

—¡Ja, ja, ja!

No se sabía quién se rio primero, pero todos no pudieron evitar reír a carcajadas.

Mientras el segundo príncipe colgaba de la barandilla, partes de su ropa se habían roto, revelando su trasero blanco como la nieve, despertando las burlas entre la multitud.

—El culo del segundo príncipe es tan blanco, ¡ah!

Entre la multitud, alguien habló en voz baja, provocando otras rondas de leves carcajadas.

—Ja, ja, ja, hoy somos honrados con el culo de la familia real, ¡esto no es nada diferente!

El segundo príncipe, Xuanyuan Jing siempre ha sido arrogante y despótico, es muy común que intimide, ataque y se burle de los ciudadanos, así que, cuando llegaron a ver la extraña escena de él siendo humillado, todos los ciudadanos sintieron una explosión de felicidad.

Al escuchar esto, el segundo príncipe, Xuanyuan Jing sintió la suave brisa acariciar su trasero e inmediatamente trató de cubrirse con las manos.

Pero cuando trató de soltar una mano de la barandilla para cubrirse, todo su cuerpo se deslizó poco a poco. Así que ya no trató de cubrirse, y solo pudo gritarle a su hermano Xuanyuan Huan para que le ayudará.

La expresión de Xuanyuan Huan no era muy buena, originalmente quería insultar a Dibei Chen un poco más, ¡pero nunca pensó que su otro hermano realmente sería tan tonto como para cumplir sus bromas y también ser parte de la trampa! Sin otra opción, Xuanyuan Huan ayudó al impaciente Xuanyuan Jing a levantarse.

Ahora, la multitud se volvió para mirar a Dibei Chen, y de repente, sus expresiones se volvieron extrañas.

Esto se debe a que cuando Dibei Chen cayó al suelo, quién sabe cuándo, ¡dos bolas redondas y esponjosas se enrollaron debajo de él!

Las dos pelotas de pelusa habían detenido fácilmente la caída de Dibei Chen, dejándolo sin un rasguño.

Los presentes comprendieron qué lo que había pasado, era tal cual como, intentar robar un pollo y terminar perdiendo el arroz que se usó para atraerlo, quedándose con las manos vacías.

—¿Qué demonios? —Xuanyuan Huan escupió, su voz denotaba su claro enojo—. ¿De quién son esas bolsas?

Su voz se escuchó claramente entre la multitud, e instantáneamente una figura salió de entre el gentío. Un hermoso rostro de piel clara con una sonrisa débil e indiferente se presentó.

—Mis disculpas, acababa de comprar dos cojines blandos, pero no pude atrapar las bolsas de embalaje mientras rodaban. Espero que el señor no se ofenda.

Bajo el sol ardiente, la figura blanca parecía estar bañada en oro. Su rostro es elegante como un lirio verde azulado, fresco y conmovedor.

La mujer llevaba un vestido blanco largo, que destacaba su figura delgada y su cabello que fluía libremente como una cascada. Algunos mechones de pelo se curvaron en sus mejillas, emitiendo una sensación de indiferencia y pereza.

Cejas esbeltas como hojas de sauce, un par de ojos almendrados tan claros y brillantes como los vidrios de colores. Sus labios llenos y conmovedores, eran del color del cinabrio, complementando su suave y blanca piel, haciendo que la gente suspirara con solo verla, no había una belleza comparable. [1]

El príncipe Xuanyuan Huan miró su rostro ligeramente familiar, perplejo.

¿Cómo puede ser que esta mujer se parezca tanto a Baili Hongzhuang?

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó Xuanyuan Huan.

—Hongzhuang.

El nombre era el mismo, lo que le dio a Xuanyuan Huan más dudas, pero después de mirar de cerca, todas las dudas en su corazón fueron barridas.

Aunque esta mujer, Hongzhuang y Baili Hongzhuang, compartían cierta semejanza ya fuera por temperamento u otras cosas, ambas eran demasiado diferentes, no podía compararla .

Un destello de codicia apareció en los ojos del príncipe Xuanyuan Huan. ¡La mujer frente a él era simplemente más hermosa que la aclamada belleza número uno de la ciudad imperial, Baili Yuyan!

Si él puede atraparla, ¿quién sabe cuántas personas lo envidiarán?


[1] Cinabrio, otra forma de decir color rojo bermellón.

Kiara
Se viene una humillación para el principito.

6 respuestas a “Estimada esposa del Príncipe – Capítulo 9”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido