Katarina – Volumen 4 – Extra: Las preocupaciones de quienes sostuvieron el fuerte (5)

Traducido por Shisai

Editado por Sharon

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~Los esfuerzos de Raphael Wolt~

Arregle los diversos documentos que había estado revisando y los puse en mi escritorio, luego suspiré. Con esto, mi trabajo finalmente estaba hecho.

Sin embargo, todo lo que tenía que hacer era mirar hacia arriba, y me recibirían con una montaña de trabajo, un trabajo que nunca parecía terminar realmente.

Ugh… 

Dejé escapar otro gran suspiro de mis labios, sin siquiera darme cuenta.

Estaba una habitación en el Ministerio de Magia en el departamento al que pertenecía. En circunstancias normales, mi departamento siempre tenía más trabajo que otros, pero la carga de trabajo que enfrentaba ahora era simplemente incomparable. Esto se debió a que mi superior, y el individuo más veterano en este departamento, esta ausente.

La razón por la cual nuestro departamento consiguió tanto trabajo en primer lugar fue porque esa persona era terriblemente impresionante. Mi superior, Lahna Smith. Por su comportamiento y apariencia, parecería que ella era una noble, pero yo no sabía mucho más que eso. Su intensa curiosidad por la magia y sus conocidas capacidades la llevaron a los niveles más altos del Ministerio, llegando a ser ejecutiva. En resumen, mi superior era muy buena en lo que hacía, pero era un poco excéntrica.

De hecho, ella fue la primera en sugerir que el Ministerio me acogiera, a pesar de la cantidad de problemas que les había causado. Los que la rodeaban la consideraban diferente, tal vez incluso un poco extraña. Un tiempo después de que me transfirieron a su departamento, decidí preguntarle por qué habría acogido a un anterior ‘Portador de la Oscuridad’ como yo.

En ese momento, su respuesta fue simple.

—Porque pareces interesante.

En el momento en que escuché eso, no pude evitar estar de acuerdo con sus colegas: Lahna Smith es realmente extraña.

Después de haber trabajado con ella durante algún tiempo, mis suposiciones demostraron correctas, una y otra vez. Lahna era una mujer fiel a sus propios intereses. Simplemente tenía que hacer todo con sus propias manos, o no se sentiría realmente en paz. Por ejemplo, a menudo participaba en infiltraciones y misiones de investigación, excursiones que generalmente eran manejadas por personal debajo de su estación. Si alguien intentara detenerla, ella se iría sola sin hacer ningún ruido.

Para empeorar las cosas, Lahna era una profesional indiscutible en el arte del disfraz, hasta el punto de que uno se preguntaría cómo era posible que lo hizo. Como a menudo terminaría pareciéndose a otra persona, nadie se daría cuenta si decidiera actuar por su cuenta. Si bien tenía apariencias que usaba para la mayoría de sus disfraces, incluso yo no podía hacer un seguimiento de cómo se veía realmente, tal vez incluso estaba disfrazada a diario.

Como resultado, Lahna básicamente hacía lo que le gusta, y es una persona bastante difícil como compañera de trabajo, especialmente siendo la directora. Si bien tuvimos un buen número de quejas sobre Lahna como sus subordinados, todos la respetamos, yo no era la excepción.

Era imprudente en muchos sentidos, y a menudo desaparecería si le quitas los ojos de encima por un segundo. Hicimos mucho trabajo extra debido a sus tendencias, pero Lahna siempre se aseguraba de protegernos si algo salía mal. Ella siempre se haría responsable de sus acciones, sin culpar nunca a sus subordinados.

Su conocimiento de la magia también era otra cosa, junto con su ingenio cuando se trataba de inventar herramientas mágicas y cosas por el estilo. Si bien todos nos quejamos de Lahna Smith, todos la respetamos a nuestra manera.

Aun así… en una situación como esta, todos nos esforzábamos y-

De repente, escuché un estruendo.

Dirigí mis ojos hacia la fuente del sonido: uno de mis colegas departamentales había caído de bruces sobre su mesa. Lo más probable es que perdió el conocimiento por la gran cantidad de trabajo que tuvimos que pasar.

Eso era de esperarse. Incluso yo había estado trabajando sin parar estos últimos días, sin un guiño de sueño. Lahna, había llevado a algunos de nuestros nuevos miembros del personal al campo para darles una buena experiencia, dijo… incluso durante un tiempo tan ocupado en el Ministerio. Este incidente se destacó por muchas razones, por supuesto, ganándonos la ira de otros departamentos, que hicieron todo lo posible para descargar la mayor cantidad de trabajo posible.

Si Lahna hubiera estado presente, habría agarrado al toro proverbial por los cuernos, diciéndole al Ministerio que ciertas tareas simplemente no podían hacerse. Eso, o ella se sentaría y simplemente terminaría una buena mitad por su cuenta. Pero ahora, el trabajo inacabado seguía apilado como pequeñas colinas.

La verdadera razón de Lahna para salir al campo era investigar la desaparición repentina de Keith Claes, hijo del duque Claes. Basta decir que también hubo trabajo con respecto a eso. Como resultado, nuestra oficina departamental había sido un infierno en la tierra durante los últimos días.

Había trabajado con Keith en el consejo estudiantil cuando asistía a la academia, y era probable que la magia oscura hubiera estado involucrada en su desaparición. Ciertamente estaba preocupado, así que quería hacer lo que pudiera para ser útil. El enemigo, sin embargo, era bastante inteligente, y simplemente no podía obtener ningún tipo de información útil.

Además de eso… había este montón de trabajo cada vez mayor ante mí. Podía sentir que mi corazón se rompía lentamente. Pero no podía rendirme ahora, no me rendiría ahora. Como Lahna me había confiado todo durante los últimos días, no tengo más remedio que superar estos obstáculos.

Para empezar, el hecho de que Lahna había dejado su trabajo y sus tareas a una persona desconocida que había estado con el Ministerio por poco más de un año fue sorprendente, no solo para mí, sino para una gran cantidad de sus colegas. Tal vez por eso tenía que asegurarme de ejecutar lo que me asignaron lo mejor que podía.

Lo sentía profundamente por mi colega que se había derrumbado en su escritorio, por supuesto, pero pronto tendría que despertarlo, por la fuerza si fuera necesario. No podíamos permitirnos perder ni una sola persona en este momento.

Muy bien entonces… Justo cuando apreté los dientes y pulí mi resolución, preparándome mentalmente para sumergirme en otra montaña de trabajo… llamaron a la puerta de nuestro departamento.

¿Quién podría ser, en este momento tan ocupado…? Me sentí un poco molesto.

—Por favor, entra, —dije, y apareció una cara familiar. Era un ex miembro del consejo estudiantil y colega, Nicol Ascart. Detrás de él había un miembro del personal femenino, tal vez lo había guiado hasta aquí. Su cara estaba completamente roja. Podía ver que la atractiva aura de mi amigo no había cambiado en lo más mínimo.

Por lo menos, esta no fue una visita de un superior problemático de otro departamento, y eso es algo bueno.

—Estaba aquí por negocios y pensé en hacerte una visita. Veo que se ha convertido… en un gran incidente. ¿Estás bien, Raphael? —La expresión de Nicol se nubló ligeramente mientras miraba el horror que era nuestra oficina departamental.

—Todo un incidente, sí. ¡Puedo sentir mi corazón romperse, en realidad! Y así… si bien les agradezco por haberme visitado hasta aquí, realmente no tengo tiempo para invitados. Disculpa.

Ante mis palabras, Nicol retiró lo que parecía ser una carta de su bolsillo.

—Te haría bien leer esto, entonces. Tal vez incluso podría reparar tu corazón casi roto.

Diciéndolo, Nicol me entregó la carta, y escrita en ella estaban las palabras de alguien que conocía muy bien. Lo tomé reflexivamente y leí su contenido. Escrito en su interior había descripciones despreocupadas y felices de cierto viaje.

Ella todavía no sabía que su hermano había sido secuestrado. Supongo que se sentiría horrible si lo supiera… pero por ahora, todavía estaba disfrutando su viaje lejos de Sorcié. Por su redacción y tono, casi podía imaginar su disfrute, y como dijo Nicol, sentí que mi psique fracturada lentamente comenzaba a recuperarse.

—Gracias. Me siento un poco mejor que antes.

—Ya veo, —dijo Nicol, sonriendo levemente mientras recuperaba la carta. Pude ver al miembro del personal femenino detrás de él desmayarse.

Inmediatamente después, otra miembro de mi departamento, que hasta hace unos momentos estaba profundamente absorta en su trabajo, vio la sonrisa de Nicol. Era como si hubiera perdido todos los restos de su libre albedrío. Pronto, ella era como la mujer en la puerta.

Esto es malo… otro de mis colegas cayó. ¡Qué desastre…! Ahora que había llegado a esto, tengo que pedirle que se haga responsable por sus acciones.

—Nicol. ¿Tienes alguna cita para el resto del día?

—Hmm. No del todo, al menos hasta la tarde de hoy…

—Bueno, entonces, supongo que te harás responsable de lo que hiciste, ¿sí? ¡Rápido ahora, ayúdame con estas tareas! ¡Pero asegúrate de no mostrarle a nadie esa sonrisa seductora tuya!

—¿Responsabilidad…? ¿Sonrisa seductora…? —Nicol parecía confundido. Aun así, rápidamente aceptó ayudarme, tal vez estimulado por mi expresión desesperada.

Como se esperaba de Nicol, aunque solo me ayudó durante unas pocas horas, hizo mucho trabajo. Tal vez debería pedirle ayuda de nuevo la próxima vez… si lo hiciera, sin embargo, también podría dar de baja a los miembros del personal femenino en mi departamento durante toda esa duración. Un dilema, de hecho…

♦ ♦ ♦

—¿Qué estás haciendo, Katarina?, —preguntó Jared.

Le mostré lo que tenía en mis manos.

—Pensé que enviaría una carta.

—¿Una carta, hm?

—Sí, ¡para contarles a todos en la academia cómo va nuestro viaje!

—Pero Katarina, estamos a solo dos días de nuestro viaje. De hecho, no ha habido mucho progreso, ¿no? —Jared parecía exasperado.

Me sentí algo avergonzada. Tenía razón, pero…

—Pero… pero… ¡Este es mi primer viaje! Siempre quise escribir cartas de regreso a casa durante un viaje, ¿sabes? —dije, enfurruñada un poco mientras lo hacía.

Jared sonrió, aunque parecía algo preocupado.

—Hmm. Supongo que realmente están sufriendo ahora, sí. Quizás una carta les sirva de algo.

—¿Eh?

—Bueno, entonces, Katarina. Te acompañaré, ¿deberíamos enviarla?

—Sí, vamos.

Y entonces Jared y yo nos pusimos en camino para enviar la carta a la academia. En el camino nos detuvimos en una tienda de dulces, ¡donde todo parecía delicioso! Terminé compartiendo la mitad de un dulce con Jared. Fue increíblemente sabroso. Pensé que también describiría este bocadillo en mi carta y cómo lo compartimos juntos.

—Sería mejor para ti excluir algo por el estilo, Katarina, —dijo Jared, deteniéndome antes de que pudiera escribirlo.

No sabía de qué se trataba. Sin embargo, Jared se ofreció de inmediato a comprarme otro regalo, así que pronto me olvidé.

Después de que terminamos de comer, llegamos a la oficina de correos y la carta pronto fue enviada de manera segura.

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