Harem Imperial – Capítulo 85: Agitándose (1)

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


Estuvieron jugando este ajedrez por demasiado tiempo. El tablero ya abarcaba mucho espacio. Un movimiento erróneo arruinaría el juego completo. Lou Xi Yan no pudo contener su preocupación.

La derrota de la Familia Yang era el primer paso, y había adivinado a principios del año que Yan Hong Tian definitivamente actuaría contra el Clan Xin. Sin embargo, no se esperaba que fuera a hacerlo tan pronto…

—El oficial Dan Yu Lan saluda al emperador. Larga vida al emperador.

La llegada de Dan Yu Lan irrumpió el ambiente solemne del cuarto.

—Levántate —dijo con voz fría el emperador, y el oficial obedeció—. Respecto al caso de robo y sustitución de las raciones militares, parece ser que el amado Oficial Dan no lo ha cerrado hasta hace poco.

—Recientemente ha habido un aumento en la cantidad de casos, así que fallé en ordenarlo en un tiempo adecuado. Este oficial ya ha iniciado la re-investigación del caso —respondió Dan Yu Lan, observando en secreto a las dos personas sentadas en la mesa.

Solo habían jugado la mitad del tablero, pero ni el emperador ni el Primer Ministro Lou tenían piezas en sus manos. Esto significaba que ya no estaban de humor para seguir jugando, o…

Antes de que tuviera la oportunidad de adivinar la extraña atmósfera entre los dos hombres, la voz de Yan Hong Tian le interrumpió.

—Te daré tres meses más. Este caso debe ser investigado con cuidado y profundidad.

Sus palabras resonaron en la habitación. ¿Eso significaba que el emperador quería que excavara profundo?

—¿Se requiere que la investigación se realice en secreto? —preguntó Dan Yu Lan después de pensar.

—Depende de ti —replicó Yan Hong Tian, arqueando sus labios en una sonrisa.

¡Debo llegar hasta el fondo y en secreto!

Entendiendo las intenciones del emperador, Dan Yu Lan aplaudió con sus manos para saludar.

—Este oficial se retirará.

Luego de su partida, Lou Xi Yan colocó su pieza, luego la levantó y la volvió a ubicar en el tablero sin pensarlo y luciendo mucho más relajado que antes.

—Me estaba preguntando si los piratas costeros eran tan poderosos que necesitaste del General Su para hacerlos retroceder, pero resultó ser una táctica para mover al tigre en la montaña.

Yan Hong Tian miró la pieza que el Primer Ministro había colocado. No estaba en el camino de alguna pieza negra que pudiera eliminarla, por el contrario, bloqueaba el avance de la mayoría de sus piezas, pero en lugar de enfadarse, estaba complacido. Sabía que Xi Yan le ayudaría.

Con el mismo movimiento tranquilo, levantó una de las piezas negras y la ubicó en el medio de las piezas blancas para detener su ataque. Sus acciones eran letales, y sus palabras no mostraban lo que estaba planeando:

—Los piratas son en efecto poderosos. No solo robaron naves de carga en el mar, sino que han desembarcado para piratear y quemar residencias. Esas acciones son extrañas, así que solo me sentiré tranquilo cuando el General Su se encargue.

—¿Es así? —Lou Xi Yan levantó una ceja suavemente, y luego suspiró—: Oh. —Habiendo comprendido algo, exclamó—: Entonces este oficial ha cometido un error. Es un plan para matar a dos pájaros de un tiro.

Yan Hong Tian lo miró en silencio por unos momentos, antes de estallar en carcajadas. El único que lo conocía tan bien era Xi Yan. A pesar de que el resultado del juego todavía no era claro, el emperador empujó el tablero a un lado y tomó el té caliente que Xiao Yu le había servido.

—Su Ling es valiente, fiero y tiene una personalidad perseverante. Sin embargo, también es orgulloso y arrogante. Por ello, cuando hay asuntos molestos que deben arreglarse, pero que no son fáciles de manejar, el mejor candidato es Su Ren.

Lou Xi Yan seguía teniendo una pieza en la mano, pero parecía que su contrincante ya no tenía ganas de continuar jugando.

—Parece ser que te has desplegado bien, y solo me estaba preocupando demasiado —dijo con su tono tranquilo de siempre.

—La Corte Imperial debe cambiar, o se olvidarán de quién es el maestro de Qiong Yue.

La Familia Yang ya había sido destruida. No podían permitir que la Familia Xin permaneciera.

Siendo casi mediodía, el viento comenzó a soplar con fuerza. El invierno de este año será uno frío.

♦ ♦ ♦

Mansión de Investigaciones.

La celebración había terminado, y los casos difíciles y urgentes ya estaban casi finalizados, por lo que Cheng Hang y Lu Jin habían descansado por algunos días. Como no había casos importantes en la capital, era el momento perfecto para moverse a los asuntos de las provincias. Los dos habían llegado a la Mansión de Investigaciones temprano en la mañana para discutir el asunto, pero en cuanto entraron, su jefe fue convocado por el emperador. De esa manera, los dos se quedaron sentados en un sillón en el estudio, aburridos mientras esperaban que Dan Yu Lan regresara.

Cheng Hang tomó el té que ya había sido rellenado dos veces, y lo bebió antes de hablar irritado.

—¿Qué piensas que le dijo el emperador al jefe? ¿Habrá otro caso importante?

Los movimientos de Lu Jin eran más elegantes que los de su compañero.

—Lo sabremos cuando regrese —respondió después de beber algo del té. Todos los casos reportados eran revisados por la Junta de Castigos antes de que los enviaran con ellos, y no recordaba que hubiera pasado alguna situación de importancia.

Cheng Hang rodó los ojos, y Lu Jin lo ignoró mientras seguía bebiendo su té. Los dos esperaron por más de una hora, y Cheng Hang comenzó a caminar de un lado al otro en el estudio. En el momento en que se quedó sin paciencia, Dan Yu Lan regresó finalmente.

Ya habían pasado varios días desde el comienzo del invierno, y el viento estaba soplando con más fuerza. Dentro de la Mansión de Investigaciones, había varios cientos de árboles viejos que temblaban por las fuertes ventiscas. La expresión de Dan Yu Lan parecía deprimida mientras caminaba por el viento frío, pensando.

Sin importar lo fuerte del viento, su paso no se veía afectado. Cuando finalmente llegó al estudio, ni siquiera vio a los otros dos hombres esperándolo, y caminó directo hasta su escritorio para sentarse en silencio por un largo tiempo.

Los otros dos se miraron entre ellos. Su jefe estaba actuando extraño.

—¿Jefe? —lo llamó Lu Jin. Solo fue en ese momento que Dan Yu Lan se recuperó y los vio.

—Busquen todos los archivos sobre el caso de Lin Bo Kang respecto al robo y sustitución de las raciones del ejército, y léanlos con cuidado.

¿El caso de las raciones del ejército? Cuando los dos regresaron a la capital, ese caso ya había sido archivado, así que no conocían los detalles, pero el tono grave del Jefe Dan les decía que no debían tomárselo a la ligera.

—Sí.

Los dos revisaron por un largo rato antes de que Lu Jin encontrara un archivo en la pila con la fecha de hace seis meses. Mientras lo observaba, trazos de duda pasaron por su expresión, pero no habló y solo le pasó el archivo a Chen Hang.

—¿El emperador convocó al jefe Dan al Palacio por el caso de las raciones? —murmuró mientras ojeaba el archivo.

Dan Yu Lan tomó un pincel mojado con tinta, y comenzó a escribir algo con expresión seria antes de responderles.

—Tres meses. El caso debe resolverse para entonces.

¿Ya tenían un tiempo límite? Eso no era normal. Cheng Hang miró el archivo con el ceño fruncido.

—Este caso no es muy importante. Lin Bo Kang ya está muerto, y las raciones cambiadas fueron recuperadas. Li Ming también admitió que fue el que mató a Lin Bo Kang, y confesó que él robó las raciones para poder venderlas a los comerciantes del sur. En ese momento, el oficial presidiendo el caso era el Viceministro de la Junta de Castigos, Wu Shi Gang, que también interceptó las raciones de los comerciantes sureños. ¿No se considera cerrado?

—Deberías examinarlo con cuidado —dijo Dan Yu Lan, sin levantar la mirada, y con un tono pesado.

Al estar a su lado por tanto tiempo, ninguno de los dos se mostró molesto por su actitud. Aunque fuera un caso que enfurecería al emperador, no veían que su jefe estuviera preocupado. ¿Era posible que hubiera una historia escondida en este caso? Los dos tomaron dos hojas de papel, y comenzaron a escanearlas con cuidado.

Después de unos veinte minutos, tenían el caso prácticamente memorizado, y bajaron el archivo.

—Li Ming ha sido el mayordomo de la familia Lin por muchos años. Aunque odiase a Lin Bo Kang, es obvio que sabía que sería ejecutado, pero aun así encontró necesario tomar el riesgo para irrumpir en la Junta de Castigos para matarlo. Eso es algo irracional —analizó Cheng Hang, colocando su cabeza en su mano. Lin Jin asintió. Juntando fragmentos de la información ante él, podía ver que había algunas inconsistencias.

—Con solo la fuerza de Li Ming, es imposible que haya podido matar a Li Bo Kang dentro de la Junta de Castigos. Un mes atrás, hubo una pelea en la prisión de la Junta, y quien resultó más herido fue Li Ming.

—¿Li Ming está muerto? —preguntó sorprendido Dan Yu Lang al escuchar el reporte.

—No se preocupe, jefe, Li Ming es la pieza clave de este caso. Después de la pelea de esa vez, sentí que había algo extraño y lo moví de la prisión donde se realizan los castigos, y coloqué a alguien para que lo vigilase.

En ese momento, había pensado intuitivamente que había algo más, y que ese prisionero era alguien importante. Al parecer, ese día había tomado la decisión correcta.

—Bien —dijo Dan Yu Lan, soltando un suspiro de alivio. La prisión donde se realizaban los castigos también era donde se aprisionaba a los criminales para el nuevo juicio. Los guardias eran confidentes suyos que le habían seguido por años, así que no podía compararse con la prisión de la Junta de Castigos. Estaba seguro que nada le sucedería a Li Ming en su estadía. Al ver que los otros dos hombres habían terminado de leer, se puso de pie—. Lin Bo Kang es uno de los comerciantes más grandes de la capital, pero si no fuera por la recomendación del jefe del Ministerio de Citas, no habría tenido la oportunidad de comenzar su negocio. Cada año, la Corte libera la mitad de las raciones del Almacén Imperial como suministros para el ejército, y la otra mitad se le entrega al público, por lo que tendría muchas oportunidades para volverse rico. Teniendo en cuenta todo esto, es imposible que sea tan estúpido como para vender la primera vez que interactúa con la Corte Imperial, y que sustituyera las raciones militares de manera tan obvia. Es algo por lo que podría perder la cabeza.

—Si es así, entonces este caso realmente está ocultando algo —dijo Cheng Hang, golpeando el escritorio con sus dedos a medida que la emoción aumentaba.

Le gustaban los casos complejos, porque le hacían sentir desafiado.

Sus ojos estaban llenos de emoción, pero por otro lado, Lu Jin hizo una mueca. Bajó la mirada y miró el nombre del examinador de la autopsia.

¿Wang Bing Sheng? Parece ser un forense de bajo rango de la residencia Ying Tian.

Tomó el reporte y lo colocó frente a Dan Yu Lan para preguntarle al respecto.

—El cuerpo de Lin Bo Kang sigue en la funeraria de la Junta de Castigos. ¿Quiere que estudiemos la autopsia de nuevo?

—No es necesario. La señora Lou fue quien hizo la autopsia, y ese día yo estaba presente, así que no es necesario volver a examinarlo.

Al escuchar que fue Zhuo Qing quien realizó la autopsia, Lu Jin se sintió feliz.

—¿Deberíamos invitarla? —preguntó emocionado. Las habilidades de la señora Lou eran famosas, y cada vez que daba clases, todos los presentes podían aprender un montón. Dan Yu Lan lo pensó por unos momentos antes de responder.

—Ahora ya no es como antes. Es la esposa del Primer Ministro, por lo que si no es necesario, no debemos molestarla.

—¿Qué hay… de la señorita Qing? —preguntó Hang Cheng, acercándose.

Lu Jin prefería a la señora Lou, pero en contraste, Hang Cheng admiraba las habilidades de observación y la actitud alerta de Qing Mo. Cuando investigaba, ella era inteligente, y sus habilidades eran tan buenas que no había manera de quedar insatisfecho. Además, todavía no era la esposa oficial del General, por lo que no sería inapropiado.

Sin embargo, esta vez Dan Yu Lan sacudió su cabeza de inmediato.

—El caso de Ao Tian casi la mata —respondió con una sonrisa amarga—. Desde entonces, el General Su no ha dejado de darme malas miradas.

Ambas mujeres Qing tenían temperamentos extraños, pero si se sumaban sus maridos que eran difíciles de lidiar, no era de extrañar que el oficial Dan no quisiera molestarlos a menos que fuera un último recurso.

—No importa, lo investigaremos por nuestra cuenta —dijo Cheng Hang con una ligera sonrisa mientras colocaba una de sus manos en el hombro de Lu Jin—. Resolveremos este caso como en el pasado, cuando ellas no estaban en el país.

Dan Yu Lan suspiró en silencio. Si las hermanas Qing fueran hombres, y pudieran obtener posiciones oficiales en la corte, habría mucho menos injusticia en el mundo. Era una lástima…

—Cheng Hang, ve e investiga los antecedentes de Li Ming, cómo está su familia ahora y con quiénes se relacionaba —dijo Dan Yu Lan, tosiendo ligeramente para dejar de soñar despierto—. Lu Jin, ve a investigar las salidas y entradas del grupo sureño de comerciantes, y… —Luego levantó la carta, y se la entregó—. Llévale esto al Comandante Su y pídele ayuda para hacer un informe sobre las raciones del ejército.

¿Raciones del ejército? Podría ser…

—Sí.

Los dos eran personas de acción, por lo que al escuchar sus órdenes, se dispusieron a ejecutarlas de inmediato. Sin embargo, en el momento en que alcanzaron la puerta, escucharon la voz del oficial Dan llamándolos.

—Deben recordar que el caso de las raciones del ejército debe investigarse en secreto.

El corazón de Lu Jin no pudo contenerse de dar un salto. Parece ser que este caso en el que estaban involucrados no era nada pequeño.

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