Katarina – Volumen 8 – Capítulo 2: El seminario (4)

Traducido por Shisai

Editado por Sharon


Yo, Nicol Ascart, acabo de tener el sueño más maravilloso.

En este sueño, presencié algo que nunca pude esperar en la realidad: me desperté en mi habitación con Katarina sonriéndome.

He estado enamorado de Katarina Claes durante casi diez años, pero no tengo ninguna intención de confesárselo.

La razón es que está comprometida con Jared, el tercer príncipe de Sorcie y mi amigo mío de la infancia.

Podría haber ignorado ese hecho si hubiera sido un compromiso puramente político, pero Jared claramente amaba a Katarina desde el fondo de su corazón.

Después de presenciar sus sentimientos por ella durante tanto tiempo, nunca podría considerar apartarla de él.

Enterré mi amor en lo profundo de mi corazón, sabiendo que también tenía que encontrar una esposa para suceder adecuadamente a mi padre como conde. Sin embargo, sueños como este eran prueba suficiente de que todavía estaba bajo el hechizo de Katarina, y que estaba muy lejos de olvidarme de ella.

Tiré de sus brazos suaves y flexibles y la acerqué más a mí. Por supuesto, si esta hubiera sido la realidad, nunca podría haber hecho algo tan audaz, pero no tenía ninguna razón para detenerme, ya que era solo un sueño.

Durante el día solo podía contemplar su hermoso rostro desde lejos, así que aproveché para disfrutar de tenerla tan cerca de mí.

Miré sus ojos azul claro, sus labios de aspecto suave y sus mejillas blancas, ahora ligeramente teñidas de rojo. Moví mi mano hacia su rostro y, mientras la acariciaba, se sonrojó aún más y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Era una expresión que nunca había visto en su rostro, pero muy hermosa.

Qué sueño tan maravilloso. Ojalá nunca pudiera despertar, pensé, y el sueño progresó para mejor.

—Nicol… Soy yo, Katarina —la escuché llamarme con su adorable voz, diciendo, por alguna misteriosa razón, su propio nombre.

Oh, mi adorable Katarina, ¿cómo podría no saber quién eres? ¿Cómo podría confundirte con alguien más, en la medida en que puedas ser mía? Te he mirado por tanto, tanto tiempo…

La figura reflejada en sus ojos azules pertenecía nada menos que a mí, y esto solo me extasió.

Es solo un sueño… Debería aprovecharlo tanto como pueda.

Puse mis labios en su hermosa mejilla y, mientras la mantenía entre mis brazos, le susurré esas palabras que, en realidad, nunca pude decir.

—Te amo.

Al escuchar esto, se inclinó más contra mí, como si no le quedara energía en su cuerpo.

Estábamos tan juntos como podíamos estarlo, y sentí su suavidad, especialmente alrededor de donde estaba mi pecho, pero cada centímetro de su cuerpo era suave y cálido.

Esa sensación se sintió terriblemente real, al igual que el agradable olor que llegaba a mi nariz cada vez que inhalaba.

Su suavidad, su calidez, su olor… ¿Fueron siempre los sueños tan realistas?

Tan pronto como pensé esto, la niebla que cubría mi cerebro se aclaró rápidamente.

Abrí completamente los ojos y miré a mi alrededor, encontrándome en una habitación de invitados dentro del castillo, con Katarina entre mis brazos.

Intenté levantarme apresuradamente sin dejarla caer, ya que mi hermana, Sophia, estaba parada cerca de nosotros con la boca abierta, incrédula.

Me di cuenta de lo que había sucedido y estaba cerca de la desesperación, pero primero tenía que atender a Katarina.

Lentamente la levanté y la acosté en el sofá antes de girarme para mirar a Sophia, quien todavía estaba congelada.

—Sophia, ¿podrías explicarme qué ha sucedido?

Finalmente comenzó a moverse de nuevo, y su rostro mostraba claramente su vergüenza.

—Encontré un lugar maravilloso para una fiesta de té e invité a la señorita Katarina allí, y luego pensé en invitarte a ti también, como una sorpresa. Cuando llegamos aquí te encontramos dormido, y pensé que te alegraría que la señorita Katarina te despertara, así que le pedí que hiciera eso…

Oh, ya veo. Sophia había hecho esto pensando en mi, pero…

—No es muy apropiado que las señoritas entren en la habitación de un hombre dormido —le advertí.

—Pero nos dijiste que podíamos entrar… —respondió ella.

Probablemente las había dejado entrar cuando todavía estaba medio dormido.

Las mañanas nunca habían sido mi fuerte, pero últimamente, las cosas habían empeorado. Estaba tan ocupado, y por lo tanto muy cansado, por lo que dejé que mi guardia se deslizara… De todos modos, aunque eso era un problema, había un tema mucho más urgente sobre el que necesitaba confirmación.

—Entonces, Katarina y tú entraste aquí, y ella trató de despertarme… ¿Y luego?

Como todavía no estaba completamente despierto, no estaba seguro de mis recuerdos. Las cosas que había hecho creyendo que estaba soñando… ¿Cuántas de ellas había hecho en realidad?

Me di cuenta de que la había atraído entre mis brazos, pero era crucial que yo supiera cuánto del resto también había hecho.

—Bueno, ya ves… —comenzó a hablar, buscando las palabras, mientras su rostro se ponía más rojo con cada detalle, hasta el punto en que parecía que se incendiaría.

Esta vez, después de que ella terminó, tuve motivos suficientes para desesperarme.

Todas las cosas que había hecho en lo que creía que era mi sueño, en realidad se las hice a la verdadera Katarina.

Abrazarla, acariciarla y luego besarla en la mejilla, e incluso susurrarle mi amor… estas son todas las cosas que pensé que solo podía hacer en un sueño.

Estaba tan sorprendido que ya no pude pensar en nada.

Sin embargo, no tenía tiempo que perder. Tuve que pensar en cómo actuar a continuación.

—Sophia —dije.

—¿Si? —dijo ella, enderezándose ansiosamente, con el rostro todavía rojo y frunciendo el ceño. Probablemente pensó que lo que sucedió fue en última instancia su culpa.

—Tú y Katarina iban a venir a mi habitación para invitarme a la fiesta del té, pero ella se sintió mal y se desmayó en el camino, por eso la trajiste a tu habitación para que descansara. ¿Estoy en lo cierto?

—¿Q-Qué…? ¿Hermano mayor? —me preguntó confundida, pero seguí hablando.

—Lo que pasó aquí se mantendrá en secreto. Esto corre el riesgo de comprometerme a mí y, especialmente, a la misma Katarina. Incluso podríamos ser excluidos de la sociedad noble en su conjunto.

—¿De verdad crees que eso podría pasar? —dijo, su rostro pálido de miedo.

Por supuesto, dudaba que las cosas tomaran un giro tan malo, pero, solo para estar seguro, me aseguré de exagerar la gravedad de la situación.

—Sí. Es por eso que ustedes dos, hoy, no me vieron. Katarina se desmayó antes de que pudiera llegar a mi habitación. Si cree que ha sucedido algo más, dile que fue solo un sueño. Ella es el tipo de chica que creerá eso.

—Entiendo —dijo, asintiendo.

Llevamos a Katarina a la habitación de Sophia, sin que nos vieran, y yo volví a la mía.

Había cometido el error más descuidado de toda mi vida, pero al menos el único testigo era mi hermana obediente y comprensiva.

Y yo creía que la otra parte interesada, Katarina, fácilmente podría ser engañada para que creyera nuestra historia.

Algunos dirían que Katarina era demasiado amable para dudar de la gente, otros que era muy obtusa. En cualquier caso, si Sophia y yo estuviéramos de acuerdo con la historia, probablemente ella lo creería.

Me senté en el sofá donde había estado durmiendo y solté un gran suspiro.

Fue una mañana agotadora, pero no pude volver a dormirme aunque lo intentara.

Miré mis brazos, los cuales había usado para abrazar a Katarina. Casi podía sentir la sensación de su cuerpo suave y cálido contra el mío.

Y ese olor agradable y la suavidad de su rostro… Puse una mano en mis labios. La mejilla blanca y suave que besé era, sin ninguna duda, la de Katarina.

Cuanto más lo pensaba, más recuerdos volvían, increíblemente vívidos…

Al darme cuenta de que, a ese ritmo, nunca me iba a calmar, salí de mi habitación para empezar a trabajar temprano.

♦ ♦ ♦

Estaba en un lugar familiar. Paredes rosadas, una mesa negra y una cama con estructura de metal con edredones y cojines azules.

En mi vida anterior pasé mucho tiempo en esta habitación, ya que pertenecía a Acchan, mi mejor amiga.

—Está bien, continuemos —me escuché decir con la voz de Acchan.

Debo estar dentro de Acchan de nuevo, pensé como si fuera algo completamente natural.

Ya tuve sueños como este varias veces, ¡y siempre fueron una oportunidad para recopilar información sobre Amante Afortunado!

Ahora estaba completamente concentrada (en el sueño, al menos), lista para mirar mientras Acchan jugaba, y así aprender tanto como fuera posible sobre el juego.

Encendió la televisión y empezó a sonar la secuencia de apertura del juego. Ella seleccionó la opción “continuar”.

Jared apareció en la pantalla con una sonrisa demasiado dulce en su rostro.

—Si necesitas algo, házmelo saber —decía su línea, seguida del monólogo interno de María.

El enfoque del príncipe Jared nunca ha sido tan abierto… ¡Y pensar que me voy a quedar en el mismo castillo que él! El solo pensamiento me hace sonrojar…

¿María se queda en el mismo castillo que Jared?

¡No! ¡Ahora tengo que concentrarme en mi trabajo en la Asamblea! 

Vino la segunda línea del monólogo, aunque todavía estaba tratando de entender a qué se refería.

Pensé que se suponía que María no se uniría a la Asamblea… ¡Pero la siguiente línea del monólogo decía claramente “La Asamblea comienza”!

Discúlpame pero…

—¡¿Qué significa esto?! —grité, saltando, encontrándome en una habitación desconocida.

¿Dónde estoy?, pensé mientras escaneaba mis alrededores, cuando vi a Sophia, con los ojos muy abiertos por la sorpresa, mirándome.

—S-Señorita Katarina… ¿está todo bien?

—¿Sophia? ¿Qué es este lugar? —le pregunté y ella amablemente me explicó lo que había sucedido hasta ahora.

Parece que me había invitado a desayunar, pero me sentí mal y perdí el conocimiento.

Eso parece, pensé, porque el sueño que acababa de tener me sorprendió tanto que los recuerdos de lo que había pasado antes se habían vuelto confusos.

También recordé que Sophia quería invitar a su hermano, y nos dirigimos a su habitación… Según ella, me desmayé antes de que pudiéramos llegar y llamó a un sirviente para que me llevara a su cuarto, donde dormí por un tiempo hasta que, justo ahora, me desperté.

Realmente no lo recordaba, pero, en cualquier caso, le di las gracias a Sophia y volví a mi habitación. Tenía que pensar en ese sueño.

Me acosté en mi cama e inmediatamente comencé a pensar en lo que acababa de ver.

María, en el juego, dijo que iba a participar en la Asamblea, pero yo no había escuchado nada de eso de ella en el Ministerio.

Era la protagonista, claro, pero era una plebeya, por lo que no había ninguna razón para que se uniera a un evento para nobles.

Me pregunté qué significaba eso. ¿Podría ser que mi sueño no fuera real? Tal vez solo lo tuve porque estaba muy estresada.

Después de pensarlo por un tiempo, me di cuenta de que no tenía suficiente información para hacer predicciones, así que me detuve.

¡No tiene sentido pensar en cosas que no entiendo!

Estaba lista para ir a tomar las lecciones de la mañana, lo cual, sinceramente, no estaba esperando, pero, como me había desmayado, me dijeron que podía omitirlas y descansar en mi habitación hasta la tarde.

—Joven señorita, ¿cómo se siente? —me preguntó Anne mientras venía a ver cómo estaba.

—Hm… me siento totalmente bien, de verdad —dije mientras estaba acostada en la cama.

Sophia dijo que me desmayé porque no me sentía bien, pero me sentía tan bien que todo era un misterio para mí.

—Ya veo. Pero, por si acaso, sería mejor que descansara al menos el resto de la mañana.

—Está bien —respondí, dándome la vuelta en mi cama.

Sentarme ahí sin hacer nada era aburrido, pero tampoco quería pensar en cosas difíciles.

Oh, ¡ya sé!

—¡Anne, tráeme una de mis novelas románticas! —dije, planeando leer una, pero ella me miró con una ceja levantada.

—Joven señorita, por favor descanse como es debido.

—Pero en momentos como estos no tengo sueño…

Era tan extraño que ahora, en la cama, no podía volver a quedarme dormida, pero durante las lecciones tenía problemas para mantenerme despierta.

Anne dejó escapar un pequeño suspiro.

—Entonces prepararé un poco de té caliente. Por favor, beba eso y descanse.

—¡Hurra! ¡Y trae bocadillos también! —dije, saltando de la cama.

—Por favor deje de saltar y cálmese —se quejó.

Momentos después, regresó con un delicioso té y mis bocadillos favoritos.

—Esto es maravilloso… Pero sabes, últimamente he estado tan ocupada con las lecciones que tomar el té en la mañana se siente raro —dije con la boca llena de bocadillos.

—Realmente has dado lo mejor de ti desde que llegaste al castillo —respondió Anne con una sonrisa.

—Bueno… lo mismo ocurre con todos —dije, un poco avergonzada por ser elogiada, algo a lo que no estaba acostumbrada.

Al quedarme en el castillo, me sentí más cerca de todos mis amigos y fue más fácil trabajar duro.

Nunca fui la chica más diligente, pero trabajaba bien si todos los que me rodeaban hacían lo mismo. Sin embargo, esa estancia en el castillo terminaría pronto.

—La Asamblea se acerca…

Tendré que poner en práctica lo que había aprendido en el seminario y dar lo mejor de mí para no avergonzarme frente a todas esas personas importantes de otros países.

—Por cierto, ¿cómo es la Asamblea de todos modos? —le pregunté a Anne, quien parecía desconcertada por esa pregunta.

—¿No es eso lo que has estado estudiando en este seminario?

—Sí, pero… todavía no he tenido noticias de alguien que haya asistido realmente, así que me preguntaba cómo es en verdad. ¿Has estado alguna vez en la Asamblea?

—No tengo suficiente estatus como para asistir yo misma y, desde que soy adulta, siempre he sido su sirvienta personal, por lo que tampoco he acompañado a nadie. Pero creo que su padre y su madre han participado en el pasado.

Eso era razonable, solo los nobles de alto rango y sus sirvientes personales asistían. Anne provenía de la familia de un barón y solo había sido mi doncella personal, por lo que no pudo haber asistido.

La seguridad en el castillo se había hecho tan estricta que volver a casa solo para pedirles su opinión a mis padres sería demasiado complicado…

—¿No podrías preguntarle al príncipe Jared o al príncipe Alan? La Asamblea no se ha celebrado en nuestro país desde hace más de diez años, pero tal vez la hayan asistido en otro de los países como parte de la familia real —advirtió Anne inteligentemente como si me hubiera leído la mente.

—¡Tienes razón! ¡Podría preguntarles!

¡Anne era tan inteligente! 

Decidí que, la próxima vez que viera a Jared o Alan, les preguntaría sobre la Asamblea.

Terminé mi té, Anne me volvió a acostar y descansé tranquilamente hasta la tarde.

Una vez descansado por completo (a pesar de que me sentía muy bien para empezar), estaba lista para ir a las lecciones de la tarde, cuando entró Jared.

—He oído que no te encontrabas bien. ¿Has mejorado? —preguntó preocupado.

—¡Si! Estoy bien —respondí enérgicamente y él pareció aliviado.

—Has estado haciendo un gran esfuerzo últimamente, así que probablemente estabas cansada. Asegúrate de no exagerar —dijo, sonando como Anne lo había hecho antes.

—Sí —respondí, sonrojándome de nuevo por el elogio, y luego recordé mi conversación con Anne—. Príncipe Jared, ha participado en la Asamblea en otros países antes, ¿verdad? ¿Cómo estuvo? —le pregunté y él se rió.

—Ya estoy acostumbrado, pero… Katarina, seguramente cambias de tema de la nada. ¿Por qué preguntas?

Le conté de lo que Anne y yo habíamos hablado antes.

—De hecho, hay muchas cosas sobre la Asamblea que no se pueden entender con una simple explicación teórica —dijo, y pensó en su siguiente línea durante un rato—. Sin embargo, la Asamblea a la que asistí fue en otro país, y siendo en el lugar de nacimiento de nuestra anterior reina, se mantuvo en términos muy amistosos con nosotros. Debido a esto, la Asamblea se desarrolló relativamente bien. Creo que el país en el que se realiza y las personas que participan en él marcan la diferencia. En particular, este año habrá más gente de la habitual.

—Mucha gente de otros países va a venir porque nuestro país es muy seguro, ¿verdad? —dije, repitiendo lo que había aprendido en los últimos días.

Jared me dio una sonrisa de aprobación.

—Exactamente. Nuestro reino es el país más rico y avanzado de la región y, por lo tanto, vendrá más gente de lo habitual, tratando de reunir conocimientos que puedan utilizar en casa —dijo antes de hacer una pausa.

Su rostro se puso ligeramente oscuro.

—Cuantas más personas asistan, mayor será el riesgo de que se unan personas problemáticas. Creo que nadie sería tan tonto como para dañar a un noble de alto rango como tú, pero he oído que, en otros países, las personas de rango inferior a veces se involucran en actos de violencia. Ojalá pudiera quedarme a tu lado mientras dure la Asamblea, pero, lamentablemente, no se me permitirá hacerlo. Por favor ten cuidado.

—Sí… —respondí, sorprendida por la inusual seriedad de sus palabras.

Cuando asentí, volvió a su sonrisa habitual y me dio unas palmaditas en la cabeza como lo haría con un niño.

No se parecía en nada a sus recientes avances románticos. Se sintió agradable y cálido.

Parecía que la Asamblea era algo mucho más complejo y peligroso de lo que creía.

Inmediatamente después de eso, Mary y los demás vinieron a mi habitación y todos fuimos juntos a las lecciones de la tarde.

Shisai
Levantando una bandera~

5 respuestas a “Katarina – Volumen 8 – Capítulo 2: El seminario (4)”

  1. Jajajaja Nicol tipo “Todo lo que pasó es un sueño! No tengo pruebas pero tampoco dudas! Verdad Sofía?” 🤣🤣🤣🤣
    Con lo que dijo Jared ya no me quedan dudas que en la asamblea va pasar algo grande…. uuuy que intriga
    Muchas gracias por cap!

  2. Jajajajaja pobre de Nicol su avance fue en vano como el de la mayoría, pero como esa asamblea será un caos no dudo que suceda algo interesante y probablemente María aparezca más adelante por lo que vimos en el sueño de Katarina.
    Gracias por el capítulo

  3. Por fin! Llevo esperandolo todo el día, como siempre una excelente traducción y el capitulo fue muy interesante, aunque me esperaba la reacción de Nicol. Espero que los o las editoras/es se encuentren bastante bien y gracias por su trabajo 😀

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