Juego otome yandere – Vol 4 – Capítulo 8

Traducido por Lugiia

Editado por Sakuya


—Soy una marioneta —dijo ella. —Pero, es cierto que nací de una madre humana. Mi verdadero nombre también es Mari… Supongo que al final me atraparon. Siendo honesta, estaba aterrorizada cada vez que me reunía contigo. Pensé que cualquiera que supiera de magia, seguramente expondría mis mentiras algún día —continuó.

—No planeo exponer la mentira. Sólo quiero saber tus verdaderos motivos. Si quieres que lo mantenga en secreto, entonces lo guardaré hasta mi tumba y si no quieres hablar de ello…

—No. Te lo contaré todo. Es que no sé por dónde comenzar. Si te parece bien, lo haré desde el principio.

Parece que la madre de Miria… no, de Mari Galant, la trató muy mal. Prácticamente la descuidó, y la insultó cada vez que se encontraban.

—Parece que fui una niña que nunca lloró, rió o habló. Mi madre, para añadir a eso, anhelaba a la niña que nació muerta… mi hermana de un padre diferente. Me dijo claramente que no quería reconocer a una niña descompuesta como su hija.

Me pregunto qué clase de pensamientos tuvo al recibir palabras tan crueles.

La razón por la que no lloró puede ser porque no tenía a nadie que la consolara, aunque lo hiciera. Y no sonrió ni habló probablemente porque no había nadie cerca de ella de quien pudiera copiar cómo hacerlo.

—Pero, aunque el abuelo era taciturno y antisocial, se preocupaba un poco por mí. Aunque sabía que las marionetas eran más importantes para él que yo, no me importaba. Para mí, él era mi única familia. Además, incluso tenía un sueño como una niña cualquiera. A pesar de que no podía reír o llorar naturalmente, un hombre que se asoció con el abuelo me enseñó la existencia de algo llamado teatro.

Su tono se volvió un poco alegre. Cuando escuché eso, recordé algo.

—Podría ser esa persona… ¿el guionista?

—Sí. Ese caballero me enseñó lo que era un teatro, y me volví loca por ello. En el, incluso si las palabras que digo son mentiras o si las sonrisas y lágrimas son falsas, no hay problemas siempre y cuando lo haga bien. El hecho es que puedo ver a la gente, que me ve fingir que lloro o actuar como si amara a alguien, feliz… pero, según mi yo dañado, incluso cuando mi madre murió, no derramé ni una sola lágrima.

Cuando hablaba de su madre, ciertamente no tenía ninguna expresión facial. Me pareció que no sabía cuál expresión era adecuada.

—Tuve un sueño y, aunque sólo fuera uno, tenía una familia. Me pareció bien. Podría estar dañada, pero había planeado vivir virtuosamente y de forma honesta tanto como pudiera. —Hizo una breve pausa, y dijo en un tono un poco más bajo que antes—: Hasta que llegó ese momento…

Hasta el momento en que Nival Galant murió, era conocimiento común que había estado trabajando en la muñeca que se decía que era su mejor trabajo. Por supuesto, habiendo vivido juntos, no hay forma de que no pudiera saberlo.

—El abuelo realmente odiaba que otros vieran la creación de sus muñecas, así que incluso yo, nunca lo vi hacerlas. Se derrumbó en el taller mientras la hacía… Después de su muerte, entré en ese lugar. Vi la muñeca por la que trabajó hasta el momento de su muerte. Y, lo entendí. Lo que el abuelo… lo que incluso él quería, era mi hermana de un padre diferente… Ya había un nombre grabado en la muñeca, Miria. Era el nombre que mi madre había preparado para mi hermana muerta.

Con una risa burlona, probablemente dirigida a ella misma, continuó su monólogo de forma sarcástica.

—La muñeca con ese nombre tenía… una expresión muy serena y gentil… Lo veía venir. Fue algo que nació al hacer que el abuelo vertiera toda la pasión de las esperanzas de mi madre. Así, su debut como autómata ya estaba preparado. Además, debutaría en la ópera de marionetas con el primer guión que ese hombre había escrito… Ya estaba lista para protagonizar el escenario por primera vez.

Podía sentir la furia ardiente en el tono de Miria.

—Nunca había estado tan enfadada… Aunque no puedo reír ni llorar, parece que soy perfectamente capaz de estar celosa. En ese momento, todas las piezas del trabajo del abuelo ya habían sido terminadas e incluso su ensamblaje estaba casi terminado. Todo lo que quedaba era sujetar los brazos y debería haber sido capaz de moverse… Estaba bien, incluso si esa parte del trabajo no era del abuelo. Pero, cuando pensé en el futuro prometedor que le esperaba a la muñeca durmiendo tan serenamente, el momento en que su vida comenzaba… en ella consiguiendo todas las cosas que siempre he querido una vez que abriera los ojos…

Podía imaginar fácilmente lo que había más allá de la pausa en esas palabras. Aun así, habiéndome dicho que me lo contaría todo, dijo esto de forma clara.

—Sin completar la muñeca, escondí los brazos y el cuerpo por separado. Luego, fingí ser Miria y vine a la ópera de marionetas.

Con esto, se produjo un curioso cambio de una muñeca con un humano.

—¿El guionista sabía sobre esto?

—Supongo que no se dio cuenta, ya que Miria siempre usa maquillaje cuando aparece frente a él.

Aun así, supongo que todavía habría algunas similitudes. Incluso si cambia su apariencia externa con ropa y maquillaje, su voz sigue siendo la misma.

Por el momento, dejemos de lado qué piensa el guionista sobre esto. El problema es sobre ella. Ni siquiera estoy segura de si debería llamarla Mari o Miria.

—Si te parece bien… por favor llámame Miria como antes. Estoy más acostumbrada a ello.

Adelantándose, se ocupó de mis problemas.

—Hasta ahora, siendo honesta, comparado con las veces que me han llamado Miria, las veces que me han llamado Mari son tan pocas que no vale la pena mencionar, y… se siente extraño cuando me llaman por ese nombre.

Con ella hablando tan mal de sí misma, no puedo decir: Entonces, seguiré adelante y te llamaré Miria.

—Eres… humana, ¿verdad? —dije en vez de esas palabras.

—No fui hecha por las manos de alguien, sino que nací del vientre de mi madre. Pero, hasta ahora, nunca he declarado con orgullo, soy humana. ¿No crees que los humanos son personas con abundantes emociones y que saben cómo amar a alguien?

—Si tienen sus propios pensamientos y dominan sus propias palabras… son humanos en mi opinión.

—¿Es así? Creo que lo dices porque eres amable… Pensé lo mismo cuando me paré por primera vez en el escenario de la ópera de marionetas. Aunque estaba descompuesta, seguía siendo humana después de todo. En ese momento me pareció que podría morir en este lugar. Si no fuera así, pensé que esa actuación podría haber terminado en un fracaso debido a mis mentiras… Pero fue un éxito. Creo que, para el fantasma, me veía como una marioneta, no como un humano.

—¿Tú… crees en el fantasma del escenario?

—Sí, lo hago. Mucha gente murió en el pasado, las actuaciones terminaron en fracaso, y no sólo eso. Yo misma podía sentirlo cuando me paraba ahí. Creo que hay… algo en este lugar. No, creo que es mejor decir alguien. Si eso no era magia, entonces definitivamente era un fantasma.

No estaba de humor para discutir sobre la presencia de un fantasma en este lugar. Tenía una cosa que preguntar.

—Entonces, mientras creías que este lugar era peligroso, creyendo que te mataría el fantasma, ¿todavía estabas en el escenario casi todos los días?

—No era que me pudieran matar. Pensé que, algún día, quiero que lo hagan…

Me quedé sin palabras…

—Ahora sólo tengo un sueño. Si muero en ese escenario, en ese momento exacto, significa que el fantasma me reconoció como humano. Que me reconoció como alguien. No, en ese momento, me demostrará que fui capaz de amar a ese hombre. Ahora mismo estoy segura de que mis sentimientos son todavía una farsa… No puedo hacer nada más que actuar bien y todavía no puedo entender mi propio corazón. Pero a diferencia de una persona, estoy segura de que un fantasma no será engañado por mi actuación.

Con su voz rebotando ligeramente, era el epítome de una niña que hablaba de sus esperanzas.

—Estás llorando por mí… ya veo.

Aunque ella lo señaló, no me di cuenta que caían lágrimas por mis mejillas. Me había centrado en otra cosa.

—Te… engañé como a todos. Lo lamento. Te dije que sería tu amiga, fingiendo ser humana… Incluso cuando lo descubriste, lloraste por mí. Yo… nunca soñé que sería capaz de hacer una amiga así.

Entonces… Mientras intentaba decir esto, ella dijo.

—Algún día, cuando muera en el escenario, estoy segura de que llorarás por mí. Pero, está bien si lloras sólo un poco. En ese momento, estaré extremadamente satisfecha. Después de que hayas terminado, por favor, dame tu bendición.

Busqué frenéticamente palabras para responder. No a su mención de la muerte, sino a un método para probar el amor. Si pudiera presentárselo…

En una ópera, los personajes ciertamente inmortalizan su amor, muriendo. Pero debería existir una forma de probar ese amor a las personas que están vivas. De lo contrario, ¿no sería demasiado trágico?

Ella ama al guionista. También a su abuelo. Fue evidente para mí cuando escuché su historia. Pero, como forastera, cosas como mis opiniones no tenían sentido aquí.

Mientras ella misma, no lo crea… Mientras no pueda probarse a sí misma que es real y no un acto…

Soy… inútil. Ahora mismo, ni siquiera puedo llamarla. Ni siquiera sé si es correcto llamarla por alguno de esos nombres…

En ese momento, no se me ocurrió ni una palabra para responderle.

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